La verdadera paz nos da el amor y la obediencia, el mismo Cristo nos lo enseño .
Hechos de los apóstoles 14, 19-28
"Contaron a la Iglesia lo que Dios había hecho por medio de ellos"
Dios está presente en medio de nosotros siempre, no olvides que no solo está en nuestras dificultades sino también en nuestros éxitos.
Sal 144, 10-11. 12-13ab, 21 R/. "Tus amigos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado"
Solo el amor y la obediencia hacen posible glorificar a la Santisima Trinidad.
Lectura del santo evangelio según san Juan 14, 27-31a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mi, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo yo».
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«La paz os dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no turbe vuestro corazón ni se acobarde. Me habéis oído decir: “Me voy y vuelvo a vuestro lado”. Si me amarais, os alegraríais de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Os lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis. Ya no hablaré mucho con vosotros, pues se acerca el príncipe del mundo; no es que él tenga poder sobre mi, pero es necesario que el mundo comprenda que yo amo al Padre, y que, como el Padre me ha ordenado, así actúo yo».
Palabra del Señor
No podemos negar esta realidad, la vida no es fácil, a pesar de que la vida es bella tiene sus dificultades, preocupaciones y trae su cansancio. Tú Señor conoces al ser humano porque tú mismo quisiste compartir nuestra humanidad. Tu sabes que el secreto para alcanzar la verdadera paz es desde el amor y la obediencia, ambas actitudes nos la enseñaste con tu testimonio de vida y fue gracias al Espíritu Santo quien te acompañó durante este peregrinar terrenal. El Espíritu Santo hace posible configurar nuestros sentimientos con los tuyos, dando la capacidad de abrir nuestro corazón para que todos quepan en él y amar como tú nos amas. El Espíritu Santo nos vuelve dóciles al amor de Dios, obedecemos no por cumplir unas reglas sino por amor; y es que la obediencia es el fruto del amor.
Danos Tu gracia Señor para que en los momentos de tribulación y desconsuelo, no traicione al amor. Tu pasión y muerte es la muestra más clara de la fuerza de paz que Tu tienes y nos ofreces. Ayúdanos a aceptar la paz que nos ofreces a través del amor y la obediencia, ser fieles al amor y darle Gloria en tu Nombre.
Quiero decir como Santa Teresita " No me quites las tribulaciones, más bien permanece junto a mi Señor en la tribulación " para que sea testigo de que tengo un Dios vivo y que es el principe de la Paz, Amen.
Dios te bendiga,
¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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