¿Cuáles son tus prioridades en la vida?
Hechos de los apóstoles 20, 17-27
Completo mi carrera, y cumplo el encargo que me dio el Señor Jesús (Hechos 20,17-27)
Sal 67, 10-11. 20-21 R/. Reyes de la tierra, cantad a Dios
Completo mi carrera, y cumplo el encargo que me dio el Señor Jesús (Hechos 20,17-27)
Sal 67, 10-11. 20-21 R/. Reyes de la tierra, cantad a Dios
En aquel tiempo, levantando los ojos al cielo, dijo Jesús:
«Padre, ha llegado la hora, glorifica a tu Hijo, para que tu Hijo te glorifique a ti y, por el poder que tú le has dado sobre toda carne, dé la vida eterna a todos los que le has dado. Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo.
Yo te he glorificado sobre la tierra, he llevado a cabo la obra que me encomendaste. Y ahora, Padre, glorifícame junto a ti, con la gloria que yo tenía junto a ti antes que el mundo existiese. He manifestado tu nombre a los que me diste de en medio del mundo. Tuyos eran, y tú me los diste, y ellos han guardado tu palabra. Ahora han conocido que todo lo que me diste procede de ti, porque yo les he comunicado las palabras que tú me diste, y ellos las han recibido, y han conocido verdaderamente que yo salí de ti, y han creído que tú me has enviado. Te ruego por ellos; no ruego por el mundo, sino por estos que tú me diste, porque son tuyos. Y todo lo mío es tuyo, y lo tuyo mío; y en ellos he sido glorificado. Ya no voy a estar en el mundo, pero ellos están en el mundo, mientras yo voy a ti».
Palabra del Señor
Señor nos creaste para cumplir una mision, la mision de amar y servir. Quizás es fácil cumplir esto cuando amamos y servimos a aquellos quienes nos aman, pero sí que es difícil hacerlo con quienes han sido nuestros adversarios. Tu me haz dado la vida y hacia ti volveré, pero no quiero presentarme ante tu presencia con las manos vacías sabiendo todo lo que tú has hecho por mi. Quiero y deseo glorificarte desde lo que soy y desde lo que tengo. Es por eso que clamo la fuerza que viene de lo alto, El Espíritu Santo para que me ayude a reconocer mis errores, tener la voluntad de enmendar mis equivocaciones y aceptar la obra de amor que quieres hacer en mi.
La carrera de la vida no está en tener y acumular cosas efímeras que ofrece el mundo, la vanidad, el poder o la riqueza. La carrera de la vida es dejarse amar, amarse y amar. Dejar amarse por quien es la fuente de la vida para ser transformado por El. Amarse uno mismo porque somos hechura de tus manos, somos valiosos ante tus ojos y por más pecados y errores que tengamos, nada de eso hará alejarte de nosotros. No importa si nuestra vasija de barro está rota y con grietas, Tú nos recuerdas una y otra vez el tesoro que llevamos dentro. Ancha mi corazón para que ame al prójimo o al próximo con actos concretos como es cuidar, proteger, comprometerse y servir desde la generosidad.
Dame la gracia Señor de empeñar mi vida solo a ti, ser testigo de amor y fidelidad al Padre. Que en mi vida se refleje tu misericordia, la belleza, la pureza y la alegría de Tu mensaje de salvación.
Dios te bendiga,
¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!
--
†
Que la
paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en
el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
No hay comentarios:
Publicar un comentario