lunes, 11 de enero de 2021

Muchos pueden sentir el deseo de arrepentirse, pero un arrepentimiento sin fe te lleva a la desesperación y una fe sin arrepentimiento es una idea vacia.

Hebreos 1, 1-6

En distintas ocasiones y de muchas maneras habló Dios antiguamente a nuestros padres por los profetas.
Ahora, en esta etapa final, nos ha hablado por el Hijo, al que ha nombrado heredero de todo, y por medio del cual ha ido realizando las edades del mundo.
Él es reflejo de su gloria, impronta de su ser. Él sostiene el universo con su palabra poderosa. Y, habiendo realizado la purificación de los pecados, está sentado a la derecha de su majestad en las alturas; tanto más encumbrado sobre los ángeles, cuanto más sublime es el nombre que ha heredado.
Pues, ¿a qué ángel dijo jamás: «Hijo mío eres tú, hoy te he engendrado», o: «Yo seré para él un padre, y él será para mí un hijo»?
Y en otro pasaje, al introducir en el mundo al primogénito, dice: «Adórenlo todos los ángeles de Dios.»
Palabra de Dios


Salmo 96 " Adorad a Dios, todos sus ángeles"

Marcos 1,14-20
Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios. Decía:
-«Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»
Pasando junto al lago de Galilea, vio a Simón y a su hermano Andrés, que eran pescadores y estaban echando el copo en el lago.
Jesús les dijo:
-«Venid conmigo y os haré pescadores de hombres.»
Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron.
Un poco más adelante vio a Santiago, hijo de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. Los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon con él.
Palabra del Senor


La primera lectura nos muestra el misterio del Hijo de Dios que va desde su encarnación hasta su Pascua. En ambos acontecimientos en el nacimiento, en la muerte y resurrección lo que podemos ver es el amor de Dios encarnado en el rostro de Cristo, un amor que lo lleva a abajarse hasta llegar a nosotros, Él se volvió niño para ser uno de nosotros para mostrarnos con su vida el camino para llegar al Padre y descubrir cuales son los deseos o la voluntad del Padre. Cristo con su testimonio de vida nos enseña cómo el Reino de Dios si puede reinar en medio de este mundo. El secreto de Jesus es cumplir la voluntad del Padre.

En el evangelio vemos que Jesus después de saber del arresto de Juan Bautista, dice “ Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio “. En otras palabras es “ arrepentirse y creer “.

Muchas veces hemos escuchado estas palabras en boca de Juan Bautista o del mismo Cristo “ convertíos y creed “, “ arrepentíos y creed “. ¿Por qué es tan importante estas dos acciones? El arrepentimiento sin fe trae desesperacion. y la fe sin arrepentimiento es una idea vacia.

Para arrepentirnos tenemos que conocernos. El que se conoce a profundidad ante los ojos de Dios, descubre a un Dios que es muy bueno, que es misericordioso, y sobre todo que nos ama hasta el extremo. Esa mirada es de Dios hacia nosotros. Luego esa mirada es de nosotros hacia Dios. Al pasar el amor de Dios por nuestra vida nos damos cuenta que no le hemos correspondido de igual manera porque no hemos hecho su voluntad. La única manera de que el amor de Dios sea correspondido se resume en estas dos mandamientos “ Amar a Dios sobre todas las cosas “ y “ Amar al prójimo como a sí mismo”.

Cuando tu pones a Dios en primer lugar, Él mismo pondrá orden a tu vida. Todo aquello que ocupe el primer lugar que no es Dios, es tu faraón, tu idolo, eso es lo que te domina. Reconocer que es lo que ocupa en primer lugar en tu vida ya es un primer paso, lo más difícil es aceptarlo. Para algunos puede ser la familia, los hijos, el cónyuge, para otros el trabajo, las diversiones, las amistades, para otros la codicia, las adicciones; quizás para algunos es el rencor, los celos, la envidia, la tristeza, el desánimo, la pereza, para otras la religiosidad vacía.

Pídele al Señor que desde su misericordia y con la ayuda del Espíritu Santo te de la gracia de conocerte a profundidad para que puedas descubrir tus fallas. El que reconoce sus faltas ante los ojos de Dios se empieza a liberar de sus propias cegueras y con la Fe puesta en el Señor y confiando en Cristo es capaz de vencer el pecado. Esa es la razón por la que el arrepentimiento va unido a la Fe y viceversa.

Mi amado Jesús, tú eres el único que puede traer orden a mi vida. Pero para eso yo debo de reconocer que mi vida no está ordenada conforme a la voluntad y deseos de Dios. Por eso te pido que desde tu misericordia me des la gracia de tener un corazón humilde para reconocer desde mi orgullo cuales son aquellas cosas que deben ser cambiadas por ti, no permitas que me excuse o  justifique. Tu mismo me regalaste la inteligencia y la ciencia para reconocer la verdad que Tú me quieres revelar,  que esta inteligencia la use para buscarte y poderte encontrar. Que mi corazón vuelva a donde ti, como aquel día en que salí de ti, eso es arrepentirse. Trabaja en mi voluntad quebrando mi orgullo, porque el orgullo solo me lleva a la destrucción y a la mentira. Deseo que el centro de mi corazón sea Tu Senor, porque si yo te tengo, ¡nada me hará falta! Amen.

Dios te bendiga,

¡¡¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!--

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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