viernes, 31 de enero de 2020

Santa MIsa


Un capricho nos lleva a la esclavitud.



2 Samuel 11,1-4a.5-10a.13-17
Al año siguiente, en la época en que los reyes van a la guerra, David envió a Joab con sus oficiales y todo Israel, a devastar la región de los amonitas y sitiar a Rabá. David, mientras tanto, se quedó en Jerusalén; y un día, a eso del atardecer, se levantó de la cama y se puso a pasear por la azotea del palacio, y desde la azotea vio a una mujer bañándose, una mujer muy bella. David mandó a preguntar por la mujer, y le dijeron: "Es Betsabé, hija de Alián, esposa de Urías, el hitita." David mandó a unos para que se la trajesen. Después Betsabé volvió a su casa, quedó encinta y mandó este aviso a David: "Estoy encinta." Entonces David mandó esta orden a Joab: "Mándame a Urías, el hitita." Joab se lo mandó. Cuando llegó Urías, David le preguntó por Joab, el ejército y la guerra. Luego le dijo: "Anda a casa a lavarte los pies." Urías salió del palacio, y detrás de él le llevaron un regalo del rey. Pero Urías durmió a la puerta del palacio, con los guardias de su señor; no fue a su casa.
Avisaron a David que Urías no había ido a su casa. Al día siguiente, David lo convidó a un banquete y lo emborrachó. Al atardecer, Urías salió para acostarse con los guardias de su señor, y no fue a su casa. A la mañana siguiente, David escribió una carta a Joab y se la mandó por medio de Urías. El texto de la carta era: "Pon a Urías en primera línea, donde sea más recia la lucha, y retiraos dejándolo solo, para que lo hieran y muera." Joab, que tenía cercada la ciudad, puso a Urías donde sabía que estaban los defensores más aguerridos. Los de la ciudad hicieron una salida, trabaron combate con Joab y hubo bajas en el ejército entre los oficiales de David; murió también Urías, el hitita.
Palabra de Dios

Salmo 50 " Misericordia, Señor: hemos pecado"
Marcos 4,26-34
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "El reino de Dios se parece a un hombre que echa simiente en la tierra. Él duerme de noche y se levanta de mañana; la semilla germina y va creciendo, sin que él sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha ella sola: primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, se mete la hoz, porque ha llegado la siega."
Dijo también: "¿Con qué podemos comparar el reino de Dios? ¿Qué parábola usaremos? Con un grano de mostaza: al sembrarlo en la tierra es la semilla más pequeña, pero después brota, se hace más alta que las demás hortalizas y echa ramas tan grandes que los pájaros pueden cobijarse y anidar en ellas." Con muchas parábolas parecidas les exponía la palabra, acomodándose a su entender. Todo se lo exponía con parábolas, pero a sus discípulos se lo explicaba todo en privado.
Palabra de Señor


En la primera lectura vemos cómo el pecado hace que David se deje llevar por sus deseos y termina acabando con la vida de un hombre inocente como es Urias.

Que es el pecado? el catecismo de la iglesia católica en el numeral 387 nos dice “ El pecado es un abuso de la libertad que Dios da a las personas creadas para que puedan amarlo y amarse mutuamente" .  Cuando abusamos de nuestra libertad que nos da Dios terminamos con actitudes rebeldes porque rechazamos el no querer vivir la vida que Dios nos da a través del bautismo, entonces terminamos haciendo nuestra voluntad y no la de Dios y nuestra vida es un desastre porque como nos dice el Catecismo de la iglesia católica, 1849-1850 “ hiere la naturaleza humana sino que además destruye la solidaridad humana manifestándose en actitudes, palabras y acciones impregnadas de egoísmo”.

David tenía todo, era el rey de Israel, su nombre ya era reconocido. Quizás David estaba muy seguro de sí mismo y pensó que nunca iba a ofender a Dios. Cuál fue su sorpresa que por un capricho lo iba a llevar a la esclavitud.  En Juan 8, 34 nos dice “ Todo el que comete pecado es un esclavo del pecado .
Más adelante veremos cómo David reconoce su pecado y se arrepiente porque descubre la mirada de amor de Dios en su vida. Esa mirada de Dios nosotros también la debemos descubrir porque ella nos impulsa a buscar el verdadero amor, el amor crucificado que está en la cruz, en la voluntad del perdón, en el reconocimiento del desorden de nuestra vida y la invitación a cambiar de vida. Esto no solo le sucedió a David, también lo experimentó Levi, Zaqueo, la adúltera, el ladrón, la samaritana.

Hoy Jesús nos trae un contraste lo pequeño quizas sera lo mas grande. En otro pasaje escuchamos hay primeros que serán últimos, lo oculto quedará de manifiesto…. Que nos quiere enseñar Jesús con todo esto?
No podemos fiarnos de las apariencias, debemos desconfiar de lo que aparece y busca el estilo y el pan de Dios en aquello que no aparece, en lo que no se impone por sí mismo ni se hace propaganda a sí mismo.

La lógica del grano de mostaza es todo un aprendizaje para nuestra vida, es entender que los planes de Dios son mejores que los de nosotros, a no ser tan juzgones porque a veces nos dejamos llevar de las apariencias y hasta pensamos “ ese ni tendrá a Dios en su corazón “. Es descubrir como Dios en lo sencillo, en lo alegre, en el silencio, en lo discreto está presente y está haciendo su obra. Es creer con Fe que Él está en la Eucaristía, en ese sencillo pan y en el vino.

Jesús, como necesito que en mi se desarrolle estas dos virtudes la paciencia y la confianza. Se que debe haber un esfuerzo desde mi voluntad pero también debo tener la confianza de dejarlo en tus santas manos porque yo tengo que dejarte a ti a ser Dios. Asi como tu has tenido paciencia conmigo, también Tú Señor tienes paciencia con los otros. Por eso no quiero estropear la obra que estás haciendo en los demás. Ayudame a tener la misma paciencia que tu tienes con los demás porque las personas no cambian a la misma velocidad a la que nosotros queremos. Regalame la paciencia y la confianza que tu tienes para con mis herman@s, Amén.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!

-- 
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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TRABAJÉ SIEMPRE CON AMOR

Si de verdad buscamos la auténtica felicidad de nuestros alumnos y queremos inducirlos al cumplimiento de sus obligaciones, conviene ante todo que nunca olvidéis que hacéis las veces de padres de nuestros amados jóvenes, por quienes trabajé siempre con amor, por quienes estudié y ejercí el ministerio sacerdotal, y no sólo yo, sino toda la Congregación salesiana.

¡Cuántas veces, hijos míos, durante mi vida, ya bastante prolongada, he tenido ocasión de convencerme de esta gran verdad! Es más fácil enojarse que aguantar, amenazar al niño que persuadirlo; añadiré incluso que, para nuestra impaciencia y soberbia, resulta más cómodo castigar a los rebeldes que corregirlos, soportándolos con firmeza y suavidad a la vez.

Os recomiendo que imitéis la caridad que usaba Pablo con los neófitos, caridad que con frecuencia los llevaba a derramar lágrimas y a suplicar, cuando los encontraba poco dóciles y rebeldes a su amor.

Guardaos de que nadie pueda pensar que os dejáis llevar por los arranques de vuestro espíritu. Es difícil, al castigar, conservar la debida moderación, la cual es necesaria para que en nadie pueda surgir la duda de que obramos sólo para hacer prevalecer nuestra autoridad o para desahogar nuestro mal humor.

Miremos como a hijos a aquellos sobre los cuales debemos ejercer alguna autoridad. Pongámonos a su servicio, a imitación de Jesús, el cual vino para obedecer y no para mandar, y avergoncémonos de todo lo que pueda tener incluso apariencia de dominio; si algún dominio ejercemos sobre ellos, ha de ser para servirlos mejor.

Éste era el modo de obrar de Jesús con los apóstoles, ya que era paciente con ellos, a pesar de que eran ignorantes y rudos, e incluso poco fieles; también con los pecadores se comportaba con benignidad y con una amigable familiaridad, de tal modo que era motivo de admiración para unos, de escándalo para otros, pero también ocasión de que muchos concibieran la esperanza de alcanzar el perdón de Dios. Por esto nos mandó que fuésemos mansos y humildes de corazón.

Son hijos nuestros, y por esto, cuando corrijamos sus errores, hemos de deponer toda ira o, por lo menos, dominarla de tal manera como si la hubiéramos extinguido totalmente.

Mantengamos sereno nuestro espíritu, evitemos el desprecio en la mirada, las palabras hirientes; tengamos comprensión en el presente y esperanza en el futuro, como conviene a unos padres de verdad, que se preocupan sinceramente de la corrección y enmienda de sus hijos.

En los casos más graves, es mejor rogar a Dios con humildad que arrojar un torrente de palabras, ya que éstas ofenden a los que las escuchan, sin que sirvan de provecho alguno a los culpables.

RESPONSORIO    Mc 10, 13-14; Mt 18, 5

R. Le presentaban a Jesús unos niños para que les impusiera las manos; pero los discípulos trataban de apartarlos. Jesús, al verlo, les dijo: * «Dejad que los niños vengan a mí y no se lo estorbéis, porque el reino de Dios es de los que son como ellos.»
V. El que reciba a un niño como éstos en mi nombre a mí me recibe.
R. Dejad que los niños vengan a mí y no se lo estorbéis, porque el reino de Dios es de los que son como ellos.

ORACIÓN.

OREMOS,
Señor Dios nuestro, que has dado a la Iglesia, en el presbítero san Juan Bosco, un padre y un maestro de la juventud, concédenos que, movidos por un amor semejante al suyo, nos entreguemos a tu servicio, trabajando por la salvación de nuestros hermanos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

jueves, 30 de enero de 2020

Quien soy yo para que el Señor tenga tanta bondad conmigo?


2 Samuel 7,18-19.24-29
Después que Natán habló a David, el rey fue a presentarse ante el Señor y dijo: "¿Quién soy yo, mi Señor, y qué es mi familia, para que me hayas hecho llegar hasta aquí? ¡Y, por si fuera poco para ti, mi Señor, has hecho a la casa de tu siervo una promesa para el futuro, mientras existan hombres, mi Señor! Has establecido a tu pueblo Israel como pueblo tuyo para siempre, y tú, Señor, eres su Dios. Ahora, pues, Señor Dios, mantén siempre la promesa que has hecho a tu siervo y su familia, cumple tu palabra. Que tu nombre sea siempre famoso. Que digan: "¡El Señor de los ejércitos es Dios de Israel!" Y que la casa de tu siervo David permanezca en tu presencia. Tú, Señor de los ejércitos, Dios de Israel, has hecho a tu siervo esta revelación: "Te edificaré una casa"; por eso tu siervo se ha atrevido a dirigirte esta plegaria. Ahora, mi Señor, tú eres el Dios verdadero, tus palabras son de fiar, y has hecho esta promesa a tu siervo. Dígnate, pues, bendecir a la casa de tu siervo, para que esté siempre en tu presencia; ya que tú, mi Señor, lo has dicho, sea siempre bendita la casa de tu siervo."
Palabra de Dios


Salmo 131 " El Señor Dios le dará el trono de David, su padre"

Marcos 4,21-25
En aquel tiempo, dijo Jesús a la muchedumbre: «¿Se trae el candil para meterlo debajo del celemín o debajo de la cama, o para ponerlo en el candelero? Si se esconde algo, es para que se descubra; si algo se hace a ocultas, es para que salga a la luz. El que tenga oídos para oír, que oiga.» Les dijo también: «Atención a lo que estáis oyendo: la medida que uséis la usarán con vosotros, y con creces. Porque al que tiene se le dará, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene.»
Palabra del Señor


Hoy la primera lectura es bellísima porque nos habla que el rey David se presenta al Señor y recordemos lo que dice  “ ¿Quién soy yo, mi Señor, y qué es mi familia, para que me hayas hecho llegar hasta aquí? “. Eso también nosotros lo deberíamos de decir. Quien soy yo Señor para recibir tantas bendiciones de parte de ti, quien soy yo para que me ames tanto, para que me perdones tanto, para que te fijes en mi?.

En días pasados cuando David le ganó la pelea al Filisteo con una piedra que lanzó, en ese momento David era un muchachito y haz memoria lo que Él dijo cuando fue a pelear contra el filisteo “ Yo vengo en el Nombre del Señor “.La preocupación de David era que la gente no reconociera el Nombre de Dios. A pesar de pasar el tiempo, el corazón de David aún estaba aferrado a Dios. David ya era rey y sigue firme con el Señor, su deseo no ha cambiado  “ Que tu nombre sea siempre famoso. Que digan: "¡El Señor de los ejércitos es Dios de Israel!" .

Pidámosle al Señor que sea Él quien nos ayude a ser coherentes con la fe que decimos profesar. Que no caigamos en actitudes tibias, osea cuando nos conviene vamos a donde el Señor y cuando queremos hacer lo que se nos venga en gana, nos alejamos de Él porque sabemos que después nos arrepentimos y es como si no hubiera pasado nada.

La primera lectura de hoy es la continuación de la del dia de ayer, recordemos que Dios nos saca de nuestros refugios o zona de confort para darte algo más. David reconoce que las promesas de Dios permanecen y David responde al amor de Dios poniendose en camino. Pero para que se diera todo esto tuvo que haber una iniciativa de parte de David como fue, “ Yo quiero darle Gloria a Dios “ y en él nace el deseo de hacerle una casa a Dios. Dios aprovecha de alguna manera ese deseo sincero de David y le da algo mucho más. La iniciativa sencilla de David, Dios la convierte en una promesa para todos los siglos. Así mismo Dios quiere obrar con nosotros.  Da un paso aunque sea pequeño, presenta ante Dios una intención aunque sea pequeña pero sincera, presenta ante Dios tu deseo de cambio aunque te sientas débil,  presenta ante Él tu súplica aunque te parezca imposible que El te pueda escuchar. Pronto experimentarás como el Señor desborda con su amor todo lo que tu querías pedirle y terminaras diciendo lo mismo que David, “ quien soy yo para que el Señor tenga tanta bondad conmigo “.

Mi amado Jesús, hoy tomo la decisión de creer en tus promesas, tus promesas son de bendición y no de maldición. Tu no actúas como un Juez aprobando la vida que llevo o anotando las faltas en las que caigo. Tu deseas lo mejor para mi y por eso con correas de amor me llevas hacia ti. Así como tengo tantas iniciativas para hacer cosas que es para mi propio beneficio, dame la gracia de hacer algo para darte la Gloria a ti mi Señor. Que la luz de Tu Espíritu Santo ilumine las oscuridades de mi corazón para poder reconocer mis errores. Tú sabes cuánto deseo lograr la conversión que tanto necesito, tu sabes cuanto dolor hay en mí, cuanto sufro, hoy vengo y te presento todo mi ser. Con la confianza me lanzo a tus brazos porque estoy segura que mis suplicas seran escuchadas; y un dia me levantare en victoria en Tu Nombre porque por Tu amor hemos sidos sanados, aleluya!!!

Dios te bendiga,

Alabados sea Jesucristo por siempre sea Alabado!!!



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Santa Misa de hoy


AMA AL SEÑOR Y SIGUE SUS CAMINOS

El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? Dichoso el que así hablaba, porque sabía cómo y de dónde procedía su luz y quién era el que lo iluminaba. Él veía la luz, no esta que muere al atardecer, sino aquella otra que no vieron ojos humanos. Las almas iluminadas por esta luz no caen en el pecado, no tropiezan en el mal.

Decía el Señor: Caminad mientras tenéis luz. Con estas palabras se refería a aquella luz que es él mismo, ya que dice: Yo he venido al mundo como luz, para que los que ven no vean y los ciegos reciban la luz. El Señor, por tanto, es nuestra luz, él es el sol de justicia que irradia sobre su Iglesia católica extendida por doquier. A él se refería proféticamente el salmista, cuando decía: El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?

El hombre interior, así iluminado, no vacila, sigue recto su camino, todo lo soporta. El que contempla de lejos su patria definitiva aguanta en las adversidades, no se entristece por las cosas temporales, sino que halla en Dios su fuerza; humilla su corazón y es constante, y su humildad lo hace paciente. Esta luz verdadera que viniendo a este mundo ilumina a todo hombre, el Hijo, revelándose a sí mismo, la da a los que lo temen, la infunde a quien quiere y cuando quiere.

El que vivía en tiniebla y en sombra de muerte, en la tiniebla del mal y en la sombra del pecado, cuando nace en él la luz se espanta de sí mismo y sale de su estado, se arrepiente, se avergüenza de sus faltas y dice: El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? Grande es, hermanos, la salvación que se nos ofrece. Ella no teme la enfermedad, no se asusta del cansancio, no tiene en cuenta el sufrimiento. Por esto debemos exclamar plenamente convencidos, no sólo con la boca, sino también con el corazón: El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? Si es él quien ilumina y quien salva, ¿a quién temeré? Vengan las tinieblas del engaño: el Señor es mi luz. Podrán venir, pero sin ningún resultado, pues, aunque ataquen nuestro corazón, no lo vencerán. Venga la ceguera de los malos deseos: el Señor es mi luz. Él es, por tanto, nuestra fuerza, él que se da a nosotros y nosotros a él. Acudid al médico mientras podéis, no sea que después queráis y no podáis.

RESPONSORIO    Sb 9, 10. 4

R. De tu trono de gloria envía, Señor, la sabiduría para que me asista en mis trabajos * y venga yo a saber lo que te es grato.
V. Dame, Señor, la sabiduría asistente de tu trono.
R. Y venga yo a saber lo que te es grato.

ORACIÓN.

OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestras acciones según tu voluntad, para que, invocando el nombre de tu Hijo, abundemos en buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

miércoles, 29 de enero de 2020

Jesús no se cansa de salir a sembrar y nosotros estamos llamados hacer lo mismo; no podemos cansarnos de amar.



2 Samuel 7,4-17
En aquellos días, recibió Natán la siguiente palabra del Señor: "Ve y dile a mi siervo David: "Así dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? Desde el día en que saqué a los israelitas de Egipto hasta hoy, no he habitado en una casa, sino que he viajado de acá para allá en una tienda que me servía de santuario. Y, en todo el tiempo que viajé de acá para allá con los israelitas, ¿encargué acaso a algún juez de Israel, a los que mandé pastorear a mi pueblo Israel, que me construyese una casa de cedro?" Pues bien, di esto a mi siervo David: "Así dice el Señor de los ejércitos: Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra.
Daré un puesto a Israel, mi pueblo: lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y, cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Él construirá una casa para mi nombre, y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo; si se tuerce, lo corregiré con varas y golpes como suelen los hombres, pero no le retiraré mi lealtad como se la retiré a Saúl, al que aparté de mi presencia. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mi presencia; tu trono permanecerá por siempre."" Natán comunicó a David toda la visión y todas estas palabras.
Palabra de Dios


Salmo 88 " Le mantendré eternamente mi favor"

Marcos 4,1-20
En aquel tiempo, Jesús se puso a enseñar otra vez junto al lago. Acudió un gentío tan enorme que tuvo que subirse a una barca; se sentó, y el gentío se quedó en la orilla. Les enseñó mucho rato con parábolas, como él solía enseñar: "Escuchad: Salió el sembrador a sembrar; al sembrar, algo cayó al borde del camino, vinieron los pájaros y se lo comieron. Otro poco cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra; como la tierra no era profunda, brotó en seguida; pero, en cuanto salió el sol, se abrasó y, por falta de raíz, se secó. Otro poco cayó entre zarzas; las zarzas crecieron, lo ahogaron, y no dio grano. El resto cayó en tierra buena: nació, creció y dio grano; y la cosecha fue del treinta o del sesenta o del ciento por uno." Y añadió: "El que tenga oídos para oír, que oiga."
Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor y los Doce le preguntaban el sentido de las parábolas. Él les dijo: "A vosotros se os han comunicado los secretos del reino de Dios; en cambio, a los de fuera todo se les presenta en parábolas, para que "por más que miren, no vean, por más que oigan, no entiendan, no sea que se conviertan y los perdonen.""
Y añadió: "¿No entendéis esta parábola? ¿Pues, cómo vais a entender las demás? El sembrador siembra la palabra. Hay unos que están al borde del camino donde se siembra la palabra; pero, en cuanto la escuchan, viene Satanás y se lleva la palabra sembrada en ellos. Hay otros que reciben la simiente como terreno pedregoso; al escucharla, la acogen con alegría, pero no tienen raíces, son inconstantes y, cuando viene una dificultad o persecución por la palabra, en seguida sucumben. Hay otros que reciben la simiente entre zarzas; éstos son los que escuchan la palabra, pero los afanes de la vida, la seducción de las riquezas y el deseo de todo lo demás los invaden, ahogan la palabra, y se queda estéril. Los otros son los que reciben la simiente en tierra buena; escuchan la palabra, la aceptan y dan una cosecha del treinta o del sesenta o del ciento por uno."
Palabra del Señor


En la primera lectura nos dice que Natán recibió esta palabra de Dios “ di esto a mi siervo David: "Así dice el Señor de los ejércitos:Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra”. Todo esto qué significa? con la ayuda del Espíritu Santo para a descubrir lo que nos quiere decir la Palabra de Dios.

La lectura nos dice Dios nos saca de los apriscos ósea de nuestros refugios, un  refugio puede ser hasta la religiosidad, un refugio también puede ser nuestro conformismo, nuestras inseguridades, nuestra quejadera, el orgullo, nuestros miedos. Dios nos saca de allí porque ese refugio nos moviliza, nos tuye, nos hace que nos quedemos estáticos. Y para que Dios nos quiere sacar de allí? Dios nos saca para una misión y la misión de David era ser el Jefe del pueblo de Israel. Aquí detengámonos un momento, si nosotros estamos llamados a servirle al Señor no pretendamos ser el dueño de la llave de la iglesia, o creernos más que los demás. Un líder es quien es atento para escuchar y tardo para hablar. Es quien va detrás de todos porque entiende que algunos no tienen el mismo ritmo que el. El líder no busca protagonismo porque sabe que el protagonista es Dios.

El Señor hace una promesa hermosa y es “ Yo estaré contigo en todas tus empresas “, No estaremos solos. Algunos se desaniman fácilmente porque al estar sirviendo a Dios no ven los resultados de inmediatos. Todo toma su tiempo. Un bebé necesita 38 semanas para nacer, un árbol necesita tiempo para crecer, entonces cual es tu afán? . No te desesperes si oras por aquella persona y no ves cambios en ella. Haz lo que te corresponde y dejaselo a la providencia de Dios. También Dios nos hace otra promesa “ acabaré con tus enemigos “, El primer enemigo es uno mismo, no necesitas mirar para afuera, tus miedos, inseguridades, resentimientos, celos los tienes tú. El que se domina así mismo gana todas las batallas. Por último nos da otra promesa “ Te haré famoso como a los más famosos de la tierra”. Famoso no es que tengas muchos seguidores en las redes sociales, más bien ser famoso es que tus palabras sean fuego para aquellos quienes escuchen el mensaje de Cristo a través de tus labios.

El evangelio nos trae la parábola del sembrador y como sabemos el sembrador es el mismo Cristo y la semilla es la Palabra de Dios.Jesús comienza diciendo “ Salió el sembrador” , ósea Jesús sale de sí mismo, que va más allá de sus intereses,más allá de su comodidad y seguridad. El mismo Papa Francisco nos pide que la iglesia debe ser una iglesia en salida. Esto es una iglesia que una y otra vez sale a sembrar. La semilla es valiosa por sí pero su fruto depende donde caiga porque quizás la semilla al caer en zarzas no crecerá, o quizás puede caer en buen terreno; No por esto entonces no va a salir el sembrador. El sembrador persevera siempre, no se cansa. De la misma manera nosotros tenemos que ser conscientes que algunas iniciativas no van a prosperar , o quizás muchas sonrisas no nos la van a entender, o quizás nuestros gestos de amistad caerán al vacío, como también pareciera que muchas oraciones no están siendo escuchadas, pero a pesar de todo esto hay que seguir sembrando, hay que seguir amando, hay que seguir sirviendo.

Jesús no invita a no tener una actitud de juez tratando de escoger el terreno, más bien actuemos como Jesús él quien siembra y espera la providencia del Padre. Los caminos de Dios son sabios y El si que sabe como hacerse el encontradizo con cada uno de nosotros desde su amor. Hoy la invitación es no escondas los gestos de solidaridad, de amor, de perdón, de fraternidad. No escondas tu fe, algunos dirán “ es que ellos no me entienden “, “ esos es predicar como en el desierto”,  y tu que sabes? Nadie conoce la profundidad del corazón del otro.
Seguramente algunos no acogen la Palabra de Dios de la misma manera que otros, y no solo la Palabra de Dios sino también las acciones de amor que hacemos en el nombre de Dios como por ejemplo los gestos de amistad, de solidaridad, de servico, de amor de fraternidad, de perdón, hay que ser como los santos que nunca se cansaron de amar y  hacer el bien.

Señor hoy me quieres sacar de mi refugio como son mis seguridades, la seguridad de la religiosidad, del conformismo, la quejadera, mis estructuras mentales, mi autosuficiencia, mis ideas. Tu me quieres sacar de allí porque ese refugio me moviliza, me tuye, me vuelve estática y no me deja crecer. Dame la voluntad de salir de allí e ir hacia ti. Solo un alma que sale de sí mismo es capaz de sembrar para ti y por ti. No permitas que caiga en  pensamientos mezquinos siendo un obstáculo y quitándole la oportunidad a Dios de lograr su maravillosa cosecha. Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!


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Santa MIsa


DONDE ABUNDÓ EL PECADO, SOBREABUNDÓ LA GRACIA

¿Dónde podrá hallar nuestra debilidad un descanso seguro y tranquilo sino en las llagas del Salvador? En ellas habito con seguridad, sabiendo que él puede salvarme. Grita el mundo, me oprime el cuerpo, el diablo me pone asechanzas, pero yo no caigo, porque estoy cimentado sobre piedra firme. Si cometo un gran pecado, me remorderá mi conciencia, pero no perderé la paz, porque me acordaré de las llagas del Señor. El, en efecto, fue herido por nuestras rebeldías. ¿Qué hay tan mortífero que no haya sido destruido por la muerte de Cristo? Por esto, si me acuerdo que tengo a mano un remedio tan poderoso y eficaz, ya no me atemoriza ninguna dolencia, por maligna que sea.

Por esto no tenía razón aquel que dijo: Mi culpa es demasiado grande para soportarla. Es que él no podía atribuirse ni llamar suyos los méritos de Cristo, porque no era miembro del cuerpo cuya cabeza es el Señor.

Pero yo tomo de las entrañas del Señor lo que me falta, pues sus entrañas rebosan misericordia. Agujerearon sus manos y pies y atravesaron su costado con una lanza; y a través de estas hendiduras puedo libar miel silvestre y aceite de rocas de pedernal, es decir, puedo gustar y ver cuán bueno es el Señor.

Sus designios eran designios de paz, y yo lo ignoraba. Porque, ¿quién ha conocido jamás la mente del Señor?, ¿quién ha sido su consejero? Pero el clavo penetrante se ha convertido para mí en una llave que me ha abierto el conocimiento de la voluntad del Señor. ¿Por qué no he de mirar a través de esta hendidura? Tanto el clavo como la llaga proclaman que en verdad Dios está en Cristo reconciliando al mundo consigo. Un hierro atravesó su alma, hasta cerca del corazón, de modo que ya no es incapaz de compadecerse de mis debilidades.

Las heridas que su cuerpo recibió nos dejan ver los secretos de su corazón; nos dejan ver el gran misterio de piedad, nos dejan ver la entrañable misericordia de nuestro Dios, por la que nos ha visitado el sol que nace de lo alto. ¿Qué dificultad hay en admitir que tus llagas nos dejan ver tus entrañas? No podría hallarse otro medio más claro que estas tus llagas para comprender que tú, Señor, eres bueno y clemente, y rico en misericordia. Nadie tiene una misericordia más grande que el que da su vida por los sentenciados a muerte y a la condenación.

Luego mi único mérito es la misericordia del Señor. No seré pobre en méritos, mientras él no lo sea en misericordia. Y porque la misericordia del Señor es mucha, muchos son también mis méritos. Y aunque tengo conciencia de mis muchos pecados, donde abundó el pecado sobreabundó la gracia. Y, si la misericordia del Señor dura siempre, yo también cantaré eternamente las misericordias del Señor. ¿Cantaré acaso mi propia justicia? Señor, narraré tu justicia, tuya entera. Sin embargo, ella es también mía, pues tú has sido constituido mi justicia de parte de Dios.

RESPONSORIO    Is 53, 5; 1Pe 2, 24

R. Él fue herido por nuestras rebeldías, triturado por nuestros crímenes; él soportó él castigo que nos trae la paz, * por sus llagas hemos sido curados.
V. Cristo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, para que, muertos al pecado, vivamos para la justificación.
R. Por sus llagas hemos sido curados.

ORACIÓN.

OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestras acciones según tu voluntad, para que, invocando el nombre de tu Hijo, abundemos en buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

martes, 28 de enero de 2020

Cumplir la voluntad de Dios no es fácil, es por gracia que si lo podemos lograr.


2 Samuel 6,12b-15.17-19
En aquellos días, fue David y llevó el arca de Dios desde la casa de "Obededom" a la Ciudad de David, haciendo fiesta. Cuando los portadores del arca del Señor avanzaron seis pasos, sacrificó un toro y un ternero cebado. E iba danzando ante el Señor con todo entusiasmo, vestido sólo con un roquete de lino. Así iban llevando David y los israelitas el arca del Señor entre vítores y al sonido de las trompetas. Metieron el arca del Señor y la instalaron en su sitio, en el centro de la tienda que David le había preparado. David ofreció holocaustos y sacrificios de comunión al Señor y, cuando terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en el nombre del Señor de los ejércitos; luego repartió a todos, hombres y mujeres de la multitud israelita, un bollo de pan, una tajada de carne y un pastel de uvas pasas a cada uno. Después se marcharon todos, cada cual a su casa.
Palabra de Dios


Salmo 23 " ¿Quién es ese Rey de la gloria? Es el Señor en persona  "

Marcos 3,31-35
En aquel tiempo, llegaron la madre y los hermanos de Jesús y desde fuera lo mandaron llamar. La gente que tenía sentada alrededor le dijo: "Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan." Les contestó: "¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?" Y, paseando la mirada por el corro, dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre."
Palabra del Señor


En la primera lectura quiero enfocar la meditación en la actitud de David. Dice que iba danzando ante el Señor con todo entusiasmo. Y es que asi como vamos de contentos para una fiesta de un amigo debemos de ir mucho más contentos cuando vamos a la casa del Señor.

Porque digo esto,  te has puesto a pensar cuántas veces nosotros vamos a la fiesta o al día del Señor como es la misa con una cara de amargura, de aburrimiento o de pereza, o buscamos la misa más corta, o llegamos tarde para salir rápido.
Algo que me sorprendió este fin de semana en la catequesis con los niñ@s de la comunidad fue cuando les pregunte a quienes les gustaba venir a misa, el 90 o 92 % me dijeron que les gustaba venir a misa y los que no levantaron la mano fácilmente fue porque no me entendieron la pregunta porque era muy pequeños. Una niña llamada Victoria me dijo “ A mi me gusta venir a misa porque Dios es muy bueno, nos ama mucho y hay que agradecerle “. Eso es la misa, es agradecer a Dios por su amor, por su bondad, por sus bendiciones, por su perdón.

Dice la lectura que iban llevando David y los israelitas el arca del Señor entre vítores y al sonido de las trompetas. Osea el rey David podríamos decir que es un líder que contagia con su entusiasmo, con su alegría a la comunidad. También vemos como David repartió a todos, hombres y mujeres de la multitud israelita, un bollo de pan, una tajada de carne y un pastel de uvas pasas a cada uno. Después se marcharon todos, cada cual a su casa. Esta escena podríamos decir que es la Eucaristía. El Padre quien celebra la eucaristía va hacia el altar, y anima a la comunidad para que canten y participen en la celebración. Asi como David ofreció holocaustos y sacrificios de comunión al Señor y, cuando terminó de ofrecerlos, bendijo al pueblo en el nombre del Señor de los ejércitos, el Padre consagra el pan y el vino y el sacrificio es el mismo Cristo quien se hace presente en el altar. Posteriormente todos nos alimentamos del cuerpo de Cristo y cada uno se va para la casa. La diferencia es que nosotros llevamos al mismo Cristo. Entonces que se nos note cuando lleguemos a casa quien fue el que acabamos de recibir. No recibimos cualquier alimento, recibimos a Cristo quien nos da vida, quién quiere transformar nuestra vida y quiere llegar hasta donde nosotros vayamos.

El evangelio escuchamos la palabra de Jesús cuando le dicen "Mira, tu madre y tus hermanos están fuera y te buscan." Les contestó: "¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?" Y, paseando la mirada por el corro, dijo: "Éstos son mi madre y mis hermanos. El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.". Una de las cosas más difíciles es hacer la voluntad de Dios porque es dejar a un lado mis gustos, mis deseos, dejar lo que quiero hacer para hacer lo que Jesús quiere hacer a través de nosotros.

Cuando éramos jóvenes por ejemplo como nos molestaba que nuestros padres nos dijeran que teníamos que hacer, sus consejos nos sonaba a cantaleta. Personalmente mi teoría es que solo aquel que se siente amado a la manera que Jesús ama es capaz de ser obediente, porque la obediencia no es imposición sino una decisión, una decisión que nace de la experiencia del amor. Esto se entiende mas facil cuando se a experimentado el amor de Jesus en tu vida, porque para el mundo esto es locura. Si!!!, es que Jesús está loco por ti y por mi.
Una de las maneras para que tu hij@ ya sea pequeño o adolescente escuche y obedezca tus consejos es cuando se siente verdaderamente amad@ y que tengan claro que toda decisión trae una consecuencia. Nosotros no podemos estar con ellos 24/7, pero la voz de la consciencia osea el Espíritu Santo de Dios es quien les va a recordar las palabras de un padre o de una madre. De ahí la importancia que ellos crezcan en la vida espiritual.

Jesús nos dice “  El que cumple la voluntad de Dios, ése es mi hermano y mi hermana y mi madre.", pensaría que aquí hay dos claves para lograrlo, una es la fusión del Espíritu Santo de Dios osea que tengamos la experiencia del amor de Dios en nuestra vida y lo segundo tenemos que ser conscientes que no es desde nuestras fuerzas sino por la gracia de Dios.

Señor Jesús, cumplir tu voluntad desde mis fuerzas no puedo porque es dejar que tu seas el primero en todo y mi naturaleza humana pelea contra eso. Reconozco que necesito ser restaurada por ti para volver a conservar la imagen original a la que fui cread@, volver a tener el color, el brillo y la hermosura. Eso es lo que hace Tu Palabra en mi vida, restaurar, sanar y limpiar. Te pido que me ayudes a dejar actuar Tu Santo Espíritu de Dios en mi vida porque es quien tiene el poder de transformarme, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!



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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa MIsa


EN LA CRUZ HALLAMOS EL EJEMPLO DE TODAS LAS VIRTUDES

¿Era necesario que el Hijo de Dios padeciera por nosotros? Lo era, ciertamente, y por dos razones fáciles de deducir: la una, para remediar nuestros pecados; la otra, para darnos ejemplo de cómo hemos de obrar.

Para remediar nuestros pecados, en efecto, porque en la pasión de Cristo encontramos el remedio contra todos los males que nos sobrevienen a causa del pecado.

La segunda razón tiene también su importancia, ya que la pasión de Cristo basta para servir de guía y modelo a toda nuestra vida. Pues todo aquel que quiera llevar una vida perfecta no necesita hacer otra cosa que despreciar lo que Cristo despreció en la cruz y apetecer lo que Cristo apeteció. En la cruz hallamos el ejemplo de todas las virtudes.

Si buscas un ejemplo de amor: Nadie tiene más amor que el que da la vida por sus amigos. Esto es lo que hizo Cristo en la cruz. Y por esto, si él entregó su vida por nosotros, no debemos considerar gravoso cualquier mal que tengamos que sufrir por él.

Si buscas un ejemplo de paciencia, encontrarás el mejor de ellos en la cruz. Dos cosas son las que nos dan la medida de la paciencia: sufrir pacientemente grandes males, o sufrir, sin rehuirlos, unos males que podrían evitarse. Ahora bien, Cristo, en la cruz, sufrió grandes males y los soportó pacientemente, ya que en su pasión no profería amenazas; como cordero llevado al matadero, enmudecía y no abría la boca. Grande fue la paciencia de Cristo en la cruz: corramos también nosotros con firmeza y constancia la carrera para nosotros preparada. Llevemos los ojos fijos en Jesús, caudillo y consumador de la fe, quien, para ganar el gozo que se le ofrecía, sufrió con toda constancia la cruz, pasando por encima de su ignominia.

Si buscas un ejemplo de humildad, mira al crucificado: él, que era Dios, quiso ser juzgado bajo el poder de Poncio Pilato y morir.

Si buscas un ejemplo de obediencia, imita a aquel que se hizo obediente al Padre hasta la muerte: Como por la desobediencia de un solo hombre -es decir, de Adán- todos los demás quedaron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo todos quedarán constituidos justos.

Si buscas un ejemplo de desprecio de las cosas terrenales, imita a aquel que es Rey de reyes y Señor de señores, en el cual están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y de la ciencia, desnudo en la cruz, burlado, escupido, flagelado, coronado de espinas, a quien, finalmente, dieron a beber hiel y vinagre.

No te aficiones a los vestidos y riquezas, ya que se reparten mi ropa; ni a los honores, ya que él experimentó las burlas y azotes; ni a las dignidades, ya que, entretejiendo una corona de espinas, la pusieron sobre mi cabeza; ni a los placeres, ya que para mi sed me dieron vinagre.

RESPONSORIO    Sb 7, 7-8; 9, 17

R. Supliqué y se me concedió la prudencia, invoqué y vino a mi un espíritu de sabiduría. * La preferí a los cetros y a los tronos, y en su comparación tuve en nada la riqueza.
V. Señor, ¿quién hubiera conocido tu voluntad, si tú no le hubieses dado la sabiduría y no le hubieses enviado de lo alto tu Espíritu Santo?
R. La preferí a los cetros y a los tronos, y en su comparación tuve en nada la riqueza.

ORACIÓN.

OREMOS,
Señor Dios nuestro, que hiciste admirable a santo Tomás de Aquino por su sed de santidad y por su amor a las ciencias sagradas, te pedimos que nos des su luz para entender sus enseñanzas y fuerza para imitar su vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

lunes, 27 de enero de 2020

No creas que todo lo sabes, déjate sorprender por Cristo!

 

2 Samuel 5, 1-10
En aquellos días, todas las tribus de Israel fueron a Hebrón a ver a David y le dijeron: "Hueso y carne tuya somos; ya hace tiempo, cuando todavía Saúl era nuestro rey, eras tú quien dirigías las entradas y salidas de Israel. Además, el Señor te ha prometido "Tú serás el pastor de mi pueblo Israel, tu serás el jefe de Israel"".
Todos los ancianos de Israel fueron a Hebrón a ver al rey, y el rey David hizo con ellos un pacto en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos ungieron a David como rey de Israel. Tenía treinta años cuando empezó a reinar y reinó cuarenta años; en Hebrón reinó sobre Judá siete años y medio, y en Jerusalén reinó treinta y tres años sobre Israel y Judá. El rey y sus hombres marcharon sobre Jerusalén, contra los jebuseos que habitaban el país. Los jebuseos dijeron a David: "No entrarás aquí. Te rechazarán los ciegos y los cojos. (Era una manera de decir que David no entraría)". Pero David conquistó el alcázar de Sión, o sea, la llamada: "Ciudad de David".
David iba creciendo en poderío y el Señor de los ejércitos estaba con él.
Palabra de Dios


Salmo 88 " Mi fidelidad y misericordia / lo acompañarán "

Marcos 3, 22-30
En aquel tiempo, unos letrados de Jerusalén decían: "Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios". El los invitó a acercarse y les puso estas comparaciones: "¿Cómo va a echar a Satanás? Un reino en guerra civil, no puede subsistir; una familia dividida, no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. Creedme, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre".
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.
Palabra del Señor


Hoy el evangelio nos deja claro que una familia dividida no puede existir, en cambio una familia unida  sale adelante porque todos están luchando para llegar a una misma meta, para un bien común.

Una de tantas enseñanzas que aprendí de mis padres fue eso, ellos nos enseñaron a las siete hijas que siempre fuéramos unidas, esto no significa que todas teníamos que pensar y actuar de las misma manera, a pesar de que cada una es diferente hay unión, unión que es buscar el bienestar común.
Algunos de nosotros podemos decir que nuestros  hermanos mayores quizás se sacrificaron para que los menores pudieran estudiar, o el mayor estudiaba primero y le daba el estudio a quien le seguía y sucesivamente; o también en algo muy sencillo la ropa del mayor la heredaba el que le seguía.
A que voy con esto, hoy podemos ver casos en que hay competencias entre las mismas familias, entre hermanos y hasta en los mismos esposos. Quien es el que tiene mejor trabajo, el que gana más dinero, quién tiene mejor carro, mejor casa y hasta las mejores vacaciones. Llegamos a casa y cada uno es conectado en su mundo, se tiene conversaciones muy superfluas, repetimos las preguntas por cliché , hola como estas? , como te fue?. Te has puesto a pensar que en tu misma casa puede estar viviendo existe la división? Vemos divisiones en el grupo de amigos, en el área laboral, en la comunidad, pero te has dado cuenta que si hay división allá afuera es porque fácilmente es el reflejo que estas viviendo tu mismo?.

Hoy vemos en el evangelio como los letrados osea personas quienes conocían las sagradas escrituras  se les dificulta entender el mensaje de Jesús. Ellos estaban convencidos que sus teorías era las correctas y que aquellos que estaba fuera de ellas era algo inconcebible, inaceptable.  A todos nos cuesta aceptar que hay mejores soluciones que las propias, quizás esas otras soluciones son más prácticas y más reales que las mías.

Tanto los fariseos como los escribas pensaban que la relación con Dios era algo como “yo me porto bien, yo cumplo lo que me corresponde y Dios me debe cumplir lo que me prometió”.  Es por eso que los fariseos pensaban si el pueblo de Dios había desobedecido era algo obvio que Dios entonces los entregara a sus enemigos.  Esa era la mentalidad de los escribas y fariseos, muy cumplidores a la ley. Pero será que la ley es buena o no? Claro  que sí pero inalcanzable desde la fuerza humana. Tomemos la primera ley “ Amaras a Dios sobre todas las cosas “, se escucha bonita, hermosa pero tenemos que ser realistas, desde nuestras fuerzas es imposible alcanzarla.
Es de ahí que Jesús utiliza esta palabra “ Gracia “. Debido a que los escribas y fariseos no entendían el significado “ Gracia “, terminan juzgando, despreciando, y hasta marginando a Jesús. Cómo sería su ceguera que terminaron diciendo algo tan absurdo como era que Jesús estaba endemoniado.

Qué podemos aprender de todo esto:
Que uno no siempre tiene la mejor solución, segundo que Dios nos ha dado la mejor solución que es el mismo Cristo, y lo tercero es que cuando las cosas salen de una manera diferente como yo lo estaba pensando quizás es porque Dios está mejorando mis planes. Dejemos que Dios mejore nuestros planes, que no sea que por nuestra soberbia terminemos diciendo tonterías de la persona de Cristo  como los fariseos. 

Mi amado Jesús, cuánto me falta por aprender de ti. Hoy tengo que reconocer como me molesta que no tengan en cuenta mis opiniones, las veces que me siento rechazada, y no aceptada. Tu me hiciste para ser amad@ y aunque estoy sentada en una montaña de tu amor y no te reconozco. Dame la gracia o el regalo de reconocer Tu amor para dejarme inundar por Ti, porque delante de ti a nadie le tengo que impresionar. Ayudame a buscar la unidad contigo para ir creciendo contigo, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!



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     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa


SANTIDAD DEL MATRIMONIO Y DE LA FAMILIA

El hombre y la mujer, que por el pacto conyugal no son dos, sino una sola carne, con la íntima unión c personas y de obras se ofrecen mutuamente ayuda y se vicio, experimentando así y logrando más plenamente cada día el sentido de su propia unidad.

Esta íntima unión, por ser una donación mutua d dos personas, y el mismo bien de los hijos exigen la plena fidelidad de los esposos y urgen su indisoluble unidad.

Cristo el Señor bendijo abundantemente este amor multiforme que brota del divino manantial del amor de Dios y que se constituye según el modelo de su unió con la Iglesia.

Pues así como Dios en otro tiempo buscó a su pueblo con un pacto de amor y de fidelidad, así ahora el Salvador de los hombres y Esposo de la Iglesia sale al encuentro de los esposos cristianos por el sacramento d matrimonio. Permanece además con ellos para que a: como él amó a su Iglesia y se entregó por ella, del mismo modo los esposos, por la mutua entrega,. se amen mutuamente con perpetua fidelidad.

El auténtico amor conyugal es asumido por el ame divino y se rige y enriquece por la obra redentora d Cristo y por la acción salvífica de la Iglesia, para que le esposos sean eficazmente conducidos hacia Dios y se vea ayudados y confortados en su sublime papel de padre madre. Por eso los esposos cristianos son robustecido y como consagrados para los deberes y dignidad de s estado, gracias a este sacramento particular; en virtud del cual, cumpliendo su deber conyugal y familiar, in buidos por el espíritu de Cristo, con el que toda su vid queda impregnada de fe, esperanza y caridad, se van acercando cada vez más hacia su propia perfección y mutua santificación, y así contribuyen conjuntamente a la glorificación de Dios. De ahí que, cuando los padres preceden con su ejemplo y oración familiar, los hijos, e incluso cuantos conviven en la misma familia, encuentra más fácilmente el camino de la bondad, de la salvación y de la santidad. Los esposos, adornados de la dignidad del deber de la paternidad y maternidad, habrán de cumplir entonces con diligencia su deber de educadores, sobre todo en el campo religioso, deber que les incumbe a ellos principalmente. Los hijos, como miembros vivos de la familia, contribuyen a su manera a la santificación de sus padres, pues, con el sentimiento de su gratitud, con su amor filial y con su confianza, corresponderán a los beneficios recibidos de sus padres y, como buenos hijos, los asistirán en las adversidades y en la soledad de la vejez.

RESPONSORIO    Ef 5, 32. 25. 33

R. ¡Gran misterio es éste! Y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia. * Cristo amó a su Iglesia y se entregó a la muerte por ella.
V. Ame cada uno a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
R. Cristo amó a su Iglesia y se entregó a la muerte por ella.

ORACIÓN.

OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestras acciones según tu voluntad, para que, invocando el nombre de tu Hijo, abundemos en buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

domingo, 26 de enero de 2020

CRISTO ESTÁ PRESENTE EN SU IGLESIA

Cristo está siempre presente en su Iglesia, sobre todo en la acción litúrgica. Está presente en el sacrificio de la misa, tanto en la persona del ministro, ofreciéndose ahora por ministerio de los sacerdotes el mismo que entonces se ofreció en la cruz, como sobre todo bajo las especies eucarísticas. Está presente con su fuerza en los sacramentos, de modo que cuando alguien bautiza es Cristo quien bautiza. Está presente en su palabra, pues cuando se lee en la Iglesia la sagrada Escritura es él quien habla. Está presente, por último, cuando la Iglesia suplica y canta salmos, pues él mismo prometió: Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.

En verdad, en esta obra tan grande, por la que Dios es perfectamente glorificado y los hombres santificados, Cristo asocia siempre consigo a su amadísima esposa la Iglesia, que invoca a su Señor y por él tributa culto al Padre eterno.

Con razón, pues, se considera a la liturgia como el ejercicio del sacerdocio de Jesucristo. En ella los signos sensibles significan y realizan, cada uno a su manera, la santificación del hombre; y así el cuerpo místico de Jesucristo, es decir, la cabeza y sus miembros, ejerce el culto público íntegro.

En consecuencia, toda celebración litúrgica, por ser obra de Cristo sacerdote y de su cuerpo, que es la Iglesia, es la acción sagrada por excelencia, cuya eficacia no es igualada, con el mismo título y en el mismo grado, por ninguna otra acción de la Iglesia.

En la liturgia terrena participamos, pregustándola, de aquella liturgia celestial que se celebra en la ciudad santa de Jerusalén, hacia la cual nos dirigimos como peregrinos, y donde Cristo, ministro del santuario y de la verdadera Tienda de Reunión, está sentado a la diestra de Dios; con todos los coros celestiales, cantamos en la liturgia el himno de la gloria del Señor; veneramos la memoria de los santos, esperando ser admitidos en su asamblea; esperamos que venga como salvador Cristo Jesús, el Señor, hasta que se manifieste él, que es nuestra vida, y nos manifestemos también nosotros con él, revestidos de gloria.

La Iglesia, por una tradición apostólica que se remonta al mismo día de la resurrección de Cristo, celebra el misterio pascual cada ocho días, en el día que es llamado con razón día del Señor o domingo. En este día, los fieles deben reunirse a fin de que, escuchando la palabra de Dios y participando en la eucaristía, celebren el memorial de la pasión, resurrección y gloria del Señor Jesús, y den gracias a Dios que, por la resurrección de Jesucristo de entre los muertos, nos ha hecho nacer de nuevo para una esperanza viva. Por esto, el domingo es la fiesta primordial, que debe inculcarse a la piedad de los fieles, de modo que sea también día de alegría y de liberación del trabajo. No deben anteponérsele otras solemnidades, a no ser que sean realmente de suma importancia, puesto que el domingo es el fundamento y el núcleo de todo el año litúrgico.

RESPONSORIO    S. Agustín, Comentario Sal 85, 1

R. Cristo ora por nosotros, como sacerdote nuestro; ora en nosotros, como cabeza nuestra; recibe nuestra oración, como nuestro Dios. * Reconozcamos nuestra propia voz en él y su propia voz en nosotros.
V. Cuando hablamos con Dios en la oración, el Hijo está unido a nosotros.
R. Reconozcamos nuestra propia voz en él y su propia voz en nosotros.

OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, dirige nuestras acciones según tu voluntad, para que, invocando el nombre de tu Hijo, abundemos en buenas obras. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.

Amén

Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

  Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios. Primera lectura Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a ...