miércoles, 24 de agosto de 2022

Un buscador de la verdad tiene estas tres características :Excluye la mentira y el engaño, si encuentras la verdad compartela y además reconoce tus equivocaciones.

 




Un buscador de la verdad tiene estas tres características :Excluye la mentira y el engaño, si encuentras la verdad compartela y además reconoce tus equivocaciones.

Primera lectura
Lectura del libro del Apocalipsis 21, 9b-14

El ángel me habló diciendo:
«Mira, te mostraré la novia, la esposa del Cordero».
Y me llevó en espíritu a un monte grande y elevado, y me mostró la ciudad santa de Jerusalén que descendía del cielo, de parte de Dios, y tenía la gloria de Dios; su resplandor era semejante a una piedra muy preciosa, como piedra de jaspe cristalino.
Tenía una muralla grande y elevada, tenía doce puertas y sobre las puertas doce ángeles y nombres grabados que son las doce tribus de Israel.
Al oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y al poniente tres puertas, y la muralla de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los nombres de los doce apóstoles del Cordero.

Sal 144, 10-11. 12-13ab. 17-18 R/. Tus santos, Señor, proclamen la gloria de tu reinado.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 1, 45-51

En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dijo:
«Aquel de quien escribieron Moisés en la ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret».
Natanael le replicó:
«¿De Nazaret puede salir algo bueno?».
Felipe le contestó:
«Ven y verás».
Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él:
«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño».
Natanael le contesta:
«¿De qué me conoces?».
Jesús le responde:
«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi».
Natanael respondió:
-«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel».
Jesús le contestó:
«¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores».
Y le añadió:
«En verdad, en verdad os digo: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre».
Palabra del Señor


En la primera lectura se nos habla de una ciudad especial “la ciudad santa, Jerusalén”, con las características que allí nos indican. ¿Qué significa una ciudad santa? pues bien es una ciudad donde Dios y solo Dios reina. Los miembros que hacen parte de la ciudad permiten que Dios reine en sus corazones y de esta manera se forma así la Iglesia. La Iglesia, con los apóstoles a la cabeza y sus sucesores, luchará para que Dios reine el corazón de todos los hombres, sabiendo que aquí siempre habrá otros dioses que estarán en lucha con nuestro verdadero Dios… y, a veces, ganarán en esa partida, por lo que nunca en esta tierra viviremos el reino de Dios, “la ciudad santa”, en plenitud. Tenemos que esperar a vivir esa plenitud después de nuestra muerte y resurrección, donde  podremos disfrutar de la ansiada felicidad y donde todos los ídolos y dioses falsos van a desaparecer para siempre y solo Dios va a reinar.

¿Qué nos queda por hacer? Bien, nosotros podemos vivir un pedacito de cielo aquí y ahora, esto es posible si dejamos reinar a Dios en nuestra vida. La lucha siempre permanecerá hasta que acabe nuestra vida terrenal. Tenemos que ser valientes y permitir que Dios vaya ganando terreno en nuestro corazón,  lo que significa entregarle el timón de nuestra vida, ser obedientes a Él y confiar solo en Él. El Señor al conquistar el corazón de alguno de la familia, va contagiando y transformando al que tienes cerca. Dios quiere mejorar tu vida, tu alrededor, permite que El haga la obra en ti y a través de ti. Un corazón conquistado por Cristo hace posible cambiar su alrededor.

El evangelio nos invita a ser buscadores de la verdad y a excluir la mentira y el engaño. Todo el que busca la verdad tiene problemas porque es la piedra en el zapata que talla algunos.

Hay tres características de los buscadores de la verdad y en la persona de San Bartolomé, hoy en su día vamos a encontrar  tres lecciones. Jesus elogia a Bartolome diciendo : “ Es un israelita de verdad en el que no cabe engaño “. La primera lección que aprendemos es que quien es buscador de la verdad tiene que tomar una resolución como es excluir la mentira y el engaño.  Todos nosotros caemos en la mentira, vivimos de apariencias para que todos nos acepten y nos quieran. Detrás de una justificación hay una mentira.

Nos dice la lectura que Bartolome estaba bajo la higuera. Los rabinos no tenían salones de clases, ellos se ubicaban bajo un frondoso árbol para enseñar a otras personas. El buscador de la verdad cuando la encuentra debe saberla transmitir y compartir. El tesoro que has recibido no es solo para ti, hay que compartirlo.  Todo lo que recibas del buen Dios se generoso y compartelo con los demás. Es verdad que la mejor manera de aprender algo es enseñarlo.  

La tercera lección que nos enseña un buscador de la verdad es que aprende a admitir sus equivocaciones. Natanael tomó una posición escéptica que es propia de una buscador de la verdad, Jesus no le criticó su escepticismo, “ De Nazaret puede salir algo bueno?” dijo Natanael. Pero cuando Natanael se encontró con Cristo reconoció que se había equivocado y no tuvo problema en reconocer su error y corregirse.

Hoy en el día de San Bartolomé pido su intercesión para que yo sea un verdadero buscador de la verdad como tu lo fuiste. Que excluya la mentira y el engaño primeramente en mi y en los demás. Que no haga parte de aquellos quienes prenden una vela a Dios y la otra al diablo. Deseo caminar en la verdad porque quien camina en la verdad vivirá como justo gozando de Tu paz. Ayúdame a ser generoso con los talentos que me haz dado y que cada vez que encuentre la verdad la sepa enseñar a los demás no solo con los labios sino con mi testimonio de vida. Dame la gracia de reconocer mis errores y corregirme de mis equivocaciones, vaciarme para poder ser llenado por ti, rompe del todo mi orgullo y egoísmo para que Tu puedas reinar en mi corazón y proclamar la gloria de tu reinado en mi, Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

--

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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martes, 23 de agosto de 2022

Cuidemos lo verdaderamente importante



Cuidemos lo verdaderamente importante


Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 2, 1-3a. 14-17

Os rogamos, hermanos, a propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por alguna revelación, rumor o supuesta carta nuestra, como si el día del Señor estuviera encima. Que nadie en modo alguno os engañe. Dios os llamó por medio de nuestro Evangelio para que lleguéis a adquirir la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así, pues, hermanos, manteneos firmes y conservad las tradiciones que habéis aprendido de nosotros, de viva voz o por carta.
Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha regalado un consuelo eterno y una esperanza dichosa, consuele vuestros corazones y os dé fuerza para toda clase de palabras y obras buenas.
Palabra de Dios

Sal 95, 10. 11-12a. 12b-13 R/. Llega el Señor a regir la tierra.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 23, 23-26

En aquel tiempo, Jesús dijo:
«Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del anís y del comino, y descuidáis lo más grave de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad!
Esto es lo que habría que practicar, aunque sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello! ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que limpiáis por fuera la copa y el plato, mientras por dentro estáis rebosando de robo y desenfreno! ¡Fariseo ciego!, limpia primero la copa por dentro y así quedará limpia también por fuera».
Palabra del Señor


La primera lectura nos invita a la serenidad ante la venida de nuestro Señor Jesucristo. Algunos utilizan ciertas predicaciones solo para atemorizar y presionar a sus oyentes y seguidores. No se nos puede olvidar que el mensaje de Cristo no puede generar temor y angustia en nosotros porque si quien lo predica genera esto es porque el mensaje que está predicando no viene de Dios. Pablo nos advierte que debemos estar firmes y conservar las tradiciones que hemos aprendido como es el amor, la caridad, el servicio, llevar una vida íntegra, vivir en la esperanza y en la fe.  El bien es posible con actos de bondad, lo mismo que el amor requiere personas que amen, y la esperanza se alcanza con actos concretos que la hagan posible. El amor de Dios es el que nos centra y nos da ánimo y fuerza para “toda clase de palabras y obras buenas”.

El texto del evangelio de Mateo es duro y muy claro. Las falsas apariencia, buscar el propio beneficio, el abuso de autoridad y la injusticia no tienen nada que ver con lo que Jesús enseña. Jesús se presenta como el profeta que denuncia a los escribas y fariseos hipócritas, pero Mateo va más allá y resalta cómo esos que se dicen maestros no son los que verdaderamente enseñan la verdad, sino que el único Maestro es Jesús. Jesus deja evidencia a aquellos que solamente se dedican a interpretar los textos de la Ley, a cumplirlos ellos con mucha ridiculez e intereses, y a exigir que los demás los cumplan hasta la extenuación especialmente los más débiles e indefensos. Es genial la comparación: “¡Guías ciegos, que filtráis el mosquito y os tragáis el camello!”.

La invitación es clara, no hay que seguir a aquellos maestros que se desautorizan a sí mismos con su actitud y testimonio de vida, sino al verdadero Maestro, que es Jesús. ¿Y por qué, qué hace Jesús? Jesús cuida lo verdaderamente importante, la dignidad de todo ser humano, el amor misericordioso de un Dios que es Padre, “el derecho, la compasión y la sinceridad”.

Hoy celebramos a Santa Rosa de Lima, joven dominica de la ciudad de Lima en los tiempos coloniales, patrona de América. Quisiera destacar una frase del proceso de canonización: “el amor de Dios la hacía gustar en la oración una dulzura que compensaba la amargura que le producía el conocimiento del mal y del pecado”. Tener fe no es cerrar los ojos a la realidad, sino mirarla con los ojos misericordiosos de Dios. Y eso solamente es posible cuando se gusta en la oración el amor mismo de Dios. No se hace en un día ni en un momento de fervor, los grandes místicos como Rosa de Lima nos enseñan que cuidar la vida espiritual es tarea de toda la vida y de cada uno de sus días, saberse amados por Dios con ese amor suyo, el más puro y generoso, el que crea y recrea porque todo lo que hace “es bueno”. Desde ahí se puede atisbar un poco más en qué consiste eso de ser coherentes con nuestra fe, porque iremos aprendiendo cada vez más a dejar nuestro amor tantas veces egoísta y herido, y amar más con el amor de Dios. Es valiente y fuerte la pureza y dulzura del amor y la fe de Rosa de Lima, se alimenta del amor de Dios.

Oremos con esta oración de Santa Rosa de Lima

Gloriosa Santa Rosa de Lima, tú que supiste
lo que es amar a Jesús con un corazón tan fino
y generoso. Que despreciaste las vanidades
del mundo para abrazarte a su cruz desde
tu más tierna infancia. Que amaste con filial
devoción a nuestra Madre del Cielo y profesaste
una gran ternura y dedicación a los más
desvalidos, sirviéndoles como el mismo Jesús.
Enséñanos a imitar tus grandes virtudes para que,
siguiendo tu ejemplo, podamos gozar de tu gloriosa protección en el Cielo. Por Nuestro Señor Jesucristo,
que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

Dios te bendiga!

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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lunes, 22 de agosto de 2022

No descuides la justicia, la compasión y la sinceridad.

 


No descuides la justicia, la compasión y la sinceridad.


Primera lectura
Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses 1,1-5.11b-12:
Pablo, Silvano y Timoteo a la Iglesia de los Tesalonicenses en Dios, nuestro Padre, y en el Señor Jesucristo.
A vosotros gracia y paz de parte de Dios Padre y del Señor Jesucristo.
Debemos dar continuas gracias a Dios por vosotros, hermanos, como es justo, pues vuestra fe crece vigorosamente y sigue aumentando el amor mutuo de todos y cada uno de vosotros.
Esto hace que nos mostremos orgullosos de vosotros ante las iglesias de Dios por vuestra paciencia y vuestra fe en medio de todas las persecuciones y tribulaciones que estáis soportando.
Así se pone de manifiesto el justo juicio divino, de manera que lleguéis a ser dignos del reino de Dios, por el cual padecéis.
Nuestro Dios os haga dignos de la vocación y con su poder lleve a término todo propósito de hacer el bien y la tarea de la fe. De este modo, el nombre de nuestro Señor Jesús será glorificado en vosotros y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.
Palabra de Dios

Sal 95,1-2a.2b-3.4-5 R/. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 23,13-22

En aquel tiempo, Jesús dijo:
«¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que quieren.
¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que viajáis por tierra y mar para ganar un prosélito, y cuando lo conseguís, lo hacéis digno de la “gehenna” el doble que vosotros!
¡Ay de vosotros, guías ciegos, que decís: “Jurar por el templo no obliga, jurar por el oro del templo sí obliga”! Necios y ciegos! ¿Qué es más, el oro o el templo que consagra el oro?
O también: “Jurar por el altar no obliga, jurar por la ofrenda que está en el altar sí obliga”. ¡Ciegos! ¿Qué es más, la ofrenda o el altar que consagra la ofrenda? Quien jura por el altar, jura por él y por cuanto hay sobre él; quien jura por el templo, jura por él y por quien habita en él; y quien jura por el cielo, jura por el trono de Dios y también por el que está sentado en él».
Palabra del Señor


Hoy se celebra la fiesta litúrgica de María Reina que fue constituida por el Papa Pío XII la cual se celebra en la octava de la Asunción para manifestar claramente la conexión que existe entre la realeza de María y su Asunción a los cielos.

Tomaré dos comentarios del Papa Benedicto XVI y Francisco.
El Papa Benedicto XVI en el día de esta celebración dijo que María es Reina precisamente amándonos y ayudándonos en todas nuestras necesidades, es nuestra hermana y sierva humilde de Dios.
El Papa Francisco dijo: ¡Con Dios nada se pierde! En María se alcanza la meta y tenemos ante nuestros ojos la razón por la que caminamos: no para conquistar las cosas de aquí abajo, que se desvanecen, sino la patria allá arriba, que es para siempre. A los cristianos nos toca testimoniar que María es Reina.

María es modelo para los cristianos porque fue la primera discípula. Ella entendió el mensaje de Dios a través del servicio y la obediencia. Ella al ser nuestra madre nos ama e intercede ante su hijo por nosotr@s. María nos enseña lo importante que es dar testimonio con nuestra vida, permitir que la palabra de Dios se haga vida en nosotros, quien se esfuerza por hacerlo y por la gracia de Dios, llega a ser un verdadero hij@ de Dios.

En la carta a los Tesalonicenses, es una invitación a la esperanza y al esfuerzo. Los cristianos no podemos justificarnos con argumentos religiosos al abandono y la pereza. Tales actitudes no tienen nada que ver con el Evangelio. Se necesita un esfuerzo de parte de nosotros desde la voluntad y Dios hará el resto. Recordemos el pasaje de los peces y los panes, y Jesus los multiplicó.
El acto del esfuerzo implica confianza en sí mismo y tomar el camino de la fe, el esfuerzo implica quizás renuncias,escucha y obediencia. El esfuerzo también exige salir de la zona de confort, enfrentar tus propios miedos y angustias.  El esfuerzo también exige dejar de sacar excusas y asumir la responsabilidad.  Estas son algunas maneras en la que podemos crecer y vivir cada día desde la esperanza. La fe es la que nos ayuda a ejercitar la esperanza. Pues sólo quien confía en Dios es consciente que cuando las fuerzas humanas acaban, llega la fuerza divina para ponernos en movimiento. Conocer a Dios nos da la confianza y la convicción que Él nos acompaña, nos cuida, nos protege, quien experimenta su amor y ternura sabe con quién cuenta, quien es quien lo sostiene y que Él mismo quien lo ha ayudado ante las tribulaciones lo llevará a un puerto seguro. No olvidemos que cada experiencia difícil en nuestra vida nos ayuda a crecer en virtudes, ejercitar la esperanza, la paciencia, la confianza y nos permite proyectar una mirada al futuro con esperanza. Es frecuente pensar que Dios está ausente cuando sufrimos, pero no olvidemos que lo único que necesitamos es la gracia de Él para enfrentar las dificultades.

Las palabras del capítulo 23 de san Mateo señalan la cumbre de la oposición entre Jesús y los escribas y fariseos. Jesús se dirige a la gente y a sus discípulos y les dice que no imiten su conducta a los cuales echa una serie de advertencias. Éstos a su vez ocultan y desfiguran el rostro de Dios en lugar de darlo a conocer. De esta manera, ni entran ellos ni dejan entrar en el Reino de los Cielos a quienes de verdad quieren hacerlo. Unos y otros son hipócritas. La palabra sale repetidas veces y tiene un hondo sentido porque aunque aparentemente observan la ley de Dios, -el amor a Dios y al prójimo la resume toda-, en realidad no la cumplen. ¿Cómo van a cumplir una ley de amor personas que se separan de los demás y desprecian a todos? Dejan ver una fachada limpia cuando su interior está lleno de podredumbre y desenfreno. Unos y otros no se han convertido al Señor, porque aunque observan prescripciones minuciosas hasta el escrúpulo, descuidan la justicia, la compasión y la sinceridad.

Este capítulo del evangelio nos invita a que cuidemos  la justicia, la compasión y la sinceridad. Vivir en Justicia es vivir en la verdad, la belleza y el amor, teniendo claro que la belleza es buscar el bien. Ser compasivos como nuestro Padre Celestial lo es, Él nos enseña y lo practica con cada uno de nosotros. El se pone de modelo o ejemplo para que tengamos una referencia a seguir. Quien no se conoce a profundidad, nunca será capaz de ofrecer misericordia o compasión para los demás. Ser sinceros es ser fieles a lo que se dice y se piensa, en otras palabras es ser una persona íntegra.La sinceridad brota de un corazón limpio, de una buena conciencia y de una fe sincera. La sinceridad es decir la verdad, no tener engaño. La santidad y la serenidad viene de Dios.

Las enseñanzas de este capítulo son preciosas para los cristianos de todos los tiempos porque nos ponen sobre aviso del peligro que corremos de perdemos en cuestiones sin importancia y de olvidar el amor y la misericordia. Cumplir lo que se dice; tender la mano al necesitado; acercarse al hombre que sufre; pasar desapercibido al hacer el bien a los demás; no desear el poder para brillar; servir, no atemorizar las conciencias; no usar el miedo; mostrar con palabras y obras quién es Dios, es un programa que se abre a todo discípulo de Cristo, pero sobre todo a quien tiene algún género de responsabilidad en la comunidad.

Mi amado Jesús, hoy me das tres enseñanzas como es cuidar la justicia, la compasión y la sinceridad. Practico la justicia si camino en la verdad, busco el bien para los demás y además vivo en el amor. Vivo la compasión cuando abrazo a los demás como lo haces tú, reconociendo que así como yo he fallado, tu no me excluyes ni me condenas,  y a pesar de mis errores no me tratas conforme a mis pecados. Dame la gracia Señor de vivir y practicar la sinceridad, ser una persona íntegra, tener un corazón limpio y una buena conciencia porque camino en la verdad.Que mis palabras y actos dejen mostrar la belleza y el amor de un Dios que nos ama y nos cuida, Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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jueves, 11 de agosto de 2022

No podemos escapar de las consecuencias de nuestro pecado, y nada es oculto ante los ojos de Dios. Pero recuerda que Dios te quiere perdonar y ha llegado hasta ti.


 No podemos escapar de las consecuencias de nuestro pecado, y nada es oculto ante los ojos de Dios. Pero recuerda que Dios te quiere perdonar y ha llegado hasta ti.


Primera lectura
Lectura de la profecía de Ezequiel 12, 1-12

Me fue dirigida esta palabra del Señor:
«Hijo de hombre, vives en medio de un pueblo rebelde:
tienen ojos para ver, y no ven; tienen oídos para oír, y no oyen, porque son un pueblo rebelde.
Así pues, tú, hijo de hombre, prepara tu equipaje para el destierro, y emigra en pleno día, a la vista de todos; a la vista de todos emigra a otro sitio. Tal vez así comprendan que son un pueblo rebelde.
Sacarás tu equipaje de deportado en pleno día, a la vista de todos; partirás al atardecer, a la vista de todos, como quien va al destierro.
A la vista de todos abre una brecha en el muro y saca por allí tu equipaje.
Cárgalo al hombro a la vista de todos, sácalo en la oscuridad. Cúbrete la cara para no ver la tierra, porque hago de ti un signo para la casa de Israel».
Yo hice todo lo que me había ordenado. Saqué mi equipaje como quien va al destierro, en pleno día; al atardecer abrí una brecha en el muro con las manos, lo saqué en la oscuridad y me lo cargué al hombro, a la vista de todos.
A la mañana siguiente me fue dirigida esta palabra del Señor:
«Hijo de hombre, ¿no te ha preguntado la casa de Israel, la casa rebelde, qué es lo que hacías?
Pues respóndeles:
“Esto dice el Señor Dios: Este oráculo toca al príncipe en
Jerusalén y a toda la casa de Israel que vive allí”.
Di: “Yo soy un signo para vosotros: como yo he hecho, así harán con ellos. Serán deportados, irán al destierro.
El príncipe que vive entre ellos se cargará al hombro el equipaje, en la oscuridad saldrá por una brecha que abrirán en el muro para sacarlo, se cubrirá la cara para no ver su tierra con sus propios ojos”».
Palabra de Dios

Sal 77, 56-57. 58-59. 61-62 R/. ¡No olvidéis las acciones del Señor!

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 18, 21 – 19, 1

En aquel tiempo, acercándose Pedro a Jesús le preguntó:
«Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo? ¿Hasta siete veces?».
Jesús le contesta:
«No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete. Por esto, se parece el reino de los cielos a un rey que quiso ajustar las cuentas con sus criados. Al empezar a ajustarlas, le presentaron uno que debía diez mil talentos. Como no tenía con qué pagar, el señor mandó que lo vendieran a él con su mujer y sus hijos y todas sus posesiones, y que pagara así.
El criado, arrojándose a sus pies, le suplicaba diciendo:
“Ten paciencia conmigo y te lo pagaré todo”.
Se compadeció el señor de aquel criado y lo dejó marchar, perdonándole la deuda. Pero al salir, el criado aquel encontró a uno de sus compañeros que le debía cien denarios y, agarrándolo, lo estrangulaba diciendo:
“Págame lo que me debes”.
El compañero, arrojándose a sus pies, le rogaba diciendo:
“Ten paciencia conmigo y te lo pagaré”.
Pero él se negó y fue y lo metió en la cárcel hasta que pagara lo que debía.
Sus compañeros, al ver lo ocurrido, quedaron consternados y fueron a contarle a su señor todo lo sucedido. Entonces el señor lo llamó y le dijo:
“Siervo malvado! Toda aquella deuda te la perdoné porque me lo rogaste. ¿No debías tú también tener compasión de tu compañero, como yo tuve compasión de ti?”.
Y el señor, indignado, lo entregó a los verdugos hasta que pagara toda la deuda.
Lo mismo hará con vosotros mi Padre celestial, si cada cual no perdona de corazón a su hermano».
Cuando acabó Jesús estos discursos, partió de Galilea y vino a la región de Judea, al otro lado del Jordán.
Palabra del Señor


En la primera lectura a través del profeta Ezequiel nos dice que no podemos escapar de las consecuencias de nuestros pecados y que por más que seamos astutos para callar la verdad y vivir en la mentira, nada está oculto ante los ojos de Dios.

Debemos ser conscientes de estas dos verdades, el pecado tiene consecuencias y no podremos huir de ellas eternamente. La lectura nos da un ejemplo. El pueblo ha sido rebelde, incapaz de oír y tardo para obedecer, es pronto para mentir, inconstante e infiel entonces tendrán una consecuencia como es el destierro. Un destierro que los llevará a seguir a un opresor, serán esclavos y vivirán la humillación. Como decía el apóstol Pablo en Romanos 6,23 “ La paga del pecado es la muerte “.

La segunda verdad es “ no pienses que por esconderte Dios no te verá “, por mas que quieres tapar, esconder y que nadie se de cuenta lo que estás haciendo, tarde o temprano la verdad saldrá a la luz. Para entender un poco más de lo que les estoy hablando, vamos a mirar en qué contexto Ezequiel estaba viviendo. El rey sedecías era un hombre cobarde y oportunista. Él tenía planeado huir a escondidas porque sabía que los caldeos iban a tomar el territorio. Supuestamente sedecías ante el pueblo se mostraba que estaba firme, pero en el fondo tenía otro plan y de hecho lo realizó. El plan era que una noche a escondidas salir de allí ocultamente él, con algunos de su familia y seres cercanos y huir del cerco que les tenía puesto los caldeos.  Ezequiel denuncia al rey a la vista de todos. Mientras Sedecías tenía un plan personal movido por sus intereses y solo para un grupo, Ezequiel muestra la verdad porque nada puede estar oculto ante los ojos de Dios, no podrás engañar a nadie aunque pareciera que estás saliendo con la tuya.

El evangelio nos habla acerca del perdón y Jesus nos recuerda que debemos de perdonar hasta 70 veces siete osea, siempre. La razón es muy sencilla y es que de la misma manera que Dios nos ha perdonado con su misma generosidad nosotros también lo debemos de hacer. Solo quien ha experimentado y vivido la experiencia del perdón de Dios, es capaz de practicar ese perdón y la misericordia con los demás. El perdón es un torrente que viene de Dios y no quiere detenerse; es por eso que nosotros no debemos retener el perdón , porque el perdón de Dios ha llegado a ti y debe llegar a todos aquellos quienes lo necesitan.

Jesus enfatiza que debemos perdonar 70 veces, osea siempre y es que aquel quien verdaderamente ama tiene la capacidad de perdonar porque no lleva cuentas. No permitas enfrascar el regalo del perdón en un vaso porque lo limitas. Más bien que el regalo del perdón sea un manantial que tiene un principio y no tiene fin.  Si nos acercamos a quien es la fuente de ese manantial, Dios, Él renovará nuestras fuerzas del perdón  para que podamos ser extensiones del amor y la misericordia con el prójimo. Pero también mucho cuidado con darle fuerzas al abusador, en ciertos casos nos toca retirarnos del abusador para que no nos sigan haciendo daño.

Pidámosle al buen Dios que nos ayude a ser conscientes que el pecado trae consecuencias, que vivamos en la verdad siempre porque la mentira será  descubierta tarde o temprano aunque pretendamos ocultarla, que aceptemos el perdón misericordioso de Dios porque Él ha querido acercarse a ti y a mi para dárnoslo y que no seamos tacaños con el regalo del perdón, no llevemos cuentas de las veces que hemos perdonado, no enfrasques el perdón en un vaso más bien permite que el torrente o el manantial del perdón fluya en ti y a través de ti y asi como te renueva que renueve en aquellos quienes están cerca de ti, Amén.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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miércoles, 10 de agosto de 2022

Que estamos cosechando y cual es la clave para tener una buena cosecha.

 


Que estamos cosechando y cual es la clave para tener una buena cosecha.


Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 9, 6-10

Hermanos:
El que siembra tacañamente, tacañamente cosechará; el que siembra abundantemente, abundantemente cosechará.
Cada uno dé como le dicte su corazón: no a disgusto ni a la fuerza, pues Dios ama “al que da con alegría”.
Y Dios tiene poder para colmaros de toda clase de dones, de modo que, teniendo lo suficiente siempre y en todo, os sobre para toda clase de obras buenas.
Como está escrito:
«Repartió abundantemente a los pobres, su justicia permanece eternamente».
El que proporciona “semilla al que siembra y pan para comer” proporcionará y multiplicará vuestra semilla y aumentará los frutos de vuestra justicia.
Palabra de Dios

Sal 111, 1-2. 5-6. 7-8. 9 R/. Dichoso el que se apiada y presta

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 12, 24-26

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda infecundo; pero si muere, da mucho fruto.
El que ama a sí mismo, se pierde, y el que se aborrece a sí mismo en este mundo, se guardará para la vida eterna. El que quiere servirme, que me siga, y donde esté yo, allí también estará mi servidor; a quien me sirva, el Padre lo honrará».
Palabra del Señor


La primera lectura y el evangelio nos invita a reflexionar que estamos cosechando y cual es la clave para que haya una buena cosecha. San Pablo pone un ejemplo agrícola y nos asegura que el que siembra tacañamente va a cosechar poco, pero el que siembra generosamente, el que realice y amontone las obras que Jesús nos ha pedido, su cosecha será abundante y su unión con Cristo será cada vez más intensa.

El pensamiento de Pablo va en la línea de las palabras de Jesús: “Sin mí no podéis nada”, a las que podemos añadir que con él podemos todo hasta lo imaginable. Dios Padre proporciona la semilla, los dones y talentos, el amor, el perdón, la voluntad, la alegría, la esperanza, la fortaleza y si nosotros nos unimos al Hijo, esta semilla crecerá y será abundante. Recuerda por ejemplo el día en que estabas desanimado, cansado, viviendo sin esperanzas, y cuando entregaste tus tristezas, frustraciones y dolor a Dios recuerda lo que sucedió en ti? Las fuerzas que no teníamos Dios nos las dio para que pudiéramos luchar y levantarnos. Cuando estabas seguro que todo había terminado, Dios te dio la luz para poder llegar a la meta de manera segura.

Por el contrario que sucedio cuando pensaste que sol@ podías resolver el problema al sentirte autosuficiente y por más golpes y caídas no queríamos reconocer que necesitábamos de la ayuda de Dios, recuerdas que paso?

Hoy es momento para que recapacitemos y meditemos cómo estamos cultivando y cuidando nuestros seres queridos, aquellos que Dios nos pone en el camino de esta vida para que no nos sintamos solos. Si cultivas resentimiento, egoísmo, frivolidad, y desamor eso es lo que recibirás de tu cosecha.

Entonces cuál es la clave para una buena cosecha? Estar unida a Cristo.
Jesús no se cansó de repetirnos que lo más importante de nuestra vida es el amor, en sus tres dimensiones de amar a Dios, al prójimo y a nosotros mismos. Si amamos a Dios es ponerlo a Él en el primer lugar, y poniéndolo a Él en el lugar que se merece El mismo organizara todo lo demás de nuestra vida y además lo pondrá en el lugar que le corresponde, la familia, los amigos, la comunidad, el empleo, la diversión.  

Amar al prójimo y esto significa amar al que está próximo. Por ejemplo San Juan de la Cruz, santo de la comunidad de los Carmelitas descalzos nos invita a amar a todos por igual, a no tener más amor por unos que por otros o no tener preferencias. Además nos dice este santo que tengamos también la facilidad de olvidar fácilmente la ofensa que el otro pudo haberme causado. Jesús en el evangelio nos dice que tenemos que parecernos al grano de trigo que para que dé fruto tiene que ser enterrado en la tierra y morir. Eso mismo tenemos que hacer nosotros. Muchas veces debemos callar para evitar ofender más porque cuando no controlamos la lengua podemos herir profundamente al otro. Dar el perdón aunque el otro no tenga la razón, servir al otro aunque no se lo merezca, amar a los demás como Cristo ama a su iglesia, un pueblo que lo llevó a la pasión y muerte en cruz.

Así como nosotros nos amamos, nos cuidamos buscando el propio bien, también nos lo manda Jesús: “ama al prójimo como a ti mismo”. Lo que aquí nos quiere decir Jesús es que no pongamos como primer y único amor el amor a nosotros mismos, olvidándonos de los demás. Lo nuestro es entregar la vida por los demás y esa es la mejor manera de amarles a ellos y amarnos a nosotros mismos. En esa entrega nuestro corazón queda repleto de alegría. El que gana, el que solo piensa en sí mismo, pierde, y el que se pierde a si mismo, en la entrega a los demás, ese gana, se encuentra con la felicidad que todos vamos buscando.

El ejemplo de Jesús es bien claro. Vivió para nosotros, entregó su vida por nosotros, por seguir predicando su mensaje de amor y no callarse…y por eso volvió a ganar la vida, el Padre le resucitó.

¿Qué estoy cosechando? Quiero responder esta pregunta desde la sinceridad de mi corazón.  Me diste una familia que muchos ni la tienen, pero realmente la estoy cuidando? cuales son los actos concretos que ellos pueden testificar que si lo estoy haciendo a la manera de Dios practicando el perdón y la misericordia? ¿Me diste la salud, la vida, la inteligencia y mucho más? soy consciente de cada una de estas bendiciones? Si soy generos@ y las entrego al servicio de los demás sin esperar nada a cambio?  Me diste una comunidad de fe, alguien que se esfuerza para que te conozca, te ame y te siga, te doy gracias a ti Señor por enviar a un profeta para que me muestre el camino que debo seguir? oro por su ministerio? Me has dado unos amig@s, personas con quienes disfruto, me rio, me dan ánimo cuando estoy triste, soy fiel a ellos, esto es no hablar a espaldas de ellos? los corrijo y los exhorto desde la misericordia para que descubran en el error en que están? dejo actuar el Santo Espíritu de Dios a través de mi?
Hoy te pido Señor que me habras el entendimiento y la sabiduría para descubrir que estoy cultivando y como estoy cuidando todo lo que tú generosamente me has dado. Que al unirme a ti pueda alcanzar tus sentimientos para poder amar, servir y perdonar como lo haces tu. Quiero desgastar mi vida para ti y por ti, para mi prójimo y por mi prójimo así como tu lo hiciste, dame la gracia de poder lograr la exigencia del verdadero amor y así darte la Gloria a ti, porque solo tú puedes hacer este gran milagro en mi, Amen.  

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

--

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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martes, 9 de agosto de 2022

El verdadero poder no está en vencer a otros, tu verdadero poder consiste en reconocerte como un hij@ amad@ por Dios.

 


El verdadero poder no está en vencer a otros, tu verdadero poder consiste en reconocerte  como un hij@ amad@ por Dios.


Ezequiel 2, 8-3, 4
Así dice el Señor: Tú, hijo de Adán, oye lo que te digo: ¡No seas rebelde, como la casa rebelde! Abre la boca y come lo que te doy."
Vi entonces una mano extendida hacia mí, con un documento enrollado. Lo desenrolló ante mí: estaba escrito en el anverso y en el reverso; tenía escritas elegías, lamentos y ayes.
Y me dijo: Hijo de Adán, come lo que tienes ahí, cómete este volumen y vete a hablar a la casa de Israel." Abrí la boca y me dio a comer el volumen, diciéndome: Hijo de Adán, alimenta tu vientre y sacia tus entrañas con este volumen que te doy." Lo comí, y me supo en la boca dulce como la miel. Y me dijo: Hijo de Adán, anda, vete a la casa de Israel y diles mis palabras."
Palabra de Dios

Salmo 118 "  Que dulce al paladar tu promesa Señor"

Mateo 18, 1-5. 10. 12-14
En aquel momento, se acercaron los discípulos de Jesús y le preguntaron: ¿Quién es el más importante en el reino de los cielos?
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.
¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños."
Palabra del Señor


El evangelio nos deja ver que así como en el tiempo de Jesus y en nuestro tiempo las personas se preguntaban o le daban importancia de saber quién era el más importante. Era esto tan importante para ellos en la época de Jesus que hasta a veces discutían, jugaban a la intriga o entraban al juego del poder. Recordemos en una lectura del evangelio como la madre de los Zebedeos le dice a Jesus que quiere que cada uno de sus hijos queden a cada lado, uno al lado izquierdo y el otro al lado derecho. Hoy por ejemplo le preguntan a Jesus, quien es el más importante.

Hay que entender porque para ellos era importante saber quién era el primero, tenemos que entender el momento que ellos estaban viviendo. Ellos estaban en una etapa difícil y exigente, a veces agotadora al atender multitudes, tener poco descanso, quizás hasta mala e insegura alimentación. Ellos tenían su mirada puesta en lo que iba suceder  cuando Jesus llegara a Jerusalén y empezara a repartir cargos. Es por eso que ellos querían asegurar ese futuro que fuera mejor. Ellos vivían el sacrificio presente con una recompensa futura, esto no está del todo mal, porque Dios en sus promesas afirma que aquel quien trabaje para que el Reino de Dios crezca recibirá más de lo que ha dado. El problema es que ellos querían recibir en esta vida la recompensa o la promesa de Dios.  

Desde la lógica humana podríamos decir que el más importante en nuestro tiempo es aquel que tiene más seguidores, el que tiene capacidad de congregar y mover más personas, el que influyen en las decisiones de los demás, o aquel quien tiene poder político y financiero, o el que tiene mucho conocimiento de algo o quizás el más importante es el que tiene más experiencia en algo o es el que ha hecho muchas cosas. Realmente se pueden utilizar varios criterios para definir quién es el más importante, pero no olvidemos que los criterios de Dios no son iguales que los criterios humanos.

Recordemos que en la época de Jesús el niño no importaba, entonces porque Jesus pone a un niño como ejemplo para explicar quién es el más importante en el Reino de los Cielos? Ya sabemos que ellos querían saber quién era el más importante porque querían una cuota de poder; ese era el objetivo de esa pregunta buscar quien tenía el poder. Por eso Jesús responde con el ejemplo del niño ya que les quiere enseñar que solo aquel quien tenga un corazón de hij@ es el más importante.

En conclusión tu verdadero poder no está en vencer a otros, tu verdadero poder consiste en ser hij@ , saberte hij@, ser feliz de ser hij@ eso es lo que te da el verdadero poder. Quien fue el primero quien lo vivió? Cristo. Cristo el único título que tenía era “ Ser el hijo de Dios”. Cristo fue el primero que vivió el ser niño, por eso dijo “ hay que ser niño” porque sabía lo importante que es entender esta verdad. Porque el que sabe ser niño deja de competir contra otros para empezar a recibir del Padre Celestial.  

Que gran enseñanza me has dado Señor con las lecturas de este dia. Como nos afanamos en querer saber quien es el más importante, quién es el que tiene mejores ideas, quien es que que tiene la razón, quién es el que sobresale más ante los demás. Detrás de todo esto hay un orgullo camuflado, unas ansias de poder, un servicio hacia los demás que no es gratuito sino un servicio comercial el cual doy y espero recibir. Purifica mis sentidos, mis pensamientos, todo aquello que no me hace sentir hij@ amad@ por el Padre Celestial. Dame la gracia de ser y vivir como un niñ@, sentirme como niñ@, ser feliz de ser hij@ tuyo. Necesito recuperar el valor de ser una Hij@ de Dios. Que el Espíritu Santo me haga entender esta verdad. Porque el que sabe ser niñ@ deja de competir contra otros para empezar a recibir del Padre Celestial.  Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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jueves, 4 de agosto de 2022

La verdadera religión está en el corazón, desde donde se ha de conocer mejor a ese Padre que nunca nos abandona.

 


La verdadera religión está en el corazón, desde donde se ha de conocer mejor a ese Padre que nunca nos abandona.


Primera lectura
Lectura del profeta Jeremías 31,31-34:

Llegan días —oráculo del Señor— en que haré con la casa de Israel y la casa de Juda una alianza nueva. No sera una alianza como la que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto, pues quebrantaron mi alianza, aunque yo era su Señor —oráculo del Señor—.
Esta será la alianza que haré con ellos después de aquellos días —oráculo del Señor—: Pondré mi ley en su interior y la escribiré en sus corazones; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrán que enseñarse unos a otros diciendo:
«Conoced al Señor», pues todos me conocerán, desde el más pequeño al mayor —oráculo del Señor—, cuando perdone su culpa y no recuerde ya sus pecados.
Palabra de Dios

Salmo 50 R/. Oh Dios, crea en mí un corazón puro

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 16,13-23

En aquel tiempo, aquel tiempo, al llegar a la región de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos:
«¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?».
Ellos contestaron:
«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros que Jeremías o uno de los profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Simón Pedro tomo la palabra y dijo:
«Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios vivo».
Jesús le respondió:
«¡Bienaventurado tú, Simón, hijo de Jonás!, porque eso no te lo ha revelado ni la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
Ahora yo te digo: tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y el poder del infierno no la derrotará. Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos».
Y les mandó a los discípulos que no dijesen a nadie que él era el Mesías.
Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que tenía que ir a Jerusalén y padecer allí mucho por parte de los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, y que tenía que ser ejecutado y resucitar al tercer día.
Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo:
«¡Lejos de ti tal cosa, Señor! Eso no puede pasarte».
Jesús se volvió y dijo a Pedro:
«¡Ponte detrás de mí, Satanás! Eres para mí piedra de tropiezo, porque tú piensas como los hombres, no como Dios».
Palabra del Senor

Mantenernos siempre fieles a Dios debe ser uno de nuestros objetivos importantes en la vida de todo cristiano. Hay momentos donde todo resulta más fácil, por ejemplo cuando lo que pedimos nos resulta, cuando nuestra vida es color de rosa, y recibimos más bendiciones de las que esperamos. Las cosas empiezan a complicarse cuando el tiempo es difícil, nos cae la enfermedad, un revés económico, disputas, contiendas, calumnias, cuando empezamos a perder si que es difícil mantener nuestra fe viva y permanecer fieles al Señor.

Esto es lo que nos trae la primera lectura del día de hoy. La historia del pueblo de Israel nos facilita comprender mejor los momentos en que no es fácil vivir nuestro cristianismo con autenticidad. En esos momentos difíciles, oscuros, de desierto es el momento de purificar nuestra fe y la mejor manera es fortaleciéndola. Esto solo es posible cuando nos enfrentamos a la dificultades y reveses de nuestra vida. Es por eso que Jeremias anima al pueblo a vivir desde la fidelidad. No olvidemos que el pueblo de Dios al vivir desterrados experimentaron humillación y  desprecio.

¿Has pasado por una situación similar? ¿Cómo te has sentido? ¿Cómo queda uno tras esas experiencias? Desanimado y sin querer luchar. Por eso, Jeremías anima al pueblo a no olvidar a Dios, pese a todo lo vivido. Y les trasmite la Nueva alianza con su Dios. Se trata de vivir, un nuevo encuentro con Yahvé, donde Él será su Dios y ellos serán su pueblo. La alianza que Dios nos invita a que hagamos con Él, es una alianza desde el amor, una ley en el corazón.

A todos nos ha sucedido que por causa del amor hemos hecho cosas hasta imposibles. Dios quien lo sabe por eso pondrá su ley del amor en nuestro corazón. Por amor le obedeceremos, seremos sus esclavos, por amor nos volveremos más pequeños para que Él pueda crecer en nosotros, por amor perdonamos a quien nos ofendió, por amor serviremos a quien lo necesita sin esperar nada a cambio. De ahí la importancia de poner a Dios en el centro de nuestra vida. La verdadera religión está en el corazón, desde donde se ha de conocer mejor a ese Padre que nunca nos abandona.

En el evangelio Jesús nos pregunta.. “Y vosotros, ¿quién decís que soy yo”? ¿Por qué esta pregunta?

Jesus sabe que lo siguen pero aun no son conscientes de cuál es su identidad y para qué ha venido a este mundo. Algunos de nosotros por ejemplo nos pasó, hablábamos de Jesus repitiendo lo que nos dice el catecismo pero no habíamos tenido la experiencia personal e íntima con El. Esta pregunta es muy profunda porque nos ayuda a descubrir realmente quién es Jesus para tu vida y porque es tan importante que sea Él el centro de nuestra vida. Cuando realmente comprendamos no desde el conocimiento, porque hay muchos teólogos que tienen conocimiento de Jesús pero su corazón está lejos de la experiencia con el resucitado nos convertiremos en extensiones de testigos del amor de Dios para otros, así como los apóstoles que fueron “ enviados para llevar la buena noticia“.

Jesús espera que nos demos la oportunidad de conocerlo para poder amarlo y luego seguirlo de verdad. Es un proceso que exige fidelidad, oración, coherencia y esfuerzo para que todo se vaya afianzando en nosotros y así nunca sustituyamos a Jesús por esos “diosecillos” que nos presenta la sociedad. Tener presente ese proceso debe animarnos. Siempre podemos seguir avanzando con confianza en su ayuda. Todos sabemos que no es fácil. A Pedro, a pesar de esa respuesta tan clara, podemos decir que le quedaba mucho trecho por andar y ahondar en el conocimiento de Jesús. Vendrían situaciones donde su conducta no dejaría claro quién era Jesús para él, en el momento de su negación tres veces. Por miedo Pedro prefiere negarlo. Jesús sabía que la fe de Pedro aún no estaba madura, tuvo paciencia porque sabía que Dios se iba a glorificar en él. Pedro siguió su proceso de maduración de la fe y todo ello le sirvió para levantarse y fiado en la gracia de Jesús, proclamó con entusiasmo a ese Jesús hasta dar la vida por Él.

Mi amado Jesús, cuánto necesito que fortalezcas mi corazón para mantenerme fiel a la alianza de tu amor. Si que es fácil seguirte cuando todo sale bien en mi vida los planes, los proyectos y cuando recibo todas las bendiciones de parte de ti. Es por eso que hoy me acerco a través de la oración para que en los momentos difíciles persevere en la fe, que pueda entender que tu plan es mejor que el mío porque tu no quieres que ninguno de tus hij@s se pierda en el abismo de la muerte.  Por mas que mis pecados sean de color escarlata tu tienes el poder de limpiarlos y dejarlos como la nieve. Tu no amas el pecado sino que tu amas con locura al pecador. Dame la gracia de renovar una vez más la alianza de tu amor en mi corazón para que cada vez que tenga la tentación de caer en el pecado sienta un dolor que me llegue hasta las entrañas y tome el camino correcto como es alejarme del pecado. Derrama en mi corazón un Espíritu Nuevo para que mi corazón sea puro, purifica mis sentimientos, pensamientos y actitudes para que la Gloria de Dios se manifieste en mi, Amen.  

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!



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Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

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