Verdaderas cualidades del servicio: prontitud, amor y oportunidad...
Oremos a la Luz de la Palabra de Dios
Sofonías 3,14-18
" El Señor será el rey de Israel, en medio de ti, y ya no temerás."
Cuando permites que sea Dios quien dirija tus pasos, adios al temor porque El cuida cada paso que des, El prefiere guardarte que perderte "
Isaías 12,2-6
" Qué grande es en medio de ti el Santo de Israel."
Lucas 1,39-56
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito: "¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá."
María dijo: "Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre."
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.
Palabra de Dios
Hoy en este día de la Fiesta de la Visitación de la Virgen Maria te pido que por tu intercesión salgas en mi auxilio para que movida por el Santo Espíritu de Dios sirva al prójimo así como tu lo hiciste. Tres claves tus nos enseñas Maria, la prontitud, el amor, y la oportunidad. La prontitud es descubrir dónde se presenta la necesidad, porque es allí donde se nos necesita. A veces solo nuestra voluntad se mueve en lo que nos gusta hacer o en lo que nos deleita, entonces preferimos hacernos los sordos, los mudos, los indiferentes donde hay la necesidad, donde realmente se nos necesita. No cerremos el corazón ante la necesidad o el dolor del hermano que sufre, así como buscamos con afán, con agilidad lo que nos deleita, lo debemos de hacer con la necesidad o el sufrimiento del prójimo. En otras palabras, hay que ponernos en el zapato del otro. El amor es la segunda clave y es fundamental en el servicio porque es el amor el que nos da los ojos, ojos para mirar al prójimo como próximo descubriendo su necesidad, el amor es el que da manos, el amor es el que da pies, el que ama camina pronto, camina ágil. El amor nos hace creativos y nos lleva a caminar por caminos que parecían imposibles. El amor nos hace ver, sentir y actuar a la manera de Dios. La tercera clave es la oportunidad, oportunidad para acercarse y servir cuando se necesita y oportunidad para reconocer cuál es el momento adecuado de retirarse. No esperemos recibir aplausos y reconocimientos devuelta por el favor o el servicio que hicimos. Más bien seamos discretos en el servir.
Gracias Señor porque a través de Tu Palabra nos enseñas las tres cualidades fundamentales para un verdadero servicio, prontitud, amor y oportunidad, amor que abre caminos para ver dónde está la necesidad, prontitud para obrar en el momento que nos necesitan y oportunidad para saber retirarse a tiempo. Amen.
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