lunes, 3 de octubre de 2022

Amar implica arriesgar

 


Amar implica arriesgar


Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Gálatas 1,6-12:

Hermanos:
Me maravilla que hayáis abandonado tan pronto al que os llamó por la gracia de Cristo, y os hayáis pasado a otro evangelio. No es que haya otro evangelio; lo que pasa es que algunos os están turbando y quieren deformar el Evangelio de Cristo. Pues bien, aunque nosotros mismos o un ángel del cielo os predicara un evangelio distinto del que os hemos predicado, ¡sea anatema! Lo he dicho y lo repito: Si alguien os anuncia un evangelio diferente del que recibisteis, ¡sea anatema! Cuando digo esto, ¿busco la aprobación de los hombres, o la de Dios?, ¿o trato de agradar a los hombres? Si siguiera todavía agradando a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Os hago saber, hermanos, que el Evangelio anunciado por mí no es de origen humano; pues yo no lo he recibido ni aprendido de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo.
Palabra de Dios

Sal 110,1-2.7-8.9.10c R/. El Señor recuerda siempre su alianza

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10,25-37

En aquel tiempo, se levantó un maestro de la ley y preguntó a Jesús para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?».
Él le dijo:
«¿Qué está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?».
El respondió:
«“Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con toda tu fuerza” y con toda tu mente. Y “a tu prójimo como a ti mismo”».
Él le dijo:
«Has respondido correctamente. Haz esto y tendrás la vida». Pero el maestro de la ley, queriendo justificarse, dijo a Jesús:
«¿Y quién es mi prójimo?».
Respondió Jesús diciendo:
«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.
Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo:
“Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”.
¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?».
Él dijo:
«El que practicó la misericordia con él».
Jesús le dijo:
«Anda y haz tú lo mismo».
Palabra del Señor


El que ama arriesga y eso nos narra el evangelio de hoy. La lectura nos trae la parábola del buen samaritano y Jesus a través de ella nos habla del gran mandamiento: el amor a Dios y al prójimo.

La ley ya contenía esta enseñanza: “Amarás al Señor tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas” y “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El mismo Jesús declaraba que haciendo eso tendrían vida. La cuestión es saber quién es mi prójimo. El judío distingue entre prójimo y extraño, es decir, personas que para él no son prójimo. Jesús lo va a aclarar con una parábola. El prójimo es cualquier persona que está al lado de quien necesita ayuda. El prójimo es aquel que se aproxima al necesitado. En esta parábola lo va a descubrir un escriba. La noción de prójimo va a romper las fronteras de una raza, de un pueblo, de una religión.
Esta parábola es dura y tuvo que herir los oídos de los judíos. Los detalles son importantes. En primer lugar, Jesús habla a judíos y quien actúa bien, como prójimo, es un samaritano. Los samaritanos eran considerados como excluidos de la sociedad, impuros según la ley, e inferiores. Por otro lado, el sacerdote y el levita, con su actitud, no hacen sino cumplir la letra de la ley. No podían tocarlo, pensando que se trataba de un cadáver. Por eso, dan un rodeo y se alejan. Es allí donde digo quien ama arriesga!

Pensemos por un momento un jóven que conoce a una chica y le llama la atención, un primer riesgo que el toma es acercarse y hablarle, puede suceder que la chica acepte entablar una conversación o rechazarlo. Pasan algunos meses y estos dos jóvenes se han dado la oportunidad de conocerse y resulta que el chico quiere algo más serio con la joven, osea ser novios. El joven abre su corazón, este acto de abrir su corazón es permitir estar en un estado de vulnerabilidad hacia el otro. El joven a pesar de eso toma una vez más el riesgo. Puede suceder que ella diga que sí o que lo rechace.  En ambos casos del rechazo el joven va a sentir dolor, pero él se arriesga a pesar de lo que pueda suceder.

Otro ejemplo puede ser los padres con sus hijos. Un padre que le dedica tiempo a su hijo, que evalúa las posibilidades para que su hijo estudie en el mejor colegio, el padre no tiene la certeza que el hij@ va a aprovechar esos esfuerzos y los va agradecer. El Padre ahí también está tomando un riesgo. Por eso digo que el verdadero amor te lleva a tomar riesgos. Jesús sí que se expuso  y se arriesgo por amor. Recordemos la escena de su pasión, Él no tenía la certeza o garantía de que fuéramos a responderle a su inmenso amor desde la gratitud. Cristo que está en el altar y en cada celebración de la Eucaristía se expone por amor , Él no tiene la garantía de nuestro “ Si”, que participemos como comunidad de Fe el cuerpo eucaristico.

A ninguno de nosotros nos gusta estar expuestos o estar en situaciones vulnerables porque sabemos que quizás algunas personas utilizan esa situación para su propio provecho. El amor exige arriesgar porque  abrimos el corazón quedando expuestos. Pregúntate,  ¿Cuáles son los riesgos que si podríamos tomar y no hemos querido tomar? No tengamos miedo recuerda que Cristo lo vivió. Cristo amó de una manera audaz. Acerquémonos a Él para que aprendamos a amar a los demás de manera audaz.

Mi amado Jesús, el verdadero amor exige arriesgar porque abrimos el corazón al prójimo quedando expuestos nuestros sentimientos, temores, debilidades y sueños.  Hoy Jesús me dices que no tenga temor en hacerlo, porque tú lo hiciste en el momento de la cruz y no tenías la certeza de nuestro sí y a pesar de eso tomaste el riesgo de dar tu vida por cada uno de nosotros. En cada celebración Eucarística tú te expones por amor, nos haces la invitación, y nos esperas para que nos unamos a ti a través del misterio eucaristico, lo haces una y otra vez por amor. Ayúdame a arriesgarme más,  que no tenga temor de amar y servir aunque esto me lleve a ser vulnerable. Hoy doy un paso de Fe hacia ti para que me enseñes a amar audazmente como tu lo hiciste, Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

--

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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miércoles, 28 de septiembre de 2022

Los demás pueden reclinar su cabeza en ti ?

 


Los demás pueden reclinar su cabeza en ti ?  


Primera lectura
Lectura del libro de Job 9,1-12.14-16

Respondió Job a sus amigos:
«¡Se muy bien que es as!:
que el mortal no es justo ante Dios.
Si quiere pleitear con él,
de mil razones no le rebatirá ni una.
Él es sabio y poderoso,
¿quién le resiste y queda ileso?
Desplaza montañas sin que se note,
cuando las vuelca con su cólera.
Estremece la tierra en sus cimientos,
hace retemblar sus pilares;
manda al sol que no brille
y guarda bajo sello las estrellas.
Él solo despliega los cielos
y camina sobre el dorso del Mar.
Creó la Osa y Orión,
las Pléyades y las Cámaras del Sur.
Hace prodigios insondables,
maravillas innumerables.
Sí cruza junto a mí, no lo veo;
me roza, al pasar, y no lo siento;
si en algo hace presa, ¿quién se lo impedirá?,
¿quién le reclamará: “Qué estás haciendo”?
Cuanto menos podre yo replicarle
o escoger argumentos contra él.
Aunque tuviera yo razón, no respondería,
tendría que suplicar a mi adversario;
aunque lo citara y me respondiera,
no creo que me hiciera caso».
Palabra de Dios

Sal 87 R/. Llegue hasta ti mi súplica, Señor

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,57-62

En aquel tiempo, mientras Jesús y sus discípulos iban de camino, le dijo uno:
«Te seguiré adondequiera que vayas».
Jesús le respondió:
«Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».
A otro le dijo:
«Sígueme».
El respondió:
«Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre».
Le contestó:
«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».
Otro le dijo:
«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa».
Jesús le contestó:
«Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».
Palabra del Señor


Continuamos con el libro de Job, y la gran catequesis que nos trae Job es fidelidad a Dios a pesar de las situaciones, confianza completa en Dios lo que significa saber esperar y hoy nos enseña la lectura lo importante que es el reconocimiento de nuestra pequeñez, que tenemos límites.  Ahí es donde entra Dios si clamamos su ayuda.

No olvidemos que Job era un hombre justo y temeroso de Dios que seguía sus caminos. Y le iba muy bien, poseía grandes posesiones, muchos criados, siete hijos y tres hijas. Satán pidió a Dios que le dejase actuar a él, a ver si Job era tan bueno como aparecía, estando todo a su favor. Perdió tierras, perdió hijos, sufrió una dolorosa enfermedad. “Después de esto, abrió Job la boca y maldijo su día”. Job no entendía el mal que le había sobrevenido, porque había vivido en la bondad y la justicia y en la obediencia a Dios. Y sus principales amigos le pedían que se encarase con Dios para que le explicase cómo permitía tantos males a un hombre justo. La primera respuesta de Dios, que es la que vemos en  la lectura de hoy, acudiendo a su gran poder. Dios es poderoso, y Job no acaba de entender todo su actuar y todo su poder. Job quedó apaciguado, pide perdón a Dios si se ha excedido en sus quejas y sabemos que Dios le devuelve todos los bienes que había perdido.

Nunca podemos pensar que Dios busca nuestro mal. Dios es un buen Padre que siempre busca nuestro bien. El permitirá situaciones que seamos capaces de vivir y enfrentar para hacernos más fuertes en la fe, para que descubramos virtudes que quizás tengamos dormidas o que faltan fortalecerse, para que salgamos de esa zona de confort que nos gusta tanto estar y que nos hace crecer. Ayer decíamos lo importante que es decidir,  tenemos libertad para hacerlo. Libertad que nos puede llevar a aceptar a Dios y sus indicaciones o a rechazarlo a él y al camino que nos muestra.

Así como Job se sintió solo, triste, con muchas incertidumbres, pensemos un momento cuál es nuestra actitud con aquellos que sabemos que no la están pasando bien. El mismo Jesús lo dice en el evangelio “ …El Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza …”. Algunos de nosotros preferimos una relación de manera vertical, osea Dios y yo y viceversa, porque es más fácil practicar ritos como ir a misa, rezar novenas, rezar el rosario, hacemos el check list y listo. Pero si que es diferente cuando la relación es con el otro. El otro me pide tiempo, espacio, escucha, comprensión, caridad, y cercanía. Hasta donde nos estamos sacrificando nosotros mismos por el otro, hasta dónde soy capaz de salir de mi zona de confort por el otro. El prójimo si puede decir que tiene donde reclinar la cabeza?

Es tiempo de dejar de ser tan religiosos y meticulosos, permitamos que el evangelio nos exhorte y revele que es lo que Dios quiere que hagamos. Hay muchos Jobs y Lazaros cerca de nosotros que necesitan donde reclinar la cabeza, es hora de salir al encuentro con el otro por amor al Cristo que decimos que amamos.

Jesus, por tu misericordia, tú has propiciado momentos para que yo tenga la experiencia de acercarme a personas como Job y Lazaro. Personas que están tristes, solas, desamparadas, que la están pasando mal. Tú me exhortas al decirme “ Ellos no tienen donde reclinar la cabeza…”. Es más fácil practicar la religiosidad y los cultos que acercarme al prójimo. Por los afanes de cada día y por mi egoísmo dejo pasar estas bendiciones que tú me pones en el camino, siempre sacando excusas porque no tengo tiempo, no quiero tener compromisos, no querer salir de mi zona de confort. Dame la gracia de acercarme al otro como tu lo has hecho conmigo, que no me preocupe por el tiempo porque Tu eres el dueño del tiempo, que aprenda a silenciarme para poder escuchar el dolor del otro con el corazón, que desde la libertad que me has dado, decida acercarme al otro desde el amor, solo así el evangelio será fecundo para tu Honor y Gloria, Amén.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo.    


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martes, 27 de septiembre de 2022

Un hij@ de Dios es valiente para afrontar las dificultades porque sabe dónde ha puesto su confianza y reconoce que su fuerza viene solo de Dios.

 


Un hij@ de Dios es valiente para afrontar las dificultades porque sabe dónde ha puesto su confianza y reconoce que su fuerza viene solo de Dios.


Primera lectura
Lectura del libro de Job 3,1-3.11-17.20-23:

Job abrió la boca y maldijo su día, diciendo:
«Muera el día en que nací
y la noche que anunció:
“Se ha concebido un varón”!
¿Por qué al salir del vientre no morí
o perecí al salir de las entrañas?
¿Por qué me recibió un regazo
y unos pechos me dieron de mamar?
Ahora descansaría tranquilo,
ahora dormiría descansado
con los reyes y consejeros de ¡a tierra
que se hacen levantar mausoleos,
o con los nobles que amontonan oro,
que acumulan plata en sus palacios.
Como aborto enterrado, no existiría,
igual que criatura que no llega a ver la luz.
Allí acaba el ajetreo de los malvados,
allí reposan los que están desfallecidos.
¿Por qué se da luz a un desgraciado
y vida a los que viven amargados,
que ansían la muerte que no llega
y la buscan más escondida que un tesoro,
que gozarían al contemplar el túmulo,
se alegrarían al encontrar la tumba;
al hombre que no encuentra camino
porque Dios le cerró la salida?».
Palabra de Dios

Salmo 87 R/. Llegue hasta ti mi súplica, Señor.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,51-56

Cuando se completaron los días en que iba a ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él.
Puestos en camino, entraron en una aldea de samaritanos para hacer los preparativos. Pero no lo recibieron, porque su aspecto era el de uno que caminaba hacia Jerusalén.
Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le dijeron:
«Señor, ¿quieres que digamos que baje fuego del cielo que acabe con ellos?».
Él se volvió y los regañó. Y se encaminaron hacia otra aldea.
Palabra del Señor


Hoy continuamos con la historia de Job. Job a pesar de pasar por las duras pruebas demuestra una vez más la fidelidad y la autenticidad de su amor hacia Dios, esto le da la gracia de la paciencia.  En el momento más intenso de su sufrimiento, Job clama, diciendo que no entiende nada, no sabe ni siquiera quién es; se siente justo, pero duda incluso si de verdad ha sido justo, por todos los sufrimientos y hechos negativos que está viviendo, sin ninguna explicación. Job espera con paciencia como Dios va ayudarlo a pasar esta dificultad. Todos nosotros carecemos de la virtud de la paciencia al experimentar esta misma incertidumbre ante situaciones difíciles en las cuales nos hacemos preguntas de fondo. Hay momentos en que nos podemos sentir desbordados y superados, sin conseguir ver soluciones o caminos posibles, sin tan siquiera comprender lo que está sucediendo. Hay momentos en la vida que llegamos al límite pero en ese momento es donde nuestra fe se confronta,  esa ahí donde nos damos cuenta si hemos crecido en la fe, y  si nuestra relación con Dios tiene raíces profundas o es superficial. Pensar y reflexionar de qué manera estamos viviendo nos ayuda a reevaluar nuestras relación con nosotros mismos. Esto no es un acto egoísta pensar primero en nosotros. Una vez escuche el ejemplo cuando tomas un avión. La azafata dice “ En caso de emergencia colóquese primero su máscara y si está a salvo ayude a los demás”. Si nosotros estamos bien, todo se verá reflejado a nuestro alrededor.

Es hora de hacernos estas preguntas…

¿Estamos verdaderamente convencidos de nuestras capacidades, las reconocemos?, nos sentimos orgullosos por esos talentos y capacidades? si utilizamos ese talento que Dios nos dio o más bien lo escondo como en la parábola de los talentos? . Cada día como lo vivimos, desde la esperanza, con ganas de mejorar el mundo y hacer las cosas bien o será que nos invade el pesimismo y la mediocridad al ver que el mal tiene tanta fuerza? . ¿Cómo estamos en el amor? Estamos creciendo en el amor o estamos alimentando el desamor por causa de malas experiencias? Confiamos en el Señor o será que desconfiamos de su ayuda porque creemos que por lo que hemos hecho o dejado de hacer El nos pasará la cuenta de cobro?

La mejor decisión que debemos tomar es aceptar y reconocer la situación que estamos viviendo, lo peor que podemos hacer es sacarle el quite, hacer de cuenta que nada está pasando. Enfrentarnos a nuestros propios miedos e inseguridades nos hacen vulnerables pero es necesario para que nos acerquemos al Señor y le pidamos su auxilio.  Hay que superar las situaciones negativas y destructivas no solos, sino con Cristo. Él nos dará las herramientas, la estrategia, el consejo, la sabiduría para poder hacerlo. Pretender que solos lo podremos lograr sin su ayuda es un acto suicida. Por eso para preguntas profundas, respuestas profundas y estas las encontramos en Cristo crucificado, Él en su momento nos mostrará cual es el misterio salvífico que hay detrás de ese dolor y dificultad.  

Jesús lo sabía muy bien y es por eso que en el evangelio nos dice que baja a Jerusalén. El tiene que tomar una decisión, ir o no ir.  La decisión de ir a Jerusalén está vinculada a una decisión mucho mayor y vital para Jesús: el proyecto de su Padre Dios. Y toda decisión implica asumir las consecuencias que se desprenden de ella. Cuántas veces sabemos que es lo que nos está pidiendo Dios, o que es lo mejor para nosotros, pero por no querer asumir consecuencias, o por no querer pasar por desapegos,  o por evitar un dolor como es doblegar el orgullo y la vanidad, nos quedamos ahí sabiendo que va causar un daño y un dolor más grande.  

Señor tú nos hiciste libres y deseas que sigamos viviendo desde la libertad, por eso no nos obligaste a amarte o a cumplir tus mandatos desde la imposición. Desde el amor que te digo tener quiero seguir y sin importar que pase con mi vida o con las cosas que tengo, lo que gane o pierda siempre va haber una ganancia porque de ello hay una lección de amor para aprender. Ayúdame a crecer en la paciencia para saber esperar,  entender que todo se hace en tu tiempo y no el mio. Tu sabes cual es el momento y tiempo oportuno, del porqué las cosas deben pasar de una manera u otra. Dame la gracia de tomar decisiones conforme a tu voluntad aceptando con serenidad y con capacidad de amar las consecuencias al asumir tu plan divino. Un hij@ de Dios es valiente para afrontar las dificultades porque sabe dónde ha puesto su confianza y reconoce que su fuerza viene solo de ti, Amén.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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lunes, 26 de septiembre de 2022

Dios todo me lo ha dado!

 


Dios todo me lo ha dado!


Primera lectura
Lectura del libro de Job 1, 6-22

Un día los hijos de Dios se presentaron ante el Señor; entre ellos apareció también Satán.
El Señor preguntó a Satán:
«¿De dónde vienes?».
Satán respondió al Señor:
«De dar vueltas por la tierra; de andar por ella».
El Señor añadió:
«¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, que teme a Dios y vive apartado del mal».
Satán contestó al Señor:
«¿Y crees que Job teme a Dios de balde? ¿No has levantado tú mismo una valla en torno a él, su hogar y todo lo suyo? Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se extienden por el país. Extiende tu mano y daña sus bienes y ¡ya verás cómo te maldice en la cara!».
El Señor respondió a Satán:
«Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él ni lo toques».
Satán abandonó la presencia del Señor.
Un día que sus hijos e hijas comían y bebían en casa del hermano mayor, llegó un mensajero a casa de Job con esta noticia:
«Estaban los bueyes arando y las burras pastando a su lado, cuando cayeron sobre ellos unos sabeos, apuñalaron a los mozos y se llevaron el ganado. Solo yo pude escapar para contártelo».
No había acabado este de hablar, cuando llegó otro con esta noticia:
«Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido a las ovejas y a los pastores. Solo yo pude escapar para contártelo».
No había acabado este de hablar, cuando llegó otro con esta noticia:
«Una banda de caldeos, divididos en tres grupos, se ha echado sobre los camellos y se los ha llevado, después de apuñalar a los mozos. Solo yo pude escapar para contártelo».
No había acabado este de hablar, cuando llegó otro con esta noticia:
«Estaban tus hijos y tus hijas comiendo y bebiendo en casa del hermano mayor, cuando un huracán cruzó el desierto y embistió por los cuatro costados la casa, que se derrumbó sobre los jóvenes y los mató. Solo yo pude escapar para contártelo».
Entonces Job se levantó, se rasgó el manto, se rapó la cabeza, se echó por tierra y dijo:
«Desnudo salí de! vientre de mi madre y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; bendito sea el nombre del Señor».
A pesar de todo esto, Job no pecó ni protestó contra Dios.
Palabra de Dios

Sal 16, 1. 2-3. 6-7 R. Inclina el oído y escucha mis palabras

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 46-50

En aquel tiempo, se suscitó entre los discípulos una discusión sobre quién sería el más importante.
Entonces Jesús, conociendo los pensamientos de sus corazones, tomó de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo:
«El que acoge a este niño en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, acoge al que me ha enviado. Pues el más pequeño de vosotros es el más importante».
Entonces Juan tomó la palabra y dijo:
«Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu nombre y se lo hemos prohibido, porque no anda con nosotros».
Jesús le respondió:
«No se lo impidáis: el que no está contra vosotros, está a favor vuestro».
Palabra del Senor


En la primera lectura nos trae la historia de Job. Nos dice la lectura que Job es un hombre justo y bueno, en otras palabras se ajusta a la voluntad de Dios, su corazón no hay engaño ni falsedad. Job es una persona íntegra y virtuosa, por eso el diablo lo tienta para saber hasta qué punto es fiel a Dios. Job a pesar de ser tentado por el diablo, fue protegido por Dios en todas sus cosas aunque inicialmente pareciera que lo había perdido todo. A veces pensamos que una pérdida es un mal, o una desgracia. Renegamos, peleamos con los demás y hasta maldecimos a Dios sin saber que en el fondo Dios tiene una bendición mayor para nosotros. Lo que el mal te quita y te roba, Dios te lo vuelve a dar quizás no de la misma manera pero si te lo multiplica.

Job le cayó males tras males pero no se sumió en la desesperación. Cuántos de nosotros cuando las cosas no andan bien buscamos responsables en los otros, no aceptamos que a veces nosotros fuimos los causantes de la situación, y ante las desgracias importantes, las achacamos a Dios porque ha sido capaz de permitir que ocurriera, aunque en ocasiones el desenlace era inevitable; y nos hundimos en la desesperación y el desánimo.

Job estuvo triste pero se aferró a la misericordia de Dios. Fácilmente no entendió lo que estaba sucediendo en su vida pero se confió solo en el Señor.  Tal es su afirmación  “El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó; bendito sea el nombre del Señor”.

La actitud de Job nos enseña  la importancia de asumir con valentía los reveses de la vida confiando totalmente en Dios, dirigiéndose a Él como nos refiere el salmo 16: “Yo te invoco porque Tú me respondes, Dios mío, inclina tu oído y escucha mis palabras”. Job tiene muy claro que si salió desnudo del vientre de su madre, cuando llegue el momento, desnudo volverá a él, o sea, que nada de lo bueno o de lo malo que ha tenido, le impedirá alabar por siempre al Señor.

Señor, hoy deseo amarte y servirte de una manera incondicional así como Tu me amas. Tu eres mi alimento que le da significado a mi vida y la mejor recompensa es saber que soy amada y sostenida por ti. Por tu gracia regálame la paz y la sabiduría necesaria para enfrentar los males que a veces llegan a mi vida, que no caiga en la desesperación sino que te busque y me aferre a ti. Además, hazme crecer en la humildad para no caer en el afán de protagonismo, o buscar estar por encima de todo el mundo, sino más bien que mi vida sea virtuosa desde el servicio hacia los demás. Tu me has dado todo, todo lo que soy y lo que tengo es gracias a ti, por eso de que tengo que creerme?. No soy nada sin ti. Que en la abundancia y en la pobreza, que en la salud y en la enfermedad y en la prosperidad y en la desgracia pueda yo siempre alabarte Señor con todo mi ser, Amen.

Dios te bendiga,

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viernes, 23 de septiembre de 2022

El valor y el misterio del tiempo.

 


El valor y el misterio del tiempo.

Primera lectura
Lectura del libro del Eclesiastés 3, 1-11

Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo:
Tiempo de nacer, tiempo de morir;
tiempo de plantar, tiempo de arrancar;
tiempo de matar, tiempo de sanar;
tiempo de destruir, tiempo de construir;
tiempo de llorar, tiempo de reír;
tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar;
tiempo de arrojar piedras, tiempo de recogerlas;
tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse;
tiempo de buscar, tiempo de perder;
tiempo de guardar, tiempo de arrojar;
tiempo de rasgar, tiempo de coser;
tiempo de callar, tiempo de hablar;
tiempo de amar, tiempo de odiar;
tiempo de guerra, tiempo de paz.
¿Qué saca el obrero de sus fatigas? Comprobé la tarea que Dios ha encomendado a los hombres para que se ocupen en ella: todo lo hizo bueno a su tiempo, y les proporcionó el sentido del tiempo, pero el hombre no puede llegar a comprender la obra que hizo Dios, de principio a fin.
Palabra de Dios

Sal 143, 1a y 2abc. 3-4 R/. ¡Bendito el Señor, mi alcázar!

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 18-22

Una vez que Jesús estaba orando solo, lo acompañaban sus discípulos y les preguntó:
«¿Quién dice la gente que soy yo?».
Ellos contestaron:
«Unos, que Juan el Bautista; otros, que Elías, otros dicen que ha resucitado uno de los antiguos profetas».
Él les preguntó:
«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?».
Pedro respondió:
«El Mesías de Dios».
Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie, porque decía:
«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día».
Palabra del Señor


En la primera lectura nos habla del valor y el misterio que es el tiempo. Haga lo que haga, cada cosa sucederá a su tiempo y no puedo hacer nada para cambiarlo. La pregunta surge misteriosa e inquietante a la vez, ¿cómo puedo conocer el tiempo oportuno? La respuesta sólo la tenemos en Dios, que es quien da sentido a la existencia y a todo lo que nos sucede.

Todo tiempo tiene su momento como nos lo dice en la lectura, no podemos presionar o forzar las cosas porque lo que haremos es que se estropee el proceso. Estamos muy acostumbrados a tener resultados rápidos es por eso que nos desesperamos, tomamos decisiones no acertadas,  perdemos la fe, y el foco.  Por eso quien nos da la pauta del tiempo oportuno es Dios, lo cual no es fácil porque exige en nosotros el creer, confiar y esperar en Él, en otras palabras tener Fe. Dios sabe que la espera nos ayudará a crecer en la fe y en la perseverancia. Tenemos que tener la certeza que las preguntas o súplicas hacia Dios siempre tendrán una respuesta.  

El ciclo del ser humano es similar a lo que nos dice esta lectura, hay tiempo para cada cosa, para llorar, reír, danzar, gemir… y es que la vida lo componen todos esos momentos diversos. Hoy quizás tenemos una agenda muy llena, no tenemos tiempo ni siquiera para nosotros mismos o para nuestros seres queridos, hoy nos llueven las ofertas laborales, nos sobran las invitaciones, valoran lo que decimos y hacemos, estamos rodeados de muchas amistades, nos sentimos amados, queridos y acompañados pero podrá llegar un día que esto puede cambiar. Por eso el autor se pregunta, ¿Qué saca el obrero de sus fatigas? , esta pregunta nos puede generar desconsuelo. Pero mirándolo de una manera positiva nos lleva  a ser más críticos sobre la existencia humana, nuestra propia existencia. El tiempo no es solo el aquí y el ahora, como cristianos creemos que tenemos una vida más allá de la muerte con Cristo. Pero también el valor del tiempo es lo que le dedico a la familia, a los amigos, el tiempo que le dediquemos a Dios ante su presencia y ante los rostros concretos que Él nos pone en el camino. No tengamos temor o rechazo a los cambios que puedan suceder a nuestro alrededor. Si hoy gozamos de buena salud disfrutemos y demos gracias a Dios por ello, si por el contrario estamos enfermos es momento de cuidar no solo nuestro cuerpo sino que además es un tiempo de gracia que Dios nos regala para que evaluemos cómo está nuestra relación con El.  Si estamos viviendo un tiempo de prosperidad, agradece lo generoso que es Dios contigo, y a la vez comparte las bendiciones recibidas. Si estás viviendo la escasez, descansa en el Señor, confía que tenemos un Dios que provee y te ayudará a pasar de la mejor manera esa situación. No perdamos la novedad que cada día nos trae la vida, las situaciones diarias nos llevan a remar mar adentro y a descubrir lo que hay por mejorar en relación hacia Dios, hacia sí mismo y hacia los demás. Eso es lo bello de la vida, eso es aprender a vivir.  

Al caer la tarde me acerco a ti a través de la oración para darte gracias por cada situación que pones en mi camino. La vida se compone de diversos momentos, a veces reímos,  otras veces lloramos, danzamos y otras veces gemimos, a veces estamos alegres y otras veces estamos tristes, unas veces vamos de gloria en gloria, y de éxitos y otras veces llegan los fracasos y las pérdidas. Saber vivir la vida es enfrentarnos con valentía cada situación, por eso necesito de tu sabiduría para no perder la paz, entender desde tu sabiduría que detrás de esa situación existe un plan divino que me ayudara a crecer en virtudes. Tu eres el dueño del tiempo y por eso siempre tu tiempo es oportuno. Gracias Señor porque nos haces remar mar adentro para que descubramos lo bello que es aprender a vivir cuando se vive apasionadamente cada día desde tu compañía.  Amen

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristoi por siempre sea alabado!--

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miércoles, 21 de septiembre de 2022

La vista es el reflejo de tu corazon, si la mirada esta sana, tu percepción cambia.

 



La vista es el reflejo de tu corazon, si la mirada esta sana, tu percepción cambia.

Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 1-7. 11-13
Hermanos:
Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados.
Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobre llevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vinculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que está sobre todos, actúa por medio de todos y ésta en todos.
A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo.
Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y doctores, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al Hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.
Palabra de Dios

Sal 18, 2-3. 4-5 R/. A toda la tierra alcanza su pregón

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 9-13

En aquel tiempo, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo:
«Sígueme».
Él se levantó y lo siguió.
Y estando en la casa, sentado en la mesa, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaban con Jesús y sus discípulos.
Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos:
«¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?».
Jesús lo oyó y dijo:
«No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "Misericordia quiero y no sacrificio": que no he venido a llamar a justos, sino a los pecadores».
Palabra del Senor


Hoy quiero hacer una reflexión acerca de la invitación que nos hace Pablo “ ser humildes, compasivos, amables, llevarnos mutuamente con amor “. Ahora llevemos nuestra mirada hacia Dios, hacia nosotros mismos,y hacia los demás.  

La mirada hacia Dios. ¿Hemos experimentado lo compasivo, lo amable y lo amoroso que es Dios con cada uno de nosotros?  ¿Qué experiencia has tenido como hij@de Dios? ¿Sientes que tienes un Dios cercano o distante? ¿Cómo crees que puede mejorar tu relación con Dios? Ayúdate con esta cita bíblica “ Padre misericordioso” Lucas 15, 11-32

Ahora llevemos esos sentimientos que nos dice la primera lectura  hacia nosotros mismos. Somos personas humildes capaces de reconocer nuestras faltas, pedir ayuda y hasta perdón, o más bien nos dejamos llevar por el orgullo y no damos el brazo a torcer porque creemos que quien lo hace es débil? Creemos que somos lo suficientemente autosuficientes para solucionar y controlar todo?. Nos cuesta y nos duele reconocer los talentos del otro, o por el contrario nos alegra que los demás logren sus sueños y sean exitosos. Ante la ingratitud y a pesar de que los demás nos fallen, tenemos actitud de servicio hacia ellos o más bien tomamos revancha. Estamos atentos a los sentimientos que salen de nuestro corazón como es la tristeza, el desánimo, la desesperanza y trabajamos sobre ellos o más bien esos sentimientos los rechazamos y bloqueamos tratando de aparentar que todo está bien, porque no es bueno mostrar nuestra vulnerabilidad ya que algunos pueden aprovecharse de ello.

Por último llevemos la mirada de nosotros hacia los demás. No olvides que si tu ojo está enfermo, todo lo demás lo verás distorsionado, perderemos la objetividad, y nuestras actitudes no serán justas. Una herida que no esté bien sanada se refleja en el trato con los demás. Esa es una de la causa de que podamos ser duros con los demás, a veces les exigimos lo que ni siquiera somos capaces de hacer. Nuestras palabras crueles, que denigran y lastiman sin importar el daño que causemos. Es por eso que encontramos muchos corazones rotos en el camino por causa de otros o por nosotros mismos.

Es por eso que el Evangelio de hoy nos enseña lo importante que es tener sana la vista. Jesus ve a Mateo de la misma manera como tiene su corazón, lleno de amor y de compasión.  Es tiempo que revisemos y reflexionemos cómo está nuestra vista, porque ese es el reflejo que hay en el profundo de nuestro corazón.

Mi amado Jesús, limpia y sana mi mirada para que pueda ver como tu desde el amor y la compasión porque de lo contrario perderé objetividad teniendo actitudes injustas por causa del dolor, la tristeza, la amargura, la envidia, y los celos. Una vista sana es capaz de reconocer que tenemos un Dios bondadoso y misericordioso, que tiene planes de bienestar y bendiciones para cada uno de sus hij@s. Una vista sana es humilde y con valor toma el camino del perdón para alcanzar su propia sanación evitando seguir rompiendo otros corazones en el camino. Una vista sana es reconocer que el otro a pesar de sus fallas y errores, también está en un proceso de conversión el cual toma tiempo, por eso vamos juntos en este peregrinar. Danos la gracia Señor de tener una mirada limpia, sana y pura,
para ello tienes que transformar mi corazón, ajustarlo y moldearlo a tu manera, así mi mirada va reflejar lo que hay en el profundo de mi corazón.   Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucriston por siempre sea alabado!  
 

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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lunes, 19 de septiembre de 2022

Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, por eso estamos llamados a una vida integra.

 


Nada hay oculto que no llegue a descubrirse, por eso estamos llamados a una vida integra.

Primera lectura
Lectura del libro de los Proverbios 3,27-34:

Hijo mío:
No niegues un favor a quien lo necesita, si está en tu mano concedérselo.
Si tienes, no digas al prójimo: «Anda, vete; mañana te lo daré».
No trames daños contra tu prójimo, mientras vive confiado contigo a tu lado; no pleitees con nadie sin motivo, si no te ha hecho daño alguno; no envidies al hombre violento, ni trates de imitar su conducta, porque el Señor detesta al perverso y pone su confianza en los honrados; el Señor maldice la casa del malvado y bendice la morada del justo; el Señor se burla de los burlones y concede su gracia a los humildes.
Palabra de Dios

Sal 14 R/. El justo habite en tu monte santo, Señor.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 8,16-18

En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío:
«Nadie que ha encendido una lámpara, la tapa con una vasija o lo mete debajo de la cama, sino que la pone en el candelero para que los que entran tengan luz.
Pues nada hay oculto que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a saberse y hacerse público.
Mirad, pues, cómo oís, pues al que tiene se le dará y al que no tiene se le quitará hasta lo que cree tener».
Palabra del Señor

La primera lectura Pablo nos invita a que decidamos ser buenos. Y es que ser bueno no es algo espontáneo. A veces queremos ser buenos pero no siempre. Por eso ser bueno es una decisión y como no siempre lo que queremos hacer entonces tenemos que pedirle al Espíritu Santo que nos de su fuerza para que lo hagamos.  Ser bueno exige el deseo de hacer el bien y la voluntad de resistirse al contagio de la maldad. Esto último sí que es difícil a veces porque cuando recibimos ingratitudes, desengaños, o nos pagan mal nuestro corazón tiende a endurecerse. Por eso la lectura nos pide “ No le niegues un favor a quien lo necesita;" sobre lo segundo quedó escrito esto: "No envidies al hombre malvado ni imites nunca sus acciones." Cuidado con creer en el cuento que al bueno le va bien y que al malo le va mal. No siempre es así. Hemos visto cómo a veces el malo tiene éxito y las cosas le van bien. Más bien hagamos las cosas bien por nosotros mismos, por tener una conciencia en paz y por causa del amor que decimos tener a Cristo.

En el evangelio Jesús nos habla acerca de la parábola de la lámpara. Algunos la hemos escuchado varias veces y creemos que ya sabemos lo que Jesus nos quiere decir. Pero realmente es más complicado de lo que puedas llegar a imaginar.

En la práctica que quiere decir ser luz? Tener una palabra oportuna, tener un ejemplo de vida y tener la capacidad de ser victoria de Dios donde tu estas. La capacidad de la luz es que vence las tinieblas, y no se puede vencer las tinieblas si no tienes una palabra sabia, si no tienes un ejemplo notable y si no eres victoria de Dios.  

Miremos y analicemos nuestra propia vida. La primera clave es ``tener una palabra oportuna”. Somos de aquellos que damos una palabra oportuna ya sea para dar ánimo, para exhortar y corregir,  o más bien por respetos humanos callamos para evitar ser mal vistos, para no ser la piedra en el zapato y no incomodar algunos porque preferimos que nos sigan aceptando al grupo que pertenecemos?. Por amor doy palabras de ánimo al que lo necesite, por amor corrijo al que está equivocado desde la misericordia así como lo hacía Jesús porque es mejor hacerlo y no dejar que los demás tengan una vida desdichada y miserable.  La segunda clave es tener un “ buen ejemplo de vida”, porque como dice la primera lectura “ Nada hay oculto que no llegue a descubrirse “, no seas mentiroso, no acomodes las cosas a tu conveniencia, no seas falso, porque tarde o temprano todo llega a descubrirse. Puedes hablar muy bonito, pero el testimonio de vida es quien afirma lo que eres. La tercera clave es “ la capacidad de ser victoria de Dios donde tu estas “, eso si reafirmará quien y de donde eres. No puedes acomodarte a las circunstancias o  a las situaciones, porque si lo haces no eres coherente y por ende no eres una persona integral.
Para que se cumplan estas tres claves y llegar a ser lámpara se necesita una profunda conversión y que Dios esté reinando dentro en mi. No es tan fácil por eso hay que abrirle la puerta de nuestro corazón, y desear el reinado de Cristo. Solo de esta manera podremos  ser lámpara, una lámpara que ilumine a los que están en casa.  
 
Mi amado Jesús, hoy puedo decir con tristeza que no soy la luz que brilla e ilumina a otros porque a veces no tengo una palabra oportuna para dar ánimo, o para exhortar y corregir, más bien cayó para evitar problemas. Mi testimonio de vida no siempre es coherente, a veces me ajusto a lo que me conviene porque me cuesta reconocer que falle, que los demás tienen la razón y por eso termino poniéndome una máscara ocultando lo que tengo en mi corazón. Aún estoy en este caminar hacia la conversión pero de una manera inconstante. Mi corazón sigue cerrado por causa de mis caprichos, mi egoísmo y el orgullo no permitiendo que Tu entres y reines en mi. Dame la gracia Señor de tener una palabra oportuna guiada por Tu Santo Espíritu, que no sea yo quien hable sino tú Señor. Que con mi ejemplo de vida confirme una vez más quién es el que reina en mi corazón y que viva cada día en victoria porque el mal ya no tiene poder en mi. Alumbra mi vida con Tu Luz Señor para ser lámpara e iluminar a los que están en casa.  

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

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