viernes, 31 de julio de 2020

Dios sabe cómo actúa el demonio y es por eso que el mismo Dios lucha contra la estrategia del demonio para no perdernos.


Jeremías 26, 1-9
Al comienzo del reinado de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra del Señor a Jeremías: Así dice el Señor: Ponte en el atrio del templo y di a todos los ciudadanos de Judá que entran en el templo para adorar, las palabras que yo te mande decirles; no dejes ni una sola.
A ver si escuchan y se convierte cada cual de su mala conducta, y me arrepiento del mal que medito hacerles a causa de sus malas acciones. Les dirás: "Así dice el Señor: Si no me obedecéis, cumpliendo la ley que os di en vuestra presencia, y escuchando las palabras de mis siervos, los profetas, que os enviaba sin cesar (y vosotros no escuchabais), entonces trataré a este templo como al de Silo, a esta ciudad la haré fórmula de maldición para todos los pueblos de la tierra.""
Los profetas, los sacerdotes y el pueblo oyeron a Jeremías decir estas palabras, en el templo del Señor.
Y, cuando terminó Jeremías de decir cuanto el Señor le había mandado decir al pueblo, lo agarraron los sacerdotes y los profetas y el pueblo, diciendo: Eres reo de muerte. ¿Por qué profetizas en nombre del Señor que este templo será como el de Silo, y esta ciudad quedará en ruinas, deshabitada?"
Y el pueblo se juntó contra Jeremías en el templo del Señor.
Palabra de Dios


Salmo 68 " Que me escuche tu gran bondad, Señor"

Mateo 13, 54-58
En aquel tiempo fue Jesús a su ciudad y se puso a enseñar en la sinagoga. La gente decía admirada: "¿De dónde saca éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? ¿No es su madre María, y sus hermanos, Santiago, José, Simón y Judas? ¿No viven aquí todas sus hermanas? Entonces, ¿de dónde saca todo eso?".Y aquello les resultaba escandaloso.
Jesús les dijo: "Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta". Y no hizo allí muchos milagros, porque les faltaba fe
Palabra del Señor


Una de las tareas más difíciles de Jeremías como la de los profetas es predicar las consecuencias del pecado. Esto es hablar con la verdad, y por eso, cuando la gente no quiere oír la verdad no quiere oír que sus pecados tendrán consecuencias. De hecho, para pecar y para seguir pecando es preciso engañar o engañarse haciendo de cuenta que nuestras faltas no tendrán consecuencias, vivir en su mentira y lo peor de todo justificar las faltas. Es por eso que Jeremías es despreciado por su pueblo.    

Santa Catalina de Siena dijo una vez que la estrategia del demonio para llevar a la gente a la condenación era esta: durante la vida, vendarles los ojos para que no vieran lo que estaban haciendo; a la hora de la muerte, quitarles la venda de repente y obligarlos a ver la gravedad espantosa de las faltas cometidas. Este plan es una conjunción de indolencia irresponsable y desesperación arrogante: vivir distraídos para morir desesperados. Uno pensaría que es solo expresiones de una santa, pero uno va ver la realidad y es verdad. Como es de diferente la manera que asume el proceso de morir una persona que ha vivido en pecado mortal y otra que de alguna manera a tratado de cuidar su vida espiritual, su relación con Dios. En el primer caso, los invade el temor y el desespero de morir, y en el segundo caso quizás tienen temor de dar ese paso pero al saber que les espera en el otro lado de la vida, se confían en la misericordia de Dios.  

Ahora bien, como Dios nos ama y sabe cómo actúa el demonio entonces el mismo Dios  lucha contra la estrategia del demonio, y lo hace sobre todo a través de medios que nos pueden parecer muy ordinarios, como es la voz de nuestra conciencia y la voz de aquellos que, como Jeremías, despiertan a esa conciencia mostrándole las consecuencias de las obras cometidas. Está en nosotros en rechazar a Dios y a su profeta, como hicieron los judíos con Jeremías, o más bien podemos acoger el amor de Dios, así nos parezca severo, y emprender un camino nuevo y mejor. Tu decides!

En el evangelio vemos a Jesús enseñando en la sinagoga.  Dice que la gente estaba admirada de lo que decía pero también para algunos esto sonaba escandaloso. Aquellos quienes admiran a Jesús es porque ya han tenido algún tipo de experiencia con el Hijo de Dios, aquellos quienes han experimentado que solo con El y en Él, su vida esta segura y quien es capaz de transformar su vida. Quienes se escandalizan?  Aquellos quienes aun teniendo grietas en su vida prefieren permanecer así antes de acercarse a Aquel quien puede cambiar su vida. Si sabemos que el mal trae división, duda, e intrigas va opuesto a lo que viene de Dios. Por tal motivo, el mal es incapaz de reconocer la pureza y la santidad de Jesús. Pero porque tanto rechazo? Para ellos es difícil aceptar tanta belleza porque admitir algo así implicaba humillarse y reconocer que alguien es bueno, puro y santo. No olvidemos que el demonio no se humilla. Pidámosle al Señor que nos ayude acercarnos a Él a pesar de las grietas que hayan en nuestra vida.

Mi amado Jesús, ayúdame a aceptar tu mensaje de salvación a pesar de que me incomode, porque si tu me lo ofreces no es para que yo lo rechace sino porque va ser para mi bien. Que sea Tu Santo Espíritu quien despierte mi conciencia dormida por causa del pecado, abre mis ojos para ver la mentira del mal y cual es la consecuencia si insisto en permanecer en ella. Trabaja en mi voluntad para ponerme en camino hacia ti y la perseverancia para permanecer en tu amor. Te acepto a ti como mi único y salvador para que entres en mi vida a pesar de las grietas que tengo, Te amo y te alabo, Mi Jesus, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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jueves, 30 de julio de 2020

Ponernos en camino, soltar y acoger lo que Dios nos ofrece….Eso es ir al taller del alfarero.

 Jeremías 18, 1-6
Palabra del Señor que recibió Jeremías: Levántate y baja al taller del alfarero, y allí te comunicaré mi palabra."
Bajé al taller del alfarero, que estaba trabajando en el torno. A veces, le salía mal una vasija de barro que estaba haciendo, y volvía a hacer otra vasija, según le parecía al alfarero.
Entonces me vino la palabra del Señor: ¿Y no podré yo trataros a vosotros, casa de Israel, como este alfarero? -oráculo del Señor-.
Mirad: como está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel.
Palabra de Dios


Una cancion de Alex Campos que se llama “ Al taller del maestro “, y en ella nos cuenta que es lo que sucede en nuestras vidas cuando nos ponemos en camino hacia el taller, hacia el taller de nuestro maestro.
Primero definamos que es una taller? es donde se llevan las cosas a reparar ya sea porque están estropeadas, porque han perdido el brillo, porque hay grietas en la porcelana, quizás hay deterioro en la pintura. El maestro cuida cada pieza que llega allí, las trata con amor, no las desecha todo lo contrario la mira cuidadosamente y le pone todo el empeño para que cuando salga de allí la pieza vuelva a estar como inicialmente era. De esa misma manera Dios hace esto en nuestras vidas. El sana las heridas que ha dejado el pecado en nuestras vidas, los pecados propios y los pecados de los demás en nosotros.

Cuales son las herramientas que el maestro utiliza? solo una el amor. Su amor nos sana y nos transforma. Dios nunca te va a pedir que dejes esto o aquello en tu vida, porque para Él lo más importante no es imponerse sino que lo sigamos motivamos desde el amor. Cuando tu te vas entrando y profundizando en el amor de Dios, cuando experimentas y sientes su amor tan cercano y tan hermoso, Él mismo te conquista como el enamorado que conquista a su doncella. En ese momento no queda más que aceptar Su amor y tomas la decisión de  amarlo, porque amar es una decisión. La mejor decisión es amar a Dios y poniendo a Dios en el primer lugar, todos los demás amores encuentra su lugar.    

Salmo 145 " Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob"

Mateo 13, 47-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Lo mismo sucederá al final del tiempo: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno encendido. Allí será el llanto y el rechinar de dientes.
¿Entendéis bien todo esto?"
Ellos le contestaron: "Sí."
Él les dijo: "Ya veis, un escriba que entiende del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando del arca lo bueno y lo antiguo."
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.
Palabra del Señor


Hoy Jesús nos complementa una vez más con lo que nos dice la primera lectura, ¿Han entendido todo esto?".  Jesús necesita que entendamos cuáles son los misterios del Reino de Dios. Jesús sabía y sabe la dificultad de que lo entendamos.

Voy a dar un ejemplo muy sencillo, cuando algunos les digo que lo más maravilloso es orar en todo momento, lo que inmediatamente piensan que orar en todo momento significa  mucha habladuría, que es la repetición de oraciones sin sentido, que salen de la boca pero no del alma. Para algunos orar en todo momento es ir a la Misa todos los días donde mi cuerpo está allí, pero mis pensamientos y mi corazón está lejos de ese lugar. Qué es ser un servidor de la Iglesia que solo está fisgoneando que hace uno y deja ser el otro, que escucha la Palabra de Dios buscando a quien le cae pero es incapaz de mirarse así mismo descubriendo lo que realmente es.

Orar en todo momento es descubrir a Dios en todo lo que haces, es ser agradecido, es tener momentos de oración íntima con el creador, es donde sirves a tu hermano como consecuencia de la comunión que tienes con Dios. Es hacer un rosario no a las carreras, sino meditando cada misterio y trayéndolo al hoy de tu vida. En participar en la eucaristía con todo tu ser. Es escuchar o leer las reflexiones y descubrir cómo Dios te habla a través de ellas.
Por tal motivo tanto el profeta Jeremías y Jesús nos quiere resaltar que hay que descubrir lo que no entiendo. Los misterios de Dios son tan infinitos que cada vez El te sorprende de una manera que nunca se vuelve rutina. El peor error del cristiano es creer que ya lo tiene entendido todo, porque pierde la gracia de dejarse sorprender .

Mi amado Jesús, qué grande es tu amor que haces posible que la vida divina exista en la existencia humana. Esto es posible si dejo que Tú reines en mi vida. Señor, dame la voluntad de ponerme en camino hacia tu taller; esto significa que cuando llegue allí debo abandonarme en Ti, dejar de tener el control y dejar que Tu poder obre en mí; porque no se trata de tenerte a ti en mis manos sino de ponernos en tus manos. Ese es el secreto para ser felices y de realizarnos en plenitud, pero también está el sacrificio de ser remodelados incluso en aquellas cosas que quizá preferíamos o no queríamos soltar.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!


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Santa Misa - 30 de Julio

Lectio Divina 30 de Julio

LA IGLESIA SE LEVANTA COMO LA AURORA

Con razón se designa con el nombre de amanecer o aurora a toda la Iglesia de los elegidos, ya que el amanecer o aurora es el paso de las tinieblas a la luz. La Iglesia, en efecto, es conducida de la noche de la incredulidad a la luz de la fe, y así, a imitación de la aurora, después de las tinieblas se abre al esplendor diurno de la claridad celestial. Por esto dice acertadamente el Cantar de los cantares: ¿Quién es ésta que se levanta como la aurora? Efectivamente, la santa Iglesia, por su deseo del don de la vida celestial, es llamada aurora, porque, al tiempo que va desechando las tinieblas del pecado, se va iluminando con la luz de la justicia.

Pero además, si consideramos la naturaleza del amanecer o aurora, hallaremos un pensamiento más sutil. La aurora o amanecer anuncia que la noche ya ha pasado, pero no muestra todavía la íntegra claridad del día, sino que, por ser la transición entre la noche y el día, tiene algo de tinieblas y de luz al mismo tiempo. Por esto, los que en esta vida vamos en seguimiento de la verdad somos como la aurora o amanecer, porque en parte obramos ya según la luz, pero en parte conservamos también restos de tinieblas. Se dice a Dios, por boca del salmista: Ningún hombre vivo es inocente frente a ti. Y también está escrito: Todos tenemos muchos tropiezos.

Por esto Pablo, cuando dice: La noche va pasando, no añade: «El día ha llegado», sino: El día está encima. Al decir, por tanto, que después de la noche el día está encima, no que ya ha llegado, enseña claramente que nos hallamos todavía en la aurora, en el tiempo que media entre las tinieblas y el sol.

La santa Iglesia de los elegidos será pleno día cuando no tenga ya mezcla alguna de la sombra del pecado. Será pleno día cuando esté perfectamente iluminada con la fuerza de la luz interior. Por esto, con razón, la Escritura nos enseña el carácter transitorio de esta aurora, cuando dice: Asignaste a la aurora su lugar, pues aquel a quien se le ha de asignar su lugar tiene que pasar de un sitio a otro. Y este lugar de la aurora no puede ser otro que la perfecta claridad de la visión eterna. Cuando haya sido conducida a esta perfecta claridad, ya no quedará en ella ningún rastro de tinieblas de la noche transcurrida. Este anhelo de la aurora por llegar a su lugar propio viene expresado por el salmo que dice: Mi alma tiene sed del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios? También Pablo manifiesta la prisa de la aurora por llegar al lugar que ella reconoce como suyo, cuando dice que desea morir para estar con Cristo. Y también: Para mí la vida es Cristo, y la muerte una ganancia.

RESPONSORIO    Flp 1, 3. 6. 9

R. Siempre que me acuerdo de vosotros doy gracias a mi Dios. * Tengo plena confianza de que aquel que inició en vosotros tan excelente obra la irá llevando a feliz término hasta el día del advenimiento de Cristo Jesús.
V. Ésta es mi oración: Que vuestro amor vaya creciendo cada vez más en el verdadero conocimiento y en delicadeza espiritual.
R. Tengo plena confianza de que aquel que inició en vosotros tan excelente obra la irá llevando a feliz término hasta el día del advenimiento de Cristo Jesús.

ORACIÓN.

OREMOS,
Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte ni santo; aumenta los signos de tu misericordia sobre nosotros, para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos de las cosas pasajeras que por ellas alcancemos con mayor plenitud las eternas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

CONCLUSIÓN

V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.

miércoles, 29 de julio de 2020

Nuestra fe debe levantarse por encima del dolor y la decepción!!!!



1 Juan 4, 7-16
Queridos hermanos, amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en que Dios envió al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y nos envió a su Hijo como víctima de propiciación para nuestros pecados. Queridos hermanos, si Dios nos amó de esta manera, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. A Dios nadie lo ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado en nosotros a su plenitud. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para ser Salvador del mundo. Quien confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Y nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en él. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él.
Palabra de Dios


El dia de ayer terminamos la novena de Santa Marta, amiga de Jesucristo. Martha tenía dos hermanos: María y Lázaro. En Jn 11,5 dice que : "Jesús amaba a Marta, a su hermana y a Lázaro” y su afecto fue tal que lloró cuando Lázaro murió". Ese sentimiento de Jesús hacia esta familia, Martha, María y Lázaro nos hace percibir el amor humano del Hijo de Dios.

A veces nos podemos quedar en una sola escena de Jesucristo, el hijo de Dios, Aquel quien hace milagros, un profeta que está enfocado solo en cumlir la mision encomendada por el Padre y que no tiene tiempo para cultivar amistad con nadie. A veces nos quedamos con esa imagen de Jesús lejano, aislado en su propia pureza, que solo da amor a través de una rigurosa distribución equitativa, como el que da pan en un campo de concentración, aquel quien se acerca al que lo necesita, que guarda espacio hasta que lo llamen o lo inviten. Jesús es mucho más que eso, y es en la oración donde realmente lo descubrimos en todo lo ancho y lo profundo de su amor.

La imagen de Martha nos enseña que Jesús es cercano, Jesús no es ajeno al dolor humano,  El esta mas cerca de nosotros que lo que pensamos. Que asi como Jesus cultivo los lazos de amistad y de amor nos invita que nosotros también lo hagamos. El mismo Jesús nos dejó su Espíritu Santo para que seamos uno con Él y uno en nosotros. Por eso no es entendible que digamos somos cristianos y haya división en nuestro corazón y entre la comunidad a la que pertenezco. Hay incoherencia en nuestra vida cristiana si aun en el corazón hay enojo, odio, celos, envidia, rencillas contra alguien de nuestra comunidad o fuera de ella. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios, y Dios en él, solo así seremos reconocidos como Hijos de Dios y realmente testigos de Cristo.

Martha, amiga de Jesús ruega por nosotros. Enséñanos ese rostro tan amable y encantador del "Dios-con-nosotros", Amén.

Salmo 33 " Bendigo al Señor en todo momento "

Juan 11,19-27
En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá." Jesús le dijo: "Tu hermano resucitará." Marta respondió: "Sé que resucitará en la resurrección del último día." Jesús le dice: "Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?" Ella le contestó: "Sí, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo."
Palabra del Señor


El evangelio nos resalta la fe de una mujer que a pesar del dolor no se deja hundir por lo que está sucediendo sino que su fe es tan grande que es capaz de levantar su fe ante su pérdida, ella es Marta.  Que confianza y que fe tiene esta mujer. Retomemos el pasaje, Marta le dice a Jesús: "Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá.". Es como que Marta le dijera, tu me fallaste Jesús, porque no estabas aquí pero a pesar de esto sigo creyendo en ti!. Con esta afirmación ella está asegurando del poder de Jesús, de lo que es capaz de hacer Jesús a pesar del hecho aparentemente irreversible de la muerte. Pero hay algo más, cuando Jesús le dice "Tu hermano resucitará."  ella sin dudar le responde "Sé que mi hermano resucitará en la resurrección del último día." . La respuesta de Martha nos muestra que la fe se funde en esperanza. Y es que quien conoce cuánto puede Dios, conoce qué puede esperar de él.

Hoy Jesús me enseñas que debo de tener una fe como la de Marta, una mujer creyente que a pesar del dolor no pierde la fe. Ella quien es ejemplo vivo de confianza en Ti pido su intercesión para que nosotros podamos alcanzar esta gracia. Quiero alcanzar la verdadera estatura en la Fe a la que estoy llamado a ser y es por eso que tu permites que ciertas cosas pasen en mi vida porque solo así se podrá fortalecer mi fe en ti. Que Santa Marta nos ayude a no perder la fe para poder vencer el mundo en Tu Nombre y llevar la esperanza donde tanto lo necesitan. Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!



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Lectio Divina julio 29

DICHOSOS LOS QUE PUDIERON HOSPEDAR AL SEÑOR EN SU PROPIA CASA

Las palabras del Señor nos advierten que, en medio de la multiplicidad de ocupaciones de este mundo, hay una sola cosa a la que debemos tender. Tender, porque somos todavía peregrinos, no residentes; estamos aún en camino, no en la patria definitiva; hacia ella tiende nuestro deseo, pero no disfrutamos aún de su posesión. Sin embargo, no cejemos en nuestro esfuerzo, no dejemos de tender hacia ella, porque sólo así podremos un día llegar a término.

Marta y María eran dos hermanas, unidas no sólo por su parentesco de sangre, sino también por sus sentimientos de piedad; ambas estaban estrechamente unidas al Señor, ambas le servían durante su vida mortal con idéntico fervor. Marta lo hospedó, como se acostumbra a hospedar a un peregrino cualquiera. Pero, en este caso, era una sirvienta que hospedaba a su Señor, una enferma al Salvador, una creatura al Creador. Le dio hospedaje para alimentar corporalmente a aquel que la había de alimentar con su Espíritu. Porque el Señor quiso tomar la condición de esclavo para así ser alimentado por los esclavos, y ello no por necesidad, sino por condescendencia, ya que fue realmente una condescendencia el permitir ser alimentado. Su condición humana lo hacía capaz de sentir hambre y sed.

Así, pues, el Señor fue recibido en calidad de huésped, él, que vino a los suyos y los suyos no lo recibieron; pero a cuantos lo recibieron dio poder de llegar a ser hijos de Dios, adoptando a los siervos y convirtiéndolos en hermanos, redimiendo a los cautivos y convirtiéndolos en coherederos. Pero que nadie de vosotros diga: «Dichosos los que pudieron hospedar al Señor en su propia casa.» No te sepa mal, no te quejes por haber nacido en un tiempo en que ya no puedes ver al Señor en carne y hueso; esto no te priva de aquel honor, ya que el mismo Señor afirma: Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis.

Por lo demás, tú, Marta -dicho sea, con tu venia, y bendita seas por tus buenos servicios-, buscas el descanso como recompensa de tu trabajo. Ahora estás ocupada en los mil detalles de tu servicio, quieres alimentar unos cuerpos que son mortales, aunque ciertamente son de santos; pero ¿por ventura, cuando llegues a la patria celestial, hallarás peregrinos a quienes hospedar, hambrientos con quienes partir tu pan, sedientos a quienes dar de beber, enfermos a quienes visitar, litigantes a quienes poner en paz, muertos a quienes enterrar?

Todo esto allí ya no existirá; allí sólo habrá lo que María ha elegido: allí seremos nosotros alimentados, no tendremos que alimentar a los demás. Por esto, allí alcanzará su plenitud y perfección lo que aquí ha elegido María, la que recogía las migajas de la mesa opulenta de la palabra del Señor. ¿Quieres saber lo que allí ocurrirá? Dice el mismo Señor, refiriéndose a sus siervos: Os aseguro que se pondrá de faena, los hará sentar a la mesa y se prestará a servirlos.

RESPONSORIO    Cf. Jn 12, 1-3

R. Después de que Jesús resucitó a Lázaro, le ofrecieron un banquete en Betania, * y Marta servía la mesa.
V. María tomó una libra de ungüento precioso y ungió los pies de Jesús.
R. Y Marta servía la mesa.

ORACIÓN.

OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, cuyo Hijo quiso aceptar la hospitalidad que santa Marta le ofreció en su casa, haz que nosotros, por intercesión de esta santa, estemos siempre dispuestos a servirte en cada uno de nuestros hermanos y así merezcamos ser recibidos por ti en las moradas eternas, al final de nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

Santa Misa


martes, 28 de julio de 2020

No se sabe si es mas terco el hombre de continuar pecando o Dios en perdonar.



Jeremías 14, 17-22
Mis ojos se deshacen en lágrimas, día y noche no cesan: por la terrible desgracia de la doncella de mi pueblo, una herida de fuertes dolores.
Salgo al campo: muertos a espada; entro en la ciudad: desfallecidos de hambre; tanto el profeta como el sacerdote vagan sin sentido por el país.
¿Por qué has rechazado del todo a Judá? ¿Tiene asco tu garganta de Sión? ¿Por qué nos has herido sin remedio? Se espera la paz, y no hay bienestar, al tiempo de la cura sucede la turbación.
Señor, reconocemos nuestra impiedad, la culpa de nuestros padres, porque pecamos contra ti. No nos rechaces, por tu nombre, no desprestigies tu trono glorioso; recuerda y no rompas tu alianza con nosotros. ¿Existe entre los ídolos de los gentiles quien dé la lluvia? ¿Soltarán los cielos aguas torrenciales? ¿No eres, Señor, Dios nuestro, nuestra esperanza, porque tú lo hiciste todo?
Palabra de Dios


Salmo 78 " Líbranos, Señor, por el honor de tu nombre"

Mateo 13, 36-43
En aquel tiempo, Jesús dejó a la gente y se fue a casa. Los discípulos se le acercaron a decirle: "Acláranos la parábola de la cizaña en el campo". El les contestó: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre; el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los partidarios del Maligno; el enemigo que la siembra es el diablo; la cosecha es el fin del tiempo, y los segadores los ángeles. Lo mismo que se arranca la cizaña y se quema, así será al fin del tiempo: el Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y arrancarán de su Reino a todos los corruptores y malvados y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes. Entonces los justos brillarán como el sol en el Reino de su Padre. El que tenga oídos, que oiga"
Palabra del Señor


En la primera lectura vemos cómo el pecado nos lleva a la desgracia poco a poco pero también como Dios no se cansa de extender su misericordia. Esa misericordia cargada de amor va haciendo su obra sacándonos de la desgracia e introduciéndonos en la gracia. El comienzo de esa obra se llama arrepentimiento.
El profeta Jeremías muestra la gravedad y la seriedad del pecado como también la profundidad y la seriedad del amor de Dios. No se sabe si es mas terco el hombre en pecar y Dios en perdonar.

Como actua el mal? El mal lo que hace en nosotros es confundirnos, como nos confunde!. Nos confunde haciéndonos creer que lo malo no es tan malo y más bien lo bueno es malo. Cuando miro mi vida pasada, algunos años atrás de eso me doy cuenta. Cuantos años estuve en las garras del mal, pensando que los demás estaban mal, que los demás eran los malos, que ellos eran quienes no me comprendian, justificando una y otra vez mis actos, en fin. Ahí es cuando entra Dios, bendito Dios quien desde su misericordia me toma en sus brazos y me rescata. La manera de rescatarme es abriendome los ojos, mostrándome la gravedad del pecado y la profundidad de su amor. Ante esa realidad no queda más que arrepentirse.
Pero no es solo arrepentirse, porque algunos lo hacen para poder quedar tranquilos; El arrepentimiento nos debe llevar a la humildad, una humildad para acercarnos a Dios reconociendo nuestras propias miserias, y con la convicción que si nos acercamos a Dios, Él sí que puede ser algo bueno en nosotros. De esta manera vamos a entender, valorar y acoger la misericordia que Él nos ofrece. Es por eso, que Jeremías nos enseña a orar de esta manera juntando la humildad con la confianza, para llegar a la esperanza.

Cuando hay un verdadero arrepentimiento?
Hay un sincero arrepentimiento cuando reconozco la soberanía de Dios y tengo el deseo ferviente en mi corazón que Él sea quien reine en mi vida, porque al reconocer a Dios como mi único Dios y salvador me estoy acercando a su amor que puede restaurar mi vida, dándole a Él todo el Honor y la Gloria.

Hoy el evangelio Jesús nos habla de una gran cosecha, en que el fruto verdadero (trigo) es por fin puesto aparte de lo que parecía trigo sin serlo (cizaña). El juicio es el tiempo de la verdad; es lo primero que hemos de saber y recordar.

Cuando vemos tantas injusticias alrededor, tanta maldad, tanto jóvenes envueltos en vicios, familias divididas, abusos de menores, los poderosos reprimiendo a los débiles, a veces nos viene a la mente expresiones como esta….Donde esta Dios? .Dios porque permite todo esto?
Definitivamente Dios sí que tiene mucha paciencia con todos nosotros. En repetidas ocasiones he dicho “ Cuando uno está en el proceso de conversión, uno quisiera que todos se convirtieran de la noche a la mañana”, olvidándonos de cuánta paciencia y tiempo Dios estuvo esperando para que empezáramos a dar algunas señales de cambio.  

Jesús quiere que nosotros seamos radicales con nuestros propios pecados, no podemos ceder nada al maligno porque por ahí se nos mete. En los pecados propios hay que actuar de inmediato, ser radicales, estar alertas y despiertos como también no volver a caer, no extrañar el pecado. En cambio cuando se trata de los pecados de las otras personas debemos tener prudencia, paciencia, como también El nos pide que lo dejemos a El obrar, que no vaya hacer que nosotros estropeemos su obra.  
Recordamos la parábola del trigo y la cizaña, parece como contradictorio porque el dueño de la viña dice “ Deje crecer juntos a lo que parece trigo y a lo que parece  cizaña hasta que llegue el tiempo de la cosecha”. Todos nosotros nos podemos equivocar, hacer juicios apresurados, señalar, dar una sentencia. No olvides que solo hay Uno que lo puede hacer, y ese es Dios. No tomemos el puesto que a Él le corresponde, más bien ora por esa persona, entrégalo a Dios, más bien pidele a Dios por ti para que aprendas a ser misericordioso como Él ha sido contigo y ora por la conversión de tus hermanos.

Mi amado Jesús, gracias porque Tu no te cansas de perdonar y amarnos, ayúdame a tener un corazón como el tuyo, que no se cansa de obrar el bien, de perdonar  a pesar de los agravios y de amar a pesar de no ser correspondido. Tu estas loco de amor, loco de amor por mi y yo como me distraigo con las cosas del mundo menospreciando tu amor. Dame la gracia de ver y reconocer Tu Luz para no dejarme confundir más con las cosas de este mundo. Regalame un corazon que me duela ofenderte para llegar al arrepentimiento, y que con un corazón humilde me acerque a ti para tener esperanza que Tú transformes mi vida y alcance lo que siempre Tu has soñado para mí, para que el Reino de Dios brille en mi, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!



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Lectio divina Julio 28

SEMBRAD PARA VOSOTROS MISMOS EN JUSTICIA

Oh hombre, imita a la tierra; produce fruto igual que ella, no sea que parezcas peor que ella, que es un ser inanimado. La tierra produce unos frutos de los que ella no ha de gozar, sino que están destinados a tu provecho. En cambio, los frutos de beneficencia que tú produces los recolectas en provecho propio, ya que la recompensa de las buenas obras revierte en beneficio de los que las hacen. Cuando das al necesitado, lo que le das se convierte en algo tuyo y se te devuelve acrecentado. Del mismo modo que el grano de trigo, al caer en tierra, cede en provecho del que lo ha sembrado, así también el pan que tú das al pobre te proporcionará en el futuro una ganancia no pequeña. Procura, pues, que el fin de tus trabajos sea el comienzo de la siembra celestial: Sembrad para vosotros mismos en justicia, dice la Escritura.

Tus riquezas tendrás que dejarlas aquí, lo quieras o no; por el contrario, la gloria que hayas adquirido con tus buenas obras la llevarás hasta el Señor, cuando, rodeado de los elegidos, ante el juez universal, todos proclamarán tu generosidad, tu largueza y tus beneficios, atribuyéndote todos los apelativos indicadores de tu humanidad y benignidad. ¿Es que no ves cómo muchos dilapidan su dinero en los teatros, en los juegos atléticos, en las pantomimas, en las luchas entre hombres y fieras, cuyo solo espectáculo repugna, y todo por una gloria momentánea, por el estrépito y aplauso del pueblo?

Y tú, ¿serás avaro, tratándose de gastar en algo que ha de redundar en tanta gloria para ti? Recibirás la aprobación del mismo Dios, los ángeles te alabarán, todos los hombres que existen desde el origen del mundo te proclamarán bienaventurado; en recompensa por haber administrado rectamente unos bienes corruptibles, recibirás la gloria eterna, la corona de justicia, el reino de los cielos. Y todo esto te tiene sin cuidado, y por el afán de los bienes presentes menosprecias aquellos bienes que son el objeto de nuestra esperanza. Ea, pues, reparte tus riquezas según convenga, sé liberal y espléndido en dar a los pobres. Ojalá pueda decirse también de ti: Reparte limosna a los pobres, su caridad es constante.

Deberías estar agradecido, contento y feliz por el honor que se te ha concedido, al no ser tú quien ha de importunar a la puerta de los demás, sino los demás quienes acuden a la tuya. Y en cambio te retraes y te haces casi inaccesible, rehuyes el encuentro con los demás, para no verte obligado a soltar ni una pequeña dádiva. Sólo sabes decir: «No tengo nada que dar, soy pobre.» En verdad eres pobre y privado de todo bien: pobre en amor, pobre en humanidad, pobre en confianza en Dios, pobre en esperanza eterna.

RESPONSORIO    Is 58, 7-8

R. Parte tu pan con el que tiene hambre, da hospedaje a los pobres que no tienen techo; * entonces brillará tu luz como la aurora, y tu justicia te abrirá camino.
V. Cuando veas a alguien desnudo, cúbrelo, y no desprecies a tu semejante.
R. Entonces brillará tu luz como la aurora, y tu justicia te abrirá camino.

ORACIÓN.

OREMOS,
Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte ni santo; aumenta los signos de tu misericordia sobre nosotros, para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos de las cosas pasajeras que por ellas alcancemos con mayor plenitud las eternas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

Santa Misa


lunes, 27 de julio de 2020

Solo Dios puede cambiar las cosas, pero será que nosotros propiciamos para que El pueda hacer algo en nosotros?



Jeremías 13, 1-11
Así me dijo el Señor: "Vete y cómprate un cinturón de lino, y rodéate con él la cintura; pero que no toque el agua." Me compré el cinturón, según me lo mandó el Señor, y me lo ceñí.
Me volvió a hablar el Señor: "Toma el cinturón que has comprado y llevas ceñido, levántate y ve al río Éufrates, y escóndelo allí, entre las hendiduras de las piedras." Fui y lo escondí en el Éufrates, según me había mandado el Señor. Pasados muchos días, me dijo el Señor: Levántate, vete al río Éufrates y recoge el cinturón que te mandé esconder allí."
Fui al Éufrates, cavé, y recogí el cinturón del sitio donde lo había escondido: estaba estropeado, no servía para nada.
Entonces me vino la siguiente palabra del Señor: Así dice el Señor: De este modo consumiré la soberbia de Judá, la gran soberbia de Jerusalén. Este pueblo malvado que se niega a escuchar mis palabras, que se comporta con corazón obstinado y sigue a dioses extranjeros, para rendirles culto y adoración, será como ese cinturón, que ya no sirve para nada.
Como se adhiere el cinturón a la cintura del hombre, así me adherí la casa de Judá y la casa de Israel -oráculo del Señor-, para que ellas fueran mi pueblo, mi fama, mi alabanza, mi ornamento; pero no me escucharon."
Palabra de Dios

La primera lectura nos habla acerca de la soberbia, “ Entonces me vino la siguiente palabra del Señor: Así dice el Señor: De este modo consumiré la soberbia de Judá, la gran soberbia de Jerusalén “. Por soberbia cuantas cosas perdemos, amistades, la paz, las bendiciones de Dios. Es por eso que el profeta Jeremías habla de una manera muy simbólica. En este caso se trata de una faja de lino, tela propia de la ropa interior y de la ropa de cierta finura, que se echa a perder por la acción del agua del río Éufrates. Lo importante de esa ropa ceñida al cuerpo es que indica lo que es más íntimo y personal, y también lo que es más delicado, en el sentido de fino. Aplicado a Israel el mensaje es: "tú eres tan mío como mi intimidad y eres de buena y hermosa factura, pero te has echado a perder." La consecuencia es que no cabe orgullo sino arrepentimiento y que no es tiempo de vanagloria sino de autoexamen y contrición.

Una de las consecuencias del pecado es crecer nuestro orgullo, hacernos sentir invencibles, que todo lo podemos, nos vuelve autosuficientes, nos hace creernos dioses. El orgulloso no da espacio para el autoexamen, y menos para el arrepentimiento. El orgulloso no ve necesario hacerse el autoexamen porque está convencido que todo lo que hace es perfecto, que los demás están equivocados, es por ello que no necesita el arrepentimiento.  El humilde por el contrario al hacerse el autoexamen descubre que hay uno más bondadoso, perfecto y bueno que El, Dios, el humilde se mira ante los ojos amorosos y bondadosos de Dios y redescubre que no es nada sin el creador. Mirarse ante los ojos de Dios es saber que muchas cosas de su vida el mismo las ha echado a perder por su rebeldía y necedad. Que cuanto más rebeldes nos estamos alejando de Dios y esto significa irse perdiendo por los caminos del mundo.  

Reflexiones para nuestra vida…. Nos sentimos valiosos y preciosos ante Dios a pesar de nuestros errores? Realmente te has sentido que sin Dios no eres nada? Qué actitudes te hacen pensar que te estas echando a perder, por ejemplo estás dejando entrar en tu vida celos, envidia, egoísmo, rebeldía, orgullo, rencor?

Deuteronomio 32 " Despreciaste a la Roca que te engendró"

Mateo 13, 31-35
En aquel tiempo, Jesús propuso esta otra parábola a la gente: "El Reino de los cielos se parece a un grano de mostaza que uno siembra en su huerta; aunque es la más pequeña de las semillas, cuando crece es más alta que las hortalizas; se hace un arbusto más alto que las hortalizas, y vienen los pájaros a anidar en sus ramas".
Les dijo otra parábola: "El Reino de los cielos se parece a la levadura; una mujer la amasa con tres medidas de harina, y basta para que todo fermente". Jesús expuso todo esto a la gente en parábolas, y sin parábolas no les exponía nada. Así se cumplió el oráculo del profeta: "Abriré mi boca diciendo parábolas; anunciaré lo secreto desde la fundación del mundo".
Palabra del Señor


Hoy el evangelio Jesús nuevamente nos habla en parábolas, pero por qué Él lo hace de esta manera nos preguntaremos. Porque Jesús no habla de una manera clara, y nítida.  

Jesús nos habla de esta manera porque el ser humano tiene una tendencia a la racionalidad, a tener cosas concretas. Por ejemplo en la vida laboral personalmente prefiero yo tener la meta clara o que mis superiores me den cual es el objetivo que tenemos que alcanzar, cuál es el gol y yo por mis medios estudió la meta y evaluó cómo la podemos lograr, cuál es la ruta que podemos tomar. Esto es viable en otras áreas de nuestra vida, pero en la relación con Dios no podemos actuar de esta manera.

Jesús nos quiere enseñar a través de las parábolas porque nos quiere ir mostrando poco a poco el misterio de Dios, un misterio que esta a alcance de todos porque es entendible pero es Él quien lo maneja. El Reino de Dios es de Dios y Él nos va llevando poco a poco, nos va entrando a su misterio poco a poco, Él es quien tiene el control y nosotros no lo podemos controlar porque si lo pretendemos hacer, entonces estamos pretendiendo ser Dios. Cuando decimos el Reino de Dios es El reinando en nuestra vida. Jesús al hablar en parábolas nos enseña o nos da la guia de como puede Dios reinar en nuestra vida y cuáles son esas señales que indican de que Dios está reinando. Es por eso que Jesús pone en ejemplo que “ el Reino de Dios se parece a un grano de mostaza, es la semilla más pequeña pero cuando crece es más alta que las hortalizas “ , porque esto nos indica que cuando veamos este fruto es una señal que ahí Dios está reinando.  Nosotros solo nos debemos preocupar de que la semilla tiene que ser, porque un dia llegara y crecerán en el momento.

Ahora bien, hagámonos una introspección. Será que nosotros estamos facilitando la llegada del Reino de Dios a nuestra vida o será que nos está sucediendo como en la primera lectura que el orgullo, la rebeldía, el capricho no estamos facilitando que el Reino de Dios llegue a mi vida? Que Señales estamos dando para que podamos decir que el Reino de Dios reina en nuestra vida?  Reconoces que solo Dios es quien hace la obra y puede cambiar vidas, o crees que es producto de solo tu esfuerzo?

Mi amado Jesús, hoy quiero que la semilla del amor, de la paz, de la bondad, del respeto, la generosidad, de la mansedumbre crezcan en mi vida.  Estas semillas van a ir creciendo a medida que me deje abonar de ti. Tu eres el único que hace posible que crezca en mí todo lo bueno, lo puro, lo santo. Se que soy valioso para ti y por eso una y otra vez riegas tu semilla porque no pierdes la esperanza de que algun dia pueda dar un buen fruto. No permitas que eche a perder todo el esfuerzo y dedicación que has hecho en mi, mas bien arranca aquello que a entrado en mi vida porque quiero dar un buen fruto para Tu Gloria, Amén.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Lectio Divina Julio 27

LA MISERICORDIA DIVINA Y LA MISERICORDIA HUMANA

Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Dulce es el nombre de misericordia, hermanos muy amados; y si el nombre es tan dulce, ¿cuánto más no lo será la cosa misma? Todos los hombres la desean, mas, por desgracia, no todos obran de manera que se hagan dignos de ella; todos desean alcanzar misericordia, pero son pocos los que quieren practicarla.

Oh hombre, ¿con qué cara te atreves a pedir, si tú te resistes a dar? Quien desee alcanzar misericordia en el cielo debe él practicarla en este mundo. Y por esto, hermanos muy amados, ya que todos deseamos la misericordia, actuemos de manera que ella llegue a ser nuestro abogado en este mundo, para que nos libre después en el futuro. Hay en el cielo una misericordia, a la cual se llega a través de la misericordia terrena. Dice, en efecto, la Escritura: Señor, tu misericordia llega al cielo.

Existe, pues, una misericordia terrena y humana, otra celestial y divina. ¿Cuál es la misericordia humana? La que consiste en atender a las miserias de los pobres. ¿Cuál es la misericordia divina? Sin duda, la que consiste en el perdón de los pecados. Todo lo que da la misericordia humana en este tiempo de peregrinación se lo devuelve después la misericordia divina en la patria definitiva. Dios, en este mundo, padece frío y hambre en la persona de todos los pobres, como dijo él mismo: Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis. El mismo Dios que se digna dar en el cielo quiere recibir en la tierra.

¿Cómo somos nosotros, que cuando Dios nos da queremos recibir, y cuando nos pide no le queremos dar? Porque cuando un pobre pasa hambre es Cristo quien pasa necesidad, como dijo él mismo: Tuve hambre, y no me disteis de comer. No apartes, pues, tu mirada de la miseria de los pobres, si quieres esperar confiado el perdón de los pecados. Ahora, hermanos, Cristo pasa hambre, es él quien se digna padecer hambre y sed en la persona de todos los pobres; y lo que reciba aquí en la tierra lo devolverá luego en el cielo.

Os pregunto, hermanos, ¿qué es lo que queréis o buscáis cuando venís a la iglesia? Ciertamente la misericordia. Practicad, pues, la misericordia terrena y recibiréis la misericordia celestial. El pobre te pide a ti, y tú le pides a Dios; aquél un bocado, tú la vida eterna. Da al indigente, y merecerás recibir de Cristo, ya que él ha dicho: Dad y se os dará. No comprendo cómo te atreves a esperar recibir, si tú te niegas a dar. Por esto, cuando vengáis a la iglesia, dad a los pobres la limosna que podáis, según vuestras posibilidades.

RESPONSORIO    Lc 6, 36. 37-38; Mt 5, 7

R. Sed misericordiosos, como es misericordioso vuestro Padre. * Perdonad y seréis perdonados, dad y se os dará.
V. Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia.
R. Perdonad y seréis perdonados, dad y se os dará.

ORACIÓN.

OREMOS,
Oh Dios, protector de los que en ti esperan, sin ti nada es fuerte ni santo; aumenta los signos de tu misericordia sobre nosotros, para que, bajo tu dirección, de tal modo nos sirvamos de las cosas pasajeras que por ellas alcancemos con mayor plenitud las eternas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

Santa Mosa


sábado, 25 de julio de 2020

Lectio Divina 25 de Julio

PARTICIPES DE LA PASIÓN DE CRISTO

Los hijos de Zebedeo apremian a Cristo, diciéndole: Haz que se siente uno a tu derecha y otro a tu izquierda. ¿Qué les responde el Señor? Para hacerles ver que lo que piden no tiene nada de espiritual y que, si hubieran sabido lo que pedían, nunca se hubieran atrevido a hacerlo, les dice: No sabéis lo que pedís, es decir: «No sabéis cuán grande, cuán admirable, cuán superior a los mismos coros celestiales es esto que pedís.» Luego añade: ¿Podéis beber el cáliz que yo tengo que beber o recibir el bautismo con que yo he de ser bautizado? Es como si les dijera: «Vosotros me habláis de honores y de coronas, pero yo os hablo de luchas y fatigas. No es éste tiempo de premios, ni es ahora cuando se ha de manifestar mi gloria; la vida presente es tiempo de muertes, de guerra y de peligros.»

Pero fijémonos cómo la manera de interrogar del Señor equivale a una exhortación y a un aliciente. No dice: «¿Podéis soportar la muerte? ¿Sois capaces de derramar vuestra sangre?», sino que sus palabras son: ¿Podéis beber el cáliz? Y, para animarlos a ello, añade: Que yo tengo que beber; de este modo, la consideración de que se trata del mismo cáliz que ha de beber el Señor había de estimularlos a una respuesta más generosa. Y a su pasión le da el nombre de «bautismo», para significar con ello que sus sufrimientos habían de ser causa de una gran purificación para todo el mundo. Ellos responden: Sí, podemos. El fervor de su espíritu les hace dar esta respuesta espontánea, sin saber bien lo que prometen, pero con la esperanza de que de este modo alcanzarán lo que desean.

¿Qué les dice entonces el Señor? En efecto, mi cáliz lo beberéis y recibiréis el bautismo que yo he de recibir. Grandes son los bienes que les anuncia, esto es: «Seréis dignos del martirio y sufriréis lo mismo que yo, vuestra vida acabará con una muerte violenta y así seréis partícipes de mi pasión. Pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no me corresponde a mi otorgarlo; es para quienes lo ha reservado mi Padre.» Después que ha levantado sus ánimos y ha provocado su magnanimidad, después que los ha hecho capaces de superar el sufrimiento, entonces es cuando corrige su petición.

Los otros diez se disgustaron contra los dos hermanos. Ya veis cuán imperfectos eran todos, tanto aquellos que pretendían una precedencia sobre los otros diez, como también los otros diez que envidiaban a sus dos colegas. Pero -como ya dije en otro lugar- si nos fijamos en su conducta posterior, observamos que están ya libres de esta clase de aspiraciones. El mismo Juan, uno de los protagonistas de este episodio, cede siempre el primer lugar a Pedro, tanto en la predicación como en la realización de los milagros, como leemos en los Hechos de los apóstoles. En cuanto a Santiago, no vivió por mucho tiempo; ya desde el principio se dejó llevar de su gran vehemencia y, dejando a un lado toda aspiración humana, obtuvo bien pronto la gloria inefable del martirio.

RESPONSORIO   

R. Éstos son los que a su paso por este mundo plantaron con su sangre a la Iglesia; * bebieron el cáliz del Señor y se convirtieron en amigos de Dios.
V. A toda la tierra alcanza su pregón y hasta los límites del orbe su lenguaje.
R. Bebieron el cáliz del Señor y se convirtieron en amigos de Dios.

viernes, 24 de julio de 2020

Lectio Divina Julio 24

CRISTO MURIÓ POR TODOS

Señor, el verdadero mediador que por tu secreta misericordia revelaste a los humildes, y lo enviaste para que con su ejemplo aprendiesen la misma humildad, ese mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, apareció en una condición que lo situaba entre los pecadores mortales y el Justo inmortal: pues era mortal en cuanto hombre, y era justo en cuanto Dios. Y así, puesto que la justicia origina la vida y la paz, por medio de esa justicia que le es propia en cuanto que es Dios destruyó la muerte de los impíos al justificarlos, esa muerte que se dignó tener en común con ellos.

¡Oh, cómo nos amaste, Padre bueno, que no perdonaste a tu Hijo único, sino que lo entregaste por nosotros, que éramos impíos! ¡Cómo nos amaste a nosotros, por quienes tu Hijo no hizo alarde de ser igual a ti, al contrario se rebajó hasta someterse a una muerte de cruz! Siendo como era el único libre entre los muertos, tuvo potestad para dar su vida y para recobrarla nuevamente. Por nosotros se hizo ante ti vencedor y víctima: vencedor, precisamente por ser víctima; por nosotros se hizo ante ti sacerdote y sacrificio: sacerdote, precisamente del sacrificio que fue él mismo. Siendo tu Hijo, se hizo nuestro servidor, y nos transformó para ti de esclavos en hijos.

Con razón tengo puesta en él la firme esperanza de que sanarás todas mis dolencias por medio de él, que está sentado a tu diestra y que intercede por nosotros; de otro modo desesperaría. Porque muchas y grandes son mis dolencias; sí, son muchas y grandes, aunque más grande es tu medicina. De no haberse tu Verbo hecho carne y habitado entre nosotros, hubiéramos podido juzgarlo apartado de la naturaleza humana y desesperar de nosotros.

Aterrado por mis pecados y por el peso enorme de mis miserias, había meditado en mi corazón y decidido huir a la soledad; mas tú me lo prohibiste y me tranquilizaste, diciendo: Por eso murió Cristo por todos, para que los que viven no vivan ya para sí, sino para aquel que murió por ellos.

He aquí, Señor, que ya arrojo en ti mi cuidado, a fin de que viva y pueda considerar las maravillas de tu ley. Tú conoces mi ignorancia y mi flaqueza: enséñame y sáname. Tu Hijo único, en el cual están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, me redimió con su sangre. No me opriman los soberbios, que yo tengo en cuenta mi rescate, y lo como y lo bebo y lo distribuyo y, aunque pobre, deseo saciarme de él en compañía de aquellos que comen de él y son saciados por él. Y alabarán al Señor los que lo buscan.

RESPONSORIO    2Co 5, 14. 15; Rm 8, 32

R. El amor de Cristo nos apremia, al pensar que Cristo murió por todos; * para que los que viven no vivan ya para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
V. Dios no perdonó a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte por todos nosotros.
R. Para que los que viven no vivan ya para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.

ORACIÓN.

OREMOS,
Mira con misericordia a estos tus hijos, Señor, y multiplica tu gracia sobre nosotros, para que, fervorosos en la fe, la esperanza y el amor, perseveremos en el fiel cumplimiento de tus mandamientos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

Santa Misa


jueves, 23 de julio de 2020

Las grietas de nuestra vida es la oportunidad para que Dios entre en nuestra vida.

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

  Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios. Primera lectura Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a ...