miércoles, 12 de diciembre de 2018
Hoy en este dia tan especial recibe a la Santísima Virgen María en tu corazón para que ella haga nuestro corazón como un niño dispuesto a creer en Dios, a obedecerle y a llenarse de pureza.
Zacarías 2,14-17
Festeja y aclama, joven Sión, que yo vengo a habitar en ti -oráculo del Señor-
Aquel día se incorporarán al Señor muchos pueblos y serán pueblo mío; habitaré en medio de ti, y sabrás que el Señor de los ejércitos me ha enviado a ti.
El Señor tomará a Judá como lote suyo en la tierra santa y volverá a escoger a Jerusalén.
¡Silencio todos ante el Señor, que se levanta en su santa morada!
Palabra de Dios
Salmo 95 “Contad las maravillas del Señor a todas las naciones “
Lucas 1,39-45
Unos días después, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."
Palabra de Dios
Hoy nuestra Iglesia Católica celebra la fiesta de la Virgen de Guadalupe, virgen de America!
Los hechos que hemos escuchado sobre las apariciones de la Virgen en el Tepeyac tienen ese tinte maravilloso. No como ostentación sino como esplendor. Algo como lo que sucedió el día en que Moisés vio una zarza que ardía sin consumirse (Éx 3). Aquel portento atrajo su atención, es decir, lo asombró, y de aquel asombro partió un diálogo, una alianza, un camino, una liberación. El Dios admirable es el Dios esplendoroso; el Dios maravilloso es el que nos rebasa y levanta nuestra atención como un modo de indicar que puede también levantar nuestra vida.
Algunos podrían preguntarse hasta con cierta manera crítica porque un templo para Maria? ¿No se supone que los templos, si es que hay que hacerlos, han de construirse sólo para Dios?
A continuación les daremos las palabras que la historia recoge como dichas por María a Juan Diego: "Mucho quiero que se me construya una casita para mostrar a mi hijo y para darlo a todos los hombres que me invoquen". Pregunta: ¿es esta una casa para adorar a María como si fuera una diosa? Respuesta: Ella misma dice para que es esa "casita", ese templo, al que llama suyo. El propósito es sólo uno: "mostrar a mi hijo". Un predicador que quiere hacer oír la palabra de Dios pide un micrófono; María, que quiere mostrarnos las benditas gracias y admirables enseñanzas de su Hijo, pide una casa. Ella es una mujer de casa y quiere recibirnos como en su casa para entregarnos sus tesoros.
Es razonable, pues, el celo de quienes se preocupan que descuidemos nuestra mirada de Dios por quedarnos con una creatura; pero este celo por la gloria divina tiene mucho que agradecer y poco que temer en el caso del Tepeyac: todo allí habla de mirar hacia Jesús. La Casa es porque la Señora quiere "darnos a su hijo". ¿Habrá señal más grande del origen celeste de estos hechos tan cargados de sencillez como de ternura?
Personalmente pensaba que la virgen de Guadalupe era solo de los Mexicanos lo cual es incorrecto ya que el Papa Pio X en 1910, la proclamó Patrona de la América Latina; en 1935, Pio XI la nombró Patrona de las Islas Filipinas; y, en 1945, Pio XII le dio el título de Emperatríz de América.
También otra idea errada que yo tenía era que el indio Juan Diego era un niño. Gran equivocación porque Juan Diego era un hombre viudo alrededor de unos 40 o más años de edad y además catequista. Fácilmente pensaba esto porque esta aparición tan bella tiene la inocencia, lo sencillo y lo puro de los niños.
Que tenía San Juan Diego, que lo hacía tan especial que la Virgen María se le presenta a El? Una de ellas era su corazón de niño, un corazón dispuesto a creer, un corazón lleno de pureza, y un corazón dispuesto a la obediencia. Como un buen hijo y como un buen niño quien es dócil, obediente y hace lo que se le pide. Juan Diego aunque era un hombre ya crecido pero que no perdió el alma o el corazón de niño. Un hombre que ha tenido la experiencia del matrimonio y al mismo tiempo un niño.
La Virgen de Guadalupe se le aparece a Juan Diego cuando este iba de camino para su catequesis. Pero Maria asi como Jesus que se hace el encontradizo y Él temiendo que se le apareciera por segunda vez y que le quitara tiempo porque estaba apresurado ya que iba a atender un enfermo Juan Diego se va por otro camino. Cuánta sencillez y que corazon tan limpio tiene este hombre porque él no quiere “entretenerse” hablando con la Madre de Dios porque está prestando un servicio de caridad. Ese es el corazón de Juan Diego.
Juan Diego se convirtió en el cuidador de la casa de la virgen, ya que el obedeció las palabras de María. La imagen de la Virgen de Guadalupe permaneció algunos días en la capilla episcopal del obispo fray Juan de Zumárraga, y luego en el templo mayor. El 26 de diciembre de ese mismo año fue trasladada solemnemente a una ermita construida al pie del cerro del Tepeyac. Su culto se propagó rápidamente e influyó mucho para la difusión de la fe entre los indígenas. Después de habérsele construido sucesivamente otros tres templos al pie del cerro, se construyó el actual, que fue terminado en 1709 y elevado a la categoría de basílica por san Pio X en 1904.
No olvidemos que María quiere darnos a su Hijo; el Hijo quiere darse a sí mismo. Guadalupe y la Eucaristía son dos misterios inseparables. La voluntad de la Señora brota de la voluntad del Señor, y ambas voluntades admirablemente unidas se vuelven una sola ofrenda en el altar, especialmente cuando el sacerdote dice: "Por Cristo, con Él y en Él...".
Guadalupe es una escuela de evangelización y, a la vez, una escuela de adoración. Un lugar para admirar, agradecer y celebrar, así como un camino para aprender a proclamar, profesar y predicar el misterio de Cristo, Hijo del Dios "por quien se vive". La Virgen de Guadalupe siempre está dispuesta a dar auxilio y defensa en las tribulaciones; es, además, un impulso hacia la práctica de la caridad cristiana, al mostrar la predilección de María por los humildes y necesitados, y su disposición por remediar sus angustias.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!!
ORACIÓN
A LA VIRGEN DE GUADALUPE
¡Oh Virgen Inmaculada, Madre del verdadero Dios y Madre de la Iglesia! Tú, que desde este lugar manifiestas tu clemencia y tu compasión a todos los que solicitan tu amparo; escucha la oración que con filial confianza te dirigimos y preséntala ante tu Hijo Jesús, único redentor nuestro.
Madre de misericordia, Maestra del sacrificio escondido y silencioso, a ti, que sales al encuentro de nosotros, los pecadores, te consagramos en este día todos nuestro ser y todo nuestro amor. Te consagramos también nuestra vida, nuestros trabajos, nuestras alegrías, nuestras enfermedades y nuestros dolores.
Da la paz, la justicia y la prosperidad a nuestros pueblos; ya que todo lo que tenemos y somos lo ponemos bajo tu cuidado, Señora y madre nuestra.
Queremos ser totalmente tuyos y recorrer contigo el camino de una plena fidelidad a Jesucristo en su Iglesia: no nos sueltes de tu mano amorosa.
Virgen de Guadalupe, Madre de las Américas, te pedimos por todos los obispos, para que conduzcan a los fieles por senderos de intensa vida cristiana, de amor y de humilde servicio a Dios y a las almas.
Contempla esta inmensa mies, e intercede para que el Señor infunda hambre de santidad en todo el Pueblo de Dios, y otorga abundantes vocaciones de sacerdotes y religiosos, fuertes en la fe, y celosos dispensadores de los misterios de Dios. Amen.
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