miércoles, 28 de septiembre de 2022

Los demás pueden reclinar su cabeza en ti ?

 


Los demás pueden reclinar su cabeza en ti ?  


Primera lectura
Lectura del libro de Job 9,1-12.14-16

Respondió Job a sus amigos:
«¡Se muy bien que es as!:
que el mortal no es justo ante Dios.
Si quiere pleitear con él,
de mil razones no le rebatirá ni una.
Él es sabio y poderoso,
¿quién le resiste y queda ileso?
Desplaza montañas sin que se note,
cuando las vuelca con su cólera.
Estremece la tierra en sus cimientos,
hace retemblar sus pilares;
manda al sol que no brille
y guarda bajo sello las estrellas.
Él solo despliega los cielos
y camina sobre el dorso del Mar.
Creó la Osa y Orión,
las Pléyades y las Cámaras del Sur.
Hace prodigios insondables,
maravillas innumerables.
Sí cruza junto a mí, no lo veo;
me roza, al pasar, y no lo siento;
si en algo hace presa, ¿quién se lo impedirá?,
¿quién le reclamará: “Qué estás haciendo”?
Cuanto menos podre yo replicarle
o escoger argumentos contra él.
Aunque tuviera yo razón, no respondería,
tendría que suplicar a mi adversario;
aunque lo citara y me respondiera,
no creo que me hiciera caso».
Palabra de Dios

Sal 87 R/. Llegue hasta ti mi súplica, Señor

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 9,57-62

En aquel tiempo, mientras Jesús y sus discípulos iban de camino, le dijo uno:
«Te seguiré adondequiera que vayas».
Jesús le respondió:
«Las zorras tienen madrigueras, y los pájaros del cielo nidos, pero el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza».
A otro le dijo:
«Sígueme».
El respondió:
«Señor, déjame primero ir a enterrar a mi padre».
Le contestó:
«Deja que los muertos entierren a sus muertos; tú vete a anunciar el reino de Dios».
Otro le dijo:
«Te seguiré, Señor. Pero déjame primero despedirme de los de mi casa».
Jesús le contestó:
«Nadie que pone la mano en el arado y mira hacia atrás vale para el reino de Dios».
Palabra del Señor


Continuamos con el libro de Job, y la gran catequesis que nos trae Job es fidelidad a Dios a pesar de las situaciones, confianza completa en Dios lo que significa saber esperar y hoy nos enseña la lectura lo importante que es el reconocimiento de nuestra pequeñez, que tenemos límites.  Ahí es donde entra Dios si clamamos su ayuda.

No olvidemos que Job era un hombre justo y temeroso de Dios que seguía sus caminos. Y le iba muy bien, poseía grandes posesiones, muchos criados, siete hijos y tres hijas. Satán pidió a Dios que le dejase actuar a él, a ver si Job era tan bueno como aparecía, estando todo a su favor. Perdió tierras, perdió hijos, sufrió una dolorosa enfermedad. “Después de esto, abrió Job la boca y maldijo su día”. Job no entendía el mal que le había sobrevenido, porque había vivido en la bondad y la justicia y en la obediencia a Dios. Y sus principales amigos le pedían que se encarase con Dios para que le explicase cómo permitía tantos males a un hombre justo. La primera respuesta de Dios, que es la que vemos en  la lectura de hoy, acudiendo a su gran poder. Dios es poderoso, y Job no acaba de entender todo su actuar y todo su poder. Job quedó apaciguado, pide perdón a Dios si se ha excedido en sus quejas y sabemos que Dios le devuelve todos los bienes que había perdido.

Nunca podemos pensar que Dios busca nuestro mal. Dios es un buen Padre que siempre busca nuestro bien. El permitirá situaciones que seamos capaces de vivir y enfrentar para hacernos más fuertes en la fe, para que descubramos virtudes que quizás tengamos dormidas o que faltan fortalecerse, para que salgamos de esa zona de confort que nos gusta tanto estar y que nos hace crecer. Ayer decíamos lo importante que es decidir,  tenemos libertad para hacerlo. Libertad que nos puede llevar a aceptar a Dios y sus indicaciones o a rechazarlo a él y al camino que nos muestra.

Así como Job se sintió solo, triste, con muchas incertidumbres, pensemos un momento cuál es nuestra actitud con aquellos que sabemos que no la están pasando bien. El mismo Jesús lo dice en el evangelio “ …El Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza …”. Algunos de nosotros preferimos una relación de manera vertical, osea Dios y yo y viceversa, porque es más fácil practicar ritos como ir a misa, rezar novenas, rezar el rosario, hacemos el check list y listo. Pero si que es diferente cuando la relación es con el otro. El otro me pide tiempo, espacio, escucha, comprensión, caridad, y cercanía. Hasta donde nos estamos sacrificando nosotros mismos por el otro, hasta dónde soy capaz de salir de mi zona de confort por el otro. El prójimo si puede decir que tiene donde reclinar la cabeza?

Es tiempo de dejar de ser tan religiosos y meticulosos, permitamos que el evangelio nos exhorte y revele que es lo que Dios quiere que hagamos. Hay muchos Jobs y Lazaros cerca de nosotros que necesitan donde reclinar la cabeza, es hora de salir al encuentro con el otro por amor al Cristo que decimos que amamos.

Jesus, por tu misericordia, tú has propiciado momentos para que yo tenga la experiencia de acercarme a personas como Job y Lazaro. Personas que están tristes, solas, desamparadas, que la están pasando mal. Tú me exhortas al decirme “ Ellos no tienen donde reclinar la cabeza…”. Es más fácil practicar la religiosidad y los cultos que acercarme al prójimo. Por los afanes de cada día y por mi egoísmo dejo pasar estas bendiciones que tú me pones en el camino, siempre sacando excusas porque no tengo tiempo, no quiero tener compromisos, no querer salir de mi zona de confort. Dame la gracia de acercarme al otro como tu lo has hecho conmigo, que no me preocupe por el tiempo porque Tu eres el dueño del tiempo, que aprenda a silenciarme para poder escuchar el dolor del otro con el corazón, que desde la libertad que me has dado, decida acercarme al otro desde el amor, solo así el evangelio será fecundo para tu Honor y Gloria, Amén.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo.    


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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