lunes, 7 de noviembre de 2022

Un buen indicador de cómo estamos llenos de amor es la capacidad del perdón.

 


Un buen indicador de cómo estamos llenos de amor es la capacidad del perdón.


Primera lectura
Comienzo de la carta del apóstol san Pablo a Tito 1,1-9:

Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, para suscitar la fe de los elegidos de Dios y el conocimiento de la verdad, que, de acuerdo con la piedad, lleva a la esperanza de la vida eterna; esta fue prometida antes de los siglos por Dios, que nunca miente; al llegar el tiempo apropiado, él manifestó su palabra por la predicación que me fue confiada según el mandato de Dios nuestro Salvador, a Tito, verdadero hijo en la fe que compartimos: gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Salvador nuestro.
Mi intención al dejarte en Creta era que acabaras de organizar lo que aún faltaba por hacer y constituyeses presbíteros en cada ciudad, siguiendo las instrucciones que te di.
Que el presbítero sea alguien sin tacha, marido de una sola mujer, que tenga hijos creyentes, a los que no quepa acusar de vida desenfrenada ni de ser unos insubordinados.
Porque es preciso que el obispo sea intachable, como administrador que es de la casa de Dios; que no sea presuntuoso, ni colérico, ni dado al vino, ni pendenciero, ni ávido de ganancias poco limpias.
Al contrario, ha de ser hospitalario, amigo del bien, sensato, justo, piadoso, dueño de sí.
Debe mostrar adhesión al mensaje de la fe de acuerdo con la enseñanza, para que sea capaz tanto de orientar en la sana doctrina como de rebatir a los que sostienen la contraria.
Palabra de Dios

Sal 23 R/. Esta es la generación que busca tu rostro, Señor.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 17,1-6

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Es imposible que no haya escándalos; pero ¡ay de quien los provoca!
Al que escandaliza a uno de estos pequeños, más le valdría que le ataran al cuello una piedra de molino y lo arrojasen al mar. Tened cuidado.
Si tu hermano te ofende, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo; si te ofende siete veces en un día, y siete veces vuelve a decirte: “Me arrepiento”, lo perdonarás».
Los apóstoles le dijeron al Señor:
«Auméntanos la fe».
El Señor dijo:
«Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería».
Palabra del Señor

Las lecturas de hoy nos invitan a que todo cristiano debemos llevar una vida coherente para no ser motivo de escándalo para los demás. Pero qué significa ser cristiano y qué responsabilidad tenemos como cristrianos?

El cristiano es mensajero del amor de Dios, sin importar la situación, el lugar, o hasta con quienes estamos. El mismo Dios nos da Su gracia para que podamos ser extensiones de su amor por eso debemos estar unidos a Él porque su fuente es la que nos llena y fecunda evitando que nos agotemos en hacer en bien.  

El cristiano debe ser persona de oración,  oración que no es solo ir a misa, o rezar novenas y rosarios, o hacer solo obras de caridad. La oración es estar a solas con quien sabemos que nos ama. La oración nos hace crecer en la fe porque sabemos quién es el que nos escucha. La oración personal e íntima permite que nuestra relación con el creador se fortalezca porque vamos conociendo al otro, y a medida que lo voy conociendo voy abriendo mi corazón al amado y empiezo a confiar. Quien ama confía y deposita su confianza al amado.  

El cristiano debe ser otro Cristo en esta tierra. Por la fe que compartimos reconocemos a Cristo como el Hijo de Dios. Él es nuestro modelo a seguir, pero para que podamos alcanzar su estatura, tener sus sentimientos, amar y servir como Él lo hizo, Él mismo nos da su gracia a través de Su Espíritu Santo.  Como decía Santa Teresita del Niño Jesús, “ La loca de la casa “, refiriéndose a la cabeza “ solo será vencida con la fuerza del amor de Dios que habita en nuestro corazón”. Mientras tengamos este cuerpo y estemos en este peregrinaje, habrán luchas internas todo el tiempo, a veces caeremos pero el Señor con su gracia nos levanta y nos perdona, su misericordia no tiene límites.  

El evangelio de Lucas nos presenta tres puntos, escándalo, perdón y fe. Estos tres nos llevan a una auténtica convivencia, crecimiento como personas y a la misión de la Iglesia de Cristo.

Todos estamos expuestos al escándalo porque aunque no queramos a veces caemos en incoherencias. De ahí la importancia de la oración y el discernimiento. El perdón nos invita a abandonar los resentimientos, y cuando alguien nos ofenda, si nos dice que se arrepiente, no tengamos reparo en brindarle nuestro perdón, no nos dejemos llevar por el orgullo herido. Más bien tengamos un corazón abierto a aceptar las disculpas de nuestro hermano, cuando nos las ofrezcan. Un buen indicador de cómo estamos llenos de amor es la capacidad del perdón. Por último la fe, los Apóstoles le piden a Jesus que les aumente la fe, y entonces les pone el símil del grano de mostaza y la morera. Pensamos que tenemos fe porque recitamos el Credo, porque Jesus nos hace milagros, porque las cosas nos salen como esperamos, pero tener fe es ir más allá…  ¿hemos meditado detalladamente cada una de las frases del Credo? ¿Estamos convencidos de que Jesús es el verdadero Hijo de Dios encarnado por nosotros para nuestra salvación?. Dependiendo de nuestra unión con el Padre y con el Hijo, a través del Espíritu Santo, nuestras actitudes las reflejaremos a los demás. Esto es alcanzar la estatura y los sentimientos de Cristo.

Mi amado Jesús, la alegría cristiana es contagiosa, porque el Evangelio nos hace salir de nosotros  mismos para comunicar la belleza del amor de Dios. La alegría cristiana no se puede guardar para uno mismo, hay que hacerla circular para que se multiplique. Lo que hace posible esta verdad es la acción del Espíritu Santo que habita y obra en medio de nosotros. El Espíritu de Dios actúa como quiere y donde quiere y me acompaña en todo momento. No permitas que yo sea escándalo para otros y si lo soy, dame la humildad para reconocer mis faltas y pedir perdón. Si son los otros quienes me ofenden y me lastiman, dame un corazón lleno de amor para acogerlos como tú los acoges. Gracias por traer luz a mi vida a través de tu Palabra, que la reciba en paz y con alegría sabiendo que ella va hacer algo bueno en mi. En los momentos de fragilidad y de soledad tomame en tus brazos para no caer en el vacío, porque Tu eres mi salvación, mi escudo, mi roca en donde debo poner mi confianza en todo momento, Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!


--

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

Encuentranos en : www.catolicosregina.com

Siguenos en facebook  https://facebook.com/orandoyviviendo/ 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

  Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios. Primera lectura Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a ...