La fuerza del amor a Dios nos dispone para amar propiamente al prójimo.
Rut 1,1.3-6.14b-16.22)
" Iré adonde tú vayas, viviré donde tú vivas; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios"
" Iré adonde tú vayas, viviré donde tú vivas; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios"
Salmo 145 " Alaba, alma mía, al Señor. "
Evangelio Mateo 22,34-40
" Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo "
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?». Él le dijo: «”Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».
Palabra del Señor
Hoy Señor me pides renuncias, renuncias a mis seguridades, a mis deseos, a mis comodidades, a mis apegos para poder recibir lo que tú me ofreces. Este acto es de valientes, y por eso te pido que me ayudes para que pueda dar el paso, sin mirar atrás, sin titubear, sin nostalgia. Dame la gracia de soltar lo que me aferra el pasado, que no me deja vivir el presente y que no tiene futuro. Deseo ir donde tu vas asumiendo retos contigo, tu mi mejor compañero de viaje, mi escudo y mi soporte. Hoy Señor me pides que así como tú me extiendes tu mano tu esperas que yo también lo haga a quienes lo necesitan. Esa es la ley del amor. Un amor que no suelta, que abraza, que escucha, que acompaña, que se compromete, que se hacen uno solo. Tu fuiste el primero en amarme hasta el extremo, desde la renuncia y donación.
Evangelio Mateo 22,34-40
" Amarás al Señor, tu Dios, y a tu prójimo como a ti mismo "
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?». Él le dijo: «”Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».
Palabra del Señor
Hoy Señor me pides renuncias, renuncias a mis seguridades, a mis deseos, a mis comodidades, a mis apegos para poder recibir lo que tú me ofreces. Este acto es de valientes, y por eso te pido que me ayudes para que pueda dar el paso, sin mirar atrás, sin titubear, sin nostalgia. Dame la gracia de soltar lo que me aferra el pasado, que no me deja vivir el presente y que no tiene futuro. Deseo ir donde tu vas asumiendo retos contigo, tu mi mejor compañero de viaje, mi escudo y mi soporte. Hoy Señor me pides que así como tú me extiendes tu mano tu esperas que yo también lo haga a quienes lo necesitan. Esa es la ley del amor. Un amor que no suelta, que abraza, que escucha, que acompaña, que se compromete, que se hacen uno solo. Tu fuiste el primero en amarme hasta el extremo, desde la renuncia y donación.
Solo tu gracia Señor necesito para fortalecer y hacer crecer tu amor en mi para que yo pueda alcanzar el propósito que tienes para mi, unir mi corazón con el tuyo para tener un solo sentir, un solo pensar y un solo actuar, una divinidad que habite en mi ser, Amen.
--
†
Que la
paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en
el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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