Hebreos 10,11-18
Hermanos: Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente, ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los que van siendo consagrados. Esto nos lo atestigua también el Espíritu Santo. En efecto, después de decir: "Así será la alianza que haré con ellos después de aquellos días -dice el Señor-: Pondré mis leyes en sus corazones y las escribiré en su mente"; añade: "Y no me acordaré ya de sus pecados ni de sus crímenes." Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.
Palabra de Dios
Hoy la primera lectura nos trae una hermosa enseñanza como es el Perdón, el regalo del Perdón. Todo esto se resume en esta frase "Y no me acordaré ya de sus pecados ni de sus crímenes." Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.Hoy el Señor nos está enseñando que el perdón es real, es eficaz, es cercano, pero sobre todo: es posible.
Decía que el perdón es un regalo, por eso es importante reconocer la presencia del pecado en nuestra vida porque de lo contrario nunca pensaremos o tendremos la necesidad de pedir perdón. Cuando no ofrecemos el perdón o no acogemos la gracia del perdón terminamos siendo personas amargadas, resentidas y tristes.
Recordemos que en la misa en el credo decimos “ creo en el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna". Estas tres afirmación de fe están juntas y tienen su significado. Quien nos perdona? Cristo, porque nos perdona ? para resucitarnos , que significa resucitarnos? es darnos vida , una vida que no acaba. Esa vida nueva que es recibida es la imagen misma del perdón.
Acojamos la gracia del perdón que nos ofrece Cristo, para que nuestro corazón sea sanado de las tristezas, amarguras, y resentimientos. Todos estos síntomas son signos que nos dan una señal que la muerte quiere atraparnos y arrebatarnos la vida eterna con Cristo. Danos la gracia Señor de reconocer las faltas por obras u omisión en que te hemos fallado y acoger tu misericordia que nos ofreces. Tu que eres el único mediador quien reconcilia no solo con el Padre sino con los otros. Amen.
Salmo 109 " Tú eres sacerdote eterno, según el rito de Melquisedec. "
Marcos 4,1-20
En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: "Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno." Y añadió: "El que tenga oídos para oír, que oiga."
Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. Él les dijo: "A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que "por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen.""
Y añadió: "¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno."
Palabra de Dios
En esta parábola del sembrador la podemos mirar desde dos ópticas, una de las distintas clases de terreno y la otra el poder que tiene la semilla del sembrador. Hoy vamos a tomar esta segunda, el poder que tiene la Palabra de Dios.
Cristo nos quiere mostrar su realismo y el realismo de todos los cristianos. Dicen por ahí que los mas canson es una persona recién convertida, porque quiere que todo el mundo se convierta y se vuelve intenso o intensa. Pasa un tiempo y como puede que la persona siga con esa fuerza, con esa alegría, con ese entusiasmo puede también llegar a suceder que la persona se enfría y ahora no hace caso a la Palabra de Dios como también puede llegar a buscar una religión que sea al tamaño de sus caprichos y necedades. Cuando vemos eso, da un poco de desánimo. Darnos cuenta que con aquellos quienes compartimos la fe con ese entusiasmo y gozo ya ahora es pasado, o se dejaron confundir por otros, se dejaron absorber de las ocupaciones del mundo o perdieron la esperanza al ver como otros también se fueron alejando de Dios poco a poco.
La realidad es que el mensaje de Cristo y el mensaje del mundo vive en competencia. Mientras el mundo dice y vive para el yo, primero yo, segundo yo y tercero yol El mundo nos empuja al individualismo, al egoísmo, a la mentira,a la codicia, al enfado, al estrés, el bullicio, entre otras, el mensaje de Cristo es servir a los demás, amar a tu prójimo, poner a Dios en tu primer lugar de tu vida, ser obediente a los mandamientos. Cristo nos invita a la generosidad, al perdón, a la verdad, a la justicia, a la paz. Estos dos mensajes van en direcciones opuestas.
Así como somos realistas para lo malo, también debemos ser realistas para lo bueno. La semilla que llevamos por dentro es buena. La semilla que llevamos tiene poder y allí donde verdaderamente da fruto da fruto del treinta por uno, del sesenta por uno, o del ciento por uno. Ese fruto viene de cierta manera a reemplazar todo ese fruto que no se pudo recoger. En resumen, el mensaje que Jesús nos quiere dar es de realismo y también de optimismo. No quiere decir que el optimista sea un iluso, y el que es pesimista es realista. Hoy el evangelio nos quiere enseñar que el cristiano es realista y también optimista porque ve las cosas como son y tiene la certeza de lo que puede llegar a ser con el poder y el amor de Dios.
Señor gracias por tu generosidad en cada cosa que tu creas y nos ofreces cada día. Somos tan ciegos y vivimos tan distraídos que no alcanzamos a ver los regalos que cada dia nos das, un amanecer, una familia, estar vivos y conscientes, poder respirar, tener un techo, alimento, todas esas bendiciones materiales y espirituales que solo tu nos puedes dar. Gracias por no cansarte en donarte a pesar de mi ingratitud y de mi ceguera. Gracias por los regalos de la fe, la esperanza y del amor que he recibido de parte de ti. Dame la gracia de ser como María que creyó en ti y puso su confianza para dejar crecer y brotar en ella Tu plan que tenías en ella, porque tus ideas y tus planes son mejores que los nuestros. Ayúdame Señor a ser un cristiano que es realista al reconocer que tu mensaje no todos lo aceptaran pero también mirar con optimismo que tu semilla tiene el poder y el amor para hacer crecer y brotar hasta en un corazon arido, porque Tu eres el poderoso de Israel, Amen, Amen, Amen.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!!
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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