martes, 27 de marzo de 2018

Cuando abres tu corazón te expones a ser vulnerable, pero es mejor eso que construir tu propia cárcel de soledad y amargura.


Isaías 49, 1-6

Escuchadme, islas; atended, pueblos lejanos: Estaba yo en el vientre, y el Señor me llamó en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: "Tu eres mi esclavo (Israel), de quien estoy orgulloso".
Mientras yo pensaba: "En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas", en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios.
Y ahora habla el Señor, que desde el vientre me formó siervo suyo, para que le trajese a Jacob, para que le reuniese a Israel, -tanto me honró el Señor y mi Dios fue mi fuerza-. Es poco que seas mi siervo y restablezcas las tribus de Jacob y conviertas a los supervivientes de Israel: te hago luz de las naciones, para que mi salvación alcance hasta el confín de la tierra.
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura es bellisima. Ayer decíamos que Isaías hace referencia al Mesías, pero no podemos olvidar que cada uno de nosotros como cristianos somos la Luz de Cristo en esta tierra.

Vuelve a leer este pasaje y leelo en primera persona….

Yo estaba en el vientre de mi madre , y el Señor me llamó en las entrañas maternas, y pronunció mi nombre. Hizo de mi boca una espada afilada, me escondió en la sombra de su mano; me hizo flecha bruñida, me guardó en su aljaba y me dijo: "Tu eres mi esclavo (Israel), de quien estoy orgulloso".

Que sientes? que te hace reflexionar esta lectura? Tu no naciste por casualidad, o por error, o eres una equivocación. Para nada!, Dios te llamo desde el vientre de tu madre y te llamo por tu nombre. Si te llama por tu nombre es porque te conoce. Dios me formó, soy parte de Él, puso en mis labios Su Palabra para dar aliento a los que están cansados,  me puso en mis labios su mensaje de amor para evangelizar y dar a conocer su Nombre, Dios me protege, me cuida y me dice ademas “ Tu eres mi esclavo (Israel), de quien estoy orgulloso". Fácilmente a más de uno de nosotros, esta última parte quizás es como si una espada atravesara nuestro corazón. Realmente Dios debería de estar orgulloso de nosotros, de lo que hacemos, de lo que dejamos de hacer?

Reflexiona muy bien el dia de hoy y haz un examen de conciencia y con la sinceridad en tu corazón mira si estas en sintonía con lo que Dios te pide, con lo que Dios espera de ti. Pidámosle al Espíritu Santo de Dios ilumine nuestra vida para que con un buen discernimiento reconozcamos que es lo correcto y que no está bien hecho y así ponernos en camino para que Dios pueda decir “ Reconozco tu esfuerzo, te amo como eres aunque no me gusta ciertos comportamientos tuyos, pero por tu esfuerzo y sinceridad que hay en tu corazón, puedo decir que estoy orgulloso de ti “.

La lectura continúa diciéndonos “ Mientras yo pensaba: "En vano me he cansado, en viento y en nada he gastado mis fuerzas", en realidad mi derecho lo llevaba el Señor, mi salario lo tenía mi Dios “. Muchas veces nos confesamos de los mismos pecados, a veces pareciera que esa debilidad, ese pecado nos tiene sujetados, pero recuerda lo que dice "el Señor defendía mi causa, mi Dios guardaba mi recompensa", en esta batalla no estamos solos, El Señor va delante de nosotros porque somos valiosos para El.

Por eso cada tormenta vencida, cada tentación doblegada, cada pequeño triunfo nos ayuda a creer en el triunfo final y la gran victoria, que vendrán de Dios atravesando la espesura de la noche. Y entonces un rayo de claridad nos envuelve, como lo expresa el profeta en su cántico: "¡soy valioso para el Señor!". Así robustecido, el creyente renueva su camino con mayor alegría y fortaleza, sabiendo que volverá la noche... pero no faltará un nuevo día.

Salmo 70 " Mi boca contará tu auxilio "

Juan 13, 21-33. 36-38

En aquel tiempo, Jesús, profundamente conmovido, dijo: Os aseguro que uno de vosotros me va a entregar.
Los discípulos se miraron unos a otros perplejos, por no saber de quién lo decía. Uno de ellos, al que Jesús tanto amaba, estaba a la mesa a su derecho. Simón Pedro le hizo señas para que averiguase por quién lo decía. Entonces el, apoyándose en el pecho de Jesús, le preguntó Señor: ¿quién es?
Le contestó Jesús: Aquél a quien yo le dé este trozo de pan untado. Y untando el pan se lo dio a Judas, hijo de Simón el Iscariote. Detrás del pan, entró en él Satanás. Entonces Jesús le dijo: Lo que tienes que hacer hazlo en seguida.
Ninguno de los comensales entendió a qué se refería. Como Judas guardaba la bolsa, algunos suponían que Jesús le encargaba comprar lo necesario para la fiesta o dar algo a los pobres.
Judas, después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche. Cuando salió dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él (Si Dios es glorificado en el, también Dios lo glorificará en sí mismo: pronto lo glorificará).
Simón Pedro le dijo: Señor, ¿a dónde vas? Jesús le respondió: Adonde yo voy no me puedes acompañar ahora, me acompañarás más tarde. Pedro replicó: Señor, ¿por qué no puedo acompañarte ahora? Daré mi vida por ti. Jesús le contesto: ¿Con que darás tu vida por mí? Te aseguro que no cantará el gallo antes que me hayas negado tres veces.
Palabra de Dios


Hoy el evangelio vemos como uno de los cercanos de Jesús lo traiciona. Tu y Yo también hemos sido ese Judas. Cuando somos cizañeros y hacemos calumnias, cuando criticamos a los demás, cuando sabiendo que es lo que nos pide Jesús que hagamos por los demás nos hacemos los sordos, los que no entendemos, cuando alguien se nos acerca con una actitud de humildad para pedirnos perdón y con nuestra actitud lo rechazamos, cuando negamos la fe, cuando hacemos comentarios que lastiman y dañan la iglesia, cuando llevamos desesperanza y desamor a los demás, cuando alimentamos resentimiento en nuestro corazón, estas actitudes y otras más, podemos decir que somos como Judas.

Es irónico pero cuando Jesús abre su corazón y su vida, Jesús recibe de parte de Judas, odio, venganza, codicia y resentimiento. Esa es la consecuencia de amar como Jesus. Por eso cuando amas a la manera de Jesús te vuelves vulnerable para los demás. Por tal motivo muchos prefieren escoger no amar, endurecerse, mantenerse en las falsas seguridades. El problema es que esto te aísla y te encarcela. Prefieres entonces una cárcel que es tu propia tumba, o prefieres un corazón abierto que tendrá que soportar heridas.

Bien lo decía Jesús, la semilla debe caer y triturarse para que de fecundidad, o como también otro ejemplo es que debemos pasar por el crisol del horno para que salga una piedra preciosa. De la misma manera que Jesús padeció la traición de sus más queridos, nosotros también lo sufriremos si tomamos la decisión de amar como El ama.

Dice la lectura que Judas después de tomar el pan, salió inmediatamente. Era de noche, sí, porque el sol ya se había escondido bajo el horizonte. Más sobre todo "era de noche" porque en aquel corazón atravesado de dudas y codicias, de preguntas nunca formuladas y dolores sin sanar, sólo quedaba ya oscuridad.

Por último dice la lectura “ Cuando salió dijo Jesús: Ahora es glorificado el Hijo del Hombre y Dios es glorificado en él”. En otras palabras la dureza del castigo como odio, la venganza, la codicia y el resentimiento, hace ver la hermosura del corazón humilde y puro. En el horno de la cruz,  la dureza del castigo y en la herida dolorosa, se va a mostrar quién es Cristo y la grandeza de Dios. 

Este es el camino de Cristo y este es también tu camino, no escojas ser cárcel, no escojas ser tumba, abre tu corazón como lo hizo Cristo, aun sabiendo que serás vulnerable y tendrás que soportar heridas. Pero al final darás vida y vida abundante como lo hizo Cristo.

Señor no soy nada para que me mires y me llames por mi nombre. Hoy con un profundo dolor puedo decirte que no debes de estar orgulloso de mi por las cosas que he hecho y he dejado de hacer. Dame la gracia de hacer un buen discernimiento en mi vida y con la sinceridad de mi corazon reconocer lo que tu esperas de mí y ponerme en camino contigo. Ayúdame a perseverar en ti,  a esforzarme en la oración y a practicar el servicio a los demás para que así puedas decir algun dia “ Reconozco tu esfuerzo, te amo como eres aunque no me gusta ciertos comportamientos tuyos, pero por tu esfuerzo y sinceridad que hay en tu corazón, puedo decir que estoy orgulloso de ti “.  También hoy me pides que me disponga amar y abrir mi corazón a los demás aunque esto signifique ser vulnerable, pero prefiero esto y no construir mi propia carcel. Dame la fortaleza de abrazar la cruz del amor a pesar que tendré que soportar heridas, pero al final te glorificaras en mi para dar vida abundante como lo hiciste tu, Amen, Amen, Amen

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

Tarea : Evitar ser traicioneros

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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