La presencia de Dios desnuda el alma humana

 

Sal 94,6-7.8-9.10-11 R/.
Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor: "No endurezcáis vuestro corazón"

Cuida de cómo estás alimentando tu corazón, porque el corazón es el centro de las decisiones, afectos, recuerdos, ideas y deseos. Recuerda que Dios escruta el alma y si va a hacer sentir su presencia va también a desnudar lo que está en el alma humana.

Marcos 1,40-45
" La lepra se le quitó, y quedó limpio "

Todos estamos enfermos de la lepra, de la lepra de sentirnos " buenos" por sí mismos.

Oremos a la Luz de la Palabra de Dios:

Como es de fácil endurecer nuestro corazón cuando tenemos malas experiencias en las relaciones personales. El ser humano es relacional y por eso los malos amores no lastiman lo profundo de nuestro corazón. Como necesito sanar mi corazón y el primer paso es reconocer que lo tengo enfermo. Que la gracia de tu espíritu traiga luz a mi vida para que pueda ver como estoy alimentando mi corazón. Saname Señor de mis recuerdos, mis afectos, purifica mis ideas y deseos para que mis obras sean dirigidas según tu voluntad. Que por tu misericordia, no permitas que alimente el enojo, el dolor, la ofensa en mí corazón, que al acercarme a ti mi Señor pueda experimentar esa sanación que tanto he estado esperando y vivir como un verdadero hij@ de Dios desde la libertad. Gracias Señor por escudriñar mi alma, que sea invadida con tu ser porque con tu presencia vas a desnudar lo que está en mi alma. Amen. 

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

Orando y Viviendo - Sandra Yudi Zapata E.