Jesus nos dice “ El Espíritu les dará fuerza para ser testigos de Jesús de Nazaret”
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 16, 11-15
Nos hicimos a la mar en Tróade y pusimos rumbo hacia Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos, primera ciudad del distrito de Macedonia y colonia romana. Allí nos detuvimos unos días.
El sábado salimos de la ciudad y fuimos a un sitio junto al río, donde pensábamos que había un lugar de oración; nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo. Se bautizó con toda su familia y nos invitó:
«Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros en mi casa».
Y nos obligó a aceptar.
Palabra de Dios
Para entender esta primera lectura debemos de leer el capítulo anterior 15,36-18,22 porque la primera lectura nos habla acerca del viaje misionero de Pablo acompañado por Silas y por Timoteo. Ellos buscaron un lugar para orar y fueron a un sitio junto al río. Allí se encontraron con unas mujeres porque ellas iban a ese mismo lugar para orar. En medio de la conversación con estas mujeres una de ellas, Lidia mientras escucha a Pablo el Señor abre el corazón a Lidia para acoger la Buena Noticia de Jesús de Nazaret y adherirse a ella. Esto es bien importante para resaltarlo porque así como los sacerdotes preparan la celebración de la misa y le piden al mismo Dios que les ayude para que todos los que escuchen la Palabra de Dios y la explicación de la homilía sean tocados y transformados por la Palabra de Dios. De igual manera, nosotros que participamos en la Misa, o en un grupo de oración, o en la adoración al Santísimo debemos de pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a abrir nuestro corazón para escuchar, acoger y dejar obrar el mensaje de Cristo en nuestra vida. Nos dice la lectura que el Señor le abrió el corazón a Lidia, para acoger la Buena Noticia de Jesús de Nazaret y adherirse a ella. Es por eso que ella pide el rito de la iniciación cristiana sumergiéndose así en la Vida del Padre, del Hijo y del Espíritu e incorporándose a la comunidad de los seguidores de Jesús que expresa con la hospitalidad de los evangelizadores en su casa. En europa la primera cristiana fue una mujer y esa fue Lidia.
Para nuestra práctica personal pidamosle al Señor que sea el Espíritu Santo quien disponga nuestros ser para recibir el mensaje que Él mismo nos quiere dar, para descubrir su presencia en nuestra vida, como Él mismo nos guia y nos bendice. Que por su gracia podamos llegar a ser como la mujer de la primera Lectura Lidia quien acogió la Buena Noticia y dio paso a la evangelización a Europa.
Salmo 149, 1bc-2. 3-4. 5-6a y 9b R/. “El Señor ama a su pueblo”
Lectura del santo evangelio según san Juan 15, 26 — 16, 4a
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo.
Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí.
Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho».
Palabra del Señor.
Jesús nos anima al anunciarnos cómo el Espíritu fortalecerá a sus seguidores en medio de la persecución para ser sus testigos de todo lo que han visto y oído del Maestro. El Paráclito les ayudará a recordar lo vivido (cf Jn 14,26; 16,13s).
Jesús les advierte que no se escandalicen y esto los lleve a apartarse de la fe. Ahora hay cosas que nos pueden escandalizar, los abusos dentro de la misma iglesia, la codicia de algunos del clero, algunos sacerdotes que son más interesados en el dinero que se recoja de las ofrendas que en convertir corazones, o también nosotros como feligreses que decimos conocer a Cristo y caemos en el chisme, en la crítica y calumnian a los mismos de la comunidad. Todas estas cosas no nos pueden escandalizar y separar de nuestra fe. Si estas cosas te escandalizan y te separan de la fe, entonces no seguías a Cristo sino al ser humano que tenías al frente.
También con gran admiración puedo decir que hay muchos quienes revelan el rostro misericordioso del Padre, personas de carne y hueso pero es triste saber que para nuestra sociedad ellos incomodan, entonces terminan siendo perseguidos. Nosotros también podemos experimentar muchos tipos de persecución a causa de nuestra fidelidad al proyecto de Jesús, tal vez incluso de aquellos que consideramos nuestros hermanos. Jesús mismo nos dice “ El Espíritu les dará fuerza para ser testigos de Jesús de Nazaret “.
Es momento de interiorizar esta reflexión y preguntarnos..
¿Experimentamos en esos momentos la fuerza del Espíritu que nos anima?
¿Nos mantenemos firmes dando testimonio de la Buena Noticia de Jesús?
Mi Amado Jesus, abre mi entendimiento para poder aceptar tu mensaje de salvación que me quieres dar, ese mensaje no solo será salvacion para mi sino para todos aquellos que caminan conmigo en este mismo peregrinar. Si desde la Fe acojo tu mensaje le estoy dando paso a que esta buena noticia llegue a donde yo vaya. Que mi fe tenga profundas raíces para que no me escandalice por el mal testimonio de otros, pero también perdóname Señor por las veces que no doy buen testimonio con mi vida porque eso puede hacer que algunos sucumben en su fe. Ayúdame Señor a revelar tu rostro misericordioso aunque esto signifique tallar algunos, incomodar a otros y hasta ser perseguidos por causa del evangelio, porque el evangelio es trabajar por la justicia y la verdad. Dame la valentía que necesito para ser tu testigo, seguramente experimentare muchos tipos de persecución a causa de mi fidelidad a tu proyecto Jesús, pero tu mismo me dices “ El Espíritu les dará fuerza para ser testigos de Jesús de Nazaret “, así lo creo, Amen.
Dios te bendiga,
¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!
--
†
Que la
paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en
el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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