martes, 19 de abril de 2022

La conversión es un proceso constante y cada paso nos lleva a Cristo resucitado.

 



La conversión es un proceso y cada paso nos lleva a Cristo resucitado.

Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2, 36-41

El día de Pentecostés, decía Pedro a los judíos:
«Con toda seguridad conozca toda la casa de Israel que al mismo Jesús, a quien vosotros crucificasteis, Dios lo ha constituido Señor y Mesías».
Al oír esto, se les traspasó el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles:
«¿Qué tenemos que hacer, hermanos?».
Pedro les contestó:
«Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para vosotros y para vuestros hijos, y para los que están lejos, para cuantos llamare a sí el Señor Dios nuestro».
Con estas y otras muchas razones dio testimonio y los exhortaba diciendo:
«Salvaos de esta generación perversa».
Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas.
Palabra de Dios

Salmo 32, 4-5. 18-19. 20 y 22 R/. La misericordia del Señor llena la tierra

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 20, 11-18

En aquel tiempo, estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el cuerpo de Jesús.
Ellos le preguntan:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella contesta:
«Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto».
Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.
Jesús le dice:
«Mujer, ¿por qué lloras?».
Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta:
«Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré».
Jesús le dice:
«¡María!».
Ella se vuelve y le dice.
«¡Rabbuní!», que significa: «¡Maestro!».
Jesús le dice:
«No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, ande, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre vuestro, al Dios mío y Dios vuestro”».
María la Magdalena fue y anunció a los discípulos:
«He visto al Señor y ha dicho esto».
Palabra del Señor

En la primera lectura nos muestra que Pedro ungido por el Espíritu Santo da eficacia a su testimonio y se traduce en una pregunta “ ¿Qué tenemos que hacer, hermanos? “. Pedro ha experimentado en su vida la fuerza de la Resurrección y realizará la misión encomendada por Jesús: Id y haced discípulos míos. Pablo a renglón seguido responde “Convertíos y sea bautizado cada uno de vosotros en el nombre de Jesús “.

En el bautismo comenzamos nuestra vida cristiana. El bautismo es la puerta de entrada para ser parte de la familia de Dios. Es el primer sacramento que recibimos como iniciación cristiana. Aunque el bautismo lo recibimos sólo una vez en la vida y es acto público y tangible.
El sacramento de la confesión lo podemos comparar con el sacramento del bautismo porque al arrepentirnos de nuestros pecados restauramos la comunión con el Señor, consigo mismo y con los hermanos. El acto del arrepentimiento permite que la efusión del Espíritu Santo actúe en nosotros interiormente y en cierto modo es invisible, pero daremos frutos en el tiempo de Dios.

La conversión es un proceso el cual tiene ciertos pasos que empiezan con el hecho de la resurrección y que siguen este orden:
Testimonio apostolico, acogida de la Palabra, conciencia del propio límite, acto de Fe, expresión pública de la fe en el bautismo, cambios concretos, integración en la comunidad cristiana, formación de la enseñanza apostólica, práctica de la caridad y la celebración de la fe. Este es el itinerario básico para un adulto que quiere llegar a Cristo resucitado. Si algunos de estos pasos no se aplican podemos decir que aun no te has encontrado con el resucitado. Cada paso tiene relación directa con el siguiente, ninguno se puede omitir.

Pidámosle al Señor que desde su misericordia nos abra los ojos para que reconozcamos en que paso de la conversión estamos fallando, quizás nuestra vida no da un buen testimonio para los hermanos de fe, no siempre acogemos la Palabra porque ella me confronta e incómoda, pretendo solucionar las cosas desde mis fuerzas y no le pido a Dios que me ayude, soy persona carente de fe, no expreso públicamente mi fe, justifico mis errores y por eso no tengo cambios concretos. teniendo una comunidad de fe no me integro con ellos, no me esfuerzo por formarme en las enseñanzas apostólicas, no soy constante en practicar la caridad y no participo en los sacramentos como es de confesión y eucaristía. Recuerda que estos son los pasos para llegar a Cristo resucitado.

Hoy la Palabra, nos vuelve a hablar de tres actitudes: fidelidad, perseverancia,y amor. María Magdalena busca a Jesús, busca su cadáver. Su vínculo afectivo se ha roto y quizá también contemple la posibilidad de perderse para siempre aquel proyecto de vida plena, de un mundo diferente, donde cuentan los pobres, enfermos, las mujeres, donde el perdón prevalece. Es posible que María Magdalena contemplara todo eso en la oscuridad y cercanía de un sepulcro vacío. A pesar de todo esto María, permanece allí con un dolor grande en su corazón. María Magdalena no permite que el dolor le nuble la fe o le quite la esperanza. Ella es fiel al amor, ese amor que le ha devuelto la vida. Maria Magdalena espera pero no inactiva, busca e insiste en buscar y mira dentro del sepulcro. Nos dice la lectura, que los ángeles le preguntaron… Mujer, ¿por qué lloras? Ante momentos de oscuridad, de aparente fracaso, que importante es no perder la capacidad de dialogar, entrar en relación, y también de dialogar con nosotras mismas, ¿por qué? El diálogo nos lleva al encuentro. Maria se abre al diálogo con el desconocido. ¡María! Y amaneció en su corazón, ¡Raboni! se encontró con el amado de su alma, “Él está vivo”.

Jesus confirma la fe de Maria Magdalena y la convierte en evangelista, es decir, en mensajera que anuncia la buena nueva de la resurrección del Señor; o como decían Santo Tomás de Aquino, en "apóstola de los apóstoles", porque anunció a los apóstoles aquello que, a su vez, ellos anunciarán a todo el mundo. Maria Magdalena es un testigo de Cristo resucitado y anuncia el mensaje de la resurrección del Señor, al igual que los otros apóstoles”.

Esta semana de pascua quiero recorrer mi propio camino de fe, porque cada vez que te manifiestas en mi vida es para enseñarme y confirmarme en algo más, no estoy solo porque eres mi compañero de camino y al caminar juntos me vas fortaleciendo en la fe. No permitas que me aleje de ti a pesar de las tormentas que pasen en vida. Dame la gracia de ser fiel a ti a pesar del dolor, ser perseverante para alcanzar un verdadero testimonio de vida, y que no me canse de amarte y servirte desde la obediencia y humildad. Como necesito acallar mi corazón para poder escuchar la tuya. Eres tú el que has de hacerme presente en nuestro mundo necesitado de vida y de esperanza de resurrección. Haz, Señor que florezca la vida en medio de tanta muerte que rodea nuestro mundo y que yo colabore contigo en esta misión. Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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