Nuestro verdadero descanso está en el Señor
Lectura de la carta del apóstol Santiago 4,1-10:
" Acercaos a Dios y El se acercará a vosotros "
Salmo 54,7-8.9-10a.10b-11.23 R/. Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará
Lectura del santo evangelio según san Marcos 9,30-37
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y después de muerto, a los tres días resucitará». Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaún, y una vez en casa, les preguntó: «¿De qué discutíais por el camino?». Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos». Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como este en mi nombre, me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».
Palabra del Señor
Celebramos la llegada de Pentecostés una vez más, y mi alma está llena de gozo al saber que contamos contigo Señor, Tú eres nuestro auxilio, guía, abogado y protector. Tu Espíritu Santo es quien nos da la fuerza en la voluntad para acercarme a ti y llenarme de tu valentía pudiendo enfrentar los desafíos del mundo y a las limitaciones humanas. Ayúdame a recordar siempre que mis preocupaciones encuentran paz y serenidad cuando te las entrego y confío en lo que tu vas hacer por mi. La buena y grande noticia es que el mal siempre es vencido ante ti, Tu eres el guardián que nunca duerme y donde mi alma puede descansar.
Gracias Señor porque tu voz me llena de esperanza y confianza, eleva mi alma y da claridad a mis pensamientos. Tu voz me impulsa a acercarme hacia ti con un corazón humilde y Tu te acercas a nosotros rodeandonos de Tu protección y bendición.
Dame la gracia Señor que cada prueba o dificultad vuelva hacia ti para que yo reciba tu abrazo, que pueda sentir tu cercanía, recupere mi confianza y me llene de tu ternura. Quiero ser extensión de los abrazos divinos con el prójimo, abrazos que son sanadores porque abrigan, animan y fortalecen. Así como los niños descansan en los brazos de sus padres, de la misma manera yo quiero descansar para poder escuchar en mi corazón palpitante la canción de Dios. Amen.
Dios te bendiga,
¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!
†
Que la
paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en
el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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