lunes, 30 de mayo de 2022

¡Nuestra unión con Cristo nos hace vencedores del mundo !



 ¡Nuestra unión con Cristo nos hace vencedores del mundo !


Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (19,1-8):

Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó la meseta y llegó a Éfeso. Allí encontró unos discípulos y les preguntó:
«¿Recibisteis el Espíritu Santo al aceptar la fe?».
Contestaron:
«Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo».
Él les dijo:
«Entonces, ¿qué bautismo habéis recibido?».
Respondieron:
«El bautismo de Juan».
Pablo les dijo:
«Juan bautizó con un bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyesen en el que iba a venir después de él, es decir, en Jesús».
Al oír esto, se bautizaron en el nombre del Señor Jesús; cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y se pusieron a hablar en lenguas extrañas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres.
Pablo fue a la sinagoga y durante tres meses hablaba con toda libertad del reino de Dios, dialogando con ellos y tratando de persuadirlos.
Palabra de Dios

Salmo  67,2-3.4-5ac.6-7ab “  Reyes de la tierra, cantad a Dios “

Evangelio de hoy
Lectura del santo evangelio según san Juan (16,29-33):

En aquel tiempo, aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús:
«Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios».
Les contestó Jesús:
«¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo».
Palabra del Señor

En la primera lectura nos dice que Pablo fue a la sinagoga y durante tres meses hablaba con toda libertad del Reino de Dios, dialogando con ellos y tratando de persuadirlos”. Y podríamos añadir: y el Espíritu estaba con él.

Muchas veces nos han propuesto que demos alguna charla, en mi caso por ejemplo que sea la guía de los candidatos para la preparación de los diferentes sacramentos de la iglesia. Por más que te prepares con el material y sabes de que vas hablar, quien va dirigiendo las sesiones es el Espíritu Santo, porque Él sabe que es lo que la otra persona necesita, cuáles son sus dificultades y preocupaciones.  

Alguno le puede suceder que alguien se les acerca a pedirle un consejo y no sabes que decirle a la persona. En otros casos se da que sabes que la persona está en dificultades pero no sabes como abordarla, por donde empezar. Para los casos anteriores sentimos temor y no sabemos qué hacer. Claro que es normal pero si de verdad creemos en el Espíritu Santo no tenemos por qué tener miedo a nada. Cuando Pablo bautiza a esos discípulos que andaban confundidos la fuerza del Espíritu se manifiesta en ellos y serán capaces de predicar el Reino a las naciones.

De la Santísima Trinidad siempre reconocemos Dios Padre y Dios Hijo, pero Dios Espíritu Santo a veces ni lo reconocemos como vive y actúa en medio de nosotros y es por eso que no le permitimos que haga parte de nuestra vida. Si de verdad creemos, si de verdad queremos, la fuerza del Espíritu Santo nos acompañará siempre y en todo lugar, Él mismo nos ayudará a saber qué hacer, qué decir, a descubrir dónde está la verdad y dónde está la mentira. Es dejarte guiar y llevar por El. Si alguien te pide un consejo pidele a Dios que a través de ti Él se haga presente para que el otro reciba el mensaje que el Señor le quiere dar. Ante una dificultad, invoca al Espíritu Santo para que te aclare y ponga en orden tus ideas, tus pensamientos y tus emociones.

Dios está con nosotros, no tengamos duda de esto. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo nos acompañan siempre sin importar lo que hagamos y dejemos de hacer. Como aquellos discípulos estamos llamados a enfrentarnos al mundo con la mejor de las armas: La Palabra, las enseñanzas de Cristo, el Hijo del Hombre, el Resucitado. No tengamos miedo. Dios nos dejo Su Palabra, el Hijo de Dios hizo carne la Palabra de Dios y el Espíritu Santo nos recuerda la Palabra de Dios y las obras del Hijo, y a la vez nos impulsa para que busquemos la verdad, la verdad que es ante los ojos de Dios hemos fallado en las obras de amor. La misión del Espíritu Santo es hacernos recordar los errores del pasado para llevarnos hacia el arrepentimiento. Esa es la primera victoria para comenzar un camino hacia la conversión. Pero además el Espíritu Santo no nos deja solo allí, sino que nos hace ver que tenemos un futuro y nos impulsa hacia adelante. Aunque hayamos caído por nuestros errores, tenemos a Cristo que padeció y sufrió, luchó contra el mal pero Dios se Glorificó en El. Así como Cristo venció al mundo nosotros también estamos llamados a hacerlo.

Mi amado Jesús, cuando recibo y abrazo la fe estoy abrazando a la vez a tu Espíritu Santo. Gracias por darme Tu Paraclito porque es a quien necesito para vivir en este mundo porque El trae claridad a mi corazón para que pueda arrepentirme por las faltas de amor. Tu Espíritu Santo me impulsa a buscar la verdad, la verdad que hay en mi, esa verdad que solo tu y yo sabemos y que lastiman a los demás. Espíritu Santo conquista mi corazón para que en mi nazca una verdadera conversión, que unid@ a ti encuentre la paz y la victoria sobre el mundo para que como Tu pueda yo decir “ Yo he vencido al mundo por el poder del Espíritu Santo, para la Gloria y el Honor del Hijo de Dios!”.   Amen.  

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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