lunes, 17 de junio de 2024

Fuimos creados desde la libertad y con dignidad...

 


Fuimos creados desde la libertad y con dignidad...

Primera lectura
Lectura del primer libro de los Reyes 21, 1-16
" Dios me libre de cederte la herencia de mis padres... "

Salmo 5 R/. Atiende a mis gemidos, Señor.

Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 38-42

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Habéis oído que se dijo: “Ojo por ojo, diente por diente”. Pero yo os digo: no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra; al que quiera ponerte pleito para quitarte la túnica, dale también el manto; a quien te requiera para caminar una milla, acompáñale dos; a quien te pide, dale, y al que te pide prestado, no lo rehúyas».
Palabra del Señor

Señor, en tu palabra me pides que aprenda a cultivar el don de la paciencia y del silencio. Así como tú me tienes paciencia con mis comportamientos y tu silencio no significa que haces caso omiso a mis plegarias, yo debo ejercitar la paciencia y el silencio que solo viene a mí cuando mi fe está puesta solo en ti. Sé que esperar no es fácil, y más en este mundo donde todo se mueve con tanta rapidez. Muchas veces el dolor injusto nos deja sin respuesta. Pero en fe estoy seguro de que tú estás más cerca de lo que pueda imaginar. A pesar de lo que podamos ver y hasta padecer, no permitas, Señor, que dude de lo que tú puedes hacer. Más bien, que al estar en comunión contigo sea posible que guarde tus mandamientos y concuerde deseos y acciones conforme a tu voluntad.

Me creaste, Señor, desde la libertad y con dignidad, por eso nada ni nadie me debe esclavizar. La dignidad ni se negocia ni se vende. Líbrame, Señor, del poder opresor que doblega la justicia y atropella la dignidad. Cómo te duele, Señor, la injusticia cuando obramos contra nuestro hermano por causa de la codicia y la mentira. Tú, Señor, no amas la maldad, ni la perversión, ni la arrogancia. Tampoco la mentira, ni los comportamientos sanguinarios, ni la traición. Ayúdame, Señor, a obrar en verdad y en justicia, guiados por tu Palabra, para que al tener un buen discernimiento no caigamos en religiosidad e injusticia, en criterios y comportamientos alejados del evangelio. Amén.

 Dios te bendiga.

 ¡Alabado sea Jesucristo, por siempre sea alabado!

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