lunes, 23 de diciembre de 2019

El Niño Jesús viene a traerte algo, a llenarte de Su amor….




Malaquías 3,1-4.23-24
Así dice el Señor: "Mirad, yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí. De pronto entrará en el santuario el Señor a quien vosotros buscáis, el mensajero de la alianza que vosotros deseáis. Miradlo entrar -dice el Señor de los ejércitos-. ¿Quién podrá resistir el día de su venida?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca? Será un fuego de fundidor, una lejía de lavandero: se sentará como un fundidor que refina la plata, como a plata y a oro refinará a los hijos de Leví, y presentarán al Señor la ofrenda como es debido. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en los días pasados, como en los años antiguos. Mirad: os enviaré al profeta Elías antes de que llegue el día del Señor, grande y terrible. Convertirá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, para que no tenga que venir yo a destruir la tierra."
Palabra de Dios


Salmo 24 " Levantaos, alzad la cabeza: se acerca vuestra liberación"

Lucas 1,57-66
A Isabel se le cumplió el tiempo del parto y dio a luz un hijo. Se enteraron sus vecinos y parientes de que el Señor le había hecho una gran misericordia, y la felicitaban.
A los ocho días fueron a circuncidar al niño, y lo llamaban Zacarías, como a su padre. La madre intervino diciendo: "¡No! Se va a llamar Juan." Le replicaron: "Ninguno de tus parientes se llama así." Entonces preguntaban por señas al padre cómo quería que se llamase. Él pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre." Todos se quedaron extrañados.
Inmediatamente se le soltó la boca y la lengua, y empezó a hablar bendiciendo a Dios. Los vecinos quedaron sobrecogidos, y corrió la noticia por toda la montaña de Judea. Y todos los que lo oían reflexionaban diciendo: "¿Qué va a ser este niño?" Porque la mano del Señor estaba con él.
Palabra del Señor


En la primera lectura tenemos el profeta de Malaquías, y es precioso descubrir cómo las promesas de Dios se cumplen con la llegada del Mesías. Retomemos los que nos dice la lectura,  “ Así dice el Señor: "Mirad, yo envío a mi mensajero, para que prepare el camino ante mí “. Dios desde su inmensa misericordia nos envía mensajeros y nos sigue enviando mensajeros. Dios envió a sus profetas, a Su hijo, y Dios aún nos sigue enviando personas en su nombre como signo de misericordia.

Quienes son estos mensajeros? Estos mensajeros son personas que nos dan buenos consejos, que nos corrigen con amor y piedad, personas que sentimos como si vinieran del mismo Dios. Por ejemplo ayer que tuve al oportunidad de confesarme, sentí como si fuera el mismo Dios me hablara, desde el amor, la ternura, desde la piedad y desde la misericordia.

Cual seria nuestra meditación o aplicación para nosotros.  Dios continúa ofreciéndonos su misericordia y envía mensajeros de su parte. Ahora bien, será que a veces rechazamos a los mensajeros que Dios nos pone en nuestro camino porque pensamos que ellos quienes son para que nos hablen de esta u otra manera?.

En este tiempo de Adviento, preparándonos para la llegada del niñito Jesús, todos los cristianos católicos y no católicos respiran el amor, la fraternidad,  abundan las luces, los regalos, los cantos y como dice en la lectura “  ¿Quién podrá resistir el día de su venida?, ¿quién quedará en pie cuando aparezca? “. Es increible como toda la creación, el ambiente del trabajo, de la comunidad se llena del amor de Dios, de alegría, de esperanza, de fraternidad.

En días pasados estuvimos visitando a los ancianatos de nuestra ciudad con el grupo de Música de nuestra parroquia. Cada uno de los integrantes del grupo experimentó la misma sensación la alegría, el gozo y el amor que hasta te da ganas de llorar. El fuego abrazador de Jesús quiere inundarnos y llenarnos. La mejor ofrenda para Él es poder compartir ese amor recibido de parte de Él y transmitirla a otros.  El nacimiento de Jesús nos trae esperanza, es por eso que no limitemos a Dios, no seamos un obstáculo para que Su gracia llegue a otros. Dejémonos impregnar de su amor para poder darlo a los demás.

Las alegrías del ser humano posiblemente van cambiando a través del tiempo. Jesús viene a traernos una alegría que es para todas las culturas, idiomas, credos y edades, El llega a los niños, los jóvenes, los adultos, los ancianos. Jesús tiene el poder de tocar lo más íntimo y escondido de nuestro corazón para llenarlo de su amor y que su amor se desborde donde hace falta el amor. El que es tan inmenso y poderoso necesita de nuestra pobre humanidad, por eso déjate embriagar de su amor.

Niño Jesús, ya que estas a punto de nacer en un pesebre dame la gracia de recibirte con el gozo como los niños, con la serenidad, profundidad y el sentido que solo lo da la sabiduría y los años. Tu no solo quieres nacer en el pesebre de nuestra casa sino en el pesebre de nuestro corazón.Tu que quieres venir al niñ@ para darle la alegría de Tu niñez, Niño Jesús Tú que quieres venir a los Jóvenes para ser la alegría de la juventud, Niño Jesús Tú que quieres venir para todos para que vivamos la fe, la esperanza y el amor y que nuestra alma experimente la fiesta de recibirte y llenarnos de Tu amor, ayúdanos a acogerte con alegría como tu nos acoges a cada uno de nosotros. Ven niño Jesús, ven a nuestra vida, ven no tardes tanto!

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea Alabado!!!


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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