Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.
Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1,1-5.11b-12:
" Nuestro Dios os haga dignos de la vocación y con su poder lleve a término todo propósito de hacer el bien y la tarea de la fe. "
Salmo 95,1-2a.2b-3.4-5 R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 23,13-22
En aquel tiempo, Jesús dijo:
"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren. ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno de la “gehenna” el doble que vosotros! ¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: “Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga”! Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro? O también: “Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga”. ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura por él y por cuanto hay sobre él; quien jura por el templo, jura por él y por quien habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él".
Concédeme la gracia, Señor, de dejarme iluminar por Ti, de desprenderme de mi autosuficiencia y orgullo, y de seguir Tu ejemplo de docilidad y obediencia al Padre. Haz que esta gracia transforme mi ser, para que, al igual que Tú, mi corazón se rinda en completa confianza a Tu voluntad. Reconozco que muchas veces Tu Luz se manifiesta en mi vida a través de rostros concretos: los hermanos, los padres, los amigos, los compañeros de trabajo, los vecinos, los sacerdotes. Que mi corazón esté siempre abierto para recibir la Luz que los demás traen, porque sé que esa Luz proviene de Ti, y nunca es superflua. A menudo, Tú mismo utilizas a otros para revelarme mis errores, para mostrarme cuán bendecido y amado soy.
Que Tu Luz de amor inunde mi alma, para que pueda reflejarla a los demás con la Luz de Cristo, y que mi espíritu esté siempre dispuesto a ser iluminado, reconociendo que en cada prójimo brilla el sello y la Luz de Dios.
Dios te bendiga,
¡Alabado sea Jesucristo, por siempre sea alabado!
†
Que la
paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en
el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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