lunes, 18 de septiembre de 2017

La oración de intercesión debe ser con un corazón humilde, movido por la misericordia, siendo obediente a la voluntad de Dios, y con fe.


1 Timoteo 2,1-8

Querido hermano: Te ruego, lo primero de todo, que hagáis oraciones, plegarias, súplicas, acciones de gracias por todos los hombres, por los reyes y por todos los que ocupan cargos, para que podamos llevar una vida tranquila y apacible, con toda piedad y decoro. Eso es bueno y grato ante los ojos de nuestro Salvador, Dios, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad. Pues Dios es uno, y uno solo es el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: éste es el testimonio en el tiempo apropiado: para él estoy puesto como anunciador y apóstol -digo la verdad, no miento-, maestro de los gentiles en fe y verdad. Quiero que sean los hombres los que recen en cualquier lugar, alzando las manos limpias de ira y divisiones.
Palabra de Dios

Hoy el apóstol Pablo nos invita a que oremos. Si realmente creyéramos más en el poder de la oración, orariamos más y nos quejariamos menos. Hay algunos que sufren y sus necesidades son muy visibles, es el caso de una enfermedad, de una dificultad económica, la pérdida de un ser querido, pero otros están sufriendo desde su silencio. Extendamos nuestras oraciones hacia los demás, no necesitamos saber cual es el motivo del sufrimiento del otro. La oración de intercesión es también una obra de misericordia que el Señor escucha y más porque es una oración que sale desde lo profundo de nuestro corazón porque se interesa por el bienestar del otro.

La primera lectura también nos pide que nuestras oraciones, plegarias y súplicas sean por los reyes y aquellos hombres y mujeres que ocupan ciertos cargos, en este caso se refiere a los gobernantes. Que diferente sería si los que dirigen el pueblo tuvieran el pensar, el sentir y el actuar de Cristo, como dice la lectura llevariamos una vida más tranquila y apacible con toda piedad y decoro. Si fuese así, nuestras acciones serian agradables para Dios.

También el mensaje de esta lectura nos recuerda que el Mesías, nuestro salvador Jesucristo vino para que todos nos salvemos y además que lleguemos al pleno conocimiento de la verdad. A través de Jesús llegamos al Padre. El nos dara el conocimiento de toda verdad y por ser sus testigos nos convertimos en misioneros de Su Palabra llevando la paz y la unidad donde vayamos. Profesando nuestra Fe y llevando la verdad como Cristo, inspirados y movidos en Su Espíritu y con la comunión con Dios a través de la oración.

Salmo 27 " Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante"

Lucas 7,1-10

En aquel tiempo, cuando terminó Jesús de hablar a la gente, entró en Cafarnaún. Un centurión tenía enfermo, a punto de morir, a un criado a quien estimaba mucho. Al oír hablar de Jesús, le envió unos ancianos de los judíos, para rogarle que fuera a curar a su criado. Ellos, presentándose a Jesús, le rogaban encarecidamente: "Merece que se lo concedas, porque tiene afecto a nuestro pueblo y nos ha construido la sinagoga." Jesús se fue con ellos. No estaba lejos de la casa, cuando el centurión le envió unos amigos a decirle: "Señor, no te molestes; no soy yo quién para que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano. Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace." Al oír esto, Jesús se admiró de él y, volviéndose a la gente que lo seguía, dijo: "Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe." Y al volver a casa, los enviados encontraron al siervo sano.
Palabra de Dios
Gloria a ti Señor Jesús

Tener Fe cuando todo está saliendo bien es muy fácil, permanecer en la Fe cuando hay dificultades eso solo se alcanza por la gracia de Dios.

Tanto en la primera lectura y el evangelio vemos la importancia de la oración por intersección con Fe y esto se concluye cuando el salmista dice  " Bendito el Señor, que escuchó mi voz suplicante".

Hoy el evangelio nos deja claro que aunque este centurión romano le hace una súplica a Jesús, Jesús en vez de hacer alarde de quien es, mas bien le concede su súplica. Pero Jesús que ve en este hombre para concederle lo que él está pidiendo?

Jesús ve en él la humildad. Aunque el centurión tiene el poder de dar órdenes a sus soldados, es por eso su nombre “ centurión “ porque era el máximo responsable de una centuria: una milicia del Imperio Romano compuesta por cien soldados. Este centurión desde la humildad reconoce que el no es digno ante Jesús es por eso que le dice "Señor, no te molestes; no soy yo quién para que entres bajo mi techo; por eso tampoco me creí digno de venir personalmente. Dilo de palabra, y mi criado quedará sano “. Otra actitud que es de admirar es la compasión y la misericordia que tiene este hombre con su criado. El centurión es movido desde su compasión para acercarse a Jesús y pedirle esta súplica. Este hombre no pidió un beneficio para Él sino para su criado. Pero la conversación no solo queda alli. El Centurión le dice a Jesús “ Porque yo también vivo bajo disciplina “, lo que significa que quien sabe dar órdenes primero tuvo que aprender a obedecer. Por último el centurión le dice a Jesús “ Porque yo también vivo bajo disciplina y tengo soldados a mis órdenes, y le digo a uno: "Ve", y va; al otro: "Ven", y viene; y a mi criado: "Haz esto", y lo hace.". Esto es una profesión de Fe y es por ello que Jesús dice "Os digo que ni en Israel he encontrado tanta fe." .

El Centurión estaba seguro del poder de Jesús. Miraba a Nuestro Señor como uno que tiene autoridad en su palabra, pues entendía que la enfermedad y el mal tenían que obedecer a Cristo así como los soldados de un regimiento obedecen a su general. Este tipo de fe trasciende el hecho puntual de la enfermedad de aquel criado. Es verdaderamente una manera de mirar el mundo.

Cristo es quien tiene la victoria frente a toda enfermedad, tristeza, angustia, o de cualquier mal que nos quiera separar o dudar del amor de Dios. Debemos estar es como el soldado firmes con Cristo, porque aunque a veces no entendamos o no tenga sentido lo que ha veces nos sucede, Dios si lo ve y desde su sabiduría permite que ciertas cosas nos sucedan para que nuestra Fe crezca. Porque solo en las dificultades nuestra Fe crece y se fortalece.

Señor gracias porque a través de la oración no solo estoy cerca de ti sino porque tengo la posibilidad de orar e interceder por mis hermanos que sufren. Quiero extender mis oraciones por mi familia, mis amigos, los que me quieren y no me quieren, y también por aquellos que quizás nunca conoceré, dales a ellos salud espiritual y física, tu conoces muy bien sus necesidades. Reconozco que Tu Palabra tiene poder para sanar y liberar, y es por eso que clamo desde lo profundo de mi corazón para que les concedas lo que ellos tanto necesitan, porque Tu sabiduría es divina, agradable y perfecta. Acepto con obediencia Tu voluntad sobre ellos y me acojo al regalo de la Fe que mis súplicas son escuchadas por ti porque Tú Señor escuchaste mi voz suplicante,  Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!! 

Tarea: No ponernos límites, confiar en nosotros mismos y en el poder de Dios


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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