lunes, 13 de junio de 2022

La codicia, la envidia y el egoísmo son malos consejeros.

 


La codicia, la envidia y el egoísmo son malos consejeros.  

Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 21, 1-16

Por aquel tiempo, Nabot de Yezrael tenía una viña junto al palacio de Ajab, rey de Samaria.
Ajab habló a Nabot diciendo:
«Dame tu viña para que pueda tener un huerto ajardinado, pues está pegando a mi casa; yo te daré a cambio una viña mejor, o, si te parece bien, te pagaré su precio en plata».
Nabot respondió a Ajab:
«Dios me libre de cederte la herencia de mis padres».
Se fue Ajab a su casa abatido y enfadado por la respuesta que le había dado Nabot de Yezrael:
«No te cederé la heredad de mis padres».
Se postró en su lecho de cara a la pared y se negó a comer. Jezabel, su mujer, se le acercó y le dijo:
«¿Qué te pasa que estás entristecido y no comes alimento alguno?».
El le respondió:
«Hablé con Nabot de Yezrael y le propuse: “Véndeme tu viña por su valor en plata, o, si lo prefieres, te daré otra viña a cambio”; pero él me contestó: “No te cederé mi viña”».
Jezabel, su mujer, le replicó:
«¡Ya es hora de que ejerzas el poder regio en Israel! Levántate, come y se te alegrará el ánimo. Yo misma me encargo de darte la viña de Nabot de Yezrael».
Escribió cartas con el nombre de Ajab y las selló con el sello de él, enviándolas a los ancianos y notables que vivían junto a Nabot.
En las cartas escribió lo siguiente:
«Proclamad un ayuno y sentad a Nabot al frente de la asamblea. Frente a él sentad a dos hombres hijos de Belial que testifiquen en su contra diciendo: “Tú has maldecido a Dios y al rey”. Entonces lo sacaréis fuera y lo lapidaréis hasta que muera».
Los hombres de la ciudad, los ancianos y notables que vivían junto a Nabot en su ciudad, hicieron tal como Jezabel les ordenó según lo escrito en las cartas remitidas a ellos. Así proclamaron un ayuno y sentaron a Nabot al frente de la asamblea.
Llegaron los dos hombres hijos de Belial, se sentaron frente a él y testificaron contra él diciendo:
«Nabot ha maldecido a Dios y al rey».
Lo sacaron fuera de la ciudad y lo lapidaron a pedradas hasta que murió.
Enviaron a decir a Jezabel:
«Nabot ha sido lapidado y está muerto».
En cuanto Jezabel oyó que Nabot había muerto lapidado, dijo a Ajab:
«Levántate y toma posesión de la viña de Nabot, el de Yezrael, el que se negó a vendértela por su valor en plata, pues Nabot ya no está vivo, ha muerto».
Apenas oyó Ajab que Nabot había muerto, se levantó y bajó a la viña de Nabot, el de Yezrael, para tomar posesión de ella.
Palabra de Dios

Sal 5 R/. Atiende a mis gemidos, Señor.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 38-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia.
Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñalo dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas».
Palabra el Señor


Hoy las lecturas nos hablan acerca de cómo el egoísmo y la envidia son capaces de maquinar algo e incluso matar al que piensa y actúa diferente. En la primera lectura nos narra que el rey Ajab se encaprichó de una huerta que lindaba con su casa y que Nabot, su propietario, la había recibido como herencia de sus padres. Nabot se niega a cederla ni a venderla, porque la había heredado de sus padres. Continua la lectura diciéndonos que la actitud de Nabot disgustó a Ajab y al ver Jezabel, su esposa, mujer despiadada, la situación en la que se encontraba y el motivo, no dudó en maquinar algo como fue acabar con la vida de Nabot. La actitud tanto del rey como de su esposa nos demuestran una vez más como la codicia, el egoísmo y la envidia nos llevan hacer actos injustos, en el caso de Nabot conseguir falsos testimonios para que muriera apedreado, todo para alcanzar su objetivo, tomar la posesión de la huerta de Nabot.  

Esto nos puede hacer reflexionar de cómo se pueden alcanzar cosas, sin reparar en los medios empleados para conseguirlo, situación que, desgraciadamente, se da mucho más de lo que cabe esperar. Vemos injusticias y preferimos callar para evitar problemas, en otras palabras somos personas cobardes.    

En esta primera lectura revisemos cómo es nuestra actitud frente a la injusticia, será que preferimos apartarnos a un lado para que otros decidan y hablen por nosotros? ¿Será que no permitimos obrar el Espíritu Santo a través de nosotros cayendo en el pecado de omisión?  Será que somos cómplices del mal porque de alguna manera u otra nos conviene esa situación ?   Cuando hemos tenido sentimientos de egoísmo y de envidia utilizamos cualquier medio para lograr y satisfacer nuestro capricho actuando de manera despiadada como la esposa del rey Ajab, Jezabel ?, ¿Será que con nuestros comentarios inescrupulosos hemos sembrado cizaña en nuestro grupo de amigos, colaboradores, familia o en la comunidad para que haya división y desunión?  

Esto nos lleva a reflexionar a que debemos de dejar actuar al Espíritu Santo de Dios en nosotros para que no caigamos en actitudes cobardes, las cuales nos llevan a cometer actos de injusticia.

En el evangelio Jesús nos invita a actuar de manera inteligente  nuestras relaciones con los demás, cuando aquéllas se tornan difíciles. Estas sentencias marcaron la existencia de Jesús y, si conseguimos entenderle bien, deberían marcar también la nuestra.

La primera enseñanza es frenar la venganza esto es, no recuerdes lo que el otro te hizo porque cada vez que lo recuerdas estas actualizando la situación que viviste y no vas a permitir que la herida sane.  Jesus nos invita a no enfrentarse al malvado con las mismas armas.  De esta manera, descubre que hay algo más allá de la justicia equitativa. Y deja así abierta la ventana a la suave brisa de la misericordia. ¿Acaso no destruimos a nuestros enemigos cuando los hacemos amigos nuestros?

La segunda enseñanza, con frecuencia tan desacreditada, se sitúa en la misma línea de la anterior. “Si alguno te golpea en la mejilla derecha, preséntale también la otra”. Esto significa que el único antídoto para destruir el mal es devolver el bien.  El mal sólo puede ser vencido con el bien. El mal con el mal se multiplica. El mal es, además de violento, contagioso. Sólo con la bondad, la dulzura y la humildad es absorbido y desactivado. Jesús por eso nos invita a hacer el bien.

La tercera enseñanza pone de relieve la generosidad del compartir. “A quien te pide, dale”. Jesús nos exhorta a no negar nuestros bienes a quien nos pide ayuda. Nos recuerda que dando no perdemos nada; por el contrario, ganaremos para la eternidad, cuando escuchemos la misma voz de Cristo: “Siempre que lo hicísteis con alguno de estos mis pequeños hermanos, conmigo lo hicísteis” (Mt 25,40).

Oremos:
Espíritu Santo de Dios, ven a mi auxilio para que pueda actuar de manera valiente frente a las injusticias. Tú Señor no me has dado un Espíritu de cobardía porque Tu quieres hacer algo nuevo en mi. Esto es no ser cobarde al pedir “ perdón”, al decir “me equivoque”, al decir “te amo”, al pedir “ayuda”, al decir “ te necesito”. Dame la gracia Señor de actuar de manera inteligente mis relaciones con los demás y más cuando ellas se tornan difíciles. Que en mi corazón no se alimente la venganza, porque cada vez que recuerdo el agravio no permito que la herida sane. Dame la fortaleza de destruir el mal devolviendo el bien desde la bondad, la dulzura y la humildad. Que mi corazón sea generoso compartiendo lo que tengo llevando felicidad y esperanza a los que lo necesitan, porque así te daré Gloria a ti Señor que estás en el cielo, amén.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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viernes, 10 de junio de 2022

El encuentro, la mirada y la palabra escuchada.


 El encuentro, la mirada y la palabra escuchada.

Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 19, 9a. 11-16

En aquellos días, Elías llegó hasta Horeb, el monte de Dios, se introdujo en la cueva y pasó la noche.
Le llegó la palabra del Señor, y le dijo:
«Sal y permanece de pie en el monte ante el Señor».
Entonces pasó el Señor y hubo un huracán tan violento que hendía las montañas y quebraba las rocas ante el Señor, aunque en el huracán no estaba el Señor. Después del huracán, un terremoto, pero en el terremoto no estaba el Señor.
Después del terremoto fuego, pero en el fuego tampoco estaba el Señor.
Después del fuego el susurro de una brisa suave. Al oírlo Elías, cubrió su rostro con el manto, salió y se mantuvo en pie a la entrada de la cueva.
Le llegó una voz que le dijo:
«¿Qué haces aquí, Elías?».
Y él respondió:
«Ardo en celo por el Señor, Dios del universo, porque los hijos de Israel han abandonado tu alianza, derribado tus altares y pasado a espada a tus profetas; quedo yo solo y buscan mi vida para arrebatármela».
Le dijo el Señor:
«Vuelve a tu camino en dirección al desierto de Damasco. Cuando llegues, unge rey de Siria a Jazael, rey de Israel a Jehú, hijo de Nimsí, y profeta sucesor tuyo a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá».
Palabra de Dios

Sal 26, 7-8ab. 8c-9abcd. 13-14 R/. Tu rostro buscaré, Señor


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 27-32

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Habéis oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pero yo os digo: todo el que mira a una mujer deseándola, ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
Si tu ojo derecho te induce a pecar, sácatelo y tíralo. Más te vale perder un miembro que ser echado entero en la “gehenna”.
Si tu mano derecha te induce a pecar, córtatela y tírala, porque más te vale perder un miembro que ir a parar entero a la “gehenna”.
Se dijo: “El que repudie a su mujer, que le dé acta de repudio”. Pero yo os digo que si uno repudia a su mujer —no hablo de unión ilegítima— la induce a cometer adulterio, y el que se casa con la repudiada comete adulterio».
Palabra del Señor


Hoy la primera lectura nos presenta a Elias quien va a Horeb, y nos aclara la lectura que ese era el el monte de Dios. Lo que significa que Elias sabía donde encontrar a Dios. Me imagino que Elias estaba en una situación tal que ingresa y pasa toda la noche en la cueva. La cueva tiene un símbolo de oscuridad, sentimos temor por los animales que puedan aparecer, es frío. Podemos hacer una paradoja, así era como se sentía Elias. En conclusión Elias está en una situación difícil pero sabe dónde buscar a Dios.

Este es el primer mensaje, cuando estás en dificultades a quién buscas? ¿Quién crees que te puede ayudar? con quién hablas?  ¿La persona con la que hablas te acerca a Dios o no? ¿Haces un buen discernimiento de lo que hablas con esa persona para descubrir el mensaje de Dios que tiene para ti ?  

Elias quiere tener un encuentro íntimo con Dios y por eso se aleja del ruido. Elias estaba pasando por muchas situaciones con el pueblo, él era consciente  que necesitaba llenarse de Dios para poder darse a los otros. Pasaron grandes cosas frente a él, y sin embargo él se dio cuenta que ahí no había ningún mensaje especial para él. En el momento que algo muy sutil como una suave brisa se dio cuenta que el Señor se disponía a hablarle, y así fue. Pero Elias como se dio cuenta de esto? por el discernimiento. Elias supo saber esperar.

Hoy quiero hablar acerca de los problemas de pareja porque siento dolor como ellos al no saber manejar una crisis terminan con una relación. Esta situación también la viví y por experiencia propia quiero compartir tres claves para evitar que se pierda el amor.

Cristo en el centro de tu vida
Siempre en mis charlas de parejas y en la preparación para los sacramentos del matrimonio les hablo que hay que dejar entrar a la tercera persona. Esta tercera persona es Cristo. La razón es simple, si tú tienes a Cristo como el centro de tu vida Él ordenará lo demás la familia, el trabajo, la diversión, los amigos, las finanzas.

El encuentro
Las parejas deben tener tiempo para disfrutar como pareja y de una manera frecuente. Hay que pasar tiempo juntos sin amigos y sin hij@s. Planear citas él o ella ya sea salir a comer a un restaurante, ir a caminar, ir al cine, ver una película en casa ellos solos.

La mirada
La mirada significa poner atención no solo con los ojos sino con el corazón. La mirada nos acerca al otro porque hay expresiones que manifiestan el otro como siente, que le duele, que le molesta o le incomoda. En otras palabras, la mirada nos permite no dejar pasar por desapercibido al otro. A veces no se necesita decir nada pero con una mirada ya se dice todo. Los ojos son la puerta para ver el alma del otro.  

La Palabra escuchada
Yo personalmente no entiendo como las personas quieren mantener una relación con solo mensajes de texto. Eso no es comunicación, estamos solo conectados. Así como la mirada es importante, la palabra escuchada también lo es porque quien habla está abriendo su corazón para que el otro lo escuche. Eso es un acto de humildad y muy valioso porque te pone en situación de vulnerabilidad. La palabra anunciada tiene el poder de animar, levantar, sanar y liberar. No permitas tener relaciones solo de mensajes de texto, eso no es comunicación. Las parejas que no tienen buena comunicación, esto es comunicación asertiva, abierta, respetuosa y sincera están próximas a acabarse.  

Oremos
Oh dignísimo san Valentín,
que nos diste una verdadera lección de vida cristiana
llevada hasta el heroísmo, hasta el martirio,
hasta la más plena identificación con Cristo.

Tú, que fuiste dotado de virtud y sabiduría,
y que por tu gran caridad mereciste ser llamado padre de los pobres
y angustiados, y por los prodigios y milagros
que obraste conseguiste la veneración de todos.

Tú que impartiste bendiciones a tantos matrimonios
y por ello es que eres el Patrono de los enamorados
y eres protector de los hogares y del amor conyugal,
quiero suplicar tu ayuda, intercede ante María Santísima
y su adorado Hijo Jesús para que bendigan mi unión y me concedan:
Que siempre estemos pendientes el uno del otro
y que nos tratemos con cariño y atención.

Que las grandes y pequeñas diferencias
no nos lleven al desamor y a la crisis.
Que entre nosotros siempre exista un equilibrio
para que no aumenten las desavenencias.
Que los disgustos y decepciones no cambien
nuestras metas y aspiraciones.

Que la pasión y la convivencia
estén siempre presentes en nuestra vida.
Que nuestros pensamientos sean positivos
para que la comunicación y la comprensión sean mutuas.

Que los celos, auténticos o infundados, no perturben nuestro amor
y nunca pensemos ni queramos ser infieles.
Que la envidia, maldad, rencor o celos de otras personas
jamás puedan separar y dañar nuestro amor.

Que los problemas materiales, laborales y económicos
no sean causa de distanciamiento, y podamos manejarlos y resolverlos juntos.
Que gocemos de salud para vivir plenamente nuestro amor.
San Valentín haz que el amor y la unión que hoy sentimos
sea para siempre y nada nos separe jamás y en especial, dame tu asistencia para:

(Detalla tu intención aquí)

San Valentín, pide por nosotros, tómanos bajo tu protección
y alcánzanos el camino de la verdadera vida
para que lleguemos a gozar un día de los bienes eternos.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo que contigo
y el Espíritu Santo vive y reina en unidad,
y es Dios, por los siglos de los siglos, ¡Amén!


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
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miércoles, 8 de junio de 2022

Realmente en quién tienes puesta tu confianza


Primera lectura

Lectura del primer libro de los Reyes 18, 20-39

En aquellos días, el rey Ajab dio una orden entre todos los hijos de Israel y reunió a los profetas de Baal en el monte Carmelo.
Elías se acercó a todo el pueblo y dijo:
«¿Hasta cuándo vais a estar cojeando sobre dos muletas? Si el Señor es Dios, seguidlo; si no es Baal, seguid a Baal».
El pueblo no respondió. Elías continuó:
«Quedo yo solo como profeta del Señor, mientras que son cuatrocientos cincuenta los profetas de Baal. Que nos den dos novillos; que ellos elijan uno, lo descuarticen y lo coloquen sobre la leña, pero sin encender el fuego. Yo prepararé el otro novillo y lo pondré sobre la leña, también sin encender el fuego. Vosotros clamaréis invocando el nombre de vuestro dios y yo clamaré invocando el nombre del Señor. Y el dios que responda por el fuego, ese es Dios».
Todo el pueblo acató:
«¡Está bien lo que propones!».
Elías se dirigió a los profetas de Baal:
«Elegid un novillo y preparadlo vosotros primero, pues sois más numerosos. Clamad invocando el nombre de vuestro dios, pero no pongáis fuego».
Tomaron el novillo que les dieron, lo prepararon y estuvieron invocando el nombre de Baal desde la mañana hasta el mediodía, diciendo:
«¡Baal, respóndenos!».
Mas no hubo voz ni respuesta. Brincaban en torno al altar que habían hecho.
A mediodía, Elías se puso a burlarse de ellos:
«Gritad con voz más fuerte, porque él es dios, pero tendrá algún negocio, le habrá ocurrido algo, estará de camino; tal vez esté dormido y despertará!».
Entonces gritaron con voz más fuerte, haciéndose incisiones con cuchillos y lancetas hasta chorrear sangre por sus cuerpos según su costumbre.
Pasado el mediodía, entraron en trance hasta la hora de presentar las ofrendas, pero no hubo voz, no hubo quien escuchara ni quien respondiese.
Elías dijo a todo el pueblo:
«Acercaos a mí», y todo el pueblo se acercó a él. Entonces se puso a restaurar el altar del Señor, que había sido demolido. Tomó Elías doce piedras según el número de tribus de los hijos de Jacob, al que se había dirigido esta palabra del Señor:
«Tu nombre será Israel».
Erigió con las piedras un altar al nombre del Señor e hizo alrededor una zanja de una capacidad de un par de arrobas de semilla. Luego dispuso leña, descuartizó el novillo y lo colocó encima.
«Llenad de agua cuatro tinajas y derramadla sobre el holocausto y sobre la leña», ordenó y así lo hicieron.
Pidió:
«Hacedlo por segunda vez»; y por segunda vez lo hicieron.
«Hacedlo por tercera vez» y una tercera vez lo hicieron.
Corrió el agua alrededor del altar, e incluso la zanja se llenó a rebosar.
A la hora de la ofrenda, el profeta Elías se acercó y comenzó a decir:
«Señor, Dios de Abrahán, de Isaac y de Israel, que se reconozca hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu servidor y que por orden tuya he obrado todas estas cosas. Respóndeme, Señor, respóndeme, para que este pueblo sepa que tú, Señor, eres Dios y que has convertido sus corazones».
Cayó el fuego del Señor que devoró el holocausto y la leña, lamiendo el agua de las zanjas.
Todo el pueblo lo vio y cayeron rostro en tierra, exclamando:
«¡El Señor es Dios. El Señor es Dios!».
Palabra de Dios


Sal 15, 1b-2a. 4. 5 y 8. 11 R/ Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 17-19

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«No creáis que he venido a abolir la Ley y los Profetas: no he venido a abolir, sino a dar plenitud. En verdad os digo que antes pasarán el cielo y la tierra que deje de cumplirse hasta la última letra o tilde de la ley. El que se salte uno solo de los preceptos menos importantes y se lo enseñe así a los hombres será el menos importante en el reino de los cielos. Pero quien los cumpla y enseñe será grande en el reino de los cielos».
Palabra del Señor


La primera lectura nos trae al profeta Elias nuevamente. Recordemos que el día de ayer él tuvo un encuentro con la viuda de Sarepta y su hijo donde la fe de esta mujer tuvo que pasar por el fuego para poder alcanzar a ver el milagro que Dios le tenía para dar. Hoy Elias confronta la fe al pueblo porque ellos habían caído en muchos ídolos pero especialmente el corazón del rey debido a que su esposa Jezabel quería destruir la fe en Dios ya que ella practicaba la brujería. Este es el primer mensaje que nos trae la lectura. Mientras la viuda de Sarepta es una mujer humilde, de fe y obedece a Dios, Jezabel era una mujer arrogante que adoraba a ídolos y su intención era destruir la fe del pueblo a través del rey. Dos mujeres, una modelo de virtud y de fe y la otra es una mujer de crueldad, de idolatría y con el deseo de apartar al pueblo del corazón de Dios.

Es por eso que Elias al ver lo que estaba sucediendo sugiere hacer dos sacrificios uno del pueblo y el otro el sacrificio de parte de Él. Este consistía en poner sobre la leña un  novillo descuartizado pero sin prender el fuego. Luego invocaran el nombre de su dios y Elias clamaría invocando el Nombre del Señor. Por último Elias les dice que el dios que responda por el fuego, ese es Dios. El dios de Baal no respondió, saliendo victorioso el Dios de Elias. Ante este espectáculo y signo de parte de Dios a través de Elias cayeron todos sobre su rostro, exclamando: ¡El Señor es el verdadero Dios! ¡El Señor es el Dios verdadero!”.

El segundo mensaje que nos trae esta lectura es que tengamos mucho cuidado en poner nuestra fe dependiendo del milagro que nuestros ojos puedan ver. Es como ponerle condiciones a Dios para creerle. Recordemos que el mismo Jesús se lamentaba al decir “ Si ustedes no ven signos y prodigios no creen”. La lectura nos lleva a reflexionar que esos signos exteriores aunque pueden hacer algo por la fe no logran la transformación interior. El fuego que se necesita no es tanto el fuego afuera sino el fuego adentro. Por eso es bueno comparar ese fuego de Elias del sacrificio y el fuego que trae el Espíritu Santo en Pentecostés.  Necesitamos ese fuego adentro que es capaz de transformar y volvernos a llevar hacia el corazón de Dios.  

Hoy tengo que reconocer las veces que he puesto mi confianza solo en mí misma, en los demás o en otras cosas que no son de Dios. Hoy me exhortas y me recuerdas que tu siempre escuchas mis súplicas y que el cielo responde a mi clamor, ya sea con un “sí”, un “no” o “espera”. Como necesito fortalecer mi paciencia y confianza en ti. A veces quiero que las cosas se den a mi ritmo, en la manera que yo pienso y cómo deberían de ser. Esta necedad hace que me sienta frustrada y pierda la fe. No permitas que por eso pierda mi fe o que se acerquen personas que tienen la intención de destruir la fe que tengo. No quiero tener una fe que dependa de los signos exteriores que yo pueda ver sino que mi fe crezca y madure a través de mi relación íntima contigo cada dia. Que sea Tu Espíritu Santo llenándome de su fuego interior para que transforme todo mi ser y vuelva a hacia el corazón de Dios. Amen.

Dios te bendiga.

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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martes, 7 de junio de 2022

La fe nos abre la puerta de la vida.

 


La fe nos abre la puerta de la vida.


Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 17, 7-16

En aquellos días, se secó el torrente donde estaba escondido Elías, pues no hubo lluvia sobre el país.
La palabra del Señor llegó entonces a Elías diciendo:
«Levántate, vete a Sarepta de Sidón y establécete, pues he ordenado a una mujer viuda de allí que te suministre alimento».
Se alzó y fue a Sarepta. Traspasaba la puerta de la ciudad en el momento en el que una mujer viuda recogía por allí leña. Elías la llamó y le dijo:
«Tráeme un poco de agua en el jarro, por favor, y beberé».
Cuando ella fue a traérsela, él volvió a gritarle:
«Tráeme, por favor, en tu mano un trozo de pan».
Ella respondió:
«Vive el Señor, tu Dios, que no me queda pan cocido; solo un puñado de harina en la orza y un poco de aceite en Ja alcuza. Estoy recogiendo un par de palos, entraré y prepararé el pan para mí y mi hijo, lo comeremos y luego moriremos».
Pero Elías le dijo:
«No temas. Entra y haz como has dicho, pero antes prepárame con la harina una pequeña torta y tráemela. Para ti y tu hijo la harás después. Porque así dice el Señor, Dios de Israel:
“La orza de harina no se vaciará la alcuza de aceite no se agotará hasta el día en que el Señor conceda lluvias sobre la tierra”».
Ella se fue y obró según la palabra de Elías, y comieron él, ella y su familia.
Por mucho tiempo la orza de harina no se vació ni la alcuza de aceite se agotó, según la palabra que había pronunciado el Señor por boca de Elías.
Palabra de Dios

Salmo  4, 2-3. 4-5. 7-8 R/. Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 13-16

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán?
No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte.
Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa.
Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».
Palabra del Señor


En la primera lectura detengámonos en dos acciones, “ No temas, Entra y haz como has dicho ( en otras palabras obedece lo que te pido)“. Esa es la clave que nos da este mensaje. Obedecer lo que el Señor nos pide a pesar de que esto nos lleve al límite y sintamos temor por ello. Si lo hacemos veremos el milagro que vio esta mujer junto a su hijo, “ comieron Elias, ella y su familia”.

Recordemos que esta mujer viuda y su hijo solo tenían un pan cocido y solo un puñado de harina en la orza y un poco de aceite. Ella sabía que al preparar y comer lo único que tenían  ella y su hijo iban a morir de hambre. El futuro muestra muerte pero Elias quiere enseñarle a esta mujer que no es verdad. Ella tiene que creer y confiar en sus palabras. Elias le pide algo que lleva al límite a esta mujer y a su hijo. La viuda sabe que Elias es un hombre de Dios y es por eso que le dice “ Vive el Señor, tu Dios “. Ella le explica qué pasará si lo hace, pero a pesar de dar sus razones obedece a la petición  de Elias. La fe de esta mujer viuda no va hacia Elias sino hacia Dios, la mujer le cree a Dios.   La fe de esta mujer le abre a la vida porque si ella hubiese hecho lo contrario de lo que le estaba pidiendo Elias, la historia hubiera terminado en una tragedia. El milagro se da porque esta mujer se abandona y se aferra a esta promesa de Dios “ Porque así dice el Señor, Dios de Israel: “La orza de harina no se vaciará la alcuza de aceite no se agotará hasta el día en que el Señor conceda lluvias sobre la tierra””. Dice la lectura que comieron él, ella y su familia. Por mucho tiempo la orza de harina no se vació ni la alcuza de aceite se agotó, según la palabra que había pronunciado el Señor por boca de Elías.

Pidámosle al Señor que nos ayude a crecer más en la Fe para que nos acerquemos a Él con la confianza de que alcanzaremos los milagros que estamos esperando en nuestras vidas. No permitamos que el temor de la muerte nos aprisione, nos haga perder la fuerzas, las esperanzas. Si te acercas al Señor, El te rescatara con el don de la fe, es decir hay una mano más grande y más fuerte que mis manos. Hay un poder más grande que el que yo pueda tener, eso es descubrir a Dios, eso es lo que te hace descubrir la fe. Este es el regalo que Elias le lleva a esta mujer.  

De la misma manera Dios quiere multiplicar lo poquito que tenemos, solo es poner en movimiento nuestra fe para que nos suceda lo mismo a ti y a mi.  

Mi amado Jesús, a veces necesito estar al límite para poderte creer. Cuando el pronóstico dice que todo es desolación, destrucción y muerte, tú me rescatas con el don de la Fe. Esto es porque por más grandes sean mis problemas tengo un Dios mucho más grande que sale a rescatarme. Que por más fuerzas que yo tenga, tu fuerza es mucho mayor para sostenerme. No estoy sol@ porque en cada batalla tú estás conmigo para levantarme y poder superar todo en tu Nombre. Acrecienta más en mí la fe en ti para poder dar pasos de confianza hacia ti. No necesito entenderlo todo porque tu sabes el cómo, el porqué y el cuando. Dame la gracia de acoger tu Palabra y obedecerla para que yo pueda ver el milagro, el milagro que trae la fe la que nos abre la puerta de la vida. Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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lunes, 6 de junio de 2022

La Virgen María signo visible de Fe y confianza.

 


La Virgen María signo visible de Fe y confianza.

Primera lectura
Lectura de la carta del libro del Génesis 3, 9-15. 20

El Señor Dios llamó a Adán y le dijo: «¿Dónde estás?».
Él contestó: «Oí tu ruido en el jardín, me dio miedo, porque estaba desnudo, y me escondí».
El Señor Dios le replicó: «¿Quién te informó de que estabas desnudo?, ¿es que has comido del árbol del que te prohibí comer?».
Adán respondió: «La mujer que me diste como compañera me ofreció del fruto y comí».
El Señor Dios dijo a la mujer: «¿Qué has hecho?».
La mujer respondió: «La serpiente me sedujo y comí».
El Señor Dios dijo a la serpiente: «Por haber hecho eso, maldita tú entre todo el ganado y todas las fieras del campo; te arrastrarás sobre el vientre y comerás polvo toda tu vida; pongo hostilidad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y su descendencia; esta te aplastará la cabeza, cuando tú la hieras en el talón».
Adán llamó a su mujer Eva, por ser la madre de todos los que viven.
Palabra de Dios

Sal 86, 1-2.3 y 5. 6-7 R/. ¡Qué pregón tan glorioso para ti, ciudad de Dios!

Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según san Juan 19, 25-34

Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo».
Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre».
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.
Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, para que se cumpliera la Escritura, dijo: «Tengo sed».
Había allí un jarro lleno de vinagre. Y, sujetando una esponja empapada en vinagre a una caña de hisopo, se la acercaron a la boca.
Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: «Está cumplido». E, inclinando la cabeza, entregó el espíritu.
Los judíos entonces, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran. Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.
Palabra del Señor


Una de las razones por lo que el Papa Francisco determinó en 2018 declarar la fiesta de la Bienaventurada Virgen María como memoria obligatoria para toda la Iglesia, es porque gracias a la Virgen Maria llegó la salvación al mundo. La Virgen Maria es la segunda Eva. La primera fue Eva quien es la madre de todos los creyentes. Su nombre significa “ Vida”. Más allá del error que Eva y Adan cometieron ambos son símbolos de esperanza. Dios no los aniquila, ambos tendrán que asumir la consecuencia de sus actos. Maria en cambio recibirá la gracia de Dios por su fidelidad y será llamada a ser la Madre de Todos los hombres. Maria fue uno de los pilares en la vida de Cristo. Ella no solo dio la posibilidad de que el verbo de Dios se encarnara en ella sino que además fue un símbolo visible de Fe y confianza para los discípulos al pie de la cruz.

Ahora pongámonos en esa actitud de María frente al sufrimiento. Que nos hace recordar la experiencia del sufrimiento. ¿Qué sentimos cuando nos visita el dolor ? impotencia, ira, tristeza, desánimo, perdemos la fe, perdemos el buen sentido del humor? Desde lo humano Maria tuvo que haber sentido todo esto y hasta más pero recordemos lo que dijimos anteriormente. “ La Gracia de Dios “ la acompañaba. Esto significa que cuando tengamos esos sentimientos humanos como la tristeza y el dolor no podemos permitir que sean ellos los que se apoderen de nosotros. La única manera que eso sea posible es pedirle ayuda a Dios para que nos regale y nos inunde con su gracia evitando que nuestro corazón, la vista y los sentidos sean manejados por sentimientos que nos llevan a la autodestrucción.

Porque Jesus vuelve a presentar a su madre al discípulo amado y viceversa? “ Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego, dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. El significado de este bello signo es recordarnos a nosotros los cristianos varias cosas. La primera es que así como Maria sintió una profunda tristeza y dolor ante la cruz, nosotros en algún momento vamos a pasar por la misma situación, pero su fe hizo posible que Maria alcanzara la gracia de Dios para levantarla y que pudiera seguir adelante. Trae a tu mente esa situación que te está causando dolor, ponlo junto a la cruz, abre tu corazón y dile al Señor lo que sientes, sé consciente de tu realidad, por más que quieras tu solo no puedes hacer nada. Pídele al Señor que te ayude a levantarte, a que te de ánimo, que te llene de su esperanza y de su fe. Eso es la gracia de Dios.
Maria nos enseña la fortaleza que debemos tener en medio de las dificultades, a no perder la fe ni la esperanza ante las tribulaciones, a amar hasta aquellos que no se lo merecen, a reconocer que nuestra fortaleza solo viene de Dios. Maria nos enseña a acoger a todos aquellos quienes encontramos en el camino brindando fraternidad y consuelo. María nos enseña tantas virtudes, por eso es el modelo perfecto de la vida cristiana. Pidámosle que nos haga semejante a ella, con sus mismos sentimientos, emociones y actitudes. Que nos configuremos como ella para que la Palabra de Dios se haga vida en nosotros.

La segunda frase de Jesus es  “Ahí tienes a tu madre”. Jesus nos da la pauta para llegar hacia Él y es a través de su Madre. Maria nos lleva a un camino directo a Cristo porque es nuestra intercesora ante su hijo. Cristo no negará nada de lo que le pida su madre. Entonces amemos a Maria, tengamosla a ella en cuenta en nuestros proyectos. Si nuestra madre terrenal nos entiende, nos cuida y nos ama, con mayor razón la Virgen Maria.

Virgen Maria, en este día quiero volver a reconocerte como mi madre, y agradecerte por que me cuidas y sigues amándonos a cada uno de nosotros tus hijos. La causa de tu alegría siempre fue porque el Reino de Dios vivió en ti al permitir que el Señor, Dios del universo fuera el que ocupara el primer lugar de tu vida. Tu disponibilidad abrió tu corazón para aceptar la propuesta de Dios que es el amor. Tu nos enseñaste al pie de la cruz que por más dificultades que tenga mientras haya fe el mismo Cristo nos secara las lágrimas para que podamos ver un futuro. Él nos levantará una y otra vez porque no quiere que nos quedemos postrados en la tristeza y el dolor. Tu nos enseñas que la fortaleza viene solo de Dios, y que cada virtud que Tu tienes es una rosa que hace parte del jardín de Dios. Señor dame la gracia de acercarme  y amar más a la Virgen Maria para que esas mismas rosas de virtudes que en ella crecieron se haga posible que crezcan en el jardín de mi corazón, Amén.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

--

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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jueves, 2 de junio de 2022

Cuando no hay unidad aparece el individualismo y la ley del más fuerte.

 


Cuando no hay unidad aparece el individualismo y la ley del más fuerte.  


Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 22, 30; 23, 6-11

En aquellos días, queriendo el tribuno conocer con certeza los motivos por los que los judíos acusaban a Pablo, mandó desatarlo, ordenó que se reunieran los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno y, bajando a Pablo, lo presentó ante ellos.
Pablo sabía que una parte eran fariseos y otra saduceos y gritó en el Sanedrín:
«Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo, se me está juzgando por la esperanza en la resurrección de los muertos».
Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos, y la asamblea quedó dividida. (Los saduceos sostienen que no hay resurrección ni ángeles ni espíritus, mientras que los fariseos admiten ambas cosas). Se armó un gran griterío, y algunos escribas del partido fariseo se pusieron en pie, porfiando:
«No encontramos nada malo en este hombre; ¿y si le ha hablado un espíritu o un ángel?».
El altercado arreciaba, y el tribuno, temiendo que hicieran pedazos a Pablo, mandó bajar a la guarnición para sacarlo de allí y llevárselo al cuartel.
La noche siguiente, el Señor se le presentó y le dijo:
«¡Ánimo! Lo mismo que has dado testimonio en Jerusalén de lo que a mí se refiere, tienes que darlo en Roma».
Palabra de Dios

Sal 15, 1b-2a y 5. 7-8. 9-10. 11 R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 17, 20-26

En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, oró Jesús diciendo:
«No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como tú, Padre, en mí, y yo en ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado.
Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí.
Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo.
Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y estos han conocido que tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».
Palabra del Senor


En la primera lectura notamos que Pablo es consciente que se le está juzgando por la esperanza en la resurrección de los muertos. El no puede callar la verdad, Jesus quien fue crucificado y muerto el mismo Dios lo resucitó. Para el que realmente lo cree será consciente que el momento que está viviendo y padeciendo no será eterno, por eso vivimos cada día con esperanza. Jesus tuvo un momento de oscuridad, de soledad y de angustia, cuántas veces nosotros hemos estado en esa misma situación.Jesus tuvo que tomar el cáliz como fue la pasión y muerte en cruz para ser resucitado por Dios. Pablo quiere que todos sepan esta verdad, tenemos un Dios de vivos y no de muertos, y así como Dios le dio una nueva vida a Cristo con la resurrección, nosotros también resucitaremos con Él si le creemos.  Pablo también nos enseña que hay que ser valientes al decir la verdad a pesar de que esto nos pueda causar problemas. El silencio es una actitud muy cómoda, claro a veces hay que callar, pero antes de callar pregúntate “ Si digo la verdad esto traerá un beneficio mayor? “.

Pablo es un símbolo de unidad y la unidad no significa que todos piensen y actúen de la misma manera. Él como misionero del amor de Dios lo que hizo fue dar a conocer las obras y maravillas del resucitado a través de su vida, al ser coherente se convirtió en una persona a quien se le podía confiar.

Como en nuestro tiempo hablar de unidad es algo revolucionario. En la política por ejemplo encontramos la tremenda polarización. Es triste decirlo pero la política se ha convertido en un “arte” de insultar y desacreditar al otro. El objetivo es destruir al oponente dando a conocer su pasado, sus problemas o sus errores. En el caso de las familias por ejemplo en la mayoría de los países el divorcio ha aumentado de manera acelerada, no hay esa unión, esa lucha por sacar adelante el matrimonio, sino que más bien cada cónyuge tira para su lado. Si revisamos en el área laboral por ejemplo encontramos que algunos empleados no tienen una verdadera unión con la empresa donde trabajan porque miran el trabajo como una especie de escalera para ascender y conseguir otro trabajo, es común escuchar “ estoy aquí por ahora “. Por eso no hay un verdadero compromiso y entrega donde se labora. De la misma manera sucede que no hay unión entre la empresa y el empleado porque se da un régimen de explotación y de abuso causado por la demanda. Hemos escuchado frases como “ Yo tengo varias hojas de vida en mi escritorio”. Las empresas desde la amenaza generan el temor a sus empleados demostrando una vez más quién es el que tiene el poder.      

Jesús sabe lo importante que es la unidad entre nosotros porque de lo contrario va aparecer el individualismo y la ley del más fuerte.  Es por eso que Jesús suplica al Padre para que seamos uno y evitemos que aparezca en nuestro corazón el individualismo y la ley del más fuerte.

En este día quiero orar por la unidad desde las familias, los amigos, desde lo laboral, en la comunidad y como ciudadanos. No permitas que por nosotros estar buscando la unidad nos apoyemos desde la apariencia, la ventaja o en el cálculo porque esto nos traerá un mal mayor como es el individualismo y la ley del más fuerte. Dame la gracia de Tu Sabiduría Señor para poder comprender que si me apoyo en ti, me ajustare al plan de Dios que me lleva a unirme al otro. No alcanzaremos la unidad que tú nos pides si no retornamos al primer amor, al amor del Padre quien nos amó primero, Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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miércoles, 1 de junio de 2022

“ El ateísmo es responsabilidad de nosotros los cristianos porque como creyentes somos malos testigos y también de los sacerdotes malos predicadores “. Concilio Vaticano II

 


 “ El ateísmo es responsabilidad de nosotros los cristianos porque como creyentes somos malos testigos y también de los sacerdotes malos predicadores “. Concilio Vaticano II


Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 20, 28-38

En aquellos días, dijo Pablo a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso:
«Tened cuidado de vosotros y de todo el rebaño sobre el que el Espíritu Santo os ha puesto como guardianes para pastorear la Iglesia de Dios, que él se adquirió con la sangre de su propio Hijo.
Yo sé que, cuando os deje, se meterán entre vosotros lobos feroces, que no tendrán piedad del rebaño. Incluso de entre vosotros mismos surgirán algunos que hablarán cosas perversas para arrastrar a los discípulos en pos de sí. Por eso, estad alerta: acordaos de que durante tres años, de día y de noche, no he cesado de aconsejar con lágrimas en los ojos a cada uno en particular.
Ahora os encomiendo a Dios y a la palabra de su gracia, que tiene poder para construiros y haceros partícipes de la herencia con todos los santificados. De ninguno he codiciado dinero, oro ni ropa. Bien sabéis que estas manos han bastado para cubrir mis necesidades y las de los que están conmigo. Siempre os he enseñado que es trabajando como se debe socorrer a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús, que dijo: “Hay más dicha en dar que en recibir”».
Cuando terminó de hablar, se puso de rodillas y oró con todos ellos. Entonces todos comenzaron a llorar y, echándose al cuello de Pablo, lo besaban; lo que más pena les daba de lo que había dicho era que, no volverían a ver su rostro. Y lo acompañaron hasta la nave.
Palabra de Dios

Sal 67, 29-30. 33-35a. 35bc y 36d R/. Reyes de la tierra, cantad a Dios

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 17, 11b-19

En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, oró Jesús diciendo:
«Padre santo, guárdalos en tu nombre, a los que me has dado, para que sean uno, como nosotros. Cuando estaba con ellos, yo guardaba en tu nombre a los que me diste, y los custodiaba, y ninguno se perdió, sino el hijo de la perdición, para que se cumpliera la Escritura. Ahora voy a ti, y digo esto en el mundo para que tengan en sí mismos mi alegría cumplida.
Yo les he dado tu palabra, y el mundo los ha odiado porque no son del mundo, como tampoco yo soy del mundo. No ruego que los retires del mundo, sino que los guardes del maligno. No son del mundo, como tampoco yo soy del mundo.
Santifícalos en la verdad: tu palabra es verdad. Como tú me enviaste al mundo, así yo los envío también al mundo. Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad».
Palabra del Señor


En la primera lectura nos relata la despedida de Pablo de los principales de la iglesia de Éfeso. Nos les augura una situación tranquila. Les habla de los muchos peligros que les van a acechar entre ellas desviar en el evangelio de Jesús, que él les ha predicado, el que les conduce a la salvación. Les habla de que algunos se portarán con ellos como lobos feroces que atacarán al rebaño, a los nuevos cristianos. Puede incluso que algunos de los dirigentes de la iglesia van a deformar la verdadera doctrina que él les predicó para confundirlos.

La primera lectura la quiero enfocar en dos aspectos: integridad y cuidar la fe recibida.

Integridad:
El mismo concilio vaticano II dice “ El ateísmo es responsabilidad de nosotros los cristianos porque como creyentes somos malos testigos y también de los sacerdotes malos predicadores “.  Esto nos indica que la falta de coherencia no nos hace personas íntegras ya que lo que pensamos y sentimos no lo hacemos entonces los demás cómo pueden confiar en nosotros. También los sacerdotes tengan cuidado porque al ser malos predicadores no ayudan a la comunidad a que alcancen la conversión. Sus prédicas no solo se pueden basar en que Dios los ama, que Él es misericordia y no hay que preocuparse con las faltas porque no hay consecuencias, Dios te perdona. Hay que tener predicas como Juan Bautista que nos llevan al arrepentimiento, o como tantos santos y santas de nuestra Iglesia como el Padre Pío de Pietrelcina, el Santo Cura de Ars, entre otros. Los sacerdotes deben tener predicas que sacudan la comunidad, que tengan realismo para que podamos conectar el mensaje de Cristo con el hoy de mi vida.

Cuidar la Fe:
Algunos podemos decir que nuestra fe nació gracias a nuestros padres, al colegio, algún catequista o un sacerdote que nos transmitió la fe y nos proporcionó momentos para el encuentro personal con el Señor. Fácilmente esto sucedió cuando éramos niños o en la época de adolescencia. El problema es que descuidaron a tal punto su relación con Dios que su fe es igual que cuando recibieron la primera comunión. Ojo hay muchos movimientos que impulsan una espiritualidad sin Dios no caigamos en esas redes que lo único que hacen es deformar la verdadera doctrina y terminan en cualquier iglesia de garage porque se acomoda a mis gustos, a lo que quiero oir.

Pidámosle al Señor que nos ayude a ser coherentes con el evangelio y a cuidar la fe recibida, eso es ser un verdadero cristiano.  

En el evangelio Jesús l
e pide al Padre tres cosas: primero, que sus discípulos sean uno como ellos son uno, segundo, que, sin sacarlos del mundo, los defienda del Maligno y, tercero, que los santifique en la verdad. Detrás de estas tres peticiones podemos descubrir un único deseo de Jesús: poner a sus discípulos en las manos del Padre, y es el mejor lugar que debemos estar porque Dios así como cuido a su hijo nos cuidará a nosotros.
El Señor nos ayudará a permanecer en el amor, nos protegerá del mal y nos santifica en la verdad. Volver a contemplar esta verdad debería llenar nuestras vidas de confianza, pues, por más que haya momentos en los que parece que la desunión nos separa sin remedio, que la fuerza del maligno nos atrapa o que el poder de la mentira nos destruye por dentro y por fuera, sabemos que no estamos solos, que estamos bajo el cuidado del Padre y que es posible vivir en nuestro mundo, pero no vivir para el mundo. Tengamos confianza en que superaremos los peligros, miedos y complejos porque esta batalla no solo es nuestra, es del Señor. Permitámonos soñar con construir una vida mejor, tener relaciones saludables, tener un mundo mejor. Pon al servicio tus talentos, entrégale al Señor tus sueños y proyectos para que Él te los bendiga. Seamos personas comprometidas con el mensaje del amor a través de la unidad y no de la división. Tenemos que ser valientes en luchar contra el mal en todas sus expresiones y por vivir en la verdad. Así seremos reconocidos como hij@s de Dios.

Mi amado Jesús, integridad de vida y cuidar la fe recibida, ambas son los dos pilares de una vida cristiana. Perdoname Señor por las veces que he escandalizado a otros con mis actitudes y por no cuidar la fe recibida. Una vida coherente exige conocerse a sí mismo y reconocer ante tus ojos que en mi falta arrepentimiento. Que sea tu Santo Espíritu guiándome y trayendo luz a mi alma para reconocer en lo que debo de cambiar. Tu ya me has abierto tu corazón y es hora que yo abra el mío ante ti. Tu me has regalado la fe, ella que me acerca confiado a ti teniendo la convicción que no estoy solo sino que tu estas conmigo en este peregrinar. Tú le pides al Padre Celestial unidad, unidad con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo como también unidad con mis demás hermanos, respetando las diferencias y unidos en el amor fraterno. También le pides que nos cuides del mal, y nos envías el ángel de la Guarda y Tu Santo Espíritu para que sean quienes nos guíen y actuemos según la voluntad de Dios. Por último nos animas a santificar cada día lo que significa que mis actos te glorifiquen y te alaben.  Gracias por tu presencia y por cuidar cada paso que doy, Amén.

Dios te bendiga,

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Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

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