El miedo y la vanidad obstaculizan la obra del amor de Dios.

 El miedo y la vanidad obstaculizan la obra del amor de Dios.

Oremos ante la Luz de la Palabra de Dios

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 14, 5-18
" Nosotros predicamos el Evangelio, para que dejen los dioses falsos y se conviertan al Dios vivo "

Sal 113 B, 1-2. 3-4. 15-16 R/. "No a nosotros, Señor, sino a tu nombre da la gloria"

 Juan 14, 21-26
" El Defensor que enviará el Padre os lo enseñará todo "

Mi amado Señor, a través de Tu Palabra aprendo que el miedo y la vanidad son los que obstaculizan para que Tu obra de amor se realice en mi. El ser humano es cambiante por eso no puedo confiar en las opiniones de la gente porque hoy nos aprecian y mañana nos desprecian, hoy nos alaban y aplauden, pero mañana nos señalan y hasta levantan calumnias sobre mi, hoy se burlan por nuestras creencias y mañana nos piden que oremos por sus intenciones!. 

Ayúdame Señor para que mi vida esté cimentada en la roca que eres tú, que no tenga temor a confesar con mis labios y ser testimonio de vida de la misericordia y del amor de Dios. No permitas que olvide todo lo que Tú has hecho en mi porque el miedo nos hace olvidar la gracia que has derramado sobre mi y los míos. Tampoco permitas que el orgullo vano nos haga descuidar cuánto quieres darnos todavía. El miedo maltrata a la gratitud y a la confianza en Dios; la vanidad destruye la generosidad y nos lleva a confiar demasiado en nuestras fuerzas.

Tú Señor nos creaste con inteligencia, voluntad, sentimientos y nos amas desde la libertad.  Tú nos enviaste a Tu Hijo para que a través de Él nos dieramos cuenta el gran amor que nos tienes. Nos regalas tu Santo Espíritu para que al abrir el  corazón experimente la dignidad como hij@s tuyos que estamos llamados a hacer parte de Tu divinidad.  Gracias por querer habitar en mi corazón para poderte escuchar, y hablarte. Quiero desgastar mi vida y hasta mi último suspiro de vida dando la Gloria solo a ti Señor, porque sólo Tu gracia solo me basta para alcanzar la salvación.  Dame la gracia que seas tú quien dirija mi vida y vivir contigo una historia de amor,  la de unos hij@s con su buen Padre. Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!