martes, 11 de agosto de 2020

No seas rebelde, descubre el bien que Dios te quiere darte!



Ezequiel 2, 8-3, 4
Así dice el Señor: Tú, hijo de Adán, oye lo que te digo: ¡No seas rebelde, como la casa rebelde! Abre la boca y come lo que te doy."
Vi entonces una mano extendida hacia mí, con un documento enrollado. Lo desenrolló ante mí: estaba escrito en el anverso y en el reverso; tenía escritas elegías, lamentos y ayes.
Y me dijo: Hijo de Adán, come lo que tienes ahí, cómete este volumen y vete a hablar a la casa de Israel." Abrí la boca y me dio a comer el volumen, diciéndome: Hijo de Adán, alimenta tu vientre y sacia tus entrañas con este volumen que te doy." Lo comí, y me supo en la boca dulce como la miel. Y me dijo: Hijo de Adán, anda, vete a la casa de Israel y diles mis palabras."
Palabra de Dios


Salmo 118 " Qué dulce al paladar tu promesa, Señor"

Mateo 18, 1-5. 10. 12-14
En aquel momento, se acercaron los discípulos de Jesús y le preguntaron: ¿Quien es el más importante en el reino de los cielos?
Él llamó a un niño, lo puso en medio y dijo: Os aseguro que, si no volvéis a ser como niños, no entraréis en el reino de los cielos. Por tanto, el que se haga pequeño como este niño, ése es el más grande en el reino de los cielos. El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí.
Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, porque os digo que sus ángeles están viendo siempre en el cielo el rostro de mi Padre celestial.
¿Qué os parece? Suponed que un hombre tiene cien ovejas: si una se le pierde, ¿no deja las noventa y nueve en el monte y va en busca de la perdida? Y si la encuentra, os aseguro que se alegra más por ella que por las noventa y nueve que no se habían extraviado.
Lo mismo vuestro Padre del cielo: no quiere que se pierda ni uno de estos pequeños."
Palabra del Señor


La primera lectura quizás nos suene extraño lo que el Señor nos dice: “ Tú, hijo de Adán, oye lo que te digo: ¡No seas rebelde, como la casa rebelde! Abre la boca y come lo que te doy.". Porque el Señor nos pide que nos comamos Su Palabra? ¿Por qué es tan importante comer la Palabra de Dios?  ¿Qué nos trae para nuestra vida comer la Palabra de Dios?

Cuando comemos algún alimento lo masticamos, lo devoramos, los volvemos en trozos muy pequeños para poderlo tragar.  Así es la Palabra de Dios, al principio nos puede saber agria, incomoda, molesta, pero Dios nos va mostrando poco a poco el bien que nos hace. Quizás puede suceder que al principio la Palabra de Dios no la entendamos, y es porque quizás estamos tratando de entenderla desde el conocimiento humano. Las sagradas escrituras no se leen como un libro común de la biblioteca, hay que pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a discernir lo que leemos. No olvidemos como San Jerónimo decía “ El que desconoce las escrituras desconoce a Dios”. Así es!. Nadie puede hablar de parte de Dios si no ha escuchado a Dios. Algunos tratan de balbucear de las cosas de Dios, pero sus palabras no tienen profundidad, el fuego, la exhortación del mismo Cristo, sus acciones quedan a medio del tintero. Bien lo dicen los santos y algunos místicos “ Hay que contemplar y llevar a los demás el fruto de lo contemplado”.

Es importante leer la Palabra de Dios para poder conocer al mismo Dios y conociendo al mismo Dios acogemos lo que Él trae para nuestra vida. Pidámosle al Buen Dios que nos ayude a despertar en nosotros el deseo de conocerlo, que descubramos su presencia en los diferentes medios en los que se hace presente a través de nosotros, que tengamos la voluntad de acercarnos a Él y contemplarlo para después llevar a los demás el fruto contemplado y que desde la humildad reconozcamos que Él y sólo Él es quien ejerce su gracia y su acción en nosotros. Amen.

Hoy Jesús nos quiere devolver a la infancia y pareciera que es un retroceso. Algunos podemos decir “ Volver a la infancia es volver a pasar por elementaria, el bachillerato, comenzar la universidad, mejor dicho es aprender todo lo que ya se”. Jesús no se refiere a eso. Lo que Jesús quiere más bien es que hay que desprenderse de lo que nos sobra. Los niños son seres descomplicados, dependientes de sus padres, no guardan rencor, disfrutan de cada cosa que les trae la vida. La vida del niño no está tan cargada de cosas que le pesan, como es el orgullo, la desconfianza, el temor, las dependencias, los apegos, la autosuficiencia. Jesús nos invita a que tomemos el camino de los niños, el camino quien se descubre indefenso, vulnerable, que reconoce su necesidad, que sabe clamar y llamar  a Dios desde su impotencia. Los niños son capaces de lanzarse a los brazos de Cristo para buscar abrigo y protección, busca la mano que lo bendiga y es voz que los levante. El que tenga un corazón de Niño entenderá el evangelio.  

Mi amado Jesús como he sido de rebelde para reconocer tu voz que me aconseja una y otra vez más para mi bien. Por causa de mi rebeldía he terminado golpeándome y lastimándome. Yo se que tu no quieres eso para mi, por eso con amor hoy me pides que sea niño, que recupere lo que dejé perder. Solo tu eres capaz de restaurar todo lo que hay en mi, y para yo ser restaurada solo esperas que yo clame y te llame desde el fondo de mi corazón. Dame la gracia de ser como un niño quien se descubre indefenso, vulnerable y quien reconoce que solo en tus brazos tendrás el abrigo y la protección que tanto necesito. Amen.

Dios te bendiga,

¡¡¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!



--

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

Encuentranos en : www.catolicosregina.com

Siguenos en facebook  https://facebook.com/orandoyviviendo/ 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

  Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios. Primera lectura Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a ...