lunes, 19 de octubre de 2020

No son nuestras obras, sino obra de Dios…..



Efesios 2, 1-10
Hermanos: Hubo un tiempo en que estabais muertos por vuestros delitos y pecados, cuando seguíais la corriente del mundo presente, bajo el jefe que manda en esta zona inferior, el espíritu que ahora actúa en los rebeldes contra Dios. Antes procedíamos nosotros también así; siguiendo los deseos de la carne, obedeciendo los impulsos de la carne y de la imaginación; y, naturalmente, estábamos destinados a la reprobación, como los demás. Pero Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos has hecho vivir con Cristo -por pura gracia estáis salvados-, nos ha resucitado con Cristo Jesús y nos ha sentado en el cielo con él. Así muestra a las edades futuras la inmensa riqueza de su gracia, su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Porque estáis salvados por su gracia y mediante la fe. Y no se debe a vosotros, sino que es un don de Dios; y tampoco se debe a las obras, para que nadie pueda presumir. Somos, pues, obra suya. Nos ha creado en Cristo Jesús, para que nos dediquemos a las buenas obras, que él nos asignó para que las practicásemos.
Palabra de Dios


Salmo 99 " El Señor nos hizo y somos suyos. "

Lucas 12, 13-21
En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: "Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia." Él le contestó: "Hombre, ¿quién me ha nombrado juez o árbitro entre vosotros?"
Y dijo a la gente: "Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno -ande sobrado, su vida no depende de sus bienes."
Y les propuso una parábola: "Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos: "¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida."
Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será?" Así será el que amasa riquezas para sí y no es rico ante Dios."
Palabra del Señor


Aun me encuentro con personas que aún piensan que Dios nos ama y nos bendice es por causa de las obras que hacemos. Dios nos ama porque quiere amarnos. Dios nos bendice porque quiere hacerlo.Dios ha manifestado y ofrece en Cristo el amor que no merecíamos pero que sí necesitábamos. Si aceptamos ese amor, que es puro regalo, nuestra vida cambia completamente. ¡Acuérdate déjate amar por Dios!, eso es lo único que Él te pide.

En el catecismo de la Iglesia católica hemos escuchado acerca de las virtudes teologales. ¿Te has preguntado porqué es importante las virtudes teologales para nuestra vida? cuando recibimos el bautismo recibimos la fe, la esperanza y el amor. Cuando acogemos la propuesta de Dios es creer, o sea, ejercer fe. El cambio que esa fe trae es que nos abre a un futuro que rebasa nuestros mejores sueños, y así quedamos abiertos a la esperanza. Gozosos por haber sido amados somos también capacitados para amar, y así llega la caridad. Es de ahí la importancia cuando recibimos las tres virtudes teologales, la Fe, la esperanza y la caridad o el amor.
Retomemos, acoger la propuesta de Dios es creer, o sea, ejercer fe. El cambio que esa fe trae es que nos abre a un futuro que rebasa nuestros mejores sueños, y así quedamos abiertos a la esperanza. Gozosos por haber sido amados somos también capacitados para amar, y así llega la caridad.

Pero porqué nos cuesta vivirlo? Todo radica en que no podemos creer que Dios es capaz de amarnos tanto, tratamos de buscar la justificación de ese amor, pero nunca lo vamos a encontrar. Dios nos ama no por nuestras obras, o por lo que hacemos o dejemos de hacer. Es maravilloso saberse amado pero hay algo en el orgullo humano que quiere siempre encontrar un motivo para ese amor. El motivo porque Dios nos ama es porque a Él le da la gana. Por más pecado que tengamos, por más imperfectos e incoherentes que seamos, Él nos seguirá amando, Él ama al pecador pero Dios no ama el pecado. Cuando se piensa que se debe ser bueno, que debe agradar a Dios para recibir su amor está poniendo toda su fuerza en su propio esfuerzo, esto seduce nuestra vanidad y mima a nuestro ego. Uno trata de convencerse de que es lo suficientemente sagaz, sabio, virtuoso, inocente, bello o fuerte como para "merecer" que lo salven.

Dios nos ha salvado por puro amor, por puro regalo. Así que uno tiene que escoger: ¿quiero con mis obras convencer a Dios de que me ame o quiero ser la obra de un Dios que me ha amado sin que yo en realidad lo mereciera?

En el evangelio el hombre rico pensó que su riqueza había sido gracias al fruto de su esfuerzo y al mimar su orgullo terminó siendo necio. Como nos lo dice en la lectura “ Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno -ande sobrado, su vida no depende de sus bienes “. Un bien no es solo la riqueza material sino la vida. Este rico terminó siendo necio al decir “ No tengo donde almacenar la cosecha." Y se dijo: "Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el grano y el resto de mi cosecha. Y entonces me diré a mí mismo: Hombre, tienes bienes acumulados para muchos años; túmbate, come, bebe y date buena vida."

Jesus nos invita a ser sensatos, a buscar la sabiduría divina. ¿Cómo buscamos la sabiduría de Dios? a través de la oración. El mismo Espíritu Santo nos muestra cómo Dios ha obrado con su sabiduría y compasión en nuestra historia a pesar de nuestras rebeldías.

Dios tu me has creado y a ti volveré cuando termine en este peregrinar en este mundo terrenal. Gracias por haberme regalado estas tres virtudes esenciales en la vida de todo cristiano, la fe, la esperanza y la caridad. Por Fe acojo Tu propuesta que en Cristo alcanzare la salvación de mi alma. Al tomar el camino de la fe, me lanzo para recibir un futuro desde la esperanza y gozos@ por haber sido amad@ estoy también capacitad@ para amar, y así poder practicar la caridad. Con gran sabiduría has obrado en mí, y que compasión has tenido conmigo a pesar de mis rebeldías, Amen.

Dios te bendiga,

¡¡¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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