Dios nos creó para que seamos signos del amor Divino.
Ezequiel 47, 1-2. 8-9. 12
"Me hizo salir por el pórtico septentrional y me llevó por fuera hasta el pórtico exterior que mira al este. "
Muchas veces con nuestra actitud no le dejamos más opción al Señor que Él nos saque del camino para que no nos perdamos.
Sal 45, 2-3. 5-6. 8-9 R/. Un río y sus canales alegran la ciudad de Dios, el Altísimo consagra su morada.
Segunda lectura
1 Corintios 3, 9c-11. 16-17
" Somos templo de Dios y el Espíritu de Dios habita en nosotros "
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Juan 2, 13-22
Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
«Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre».
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito:
«El celo de tu casa me devora».
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:
«¿Qué signos nos muestras para obrar así?».
Jesús contestó:
«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré».
Los judíos replicaron:
«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?».
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron en la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Se acercaba la Pascua de los judíos y Jesús subió a Jerusalén. Y encontró en el templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas sentados; y, haciendo un azote de cordeles, los echó a todos del templo, ovejas y bueyes; y a los cambistas les esparció las monedas y les volcó las mesas; y a los que vendían palomas les dijo:
«Quitad esto de aquí: no convirtáis en un mercado la casa de mi Padre».
Sus discípulos se acordaron de lo que está escrito:
«El celo de tu casa me devora».
Entonces intervinieron los judíos y le preguntaron:
«¿Qué signos nos muestras para obrar así?».
Jesús contestó:
«Destruid este templo, y en tres días lo levantaré».
Los judíos replicaron:
«Cuarenta y seis años ha costado construir este templo, ¿y tú lo vas a levantar en tres días?».
Pero él hablaba del templo de su cuerpo. Y cuando resucitó de entre los muertos, los discípulos se acordaron de que lo había dicho, y creyeron en la Escritura y a la palabra que había dicho Jesús.
Palabra del Señor
Tu presencia y acción Señor en nuestra vida es constante, tu en cada momento nos demuestras tu amor, cuidado e interés en escucharnos. Ser conscientes de esta verdad nos llena de paz y alegría porque quien ama está presente, quien ama protege y no hace daño, quien ama respeta nuestra voluntad y libertad. Tu nos creaste para que seamos felices por eso nos bendices con tu presencia y somos nosotros quienes tomamos la decisión de aceptar este maravilloso regalo. La verdadera felicidad está en aceptarte y hacerte mío, que tú estés presente en todo, en mi familia, en el trabajo, en medio de mis amigos, en los momentos de diversión y de ocio.
La vida misma trae desengaños, desamor, dolor, sufrimiento, incomprensiones, soledad pero todas esas realidades humanas cambian de perspectiva cuando tu haces parte de mi historia, porque el poder del Espíritu Santo va pasando sobre mi y va sanando heridas que llevo en el alma. Vivir cada día con y para ti, hombro a hombro con esfuerzo, dedicación, responsabilidad, amando hasta aquellos que no se lo merecen, eso significa ser templo del amor de Dios.
Dame la gracia Señor de renovar mi compromiso con Tu proyecto de amor que manifestaste en su Hijo Jesucristo para que deje huellas del amor Divino convirtiéndose en signo de Tu amor en medio de este mundo. Yo quiero ser un signo del amor de Dios en que se revele la alabanza de la Gloria de Dios, Amen.
† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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