miércoles, 24 de junio de 2020

Juan Bautista tiene el único propósito y es de dar testimonio de la gracia divina. De la misma manera nosotros.


Isaías 49,1-6
Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: "Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso." Mientras yo pensaba: "En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas", en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios. Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel -tanto me honró el Señor, y mi Dios fue mi fuerza-: "Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel; te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra."
Palabra de Dios

La primera lectura es preciosa porque descubrimos cómo Dios nos llama para ser sus servidores sin importar lo que somos. El nos llama desde lo que somos, desde nuestras fortalezas y debilidades. Desde que nacemos estamos llamados a ser servidores de Dios. Bien lo dice en la lectura “ Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó; en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre” .

Cuando uno ve pasar su vida a través del tiempo se da uno cuenta que hay cosas que tuvieron que pasar o que el mismo Dios permitió para que nosotros nos convirtieramos en sus testigos. Por ejemplo, en mi caso puedo decir que una de las misiones es poder ayudar a las parejas cuando están en dificultades en su relación como pareja. Tuve que vivir ciertas situaciones, comprender cuales son los retos que cada uno de los cónyuges tiene, cuáles son las raíces de los problemas que enfrentan las parejas, y cómo se pueden solucionar o enfrentar esa situación con la ayuda de Cristo. Todo este aprendizaje de alguna manera me ha dado luces para poder tratar de ayudar a otras parejas que están enfrentando crisis en su relación. .
Pienso, que aquella persona que ha vivido la dificultad o la debilidad y la ha sabido enfrentar con ayuda de Dios, sus palabras son más convincentes para los demás porque al experimentar o pasar por esa situación, sus consejos tienen sabiduría, tienen la fuerza de Dios. El o ella ya sabe que es pasar o vivir esa situación; ya ha experimentado ese dolor, y de alguna manera sus palabras da más credibilidad porque el otro al sentirse identificado por la misma situación de la otra persona se hace más cercano uno al otro. 

Si Dios te sana no es solo es para tu beneficio sino para que ayudes a otros. Hoy hazte esta pregunta…. Dios te dice "Tú eres mi siervo, de quien estoy orgulloso." , realmente el Señor si está orgulloso de nosotros por ser sus siervos? sera que si somos siervos de Dios? o será que somos siervos de todo y de todos menos de Dios?

Salmo 138 " Te doy gracias, porque me has escogido portentosamente"

Hechos13,22-26
En aquellos días, dijo Pablo: "Dios nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: "Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos." Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: "Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias." Hermanos, descendientes de Abrahán y todos los que teméis a Dios: a vosotros se os ha enviado este mensaje de salvación."
Palabra de Dios


Juan, el Bautista, tiene su nombre en la Iglesia en razón de su obra más característica: los bautismos que realizaba a orillas del río Jordán. Le llamamos “el bautista”, esto es, “el bautizador” por esa obra de predicación profética que sirvió de preparación inmediata al ministerio público de Jesús. Como nos lo dice en la lectura  "Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias." . Juan Bautista sabe que es el servidor del Señor, que hay uno mas grande que El, Cristo. Sin embargo, Juan fue preparación para la obra de Cristo no sólo con los bautismos. Mucho antes de que su palabra resonara en el desierto, Juan era precursor de Nuestro Señor. Qué es ser precursor? es quien tiene la tarea de despertar las conciencias dormidas por causa del pecado. Su presencia en el mundo es fruto de un designio de Dios que quiso vencer la esterilidad de Zacarías e Isabel, y vencer también su avanzada edad, regalándoles un niño. Esa misma esterilidad nos trae el pecado, estar alejados de Dios. De ahí empezamos a ver la gracia o el regalo de Dios para sus padres a través de su hijo Juan.

Juan Bautista tiene el único propósito y es de dar testimonio de la gracia divina.

Lucas 1,57-66-80
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban. A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: "¡No! Se va a llamar Juan." Le replicaron: "Ninguno de tus parientes se llama así." Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. El pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre." Todos se quedaron extrañados. Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: "¿Qué va ser este niño?" Porque la mano del Señor estaba con él. El niño iba creciendo, y su carácter se afianzaba; vivió en el desierto hasta que se presentó a Israel.
Palabra del Señor

En el dia de ayer en la Lectio Divina el título era “ MANIFESTEMOS A CRISTO EN TODA NUESTRA VIDA “. En ella nos decía que hay tres cosas que manifiestan y distinguen la vida del cristiano: la acción, la manera de hablar y el pensamiento. De ellas, ocupa el primer lugar el pensamiento; viene en segundo lugar la manera de hablar, que descubre y expresa con palabras el interior de nuestro pensamiento; en este orden de cosas, al pensamiento y a la manera de hablar sigue la acción, con la cual se pone por obra lo que antes se ha pensado. Siempre, pues, que nos sintamos impulsados a obrar, a pensar o a hablar, debemos procurar que todas nuestras palabras, obras y pensamientos tiendan a conformarse con la norma divina del conocimiento de Cristo, de manera que no pensemos, digamos ni hagamos cosa alguna que se aparte de esta regla suprema.

Quieres saber que hay en el profundo del corazón una persona? Déjalo hablar, escuchalo y tendrás una idea de quién es esa persona. Hay personas que solo salen palabras de su boca ira, desagravios, frustración, dolor, y es que en el fondo no han podido sanar una herida que llevan en el alma.
El pensamiento está en lo más profundo de nuestro corazón. Quizás podemos maquillar nuestras acciones y la manera de hablar por un tiempo o por largo tiempo, pero tarde o temprano va relucir o aparecer lo que realmente somos. Es por eso que le tenemos que pedir a Dios que nos sane los recuerdos, los pensamientos, las experiencias dolorosas porque de lo contrario vamos hablar desde el dolor y la frustración. Es por eso que nosotros somos lo que pensamos. Si nuestros pensamientos se alimentan de odio, rencor, envidia, celos, eso es lo que nosotros vamos hablar y actuar. Si te alimentas de quien da la vida tu manera de pensar, de hablar y actuar dara vida. Esa es la razón por la que debemos de cuidar nuestros sentidos porque ellos van a determinar quién soy. Volviendo a tomar la idea central del principio lo que distingue la vida del cristiano es: la acción, la manera de hablar y el pensamiento.

Juan Bautista nos deja ver que el amor y la fidelidad a Cristo hace que nuestra alma se ajuste y se adapte al mismo Cristo. Esto exige denunciar el pecado, reconocer el pecado que habita en nosotros y descubrir la necesidad de una verdadera conversión. Acercarnos al corazón de Cristo nos da la nitidez que El solo puede dar a nuestra alma. Cristo es la fuente de esa nitidez y nosotros la tenemos derivada de esta fuente.

Mi amado Jesus, ayudanos a manifestar tu presencia con nuestra propia vida. Tu nos llamas y nos llamaste desde el vientre de nuestra madre para ser como tú, dador de vida. Por eso cuida mis sentidos, especialmente mis pensamientos porque asi como tu te comunicas conmigo a través de ellos, también el mal lo utiliza para distorsionar la verdad. Lo que tenga en mi corazón va definir mis palabras, mi manera de hablar. Con las palabras   se expresa mi pensamiento interior. Quiero llenarme de tu presencia para que mis palabras sea constructivas y no destructivas. Que mi acción sea guiado por Tu Santo Espíritu para acercar más corazones hacia ti y ser testimonio de la gracia divina, Tú que eres nuestro salvador que trae vida a mi vida, Amén.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!!

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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