Cuando vayas caminando cuesta arriba recuerda los rostros que ves al bajar, porque la vida da sorpresas y fácilmente cuando estés bajando volverás a ver los rostros que van hacia la cima.

 

Cuando vayas caminando cuesta arriba recuerda los rostros que ves al bajar, porque la vida da sorpresas y fácilmente cuando estés bajando volverás a ver los rostros que van hacia la cima. 

Oremos a la Luz de la Palabra de Dios

Levítico 19, 1-2. 11-18
"No daréis sentencias injustas. No serás parcial ni por favorecer al pobre ni por honrar al rico. Juzga con justicia a tu prójimo."

No permitas que por tratar de agradar al prójimo vendas o seas infiel a tus criterios y valores morales.  

Sal 18, 8. 9. 10. 15 R/. Tus palabras, Señor, son espíritu y vida

Mateo 25, 31-46
" Cada vez que lo hicisteis con uno de éstos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis "

Jesús con tu propia vida nos enseñaste como el amor al prójimo debe extenderse hasta el enemigo.  Tu viviste el amor hasta el extremo y por eso esperas que nosotros también lo hagamos. Aunque podamos sentir el deseo de amar, hacer el bien, ofrecer el perdón, caminar por la senda de la verdad, el ser humano tiene la oportunidad de hacerlo o no. La voluntad es lo que nos hace ponernos en movimiento, en hacer lo que pensamos o sentimos, en tener coherencia de vida. Pero ¿Quién mueve la voluntad ? Tu Santo Espíritu, por eso me lo diste para que El fuera mi guía, para que me sostuviera y trajera claridad a mi vida. Hoy quiero poner en acción al Espíritu Santo, hoy quiero que tú actúes en mi y sobre mi, que tu fuerza que es el amor haga posible mover mi voluntad para experimentar la gracia de sentirme acompañad@ y amad@ y la alegría que es dar amor.

Gracias Jesús por enseñarme que la dignidad humana se mide por el amor, no solo el amor hacia quienes tengo empatía, que tenemos los mismos gustos y afinidades sino también poder amar a quienes son difíciles, por sus actitudes, y su carácter. Una persona tiene un valor inmenso por la capacidad de amar, porque a más amor más persona. 

Que cuando esté delante de ti Señor, Tu me puedas decir " Porque tuve hambre y me disteis de comer… Cada vez que lo hicisteis con uno de estos mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis”. Gracias por haber sido mi rostro amoroso con tus herman@s.

Dios te bendiga,

Orando y viviendo