miércoles, 14 de octubre de 2020

¿Qué frutos estás dando? frutos del Espíritu Santo o frutos de la carne...



Gálatas 5, 18-25
Hermanos:
Si os guía el Espíritu, no estáis bajo el dominio de la ley. Las obras de la carne están patentes: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, enemistades, contiendas, envidias, rencores, rivalidades, partidismo, sectarismo, discordias, borracheras, orgías y cosas por el estilo. Y os prevengo, como ya os previne, que los que así obran no heredarán el reino de Dios. En cambio, el fruto del Espíritu es: amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí. Contra esto no va la ley.
Y los que son de Cristo Jesús han crucificado su carne con sus pasiones y sus deseos. Si vivimos por el Espíritu, marchemos tras el Espíritu.
Palabra de Dios


Pablo hoy nos trae dos enseñanzas, los signos que da el Espíritu Santo y lo que significa ser crucificado y ser libres.

Mientras las obras de la carne es la fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, hechicería, enemistades, contiendas, envidias, rencores, rivalidades, partidismo, sectarismo, discordias, borracheras, orgías y cosas por el estilo, los frutos del Espíritu Santo es el amor, la alegría, la paz, la comprensión, la servicialidad, la bondad, la lealtad, la amabilidad, el dominio de sí. Esta es la primera enseñanza, preguntémonos cada uno de nosotros cuál es el Espíritu que nos guia, el Espiritu de Dios o el Espíritu del mundo. Las señales que Pablo nos dice son un buen indicador para ver cual es el Espíritu que nos gobierna.  

La segunda enseñanza es crucificar. El cristiano es libre, y su manera de ser libre es ser imagen del que es libre por excelencia: Cristo Crucificado. Quien no ve en Cristo Crucificado el modelo mismo de la libertad seguramente no ha entendido nada de la libertad cristiana.

Decimos que Cristo es libre porque sus obras van más allá de las presiones, expectativas, condicionamientos, amenazas, su libertad lo lleva a actuar de esa manera. Cristo al caminar en la verdad lo hace libre. Mientras el mal es mentira, el bien es verdad. El mundo pretende atarnos y manipularnos. Mientras el mundo te señala y dice que te equivocaste, que no puedes salir de donde estas, el Señor te perdona, Él te ofrece su misericordia, el Señor vuelve a creer y confiar en ti.  Nuestra libertad está en Cristo cuando vivimos en la verdad, porque la mentira nos aprisiona, nos esclaviza, nos engaña y terminamos siendo títeres de este mundo.  Como dice en una parte de la Biblia, “ Por los frutos los conoceréis “ , solo es esperar un tiempo para darnos cuenta realmente que frutos estamos dando, frutos del Espíritu Santo o los de la carne. Es lo mismo cuando miramos a nuestro alrededor, muchos pretenden aparentar lo que no son, y después, cuando pase el tiempo te darás cuenta realmente que había en su corazón.

Salmo 1 " El que te sigue, Señor, tendrá la luz de la vida "

Lucas 11, 42-46
En aquel tiempo, dijo el Señor: -«¡Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de legumbres, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto habría que practicar, sin descuidar aquello.
¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y las reverencias por la calle! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas sin señal, que la gente pisa sin saberlo! »
Un maestro de la Ley intervino y le dijo: -«Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros.»
Jesús replicó: -«¡Ay de vosotros también, maestros de la Ley, que abrumáis a la gente con cargas insoportables, mientras vosotros no las tocáis ni con un dedo! »
Palabra del Señor


Recordemos que Jesus está en la casa del Fariseo, y tanto ayer como hoy Jesús los reprende, no se queda callado, El denuncia.  Jesús hoy continúa con la exhortación, y esto es bien interesante porque Jesus no vive del qué dirán, no tiene falsos respetos humanos, osea El no cae en el juego de por querer quedar bien entonces no denuncia la mentira.

Algunos de nosotros nos ha sucedido que por no causar discordias, por no lastimar al otro, o por tener una falsa compasión con los demás, preferimos callar. Mucho cuidado si caemos al otro extremo, aquellos quienes creen que por conocer un poquito más de las escrituras, o porque hacen parte de un apostolado o por que se están preparando creen que son las biblias, osea que todo se lo saben y llegan imponiendo sus opiniones, y en vez de hacer un bien al grupo o a la comunidad lo que termina es haciendo división, crean malestar y desunión.

Volvamos a retomar la primera lectura “ Los frutos del Espíritu Santo “. ¿Quieres saber si en tu grupo de amigos está presente el Espíritu de Dios? entonces revisemos los indicadores que nos trae el Espíritu Santo que son amor, alegría, paz, comprensión, servicialidad, bondad, lealtad, amabilidad, dominio de sí. Amor no solo para aquellos quienes me caen bien sino para aquellos que son difíciles. Realmente hay Alegría, llevas alegría a donde vas o mas bien llevas tristeza y quizás nadie quiere estar cerca de ti. Eres de aquellos que llevan paz o más bien llevas discordia, creas división. Eres una persona que comprende y te esfuerzas por comprender o más bien juzgas a los demás. Te gusta servir o más bien que te sirvan y ser el centro de atención. Eres bondadoso, irradias bondad? . Eres leal a los principios cristianos entre ellos practicas el perdón? . Eres una persona amable sin importar quien tienes al frente tuyo o eres amable solo con los que tu quieres. Eres capaz de dominarte a ti mismo o mas bien tus emociones son las que te dominan.

El que vive en la falsedad, en la hipocresía nunca podrá alcanzar la conversión porque la mentira nos ciega a nuestros males igualmente nos ciega a los bienes ajenos. El resultado es que quien no reconoce su daño se afianza en él y daña a los demás. Jesus viene a nuestra vida para eso, para erradicar la hipocresía por amor a quienes lo practican y por compasión con quienes la padecen.

Señor, ayúdame a caminar en tu Luz y dejar que Tu Espíritu habite en mí para que me transforme alcanzando la verdadera estatura de un discípulo tuyo, que por mis frutos reconozcan quién es el que reina y vive en mi. El Espíritu Santo es el único que es capaz de hacer posible que vivamos como Cristo en esta tierra, que alcancemos la santidad como Cristo, que seamos obedientes y fieles al evangelio irradiando alegría, que gastemos nuestra vida sirviendo y amando a los demás, que el amor recibido en la cruz a través de tu hijo nos lleve a una amor crucificado donde irradie la Gloria Divina, Amen.  

Dios te bendiga,

¡¡¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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