Gálatas 3, 1-5
¡Insensatos gálatas! ¿Quién os ha embrujado?
¡Y pensar que ante vuestros ojos presentamos la figura de Jesucristo en la cruz! Contestadme a una sola pregunta: ¿recibisteis el Espíritu por observar la ley, o por haber respondido a la fe?
¿Tan estúpidos sois? ¡Empezasteis por el espíritu para terminar con la carne! ¡Tantas magníficas experiencias en vano! Si es que han sido en vano. Vamos a ver: Cuando Dios os concede el Espíritu y obra prodigios entre vosotros, ¿por qué lo hace? ¿Porque observáis la ley, o porque respondéis a la fe?
Palabra de Dios
Hoy la lectura de los Galatas nos recuerda dos cosas centrales del cristiano: el sacrificio redentor de Jesucristo en la cruz y la gracia que recibimos del Espíritu Santo quien hace posible que transforme nuestra vida, que hace nueva tu vida y la mía, quien nos lleva donde quiere para ajustarnos al plan de Dios. Disculpen que sea tan reiterativa con lo que voy a decir pero es de ahí que los Católicos celebramos la Eucaristía, porque es la actualización del sacrificio de Jesús en la Cruz. Es Cristo que se hace presente en medio de nosotros a través de la Eucaristía por medio del sacerdote. Por eso para nosotros los católicos la Misa celebramos la Eucaristía. Ahora bien, el Espíritu Santo vive en la Iglesia de Cristo y por eso no necesitamos esperar cada año para celebrar Pentecostés. El Espíritu Santo vive, se mueve y está en medio de nosotros y somos nosotros quienes debemos de dejarlo actuar a través de nosotros.
Pablo exhorta a la comunidad de los Gálatas porque él mismo ve que esa comunidad pone su confianza en las prácticas exteriores propias de la Ley de Moises y van descuidando más y más los elementos que son centrales de nuestra fe.
¿Y cuáles son esos elementos que están descuidando? Se pueden resumir en dos: la gracia y la fe. "Gracia," en griego: jaris, es una palabra que alude al amor con que Dios nos ha amado, es decir, al regalo de su amor que nos perdona, nos restaura, nos da victoria, y nos participa de la vida misma que hay en Dios. Todo esto es regalo, no es algo que hayamos comprado o que podamos comprar, ni siquiera si nos ponemos en la tarea de "ser buenas personas."
Lo segundo es la fe, que es fundamentalmente entender que así son las cosas, o sea, que por nuestras propias fuerzas nada podemos esperar sino errores tras errores, desastre tras desastre. Ni nuestra inteligencia, ni nuestras tradiciones, ni los grupos a que pertenezcamos, ni las ceremonias que realicemos, nada de eso por sí solo trae salvación, nada de eso nos permite acceder a la gracia. Recibimos la gracia de Dios por un acto de absoluta confianza en él, es decir, arrojándonos en su amor que Él mismo manifestó en la Cruz,Jesucristo, y en la gloria de su resurrección. Obrar así es tener fe.
Lucas 1 " Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado a su pueblo "
Lucas 11, 5-13
En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: "Si alguno de vosotros tiene un amigo y viene a medianoche para decirle: "Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle", y, desde dentro, el otro le responde: "No me molestes; la puerta está cerrada, mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos". Si el otro insiste llamando, yo os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por la importunidad se levantará y le dará cuanto necesite.
Pues así os digo a vosotros: Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque quien pide, recibe; quien busca, halla, y al que llama, se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, cuando el hijo le pide pan, le dará una piedra? ¿O si le pide un pez, le dará una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuanto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo piden?"
Palabra del Señor
El evangelio nos invita a la confianza y a perseverar y uniéndose con la primera lectura que gran riqueza nos trae las dos lecturas.
La confianza es creer en lo que nos enseñó Cristo y también creer a quien Él dejó sus enseñanzas. No podemos olvidar que el mismo Cristo llamó a Pedro para edificar su Iglesia. Entonces porque algunas tienen dudas, porque tanto odio contra la Virgen Maria, el Papa, los obispos, los sacerdotes, contra la Iglesia Católica, ? Pablo les recuerda a los Gálatas que es triste como la comunidad que estaba de alguna manera evangelizada, se deja engatusar y se van con otras doctrinas, se van con otros predicadores que llegan a predicar.
Bien o mal recibimos la fe, pero nuestra responsabilidad es cuidarla, protegerla y que ella crezca en nosotros. Pero cómo vamos a tener confianza de lo que no sabemos ni conocemos?
Es que ahí que la confianza necesita de la oración. Santa Teresita del Niño Jesús nos dice : “ La oración es tratar con Dios como un amigo. Es entender que hablamos y con quien. Pensar en lo poco que le hemos servido y lo que le debemos servir. La oración es el medio para alcanzar todas las virtudes y lo más necesario para nosotros. Nuestra vida debe ser una oración continua, esto significa si estás trabajando mantente en oración, si haces los quehaceres de la casa, ora, procura lo más posible traer a Jesucristo dentro de ti. Santa Teresita orando venció las tentaciones y fortaleció su fe, esperanza y caridad”.
Algunos sacan la excusa que no saben orar, pero como si eres capaz de hablar con tus amigos y con los demás? cuando dices eso lo que significa es que no reconoces a Cristo como tu amigo. Orar es levantar la mirada al cielo con humildad. Acostumbremonos a andar en compañía de Cristo y a tratarle con amor y confianza.
La confianza que se alcanza con la oración se necesita de otro ingrediente que los une y es la perseverancia. La perseverancia es como el reconocimiento de que nuestra voluntad necesita prepararse para acoger la voluntad divina. En el fondo, va unida a la humildad. Es propio del soberbio poner condiciones: "ahora o nunca". El humilde, persevera. Con otras palabras: el puente que une confianza y perseverancia se llama "humildad". El humilde se vuelve niño que confía y se vuelve amigo que sabe que la hora de su amigo será siempre la mejor hora.
Mi amado Jesús hoy me pides Confianza, oración, perseverancia y humildad. Hoy quiero acercarme a Ti como un amigo quien me comprende, me escucha, y conoce muy bien por lo que estoy viviendo. Regalame Jesús ese gusto por sentarme cerca de ti, disfrutar de las horas que paso contigo, donde el tiempo, las preocupaciones, los afanes del dia a dia no interfieran en mi relación contigo. Quiero conocerte a profundidad para descubrir realmente tu amor, eso es lo único que necesito, descubrir cuando me amas. Ayúdame a ser una persona de oración porque esa es la única manera de poderte conocer y también alcanzar todas las demás virtudes. Que mi vida sea una continua oración y trayéndote a Ti dentro de mí podré vencer las tentaciones, fortalecerme en la fe, crecer en la esperanza y llevar la caridad. Yo confio en Ti, y quiero permanecer en ti, dame un corazón humilde como los santos para asi complacerte cada dia de mi vida hasta el encuentro definitivo contigo, Amen.
Dios te bendiga,
¡¡¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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