Fiarse en el Señor es caminar hacia adelante sin temor alguno porque Él está con nosotros.

 

Fiarse en el Señor es caminar hacia adelante sin temor alguno porque Él está con nosotros. 

Lectura del libro del Génesis 46,1-7.28-30:
" Ahora puedo morir, después de haber contemplado tu rostro y ver que vives todavía".

Salmo 36,3-4.18-19.27-28.39-40 R/. El Señor es quien salva a los justos

Lectura del santo evangelio según san Mateo 10,16-23

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas. Pero ¡cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os entreguen, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que decir, porque no seréis vosotros los que habléis, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán. Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra. En verdad os digo que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre».

Palabra del Señor

Soy consciente Señor que el milagro que harás en mi depende de mi fe. Por eso Señor ayúdame a creer y abandonarme más en ti, acrecienta mi amor qué digo tenerte para que tu encuentres una morada donde poder habitar. Necesito permanecer haciendo el bien conforme a tu voluntad y ser fiel a tu amor, voluntad en mi alma la necesito para caminar en la verdad y así apartarme del mal, porque Tu eres un Dios que ama la justicia y no abandona a quienes te aman en corazón y en verdad.  Saldré victorioso si no miro hacia atrás, si no me miento a mí mismo y tampoco trate de engañarte. Tu me conoces muy bien, y a pesar de eso me sigues amando, bendiciendo y cuidando. Puesta la mirada y aferrada a ti mi corazón será uno solo contigo y podremos llegar lejos sin importar los obstáculos que aparezcan en el camino. 

Dame la gracia Señor de acogerte cada día para que llegue la salvación a mi alma,  Tu eres el camino que me lleva a la verdadera vida, soy frágil y la lucha es constante pero tu me regalas Tu Santo Espíritu para que permanezca fiel a ti.  Gracias por salvarme de los peligros, por librarme de los malvados y proteger cada paso que doy. Cada batalla ganada el alma se fortalece, cada caída es un golpe a nuestra autosuficiencia y orgullo. 

Te doy gracias por todas las situaciones que permites que sucedan en mi vida porque es a través de ellas el alma se va perfeccionando para que se cumpla la misión de Dios, que mi alma sea el reflejo de tu rostro Señor, Amén. 

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!