2 Pedro 3,12-15a.17-18
Queridos hermanos: Esperad y apresurad la venida del Señor, cuando desaparecerán los cielos, consumidos por el fuego, y se derretirán los elementos. Pero nosotros, confiados en la promesa del Señor, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva en que habite la justicia. Por tanto, queridos hermanos, mientras esperáis estos acontecimientos, procurad que Dios os encuentre en paz con él, inmaculados e irreprochables. Considerad que la paciencia de Dios es nuestra salvación. Así, pues, queridos hermanos, vosotros estáis prevenidos; estad en guardia para que no os arrastre el error de esos hombres sin principios, y perdáis pie. Creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, a quien sea la gloria ahora y hasta el día eterno. Amén.
Palabra de Dios
Salmo 89 " Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación"
Marcos 12, 13-17
En aquel tiempo, enviaron a Jesús unos fariseos y partidarios de Herodes, para cazarlo con una pregunta. Se acercaron y le dijeron: "Maestro, sabemos que eres sincero y que no te importa de nadie; porque no te fijas en lo que la gente sea, sino que enseñas el camino de Dios sinceramente. ¿Es lícito pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?" Jesús, viendo su hipocresía, les replicó: "¿Por qué intentáis cogerme? Traedme un denario, que lo vea." Se lo trajeron. Y él les preguntó: "¿De quién es esta cara y esta inscripción?" Le contestaron: "Del César." Les replicó: "Lo que es del César pagádselo al César, y lo que es de Dios, a Dios." Se quedaron admirados
Palabra de Dios
Hoy la primera lectura nos trae dos verbos “ esperar y apresurar”. Cuando escuchamos la palabra esperar es simplemente aguardar, es quedarse quieto. Pero en la lectura están estas dos palabras están seguidas. Para la Biblia, esperar y apresurar es tener una "esperanza activa," que se caracteriza precisamente porque "apresura" la llegada de aquel que esperamos.
Los verdaderos cristianos vivimos en la esperanza y esto es lo que caracteriza nuestra fe cristiana. La esperanza es mirar al futuro con la certeza de un algo que es invisible o incluso inexistente para los demás. Y el futuro, es algo que no podemos controlar, que sale de nuestras manos y somos conscientes de que el futuro le pertenece a Dios.
La esperanza no es una ilusión, no es una fantasía, no es ser indiferentes ante nuestra realidad, no es vivir en una burbuja. Cuando decimos que la esperanza es mirar al futuro con la certeza de un algo que es invisible o incluso inexistente para los demás significa que desde mi realidad, desde la situación que estoy viviendo reconozco la dificultad que tengo frente a mis ojos, ejemplo una enfermedad, entonces ante esa situación de dolor abrazo la esperanza y es por eso que voy a donde el médico, comienzo los tratamientos con la esperanza que todo eso que yo haga me va ayudar a salir de la enfermedad. Cuando decimos “ Y el futuro, es algo que no podemos controlar, que sale de nuestras manos y somos conscientes de que el futuro le pertenece a Dios “, es porque puede suceder que por más esfuerzos que haga en hacer bien el tratamiento que el médico me dijo que hiciera puede pasar que mi salud no mejore, que los médicos digan desde lo humano y profesional no hay nada por hacer. Entonces ese futuro al no poder ser controlado por nosotros porque sale de nuestras manos, se lo entregamos a Dios porque el futuro a Él le pertenece.
Porque es importante la esperanza? La esperanza es importante porque se convierte en la fuerza que es capaz de transformar el mismo presente, según la palabra de Pedro: "apoyados en esta esperanza, pongan todo su empeño en que el Señor los halle en paz con él, sin mancha ni reproche." .
Recordemos que ayer en la primera lectura nos invitaba a crecer en la Fe. El mismo Pedro nos dice que hemos recibido un regalo muy precioso y valioso como es la fe. Pero detengámonos un momento…. Sera que solo hemos recibido esa bendición o mas bendiciones? Si somos agradecidos finalmente diremos que del Buen Dios hemos recibido eso y mucho más. Todos esos regalos que dia a dia recibimos es gracias al amor de Dios para con nosotros, regalos que recibimos sin importar que hagamos o dejemos de hacer, El desde su profundo amor nos bendice hoy y siempre. Como dice Fray Luis de Granada gran predicar del siglo 16 “ El Dios que me trajo hasta aquí no me va a dejar aquí “. Es decir que tengo la certeza que si Dios ya ha hecho tanto por mi ese Dios me sigue llevando. Es por eso que nuestra esperanza no es ilusión o una fantasía. Nuestra esperanza tiene raíces profundas porque sabemos todo lo que Dios ha hecho por nosotros, que nos cuida, nos protege, nos ama, se preocupa por nosotros. Esa confianza de reconocer que somos hijos amados por Dios hace brotar en nosotros la alegría al saber que Dios no nos deja aquí, que El va conmigo en este peregrinar. Esa es nuestra esperanza.
Es precioso el Laudes de hoy que nos dice “ Mantengámonos en la justicia y preparemos nuestras almas para la prueba; sepamos aguantar hasta el tiempo que Dios quiera y digámosle: Señor, tú has sido nuestro refugio de generación en generación “. Pongamos nuestra esperanza en Él quien todo lo puede, mantengámonos firmes en el Señor porque Él siempre nos ha socorrido en los días de angustia y aflicción.
Ayer el apóstol Pedro nos invitaba a crecer dando fruto abundante como Dios quiere que demos, hay que crecer en la gracia y en el conocimiento de Dios. Ayer hablábamos de la gracia y la importancia y como llegar a ella. El conocimiento de Dios es bien importante, como decía mi director espiritual que en Paz descanse, “ A Jesús hay que conocerlo, amarlo y seguirlo “.
Sabiendo que hemos recibido tesoros preciosos del amor de Dios, de todo lo que Él ha hecho por nosotros y al aceptar su amor que nos ofrece entonces con la alegría salimos a su encuentro porque sabemos que El esta esperandonos con sus brazos abiertos.
Hoy Señor me invitas a tener una esperanza viva, mirando el futuro y al futuro. Mi futuro eres tu porque tengo la completa confianza que Tu me amas y reconozco todo lo que has hecho por mi. Tu me invitas a salir de la orilla para que salga de mi zona de confort, de mis seguridades o de mis miedos . De la misma manera tengo la convicción que no me dejaras en medio del océano porque tu sabes que las olas y los vientos son fuertes. Gracias por darme el regalo de la esperanza y ayúdame a que crezca más en mi y así poder alcanzar un cielo nuevo y una tierra nueva donde habite Tu justicia Señor. Dame la gracia de mantener tu paz, que mi alma no se perturbe a pesar de las dificultades, acrecienta en mí la paciencia y la firmeza en ti para que alcance la herencia eterna por tu Hijo Jesucristo que vive y Reina por los siglos Amén.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!!
Tarea: Ser optimista partiendo de la realidad en que estas viviendo.
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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