viernes, 11 de junio de 2021

Cristo te ama hasta la locura



 Cristo te ama hasta la locura

Primera lectura
Lectura de la profecía de Oseas 11, 1b. 3-4. 8c-9
Esto dice el Señor:
«Cuando Israel era joven lo amé y de Egipto llamé a mi hijo. Era yo quien había criado a Efraín, tomándolo en mis brazos; y no reconocieron que yo lo cuidaba.
Con lazos humanos los atraje con vínculos de amor.
Fui para ellos como quien alza un niño hasta sus mejillas.
Me incliné hacia él para darle de comer.
Mi corazón está perturbado, se conmueven mis entrañas.
No actuaré al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín, porque yo soy Dios, y no hombre; santo en medio de vosotros, y no me dejo llevar por la ira».
Palabra de Dios


Salmo Is 12, 2-3. 4bcd. 5-6 R. Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación.

Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 3, 8-12. 14-19
Hermanos:
A mí, el más insignificante de todos los santos, se me ha dado la gracia de anunciar a los gentiles la riqueza insondable de Cristo, e iluminar la realización del misterio, escondido desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo.
Así, mediante la Iglesia, los principados y potestades celestes conocen ahora la multiforme sabiduría de Dios, según el designio eterno, realizado en Cristo, Señor nuestro, por quien tenemos libre y confiado acceso a Dios por la fe en él.
Por eso doblo las rodillas ante el Padre, de quien toma nombre toda paternidad en el cielo y en la tierra, pidiéndole que os conceda, según la riqueza de su gloria, ser robustecidos por medio de su Espíritu en vuestro hombre interior; que Cristo habite por la fe en vuestros corazones; que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento; de modo que así, con todos los santos, logréis abarcar lo ancho, lo largo, lo alto y lo profundo, comprendiendo el amor de Cristo, que trasciende todo conocimiento.
Así llegaréis a vuestra plenitud, según la plenitud total de Dios.
Palabra de Dios

Evangelio del día

Lectura del santo evangelio según san Juan 19, 31-37
Los judíos, como era el día de la Preparación, para que no se quedaran los cuerpos en la cruz el sábado, porque aquel sábado era un día grande, pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y que los quitaran.
Fueron los soldados, le quebraron las piernas al primero y luego al otro que habían crucificado con él; pero al llegar a Jesús, viendo que ya había muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados, con la lanza, le traspasó el costado, y al punto salió sangre y agua.
El que lo vio da testimonio, y su testimonio es verdadero, y él sabe que dice verdad, para que también vosotros creáis.
Esto ocurrió para que se cumpliera la Escritura: «No le quebrarán un hueso»; y en otro lugar la Escritura dice: «Mirarán al que traspasaron»
Palabra del Señor


Una de las bendiciones que tengo es poder ayudar a los niñ@s en la preparación de los sacramentos. Los padres si supiéramos la importancia que es darle un buen acompañamiento a ellos nos evitaríamos tantos dolores de cabeza más adelante. Nuestros hij@s no deberían olvidar su primer amor, y el primer amor es Dios porque de Él nacimos.

Nos dice la lectura “ Cuando Israel era joven lo amé y de Egipto llamé a mi hijo. Era yo quien había criado a Efraín, tomándolo en mis brazos; y no reconocieron que yo lo cuidaba”. Antes de nosotros nacer, ya Dios nos amaba, y a través de los sacramentos Él se hace presente en nuestra vida para que no nos sintamos solos. Nos dice el Señor a través del profeta Oseas “ Con lazos humanos los atraje con vínculos de amor “. Los mandatos del Señor no son para incomodarnos o hacernos la vida más pesada, todo lo contrario por amor nos los enseña a través de su hijo Jesucristo para mostrarnos el camino que nos lleva a la salvación.  
A renglón seguido nos dice la lectura “ Me incliné hacia él para darle de comer”, El Señor se baja hasta la condición del ser humano, dejando su majestad, su grandeza, su divinidad para acercarse a nosotros. Pero nosotros somos ingratos, rebeldes, necios y el corazón del Señor grita desde sus entrañas porque no quiere perdernos. Por último nos dice “ No actuaré al ardor de mi cólera, no volveré a destruir a Efraín, porque yo soy Dios, y no hombre; santo en medio de vosotros, y no me dejo llevar por la ira”. Dios desde su amor nos extiende y nos sigue extendiendo su misericordia porque se resiste a perder a cada uno de sus hijos, los cuales fueron pagados a un precio muy alto, la sangre de su propio hijo Jesucristo.

Hoy nuestra Iglesia celebra la Fiesta del Sagrado Corazón y nos invita  a mirar hacia Dios y agradecer su amor misericordioso. A mirar hacia Cristo y ver la seriedad de su amor, que le llevó a entregarse en la cruz por nosotros. A mirar al Espíritu, el Amor de Dios que ha sido infundido en nuestros corazones. Y a vivir así envueltos en el amor del Dios Trinidad.

Dios es amor y como su esencia es el amor, solo puede tener relaciones de amor. Es por eso que en el Antiguo Testamento encontramos historias de ternura, fidelidad, benevolencia… La Historia de la Salvación es una larga historia amorosa protagonizada por Dios, Cristo y la Iglesia.
Retomando la primera lectura Dios se compara a un padre que ama a su hijo, que es el pueblo de Israel, enseñándole, alimentándole, defendiéndolo (Oseas 11, i, 3-4.8). Y San Pablo escribe: “Que el amor sea vuestra raíz y vuestro cimiento… comprendiendo lo que trasciende toda filosofía: el amor cristiano” (Efesios 3, 8-12).

Cristo es el regalo de amor que el Padre Dios nos regala para demostrar su amor. Cristo es el rostro del amor de Dios. Su muerte en la cruz es la máxima expresión de su amor por el rescate de todos.

Hoy es un dia mas para que volvamos al primer amor, al amor de Dios porque de Él nacemos y existimos. Señor dame la voluntad de volver hacia Ti para reconocer tu inmenso amor y agradecer tu amor misericordioso que se hizo visible en el rostro de tu Hijo Jesucristo. Un amor hasta el extremo que lo llevó a negarse así mismo para darnos vida y una vida en plenitud. Que por la gracia de su Santo Espíritu tu amor nos inunde, nos llene e infunda en nuestros corazones para que la presencia de Cristo vida en nosotros y viviendo en vueltos en el amor de la Santísima Trinidad encienda en nosotros el fuego de la caridad para que unidos más a Cristo te reconozcamos presente en los hermanos, Amén.

Dios te bendiga

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

--

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

Encuentranos en : www.catolicosregina.com

Siguenos en facebook  https://facebook.com/orandoyviviendo/ 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

  Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios. Primera lectura Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a ...