viernes, 9 de julio de 2021

Practicar las dos virtudes: la sagacidad y la sencillez, a eso nos invita el Señor

 


Practicar las dos virtudes: la sagacidad y la sencillez, a eso nos invita el Señor


Primera lectura
Lectura del libro del Génesis 46,1-7.28-30:
En aquellos días, Israel se puso en camino con todo lo que tenía, llegó a Berseba y allí ofreció sacrificios al Dios de su padre Isaac.
Dios le dijo a Israel en una visión nocturna:
«Jacob, Jacob».
Respondió:
«Aquí estoy».
Dios le dijo:
«Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en una gran nación. Yo bajaré contigo a Egipto, y yo mismo te haré subir; y José te cerrará los ojos».
Al salir Jacob de Berseba, los hijos de Israel hicieron montar a su padre con los niños y las mujeres en las carretas que el faraón había enviado para transportarlos.
Tomaron el ganado y las posesiones que habían adquirido en la tierra de Canaán y emigraron a Egipto Jacob con todos sus descendientes, hijos y nietos, hijas y nietas. Llevó consigo a Egipto todos los descendientes.
Jacob envió a Judá por delante, adonde estaba José, para preparar el sitio en Gosén.
Cuando llegaron a Gosén, José hizo enganchar la carroza y se dirigió a Gosén a recibir a su padre.
Al verlo se le echó al cuello y lloró abrazado a él.
Israel dijo a José:
«Ahora puedo morir, después de haber contemplado tu rostro y ver que vives todavía».
Palabra de Dios


La primera lectura nos dice que el Señor le pide que deje aquella tierra en la que vive y a la que ya se consideraba como “la tierra prometida por Dios”, y que vaya a Egipto. Para el patriarca Jacob, lo que se le pide no es hacer un simple viaje, es dejar la tierra prometida a sus antecesores y comenzar una nueva etapa con Dios. Por eso, el anciano tiene sus dudas. Será el mismo Dios quien le ayude a aceptar su futuro.

Leyendo esta lectura viene a mi memoria cuando mi esposo y yo tomamos la decisión de venirnos para Canadá. No solo eran los planes de nosotros como pareja sino que era el plan de Dios para nosotros y para nuestra familia.

Dios le dice a Jacobo, “ Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas bajar a Egipto, porque allí te convertiré en una gran nación. Yo bajaré contigo a Egipto, y yo mismo te haré subir; y José te cerrará los ojos “. Dios le da todo el itinerario, le da la seguridad que él necesita para que no tema.  

Al final la lectura nos dice que Jose fue a recibir su padre al verlo se le echó al cuello y lloró abrazado a él. Es emocionante la escena del encuentro de Jacob con su hijo José y la confianza en la palabra de Dios al recibir una amplia tierra donde establecerse, así como la promesa del Señor de regresar al lugar donde había vivido tantos años. Su fe en Dios no lo dejó defraudado.

Esta es la enseñanza que nos trae esta lectura, ¿realmente le crees a Dios? ¿Cómo está tu fe en Dios?

Salmo  36,3-4.18-19.27-28.39-40 R/. El Señor es quien salva a los justos

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 10,16-23
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles:
«Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos; por eso, sed sagaces como serpientes y sencillos como palomas.
Pero ¡cuidado con la gente!, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los gentiles.
Cuando os entreguen, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en aquel momento se os sugerirá lo que tenéis que decir, porque no seréis vosotros los que habléis, sino que el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros.
El hermano entregará al hermano a la muerte, el padre al hijo; se rebelarán los hijos contra sus padres y los matarán.
Y seréis odiados por todos a causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el final, se salvará. Cuando os persigan en una ciudad, huid a otra.
En verdad os digo que no terminaréis con las ciudades de Israel antes de que vuelva el Hijo del hombre».
Palabra del Señor

Jesus no quiere que vivamos en una burbuja como algunos padres quieren que sus hijos vivan. Jesús desde su realismo nos previene que lo normal es que el anuncio del reino de Dios, incluso su misma presencia en la sociedad, nos vaya a acarrear dificultades serias, Hasta dentro de nuestras familias podremos encontrar oposición al Evangelio. En tales circunstancias necesitaremos practicar dos virtudes: la sagacidad y la sencillez.

Jesus comienza diciendo “ Mirad que yo os envío como ovejas entre lobos “, los lobos se caracterizan porque persiguen para capturar a su presa y luego devorarla. Cuando experimentamos que estamos en peligro nos puede suceder que perdamos la confianza y el autocontrol. Es por eso que la mejor manera de combatirlo es una actitud serena y una inquebrantable fe en el futuro. Tenemos que aprender a confiar en el Espíritu de Dios porque Él nos conduce a los caminos del discernimiento.

Es por eso que nos trae el ejemplo de la serpiente y la paloma. La serpiente es sagaz porque sabe dónde está el peligro. No se puede ser temeroso con el adversario ni tampoco ingenuo. Es de ahí la importancia de pedir a Dios la inteligencia para descubrir los engaños del mal consejero y ayudame para protegernos de ellos.Porque frecuentemente el mal viene disfrazado bajo capa de bien. Es, sencillamente, abrir los ojos y analizar lo que de retorcido puede contener el corazón de una persona.

La sencillez es contraria a la doblez, contraria a todo comportamiento que proclama una intención noble y sólo sirve para esconder la injusticia, la ambición o la vanidad Es la virtud a la que se suele llamar la pureza de intención. Bienaventurados los limpios de corazón, dijo Jesús. Así actuaba él mismo: con sagacidad y un corazón limpio y sencillo.

Jesús hoy me recuerdas la misión que nos has dado y para poder llevarla a cabo necesito de estas dos virtudes, la sagacidad y la sencillez. Sagacidad para poder aprender a confiar en ti y dejar que Tu Espíritu me lleve, porque el Espíritu es el viento que sopla y guía, yo soy el velero. No permitas que el miedo, la angustia, los momentos de dificultad me paralicen por eso dame la gracia de tener una actitud serena, el autocontrol, y una fe inquebrantable en el futuro. Señor regálame la sabiduría para descubrir los engaños del mal consejero y ayudame para protegernos de ellos. Acrecienta en mí la sencillez para tener intenciones puras y nobles que busquen sólo la justicia, y la verdad. Quiero tener un corazón limpio y sencillo como el tuyo Señor, Amén.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!--

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

Encuentranos en : www.catolicosregina.com

Siguenos en facebook  https://facebook.com/orandoyviviendo/ 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

  Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios. Primera lectura Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a ...