lunes, 3 de mayo de 2021

Lo que salva al ser humano es el amor, el amor de Dios al extremo. Hoy es el día de la misericordia y del amor con la exaltación de la Cruz.

 

Lo que salva al ser humano es el amor, el amor de Dios al extremo. Hoy es el día de la misericordia y del amor con la exaltación de la Cruz.


Números 21, 4b-9
En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: "¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo." El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: "Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes." Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: "Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpiente quedarán sanos al mirarla." Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.
Palabra de Dios


Salmo 77 " No olvidéis las acciones del Señor. "

Filipenses 2, 6-11
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el "Nombre-sobre-todo-nombre"; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
Palabra de Dios


Juan 3, 13-17
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: "Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él."
Palabra del Senor


Hoy nuestra Iglesia católica en Colombia celebra la exaltación de la cruz, porque en otros países es en el mes de septiembre; y es que en la cruz está el misterio salvífico de la humanidad. Por tal motivo voy a retomar las últimas palabras de Cristo en la cruz.

-Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu. Éste es el último grito de Cristo en la cruz. Con esas palabras se cierra el misterio de la pasión y se abre el misterio de la liberación a través de su muerte, que se realizará en la Resurrección. “ Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu” , es el grito de Cristo sufriente. Ellas encierran también el comienzo al futuro, a la eternidad con esperanza y confianza al Padre.

El amor de Dios fue llevado al extremo porque Él mismo decidió asumir la condición humana, se hizo obediente hasta la muerte, y muerte de cruz(Flp 2, 8). Él quiso ser uno de nosotros para podernos entender desde su humanidad y también para estar cerca. El signo de este amor al extremo es la cruz.  En la cruz Él mismo nos abraza, nos perdona, nos sana, nos libera, nos da una nueva vida.

Cristo el Mesías fue una víctima del odio y del mal de todos los tiempos. A pesar de todo este escenario de sufrimiento y muerte, brilla para la humanidad la esperanza: A causa de los trabajos de su alma, verá y se hartará (...); mi Siervo justificará a muchos. La cruz, en la noche del dolor y del abandono, es antorcha que mantiene viva la espera del nuevo día de la resurrección. Miramos con fe hacia la cruz de Cristo, mientras por medio de ella queremos proclamar al mundo el amor misericordioso del Padre por cada hombre.

Hoy es el día de la misericordia y del amor, un amor que abraza nuestras equivocaciones y  pecados, un amor que nos ofrece la gracia del perdón, un amor que se hace cercano para  restaurar esa relación con cada uno de nosotros. Hoy es un día donde reconozco que soy un amad@. Hoy es un día que celebramos la victoria porque Tú mi Señor nos has redimido, el pecado y la muerte han sido derrotados por la muerte salvífica del Redentor. De la misma manera que tu me amaste hasta el extremo me invitas a que ame a esa persona que es tan difícil, que quizás ha hablado a mis espaldas, que me ha lastimado y que ha causado un gran dolor en mi corazón. Hoy me dices Señor que es muy fácil cargar una cruz en mi pecho, pero que dificil es amar al extremo a ese hij@ que ha tomado decisiones equivocadas, que piensa distinto, al compañero de trabajo que me hace el trabajo más pesado, al religioso que me hizo perder la fe, o aquel amigo que me dejó solo, o al cónyuge que abusó de mi confianza y fallo en la promesa del amor, como también al político que solo busco sus intereses personales a costa del dolor y sufrimientos del pueblo. Eso es cargar la cruz, amarlos hasta el extremo aunque no lo merezcan. Dame la gracia de amar con toda tu  fuerza,  porque cada uno de nosotros somos un pedacito de tu corazón Señor, Amén.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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