Sal y Luz de este mundo!
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 11, 21-26; 13 1-3
"...Enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho, y exhortaba a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. "
"...Enviaron a Bernabé a Antioquía; al llegar y ver la acción de la gracia de Dios, se alegró mucho, y exhortaba a todos a seguir unidos al Señor con todo empeño; porque era un hombre bueno, lleno de Espíritu Santo y de fe. "
Salmo 97,1- 6 R/. "El Señor revela a las naciones su justicia"
Lectura del santo evangelio según san Mateo 5, 13-16
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra. Pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la salarán? No sirve más que para tirarla fuera y que la pise la gente. Vosotros sois la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad puesta en lo alto de un monte. Tampoco se enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de casa. Brille así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y den gloria a vuestro Padre que está en los cielos».
Palabra del Señor
Hoy Señor nos recuerdas la característica de nuestra identidad como hij@s de Dios, ser sal y ser luz. Tanto la sal y la luz no es para nosotros mismos sino para los demás. Sal que da sabor a este mundo llenando de esperanza y alegría a donde vamos porque eres tu quien vives en mí y luz que ilumina el camino para que todos podamos llegar a un puerto seguro. Así como Tu Jesus fuiste el hombre pleno quien vivió su identidad en un ser para los demás y para el Padre Celestial dame la gracia de también poder llegar a serlo y ser signo de amor extremo. Ser sal es que desde nuestra originalidad, desde lo que somos seamos generosos aportando nuestro propio sabor desde lo profundo de nuestro ser. Iluminar es comprometernos en generar desde nuestra vivencia comunitaria de la fe ambientes de vida y esperanza, frente a tantas situaciones de oscuridad, desesperanza, injusticia, mentira y maldad y poniendo en Dios nuestra confianza.
Hoy quiero recibir el don de la consolación divina para que encuentre la paz con el pasado, docilidad para vivir el presente guiado por Dios y libertad para construir un futuro nuevo en Dios y según Dios. Amen.
Dios te bendiga!
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Dios te bendiga!
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Que la
paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en
el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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