lunes, 30 de abril de 2018


No permitas que los lazos del miedo y del orgullo te atrapen!


Hechos 14,5-18

En aquellos días, se produjeron en Iconio conatos de parte de los gentiles y de los judíos, a sabiendas de las autoridades, para maltratar y apedrear a Pablo y a Bernabé; ellos se dieron cuenta de la situación y se escaparon a Licaonia, a las ciudades de Listra y Derbe y alrededores, donde predicaron el Evangelio.

Había en Listra un hombre lisiado y cojo de nacimiento, que nunca había podido andar. Escuchaba las palabras de Pablo, y Pablo, viendo que tenía una fe capaz de curarlo, le gritó, mirándolo: "Levántate, ponte derecho." El hombre dio un salto y echó a andar. Al ver lo que Pablo había hecho, el gentío exclamó en la lengua de Licaonia: "Dioses en figura de hombres han bajado a visitarnos." A Bernabé lo llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque se encargaba de hablar. El sacerdote del templo de Zeus que estaba a la entrada de la ciudad, trajo a las puertas toros y guirnaldas y, con la gente, quería ofrecerles un sacrificio.

Al darse cuenta los apóstoles Bernabé y Pablo, se rasgaron el manto e irrumpieron por medio del gentío, gritando: "Hombres, ¿qué hacéis? Nosotros somos mortales igual que vosotros; os predicamos el Evangelio, para que dejéis los dioses falsos y os convirtáis al Dios vivo que hizo el cielo, la tierra y el mar y todo lo que contienen. En el pasado, dejó que cada pueblo siguiera su camino; aunque siempre se dio a conocer por sus beneficios, mandándoos desde el cielo la lluvia y las cosechas a sus tiempos, dándoos comida y alegría en abundancia." Con estas palabras disuadieron al gentío, aunque a duras penas, de que les ofrecieran sacrificio.
Palabra de Dios


Hoy en la primera lectura vemos como a Pablo y a Bernabé los quieren matar por un lado pero cuando ellos se van para otra parte, ese pueblo o comunidad los quieren adorar y hasta los llaman como dioses.
Siempre he pensado que la ignorancia nos lleva a seguir cualquier cosa y a no valorar lo que realmente debemos valorar hasta llegar a actuar como necios.

Esto lo vemos en la lectura cuando Pablo sana al lisiado. Realmente lo sano fue la fe que este hombre tenía. Dice la lectura “ Pablo, viendo que tenía una fe capaz de curarlo, le gritó, mirándolo: "Levántate, ponte derecho." El hombre dio un salto y echó a andar “. Pero los que estaban cerca de él o quienes vieron este milagro terminaron diciendo "Dioses en figura de hombres han bajado a visitarnos." A Bernabé lo llamaban Zeus y a Pablo, Hermes, porque se encargaba de hablar.

Ese es el ser humano. Para algunos de pronto seremos queridos y apreciados, de pronto otros nos miraran como basura. Es por eso que no te puedes confiar de las opiniones de las personas, porque hoy nos desprecia y mañana nos alaba; hoy nos echan en olvido y mañana piden nuestra opinión; hoy se burlan de nosotros y mañana nos piden que oremos por sus intenciones!

Pero también que otro mensaje nos lleva esta lectura y es que hay dos enemigos del mensaje de Dios. El uno es infundirnos miedo que se ve representado en las piedras y el otro es la adoración que es el culto al orgullo. Si seguimos a Dios por temor, es porque se nos ha olvidado cuanto Dios ha hecho por nosotros y todo lo que nos bendice no es por mérito propio sino por amor.  El orgullo nos hace descuidar cuánto quiere darnos todavía. El miedo maltrata a la gratitud y a la confianza en Dios; la vanidad destruye la generosidad y nos lleva a confiar demasiado en nuestras propias fuerzas o también al creernos ser “ buenos” entonces pensamos que todo lo que tenemos es porque nos lo merecemos.

Pidámosle al Señor que nos ayude a no caer en estos dos lazos que nos impiden llevar el mensaje de Dios como es el miedo o la vanidad. Perseguidos, no buscan la muerte ni se exponen a riesgos innecesarios, pero tampoco dejan de predicar. Aclamados, no fomentan la ovación ni se solazan en el aplauso, sino que obran varonilmente y proclaman claramente su condición de seres humanos como los demás, aunque bendecidos por la gracia que trae salvación.

Salmo 113 " No a nosotros, Señor, no a nosotros, sino a tu nombre da la gloria. "

Juan 14,21-26
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El que acepta mis mandamientos y los guarda, ése me ama; al que me ama lo amará mi Padre, y yo también lo amaré y me revelaré a él." Le dijo Judas, no el Iscariote: "Señor, ¿qué ha sucedido para que te reveles a nosotros y no al mundo?" Respondió Jesús y le dijo: "El que me ama guardará mi palabra, y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él. El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que estáis oyendo no es mía, sino del Padre que me envió. Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Defensor, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho."
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Hoy el evangelio también es precioso y que significa o a que se refiere cuando Judas Tadeo le pregunta a Jesús …  “Señor, ¿por qué te vas a manifestar sólo a nosotros, y no al mundo?”. Será que Dios es elitista y es por eso que esconde esa salvación que él mismo nos envía? Si es salvación para los necesitados, los pecadores, los pobres, ¿no sería más que razonable que se mostrara al mundo entero?

Judas hace esta pregunta porque quiere que Jesús se manifieste de tal manera que no quede duda que El es el Hijo de Dios y que en él viene la salvación. En otras palabras Judas quería que Jesús se manifestara por ejemplo como los fenómenos naturales. En el caso de un eclipse, en todas partes del mundo lo ven y se constata que realmente sí hubo este fenómeno natural. 

Esta pregunta de Judas Tadeo nace desde lo que ha dicho Jesús anteriormente :” el que me ama será amado por mi Padre; también yo lo amaré y me manifestaré a él”. Para que Jesús se revele o se muestre en y con nosotros. Entonces podemos decir que la clave es “ Si lo amamos “.

Como comenzamos amar a alguien? cuando nos damos la oportunidad de conocerlo. Si no te das ese chance, entonces nunca vas a poder saber quien es el, que quiere de ti, porque quiere estar contigo y porque le importas tanto a Él. Seguramente si lo conoces, si te dejas enamorar de Él vas a terminar siguiéndolo. Como decía mi director Espiritual Rodrigo, A Jesús hay que conocerlo, amarlo y seguirlo. Si lo conoces y lo amas, entonces síguelo, si lo lo sigues es porque aun no lo amas lo suficiente. 

Si no amamos a Cristo es imposible percibir quién es él y qué viene en realidad a traernos. Si lo amamos en profundidad entenderemos la historia de salvación, como Dios a estado presente en la historia del ser humano, porque existe el mal y el bien. Porque Jesús quiere que tengamos una vida eterna con El.

Señor gracias por estar presente en mi vida. Dame la gracia de no caer en los lazos del miedo o de la vanidad que obstaculizan Tu mensaje. El miedo maltrata la gratitud y la confianza en Ti ; la vanidad destruye tu generosidad que nos das y nos lleva a confiar demasiado en nuestras propias fuerzas. Quiero conocerte cada dia, no quiero perder la capacidad de asombro de Tu amor. Quiero conocerte en profundidad para saber quien eres y qué es lo que vienes a traerme a mi vida. Tu llegas a mi con poder para derribar los ídolos que hay en mi vida y levantarme Glorioso en el Nombre de Jesucristo, Aleluya, Aleluya, Aleluya!!!

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!

Tarea:  Saber Escuchar


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa


Lectio Divina

EL PRIMOGÉNITO DE LA NUEVA CREACIÓN
Ha llegado el reino de la vida y ha sido destruido el imperio de la muerte. Ha hecho su aparición un nuevo nacimiento, una vida nueva, un nuevo modo de vida, una transformación de nuestra misma naturaleza. ¿Cuál es este nuevo nacimiento? El de los que nacen no de la sangre ni del deseo carnal ni de la voluntad del hombre, sino del mismo Dios.

Sin duda te preguntarás: «¿Cómo puede ser esto?» Pon atención, que te lo voy a explicar en pocas palabras. Este nuevo germen de vida es concebido por la fe, es dado a luz por la regeneración bautismal, tiene por nodriza a la Iglesia, que lo amamanta con su doctrina y enseñanzas, y su alimento es el pan celestial; la madurez de su edad es una conducta perfecta, su matrimonio es la unión con la Sabiduría, sus hijos son la esperanza, su casa es el reino y su herencia y sus riquezas son las delicias del paraíso; su fin no es la muerte, sino aquella vida feliz y eterna, preparada para los que se hacen dignos de ella.

Éste es el día en que actuó el Señor, día en gran manera distinto de los días establecidos desde la creación del mundo, que son medidos por el paso del tiempo. Este otro día es el principio de una segunda creación. En este día, efectivamente, Dios hace un cielo nuevo y una tierra nueva, según palabras del profeta. ¿Qué cielo? El firmamento de la fe en Cristo. ¿Qué tierra? El corazón bueno de que habla el Señor, la tierra que absorbe la lluvia, que cae sobre ella, y produce fruto multiplicado.

El sol de esta nueva creación es una vida pura; las estrellas son las virtudes; el aire es una conducta digna; el mar es el abismo de riqueza de la sabiduría y ciencia; las hierbas y el follaje son la recta doctrina y las enseñanzas divinas, que son el alimento con que se apacienta la grey divina, es decir, el pueblo de Dios; los árboles frutales son la observancia de los mandamientos.

Éste es el día en que es creado el hombre verdadero a imagen y semejanza de Dios. ¿No es todo un mundo el que es inaugurado para ti por este día en que actuó el Señor? A este mundo se refiere el profeta, cuando habla de un día y una noche que no tienen semejante.

Pero aún no hemos explicado lo más destacado de este día de gracia. Él ha destruido los dolores de la muerte, él ha engendrado al primogénito de entre los muertos.

Cristo dice: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. ¡Oh mensaje lleno de felicidad y de hermosura! El que por nosotros se hizo hombre, siendo el Hijo único, quiere hacernos hermanos suyos y, para ello, hace llegar hasta el Padre verdadero su propia humanidad, llevando en ella consigo a todos los de su misma raza.
  
ORACIÓN.
OREMOS,
Señor Dios, que unes en un mismo sentir los corazones de los que te aman, impulsa a tu pueblo a amar lo que pides y a desear lo que prometes, para que, en medio de la inestabilidad de las cosas humanas, estén firmemente anclados nuestros corazones en el deseo de la verdadera felicidad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

domingo, 29 de abril de 2018

Santa Misa


Lectio Divina

CRISTO ES EL DÍA
Por la resurrección de Cristo se abren las puertas de la región de los muertos; por obra de los neófitos la tierra es renovada; por obra del Espíritu Santo se abren las puertas del cielo. La región de los muertos, una vez abierta, devuelve a sus prisioneros; la tierra renovada germina a los resucitados; el cielo abierto acoge a los que a él ascienden.

El ladrón sube al paraíso, los cuerpos de los santos entran en la ciudad santa, los muertos regresan entre los vivos y, por la acción eficaz de la resurrección de Cristo, todos los elementos se ven enaltecidos.

La región de los muertos deja salir de sus profundidades a los que allí estaban retenidos, la tierra envía al cielo a los que en ella estaban sepultados, el cielo presenta al Señor a los que acoge en sus moradas; y la pasión del Salvador, con una sola e idéntica operación, nos levanta desde lo más profundo, nos eleva de la tierra y nos coloca en lo alto.

La resurrección de Cristo es vida para los difuntos, perdón para los pecadores, gloria para los santos. Por esto el salmista invita a toda la creación a celebrar la resurrección de Cristo, al decir que hay que alegrarse y llenarse de gozo en este día en que actuó el Señor.

La luz de Cristo es un día sin noche, un día que no tiene fin. El Apóstol nos enseña que este día es el mismo Cristo, cuando dice: La noche va pasando, el día está encima. La noche -dice- va pasando, no dice: «vuelve», para darnos así a entender que, con la venida de la luz de Cristo, se ahuyentan las tinieblas del demonio y no vuelve ya más la oscuridad del pecado, y que, con este indeficiente resplandor, son rechazadas las tinieblas de antes, para que el pecado no vuelva a introducirse subrepticiamente.

Tal es el día del Hijo, a quien el Padre comunica, de un modo arcano, la luz de su divinidad. Tal es el día que dice, por boca de Salomón: Yo hice nacer en los cielos la luz indeficiente.

Por esto, del mismo modo que la noche no sucede al día del cielo, así también las tinieblas del pecado no pueden suceder a la justicia de Cristo. El día celeste no cesa nunca de dar su luz y resplandor, ni hay oscuridad alguna capaz de ponerle fin; así también la luz de Cristo brilla, irradia, centellea siempre, y las tinieblas de los delitos no pueden vencerla, como dice el evangelista Juan: Esta luz brilla en las tinieblas, pero las tinieblas no la vencieron.

Por tanto, hermanos, todos debemos alegrarnos en este día santo. Nadie se retraiga de la común alegría, aunque tenga conciencia de sus pecados; nadie se aparte de la oración común, aunque se sienta agravado por sus culpas. En este día, nadie, por más que se sienta pecador, debe desesperar del perdón, ya que se trata de un día sobremanera privilegiado. Si el ladrón obtuvo la gracia del paraíso, ¿por qué el cristiano no ha de obtener el perdón?


OREMOS,
Dios nuestro, que nos has enviado la redención y concedido la filiación adoptiva, protege con bondad a los hijos que tanto amas, y concédenos, por nuestra fe en Cristo, la verdadera libertad y la herencia eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

sábado, 28 de abril de 2018

Lectio Divina

ALCANZÓ A TODOS LA MISERICORDIA DIVINA Y FUE SALVADO TODO EL MUNDO
Nosotros, siendo muchos, formamos un solo cuerpo y somos miembros los unos de los otros, tal como está escrito, y es Cristo quien nos une, mediante los vínculos de la caridad: Él ha hecho de los dos pueblos una sola cosa, derribando el muro que los separaba; él ha abolido la ley con sus mandamientos y reglas. Conviene, pues, que tengamos todos un mismo sentir: que, si un miembro sufre, los demás miembros sufran con él y que, si un miembro es honrado, se alegren todos los miembros.

Acogeos unos a otros -dice el Apóstol-, como Cristo nos acogió para gloria de Dios. Nos acogeremos unos a otros si nos esforzamos en tener un mismo sentir; llevando los unos las cargas de los otros, conservando la unidad del Espíritu, con el vínculo de la paz. Así es como nos acogió Dios a nosotros en Cristo. Pues no engaña el que dice: Tanto amó Dios al mundo que le entregó su Hijo por nosotros. Fue entregado, en efecto, para la redención de la vida de todos nosotros, y así fuimos arrancados de la muerte, redimidos de la muerte y del pecado. Y el mismo Apóstol explica el objetivo de esta realización de los designios de Dios, cuando dice que Cristo consagró su ministerio al servicio de los judíos, por exigirlo la fidelidad de Dios. Pues, como Dios había prometido a los patriarcas que los bendeciría en su descendencia futura y que los multiplicaría como las estrellas del cielo, por esto apareció en la carne y se hizo hombre el que era Dios y la Palabra en persona, el que conserva toda cosa creada y da a todos la incolumidad, por su condición de Dios. Vino a este mundo en la carne, mas no para ser servido, sino, al contrario, para servir, como dice él mismo, y entregar su vida por la redención de una multitud.

Él afirma haber venido de modo visible para cumplir las promesas hechas a Israel. Decía en efecto: No me ha enviado Dios sino a las ovejas descarriadas del pueblo de Israel. Por esto, con verdad afirma Pablo que Cristo consagró su ministerio al servicio de los judíos, para dar cumplimiento a las promesas hechas a los padres y para que los paganos alcanzasen misericordia, y así ellos también le diesen gloria como a creador y hacedor, salvador y redentor de todos. De este modo alcanzó a todos la misericordia divina, sin excluir a los paganos, de manera que el designio de la sabiduría de Dios en Cristo obtuvo su finalidad; por la misericordia de Dios, en efecto, fue salvado todo el mundo, en lugar de los que se habían perdido. 


ORACIÓN.
OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, asístenos con tu gracia para que llevemos a su más plena realidad, en nosotros mismos, el misterio pascual que estamos celebrando, y para que así los que hemos renacido en el bautismo demos frutos abundantes de vida cristiana y alcancemos finalmente los goces de la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

viernes, 27 de abril de 2018

Santa MIsa


Lectio Divina del dia de hoy

MUCHOS SON LOS SENDEROS, PERO UNO SOLO ES EL CAMINO
Éste es, amados hermanos, el camino por el que llegamos a la salvación, Jesucristo, el sumo sacerdote de nuestras oblaciones, sostén y ayuda de nuestra debilidad.

Por él, podemos elevar nuestra mirada hasta lo alto de los cielos; por él, vemos como en un espejo el rostro inmaculado y excelso de Dios; por él, se abrieron los ojos de nuestro corazón; por él, nuestra mente, insensata y entenebrecida, se abre al resplandor de la luz; por él, quiso el Señor que gustásemos el conocimiento inmortal, ya que él es el resplandor de su gloria y ha llegado a ser tanto mayor que los ángeles, cuanto es más augusto que el de ellos el nombre que ha recibido en herencia.

Militemos, pues, hermanos, con todas nuestras fuerzas, bajo sus órdenes irreprochables.

Fijémonos en los soldados que prestan servicio bajo las órdenes de nuestros gobernantes: su disciplina, su obediencia, su sometimiento en cumplir las órdenes que reciben. No todos son generales ni comandantes ni centuriones ni oficiales ni todos tienen alguna graduación; sin embargo, cada cual, en el sitio que le corresponde, cumple lo que le manda el rey o cualquiera de sus jefes. Ni los grandes podrían hacer nada sin los pequeños, ni los pequeños sin los grandes; la efectividad depende precisamente de la conjunción de todos.

Tomemos como ejemplo a nuestro cuerpo. La cabeza sin los pies no es nada, como tampoco los pies sin la cabeza; los miembros más ínfimos de nuestro cuerpo son necesarios y útiles a la totalidad del cuerpo; más aún, todos ellos se coordinan entre sí para el bien de todo el cuerpo. Procuremos, pues, conservar la integridad de este cuerpo que formamos en Cristo Jesús, y que cada uno se ponga al servicio de su prójimo según la gracia que le ha sido asignada por donación de Dios.

El fuerte sea protector del débil, el débil respete al fuerte; el rico dé al pobre, el pobre dé gracias a Dios por haberle deparado quien remedie su necesidad. El sabio manifieste su sabiduría no con palabras, sino con buenas obras; el humilde no dé testimonio de sí mismo, sino deje que sean los demás quienes lo hagan. El que es casto en su cuerpo no se gloríe de ello, sabiendo que es otro quien le otorga el don de la continencia.

Consideremos, pues, hermanos, de qué materia fuimos hechos, cuáles éramos al entrar en este mundo; de qué sepulcro y tinieblas nos sacó nuestro Creador, para introducirnos en su mundo, donde ya de antemano, antes de nuestra existencia, nos tenía preparados sus dones.

Por esto debemos dar gracias a aquel de quien nos vienen todos estos bienes, al cual sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
  
ORACIÓN.
OREMOS,
Dios, autor de nuestra salvación y de nuestra liberación, escucha nuestras súplicas, y a quienes redimiste por la sangre de tu Hijo concédeles poder vivir para ti, y en ti gozar de la felicidad eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

jueves, 26 de abril de 2018

Santa MIsa


Hay que tener los ojos creyentes, con la mirada y el corazón en Cristo, para llegar a ser un verdadero discípulo quien logra ver quien es el Hijo de Dios en nuestra carne.



Hechos 13,13-25

En aquellos días, Pablo y sus compañeros se hicieron a la vela en Pafos y llegaron a Perge de Panfilia. Juan los dejó y se volvió a Jerusalén. Desde Perge siguieron hasta Antioquía de Pisidia; el sábado entraron en la sinagoga y tomaron asiento. Acabada la lectura de la Ley y los profetas, los jefes de la sinagoga les mandaron a decir: "Hermanos, si queréis exhortar al pueblo, hablad."
Pablo se puso en pie y, haciendo seña de que se callaran, dijo: "Israelitas y los que teméis a Dios, escuchad: El Dios de este pueblo, Israel, eligió a nuestros padres y multiplicó al pueblo cuando vivían como forasteros en Egipto. Los sacó de allí con brazo poderoso; unos cuarenta años los alimentó en el desierto, aniquiló siete naciones en el país de Canaán y les dio en posesión su territorio, unos cuatrocientos cincuenta años. Luego les dio jueces hasta el profeta Samuel. Pidieron un rey, y Dios les dio a Saúl, hijo de Quis, de la tribu de Benjamín, que reinó cuarenta años. Lo depuso y nombró rey a David, de quien hizo esta alabanza: "Encontré a David, hijo de Jesé, hombre conforme a mi corazón, que cumplirá todos mis preceptos." Según lo prometido, Dios sacó de su descendencia un salvador para Israel: Jesús. Antes de que llegara, Juan predicó a todo Israel un bautismo de conversión; y, cuando estaba para acabar su vida, decía: "Yo no soy quien pensáis; viene uno detrás de mí a quien no merezco desatarle las sandalias.""
Palabra de Dios


Hoy en la primera lectura vemos cómo el discurso de Pablo en la sinagoga de Antioquía de Pisidia es un testimonio maravilloso de la comprensión que los primeros cristianos tuvieron de una verdad fundamental: en Cristo Jesús el mensaje y la promesa del Antiguo Testamento tienen continuidad pero sobre todo alcanzan plenitud. Cristo es la plenitud de la antigua alianza, y en él Dios está cumpliendo toda promesa hecha a los patriarcas, reyes y profetas.

Recordemos algunas palabras que dijo Pablo “ "Israelitas y los que teméis a Dios, escuchad: El Dios de este pueblo, Israel, eligió a nuestros padres y multiplicó al pueblo cuando vivían como forasteros en Egipto. Los sacó de allí con brazo poderoso; unos cuarenta años los alimentó en el desierto, aniquiló siete naciones en el país de Canaán y les dio en posesión su territorio, unos cuatrocientos cincuenta años “. Lo primero que les dice Pablo es que Dios los eligió, si El nos elige es porque nos conoce, no importa lo que somos. Además tenemos que darnos cuenta como Dios recorre la historia del pueblo elegido, nos acompaña, nos cuida, nos bendice. A renglón seguido dice “ Los sacó de allí con brazo poderoso”,  a pesar de nuestra debilidad e infidelidad nos saca de la esclavitud.

Dios camina al lado de su pueblo con Moisés en el desierto, los jueces, en la conquista de Canaán, hasta llegar a Samuel; luego David, imagen del rey que deja reinar a Dios... son los grandes hitos que preparan la llegada del Mesías, anunciado por Juan, el bautista.

Que podemos ver con todo esto? La historia de Salvación que Dios prometió a su pueblo elegido desde el Antiguo Testamento hasta llegar al Nuevo Testamento con la llegada de Jesús.

Esto como lo podemos ver en nuestra propia vida? Si revisa tu vida te das cuenta que no has nacido por error, por casualidad, que muchas veces el mismo Dios a puesto su mano poderosa para liberarnos y cuidarnos del mal. Todas esas obras de amor, de presencia de Dios nos debe llevar a descubrir una línea que apunta hacia algo mejor, a tener un norte, teniendo los pies en la tierra y una mirada y un corazón puesto en Cristo. Como tambien en ser agradecidos por su amor y su presencia en nuestra vida.

Salmo 88 " Cantaré eternamente tus misericordias, Señor. "

Juan 13,16-20

Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos, les dijo: "Os aseguro, el criado no es más que su amo, ni el enviado es más que el que lo envía. Puesto que sabéis esto, dichosos vosotros si lo ponéis en práctica. No lo digo por todos vosotros; yo sé bien a quiénes he elegido, pero tiene que cumplirse la Escritura: "El que compartía mi pan me ha traicionado." Os lo digo ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda creáis que yo soy. Os lo aseguro: El que recibe a mi enviado me recibe a mí; y el que a mí me recibe, recibe al que me ha enviado."
Palabra de Dios

Hoy el evangelio nos trae el mensaje o la palabra “ enviar “. Jesús es el gran enviado como nos lo dice el evangelista Juan, pero Dios es quien lo envía. Quien el acompaña en la vía, es la Unción, es el Espíritu. La "vía" que recorre es la más larga imaginable: entre la grandeza infinita de Dios y la infinita pequeñez de nuestra condición de creaturas y sobre todo, de pecadores.

Jesucristo es quien une la inmensidad del cielo y la tierra de los hombres. El es quien nos lleva alcanzar la santidad a la que estamos llamados por ser hijos de Dios. Y cómo podemos alcanzar la santidad a la que estamos llamados ? si somos como el discípulo amado. Cuando el señor nos habla desde la cotidianidad y nos muestra tanta pobreza, cuánta indiferencia,  cuánta soledad y abandono, cuanta frialdad, cuando se mira con los ojos de Cristo, desde la misericordia. El Señor quiere que nosotros seamos como su hijo Jesucristo que desde la humildad, desde el amor, desde el servicio y desde la misericordia se acercó a los necesitados.

El domingo pasado leíamos el evangelio que Dios nos llama por nuestro nombre para que cumplamos su misión y también oramos por las vocaciones. Sera que estas haciendo caso omiso al llamado de El?

Cual es la actitud que vemos en Jesús en este evangelio. Recordemos que esta lectura es del jueves Santo, cuando Jesús está lavando los pies a sus discípulos. Jesús está en condición de siervo, esto lo podemos ver en esta parte de la lectura “ Cuando Jesús acabó de lavar los pies a sus discípulos”... Además el evangelio nos recuerda en qué condiciones nos envía: "un siervo no puede ser mayor que su señor, ni un enviado puede ser superior a quien lo envió"; mas, por otra parte, "todo el que reciba a quien yo envíe, me recibe a mí mismo y, al recibirme a mí, recibe al que me envió". En otras palabras sublime dignidad y profunda humildad; digna sobriedad y sobria dignidad de los enviados del Señor Jesús.

Señor ayúdame a tener un corazón y una mirada como el discípulo amado, quien tiene los pies puestos en esta tierra para ver las necesidades que hay alrededor. No necesito ir a misiones a otros países, mi misión es en mi propio hogar, en mi lugar de trabajo, de estudio, con la comunidad. Gracias por creer en mí sabiendo lo que soy. Tu sabes que soy débil y a pesar de eso me has llamado para servirte. Dame la gracia de hacerlo desde la voluntad y la humildad.  Aleluya, Aleluya, Aleluya.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Lectio Divina

EL MANDATO NUEVO
El Señor Jesús declara que da a sus discípulos un mandato nuevo por el que les prescribe que se amen mutuamente unos a otros: Os doy -dice- el mandato nuevo: que os améis mutuamente.

¿Es que no existía ya este mandato en la ley antigua, en la que hallamos escrito: Amarás a tu prójimo como a ti mismo? ¿Por qué, pues, llama nuevo el Señor a lo que nos consta que es tan antiguo? ¿Quizá la novedad de este mandato consista en el hecho de que nos despoja del hombre viejo y nos reviste del nuevo? Porque renueva en verdad al que lo oye, mejor dicho, al que lo cumple, teniendo en cuenta que no se trata de un amor cualquiera, sino de aquel amor acerca del cual el Señor, para distinguirlo del amor carnal, añade: Como yo os he amado.

Éste es el amor que nos renueva, que nos hace hombres nuevos, herederos del Testamento nuevo, capaces de cantar el cántico nuevo. Este amor, hermanos muy amados, es el mismo que renovó antiguamente a los justos, a los patriarcas y profetas, como también después a los apóstoles, y el mismo que renueva ahora a todas las gentes, y el que hace que el género humano, esparcido por toda la tierra, se reúna en un nuevo pueblo, en el cuerpo de la nueva esposa del Hijo único de Dios, de la cual se dice en el Cantar de los cantares: ¿Quién es ésa que sube toda ella resplandeciente de blancura? Resplandeciente, en verdad, porque está renovada, y renovada por el mandato nuevo.

Por eso, en ella, todos los miembros tienen entre sí una mutua solicitud: si sufre uno de los miembros, todos los demás sufren con él, y, si es honrado uno de los miembros, se alegran con él todos los demás. Es porque escuchan y guardan estas palabras: Os doy el mandato nuevo: que os améis mutuamente, no con un amor que degrada, ni con el amor con que se aman los seres humanos por ser humanos, sino con el amor con que se aman porque están deificados y son hijos del Altísimo, de manera que son hermanos de su Hijo único y se aman entre sí con el mismo amor con que Cristo los ha amado, para conducirnos hasta aquella meta final en la que encuentran su plenitud y la saciedad de todos los bienes que desean. Entonces, en efecto, todo deseo se verá colmado, cuando Dios lo será todo en todas las cosas.

Este amor es don del mismo que afirma: Como yo os he amado, para que vosotros os améis mutuamente. Por esto nos amó, para que nos amemos unos a otros; con su amor nos ha otorgado el que estemos unidos por el amor mutuo y, unidos los miembros con tan dulce vínculo, seamos el cuerpo de tan excelsa cabeza.
ORACIÓN.
OREMOS,
Señor Dios nuestro, que al restaurar la naturaleza humana le otorgaste una dignidad mayor que la que tuvo en sus orígenes, mantén siempre tus inefables designios de amor hacia nosotros, y conserva en quienes hemos renacido por el bautismo los dones que de tu bondad hemos recibido. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

miércoles, 25 de abril de 2018

Los evangelistas nos enseñan la verdad de Jesús, seamos agradecidos con Dios por eso….


1 Pedro 5,5B-14

Queridos hermanos: Tened sentimientos de humildad unos con otros, porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los humildes. Inclinaos, pues, bajo la mano poderosa de Dios, para que, a su tiempo, os ensalce. Descargad en él todo vuestro agobio, que él se interesa por vosotros. Sed sobrios, estad alerta, que vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar. Resistidle firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos en el mundo entero pasan por los mismos sufrimientos. Tras un breve padecer, el mismo Dios de toda gracia, que os ha llamado en Cristo a su eterna gloria, os restablecerá, os afianzará, os robustecerá. Suyo es el poder por los siglos. Amén.
Os he escrito esta breve carta por mano de Silvano, al que tengo por hermano fiel, para exhortaros y atestiguaros que ésta es la verdadera gracia de Dios. Manteneos en ella. Os saluda la comunidad de Babilonia, y también Marcos, mi hijo. Saludaos entre vosotros con el beso del amor fraterno. Paz a todos vosotros, los cristianos.
Palabra de Dios


Salmo 88 " Cantaré eternamente tus misericordias, Señor"

Marcos 16,15-20

En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos."
Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de Dios. Ellos se fueron a pregonar el Evangelio por todas partes, y el Señor cooperaba confirmando la palabra con las señales que los acompañaban.
Palabra de Dios
Te alabamos Señor

Hoy es la fiesta de San Marcos el Evangelista. Pero quién era Juan Marcos? Juan Marcos era el compañero de Pablo y luego de Pedro. En esta primera lectura hoy nos recuerda el estrecho vínculo de discipulado y cálida amistad que se forjó entre Marcos y Pedro,  con lo cual queda insinuado que es el testimonio y son los recuerdos mismos de Pedro los que seguramente emergen en el evangelio que nosotros llamamos "de Marcos."

Marcos no siempre estuvo de acuerdo con Pablo, entre ellos hubo algunas tensiones y desavenencias. Esta situación no la debemos esconder o llegar a escandalizarnos. Las diferencias fueron sobre todo en asuntos prácticos: adónde dirigirse, qué recorrido tomar, a quiénes ir primero en la evangelización.

Una de las cosas que me gusta es leer y aprender acerca de la vida de los santos, porque ellos aunque alcanzaron la santidad, fueron personas como cualquiera de nosotros que aunque tenían gran capacidad de liderazgo y de resolución algunos de ellos tenían temperamento fuerte, eran exigentes y tenían gran celo por las cosas de Dios.  Creer en Dios no los hizo tontos sino que elevó sus dones naturales a unas alturas inmensas, de donde recibieron la luz que luego nos han comunicado.

Pero además que nos quiere enseñar también esta primera lectura? Es hermoso como comienza diciéndonos “ Queridos hermanos: Tened sentimientos de humildad unos con otros, porque Dios resiste a los soberbios, pero da su gracia a los humildes “. Eso es lo que Dios espera de nosotros, que seamos humildes y sí que algunos nos cuesta más que a otros!. Continúa diciendo la lectura “ Descargad en él todo vuestro agobio, que él se interesa por vosotros “, estamos agobiados, cansados, tristes, preocupados, vamos hacia Él porque Él se interesa por nosotros. Continúa diciéndonos la lectura que seamos sobrios, estad alerta, que vuestro enemigo, el diablo, como león rugiente, ronda buscando a quién devorar. Esta sobrio es estar despiertos en la oración, no cansarnos de orar y no dejar que la oración se vuelva rutina. Por último nos pide estar firmes en la fe, sabiendo que vuestros hermanos en el mundo entero pasan por los mismos sufrimientos. La fe es estar convencido que Dios siempre está con nosotros a pesar de que no se vea claro el paisaje. Si somos fieles a Dios Él mismo nos restablecerá, os afianzará, os robustecerá. Suyo es el poder por los siglos. Amén. Que promesa de Dios tan bella !

Retomando el mensaje que nos trae San Marcos recordemos que el conoció a Pablo y a Pedro, las dos columnas de nuestra Iglesia. Marcos pareciera tener como consigna esta frase: ¡Que hablen los hechos! Su texto, en efecto, tiene un gran porcentaje de relatos sobre las obras de Cristo, incluso en una mayor proporción que la que otorga a los discursos del Señor.

El evangelista de Marcos nos invita a salir a proclamar que el Señor es el Rey de toda la creación. Los dos datos fundamentales que este evangelista nos quiere enseñar es la humanidad necesitada de salvación y un enviado, Jesucristo, como lugar para recibir esa salvación. Jesús ha venido a vencer a todo aquello que nos frena, nos duele, nos retrasa, nos encarcela. Creamos en Él, en su poder, en su amor que nos quiere sanar, liberar y transformar.

Señor gracias por los santos evangelistas de tu iglesia, especialmente por San Marcos quien con carisma anuncio tu evangelio. Ayúdanos a aprovechar de sus escritos siempre buscando mostrar la verdad de tu hijo Jesucristo y a seguirlo fielmente. Dame la gracia de evangelizar tu mensaje con alegría, valor y sencillez, porque la evangelización es hacer retroceder la maldad permaneciendo firmes en la gracia recibida del Espíritu Santo y hacer avanzar la fuerza del bien llevando a Jesús a otras personas.  Te lo pedimos por Nuestro Señor Jesucristo que vive y Reina por los siglos, Amén. Aleluya, Aleluya, Aleluya.

Dios te bendiga,

Alabados ea Jesucristo!!!

Tarea : Vivir en continuo discernimiento

--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa


Lectio Divina

LA PREDICACIÓN DE LA VERDAD
La Iglesia, esparcida por el orbe hasta los confines de la tierra, ha recibido de los apóstoles y de los discípulos de los mismos aquella fe cuyo objeto es: un solo Dios, Padre todopoderoso, que hizo el cielo y la tierra, el mar y cuanto hay en él; y un solo Hijo de Dios, Jesucristo, que por nuestra salvación se hizo hombre; y el Espíritu Santo, que, por boca de los profetas, anunció de antemano los designios de Dios; y la venida al mundo, la encarnación en el seno de María, la pasión y resurrección de entre los muertos, la ascensión corporal del amado Jesucristo, Señor nuestro, así como su futura venido desde el cielo, en la gloria del Padre, para recapitular todas las cosas y resucitar corporalmente a todo el género humano, para que, según ha dispuesto el Padre invisible, ante Cristo Jesús, nuestro Señor y Dios, salvador y rey, toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo y toda lengua lo proclame, y él juzgue a todos con justicia.

La Iglesia, habiendo recibido, como hemos dicho, esta predicación y esta fe, aunque esparcida por todo el mundo, la guarda con diligencia, como si todos sus hijos habitaran en una misma casa; y toda ella cree estas mismas verdades, como quien tiene una sola alma y un solo corazón, y, en consecuencia, las predica, las enseña y las transmite, como quien tiene una sola boca. Porque, si bien en el mundo hay diversidad de lenguajes, el contenido de la tradición es uno e idéntico para todos.

Y lo mismo creen y transmiten las Iglesias fundadas en Germania, así como las de los iberos, las de los celtas, las del Oriente, las de Egipto, las de Libia y las que se hallan en el centro del mundo; pues, del mismo modo que el sol, creatura de Dios, es uno e idéntico en todo el mundo, así también la predicación de la verdad brilla en todas partes e ilumina a todos los hombres que quieren llegar al conocimiento de la verdad.

Y ni el que posee dotes oratorias, entre los que presiden las Iglesias, enseñará algo diverso a lo que hemos dicho (ya que nadie está por encima de su maestro), ni el que está privado de estas dotes aminorará por ello el contenido de la tradición. En efecto, siendo la fe única e idéntica para todos, ni la amplía el que es capaz de hablar mucho sobre ella, ni la aminora el que no es capaz de tanto.


OREMOS,
Señor, tú que diste a san Marcos el carisma de anunciar el Evangelio, haz que sepamos aprovecharnos de sus escritos y por ellos aprendamos a seguir fielmente a Jesucristo. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

martes, 24 de abril de 2018


Santa misa


Lectio Divina


SÉ SACRIFICIO Y SACERDOTE PARA DIOS 
Os exhorto por la misericordia de Dios. Pablo, o, mejor dicho, Dios por boca de Pablo, nos exhorta porque prefiere ser amado antes que temido. Nos exhorta porque prefiere ser padre antes que Señor. Nos exhorta Dios, por su misericordia, para que no tenga que castigarnos por su rigor.

Oye lo que dice el Señor: «Ved, ved en mí vuestro propio cuerpo, vuestros miembros, vuestras entrañas, vuestros huesos, vuestra sangre. Y si teméis lo que es de Dios, ¿por qué no amáis lo que es también vuestro? Si rehuís al que es Señor, ¿por qué no recurrís al que es padre?

Quizás os avergüence la magnitud de mis sufrimientos, de los que vosotros habéis sido la causa. No temáis. La cruz, más que herirme a mí, hirió a la muerte. Estos clavos, más que infligirme dolor, fijan en mí un amor más grande hacia vosotros. Estas heridas, más que hacerme gemir, os introducen más profundamente en mi interior. La extensión de mi cuerpo en la cruz, más que aumentar mi sufrimiento, sirve para prepararos un regazo más amplio. La efusión de mi sangre, más que una pérdida para mí, es el precio de vuestra redención.

Venid, pues, volved a mí, y comprobaréis que soy padre, al ver cómo devuelvo bien por mal, amor por injurias, tan gran caridad por tan graves heridas.»

Pero oigamos ya qué es lo que nos pide el Apóstol: Os exhorto -dice-, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos. Este ruego del Apóstol promueve a todos los hombres a la altísima dignidad del sacerdocio. A presentar vuestros cuerpos como hostia viva.

Inaudito ministerio del sacerdocio cristiano: el hombre es a la vez víctima y sacerdote; el hombre no ha de buscar fuera de sí qué ofrecer a Dios, sino que aporta consigo, en su misma persona, lo que ha de sacrificar a Dios; la víctima y el sacerdote permanecen inalterados; la víctima es inmolada y continúa viva, y el sacerdote oficiante no puede matarla.

Admirable sacrificio, en el que se ofrece el cuerpo sin que sea destruido, y la sangre sin que sea derramada. Os exhorto -dice-, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva.

Este sacrificio, hermanos, es semejante al de Cristo, quien inmoló su cuerpo vivo por la vida del mundo: él hizo realmente de su cuerpo una hostia viva, ya que fue muerto y ahora vive. Esta víctima admirable pagó su tributo a la muerte, pero permanece viva, después de haber castigado a la muerte. Por esta razón, los mártires nacen al morir, su fin significa el principio, al matarlos se les dio la vida, y ahora brillan en el cielo, cuando se pensaba haberlos suprimido en la tierra.

Os exhorto -dice-, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa. Es lo que había cantado el profeta: No quisiste sacrificios ni ofrendas, pero me has preparado un cuerpo.

Sé, pues, oh hombre, sacrificio y sacerdote para Dios; no pierdas lo que te ha sido dado por el poder de Dios; revístete de la vestidura de santidad, cíñete el cíngulo de la castidad; sea Cristo el casco de protección para tu cabeza; que la cruz se mantenga en tu frente como una defensa; pon sobre tu pecho el misterio del conocimiento de Dios; haz que arda continuamente el incienso aromático de tu oración; empuña la espada del Espíritu; haz de tu corazón un altar; y así, puesta en Dios tu confianza, lleva tu cuerpo al sacrificio.

Lo que pide Dios es la fe, no la muerte; tiene sed de tu buena intención, no de sangre; se satisface con la buena voluntad, no con matanzas.


ORACIÓN.
OREMOS,
Dios todopoderoso, concédenos que la celebración de las fiestas de Cristo resucitado aumente en nosotros la alegría de saber que estamos salvados. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

lunes, 23 de abril de 2018

Hemos sido llamados a una misión y no al privilegio.


Hechos 11,1-18

En aquellos días, los apóstoles y los hermanos de Judea se enteraron de que también los gentiles habían recibido la palabra de Dios. Cuando Pedro subió a Jerusalén, los partidarios de la circuncisión le reprocharon: "Has entrado en casa de incircuncisos y has comido con ellos."
Pedro entonces se puso a exponerles los hechos por su orden: "Estaba yo orando en la ciudad de Jafa, cuando tuve en éxtasis una visión: Algo que bajaba, una especie de toldo grande, cogido de los cuatro picos, que se descolgaba del cielo hasta donde yo estaba. Miré dentro y vi cuadrúpedos, fieras, reptiles y pájaros. Luego oí una voz que me decía: "Anda, Pedro, mata y come." Yo respondí: "Ni pensarlo, Señor; jamás ha entrado en mi boca nada profano o impuro." La voz del cielo habló de nuevo: "Lo que Dios ha declarado puro, no lo llames tú profano." Esto se repitió tres veces, y de un tirón lo subieron todo al cielo.
En aquel preciso momento se presentaron, en la casa donde estábamos, tres hombres que venían de Cesarea con un recado para mí. El Espíritu me dijo que me fuera con ellos sin más. Me acompañaron estos seis hermanos, y entramos en casa de aquel hombre. Él nos contó que había visto en su casa al ángel que, en pie, le decía: "Manda recado a Jafa e invita a Simón Pedro a que venga; lo que te diga te traerá la salvación a ti y a tu familia."
En cuanto empecé a hablar, bajó sobre ellos el Espíritu Santo, igual que había bajado sobre nosotros al principio; me acordé de lo que había dicho el Señor: "Juan bautizó con agua, pero vosotros seréis bautizados con Espíritu Santo." Pues, si Dios les ha dado a ellos el mismo don que a nosotros, por haber creído en el Señor Jesucristo, ¿quién era yo para oponerme a Dios?"
Con esto se calmaron y alabaron a Dios diciendo: "También a los gentiles les ha otorgado Dios la conversión que lleva a la vida."
Palabra de Dios


Salmo 41 " Mi alma tiene sed de ti, Dios vivo"

Juan 10,1-10

En aquel tiempo, dijo Jesús: "Os aseguro que el que no entra por la puerta en el aprisco de las ovejas, sino que salta por otra parte, ése es ladrón y bandido; pero el que entra por la puerta es pastor de las ovejas. A éste le abre el guarda, y las ovejas atienden a su voz, y él va llamando por el nombre a sus ovejas y las saca fuera. Cuando ha sacado todas las suyas, camina delante de ellas, y las ovejas lo siguen, porque conocen su voz; a un extraño no lo seguirán, sino que huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños."
Jesús les puso esta comparación, pero ellos no entendieron de qué les hablaba. Por eso añadió Jesús: "Os aseguro que yo soy la puerta de las ovejas. Todos los que han venido antes de mí son ladrones y bandidos; pero las ovejas no los escucharon. Yo soy la puerta: quien entre por mí se salvará y podrá entrar y salir, y encontrará pastos. El ladrón no entra sino para robar y matar y hacer estrago; yo he venido para que tengan vida y la tengan abundante."
Palabra de Dios


El evangelio de ayer y el de hoy nos vuelve a insistir que Jesús es el Buen Pastor y nosotros quienes somos ovejas de su rebaño hemos sido llamados a una misión y no al privilegio.

Como se puede comparar o mirar la obra de evangelización? Es como si arrojamos una piedra en un lago tranquilo y la piedra al caer sobre el agua forma ondas desde el lugar donde la piedra tocó el agua, estos círculos cada vez son más amplios hasta llegar alcanzar la otra orilla.

El lago es aparentemente la tranquilidad del mundo. Es una paz que posiblemente algunos creen tenerla con el dinero, la fama, el poder, la salud, las relaciones personales. Pero qué sucede si cualquiera de esas cosas se pierde? se pierde la paz y la tranquilidad. Esta paz que ofrece el mundo es aparente porque por dentro se mueven muchas cosas y falta mucha luz. Ahora bien quien es la Piedra? recordemos que en la Biblia dice "piedra que desecharon los arquitectos", es decir, Cristo mismo, que hundiéndose en el misterio del mundo ha asumido a través de su encarnación y de su humillación en la cruz todo lo que somos y lo que escondíamos bajo la superficie.

Cuales son la ondas que ha producido esa piedra? la humillación por amor, es decir la obra del Evangelio. También podemos decir que parte la humillación de esta piedra al nacer Jesús en un establo de Belén, esta onda cada vez va abriendo círculos  más amplios hasta llegar a su muerte.

Decimos que estas ondas alcanzan la orilla. La orilla, el lugar habitable y de suelo firme, es el cielo. El Evangelio atraviesa todo el lago, es decir, toda la inestabilidad de las cosas de este mundo, hasta llegar a la gloria que no acaba y la firmeza que no engaña, o sea, hasta la patria celestial.

Porque comenzamos esta reflexión con el ejemplo de la piedra y el lago. Porque vemos que en la primera lectura Pedro está en la casa de paganos. Pedro va allí porque es iluminado con la acción poderosa del Espíritu Santo y descubre que hay una nueva frontera a atravesar y un nuevo obstáculo por vencer. Ya no debe subsistir esa separación entre judíos y no judíos. ¡Todos somos herederos de la triste herencia, que es el pecado, y llamados a la hermosa herencia, que es la gracia! ¡Todos necesitamos amor, todos necesitamos perdón, para todos es el anuncio de la vida nueva en Cristo Jesús!

El primer interesado que la Palabra de salvación llegue a todas partes es Dios. Es por eso que al comenzar esta reflexión dije ser llamados se puede mirar como una misión o como un privilegio. Si creo que soy llamado como un privilegio puedo a caer en que el mundo debe girar en torno mío entonces aparecen mis deseos personales e intereses, trató de proteger mis espacios y buscar reconocimiento y aplausos. Si veo el llamado como una misión, uno se da cuenta que todo lo que ha recibido es para compartirlo, para poder darlo a otros, para llevar a otros la misma experiencia de amor que uno tiene.

Hoy en Pedro vemos como el mismo Dios le dice que  "Anda, Pedro, mata y come." , pero Pedro desde la condición como Judío responde: "Ni pensarlo, Señor; jamás ha entrado en mi boca nada profano o impuro.". Dios le muestra algo diferente a Él. Mientras Pedro está con esa visión, dice la lectura que unos paganos llegan a su casa a pedirle misericordia. Y Pedro se da cuenta que Dios está abriendo un camino. De esta manera empieza a llegar el evangelio con mayor abundancia a los no Judíos, a los paganos. Pedro deja de encerrarse en su condición de Judío y se convierte en misionero del amor de Dios. Es por eso que la elección que hemos recibido lo podemos ver como un privilegio y entonces nos encerramos en nosotros mismos como es el egoísmo o podemos ver el llamado como una misión y encontraremos diferentes maneras y caminos para practicar la misericordia con nuestros hermanos.

Asi pues, pidamosle a Dios que nosotros no caigamos en ese error. La Fe recibida de parte de Dios no la debemos de guardar para nosotros, tampoco debemos mirar al otro por encima al que tiene una fe distinta a la nuestra como es el musulmán, el ateo, o el budista. Mas bien agradezcamos a Dios por habernos dado el regalo de la Fe y poderlo llamar Abba o Padre. Que por Su gracia nos ayude a compartir esta fe recibida con los demás desde la familia, los compañeros de trabajo, con la comunidad desde el respeto buscando siempre el Honor y la Gloria al Único, a Dios. Aleluya, Aleluya, Aleluya.

Dios te bendiga,

Alabados ea Jesucristo!!!

Tarea: Ser valientes


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa misa


Lectio divina

EL ESPÍRITU ES EL QUE DA LA VIDA
El Señor, que es quien nos da la vida, estableció para nosotros la institución del bautismo, símbolo de muerte y de vida: por el agua es representada la muerte y por el Espíritu se nos dan las arras de la vida.

El bautismo tiene una doble finalidad: la destrucción del cuerpo de pecado, para que no fructifiquemos ya más para la muerte, y la vida en el Espíritu, que tiene por fruto la santificación; por esto el agua, al recibir nuestro cuerpo como en un sepulcro, suscita la imagen de la muerte; el Espíritu, en cambio, nos infunde una fuerza vital y renueva nuestras almas, pasándolas de la muerte del pecado a la vida original. Esto es lo que significa renacer del agua y del Espíritu, ya que en el agua se realiza nuestra muerte y el Espíritu opera nuestra vida.

Con la triple inmersión y la triple invocación que la acompaña se realiza el gran misterio del bautismo, en el que la muerte halla su expresión figurada y el espíritu de los bautizados es iluminado con el don de la ciencia divina. Por tanto, si alguna virtualidad tiene el agua, no la tiene por su propia naturaleza, sino por la presencia del Espíritu. Porque el bautismo no es remoción de las manchas del cuerpo, sino la petición que hace a Dios una buena conciencia. Y para prepararnos a esa nueva vida, que es fruto de su resurrección, es por lo que el Señor nos propone toda la doctrina evangélica: que no nos dejemos llevar por la ira, que soportemos los males, que no vivamos sojuzgados por la afición a los placeres, que nos libremos de la preocupación del dinero; todo esto nos lo manda para inducirnos a practicar aquellas cosas que son connaturales a esa nueva vida.

Por el Espíritu Santo se nos restituye en el paraíso, por él podemos subir al reino de los cielos, por él obtenemos la adopción filial, por él se nos da la confianza de llamar a Dios con el nombre de Padre, la participación de la gracia de Cristo, el derecho de ser llamados hijos de la luz, el ser partícipes de la gloria eterna y, para decirlo todo de una vez, la plenitud de toda bendición, tanto en la vida presente como en la futura; por él podemos contemplar como en un espejo, cual si estuvieran ya presentes, los bienes prometidos que nos están preparados y que por la fe esperamos llegar a disfrutar. En efecto, si tales son las arras, ¿cuál no será la plena posesión? Y si tan valiosas son las primicias, ¿cuál no será su total realización?

 ORACIÓN.
OREMOS,
Oh Dios, que por medio de la humillación de tu Hijo levantaste a la humanidad caída, conserva a tus fieles en continua alegría y concede los gozos del cielo a quienes has librado de la esclavitud del pecado. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

domingo, 22 de abril de 2018

Santa Misa


CRISTO EL BUEN PASTOR
Yo soy el buen Pastor, y conozco a mis ovejas, es decir, las amo, y ellas me conocen a mí. Es como si dijese con toda claridad: «Los que me aman me obedecen.» Pues el que no ama la verdad es que todavía no la conoce.

Ya que habéis oído, hermanos, cuál sea nuestro peligro, pensad también, por estas palabras del Señor, cuál es el vuestro. Ved si sois verdaderamente ovejas suyas, ved si de verdad lo conocéis, ved si percibís la luz de la verdad. Me refiero a la percepción no por la fe, sino por el amor y por las obras. Pues el mismo evangelista Juan, de quien son estas palabras, afirma también: Quien dice: «Yo conozco a Dios», y no guarda sus mandamientos, miente.

Por esto el Señor añade, en este mismo texto: Como el Padre me conoce a mí, yo conozco al Padre y doy mi vida por mis ovejas, lo que equivale a decir: «En esto consiste mi conocimiento del Padre y el conocimiento que el Padre tiene de mí, en que doy mi vida por mis ovejas; esto es, el amor que me hace morir por mis ovejas demuestra hasta qué punto amo al Padre.»

Referente a sus ovejas, dice también: Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen, y yo les doy vida eterna. Y un poco antes había dicho también acerca de ellas: El que entre por mí se salvará, disfrutará de libertad para entrar y salir, y encontrará pastos abundantes. Entrará, en efecto, al abrirse a la fe, saldrá al pasar de la fe a la visión y la contemplación, encontrará pastos en el banquete eterno.

Sus ovejas encontrarán pastos, porque todo aquel que lo sigue con un corazón sencillo es alimentado con un pasto siempre verde. ¿Y cuál es el pasto de estas ovejas, sino el gozo íntimo de un paraíso siempre lozano? El pasto de los elegidos es la presencia del rostro de Dios, que, al ser contemplado ya sin obstáculo alguno, sacia para siempre el espíritu con el alimento de vida.

Busquemos, pues, queridos hermanos, estos pastos, para alegrarnos en ellos junto con la multitud de los ciudadanos del cielo. La misma alegría de los que ya disfrutan de este gozo nos invita a ello. Por tanto, hermanos, despertemos nuestro espíritu, enardezcamos nuestra fe, inflamemos nuestro deseo de las cosas celestiales; amar así es ponernos ya en camino.

Que ninguna adversidad nos prive del gozo de esta fiesta interior, porque al que tiene la firme decisión de llegar a término ningún obstáculo del camino puede frenarlo en su propósito. No nos dejemos seducir por la prosperidad, ya que sería un caminante insensato el que, contemplando la amenidad del paisaje, se olvidara del término de su camino.


OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, que has dado a tu Iglesia el gozo inmenso de la resurrección de Jesucristo, te pedimos que nos lleves a gozar de las alegrías celestiales, para que así llegue también el humilde rebaño hasta donde penetró su victorioso Pastor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

viernes, 20 de abril de 2018

Santa Misa


Lectio Divina

LA CRUZ DE CRISTO, SALVACIÓN DEL GÉNERO HUMANO
Nuestro Señor, pisoteado por la muerte, la holló luego en desquite, como quien pisa con sus pies el polvo del camino. Se sometió a la muerte y la aceptó voluntariamente, para vencer así la resistencia de la muerte. Salió nuestro Señor llevando la cruz, sometiéndose a las exigencias de la muerte; pero luego clamó en la cruz y sacó a los muertos de la región de las sombras, contra la voluntad de la muerte.

La muerte sometió al Señor a través del cuerpo humano que él tenía; pero él, valiéndose de esta misma arma, venció a su vez a la muerte. La divinidad, oculta tras el velo de la humanidad, pudo acercarse a la muerte, la cual, al matar, fue muerta ella misma. La muerte destruyó la vida natural, pero fue luego destruida, a su vez, por la vida sobrenatural.

Como la muerte no podía devorar al Señor si éste no hubiese tenido un cuerpo, ni la región de los muertos hubiese podido tragarlo si no hubiese tenido carne humana, por eso vino al seno de la Virgen, para tomar ahí el vehículo que había de transportarlo a la región de los muertos. Allí penetró con el cuerpo que había asumido, arrebató sus riquezas y se apoderó de sus tesoros.

Llegóse a Eva, la madre de todos los vivientes. Ella es la viña cuya cerca había abierto la muerte, valiéndose de las propias manos de Eva, para gustar sus frutos; desde entonces Eva, la madre de todos los vivientes, se convirtió en causa de muerte para todos los vivientes.

Floreció luego María, nueva viña en sustitución de la antigua, y en ella habitó Cristo, la nueva vida, para que al acercarse confiadamente la muerte, en su continua costumbre de devorar, encontrara escondida allí, en un fruto mortal, a la vida, destructora de la muerte. Y la muerte, habiendo engullido dicho fruto sin ningún temor, liberó a la vida, y a muchos juntamente con ella.

El eximio hijo del carpintero, al levantar su cruz sobre las moradas de la muerte, que todo lo engullían, trasladó al género humano a la mansión de la vida. Y la humanidad entera, que a causa de un árbol había sido precipitada en el abismo inferior, alcanzó la mansión de la vida por otro árbol, el de la cruz. Y, así, en el mismo árbol que contenía el fruto amargo fue aplicado un injerto dulce, para que reconozcamos el poder de aquel a quien ninguna creatura puede resistir.

A ti sea la gloria, que colocaste tu cruz como un puente sobre la muerte, para que, a través de él pasasen las almas desde la región de los muertos a la región de la vida.

A ti sea la gloria, que te revestiste de un cuerpo humano y mortal, y lo convertiste en fuente de vida para todos los mortales.

Tú vives, ciertamente; pues los que te dieron muerte hicieron con tu vida como los agricultores, esto es, la sembraron bajo tierra como el trigo, para que luego volviera a surgir de ella acompañada de otros muchos.

Venid, ofrezcamos el sacrificio grande y universal de nuestro amor, tributemos cánticos y oraciones sin medida al que ofreció su cruz como sacrificio a Dios, para enriquecernos con ella a todos nosotros.
  
ORACIÓN.
OREMOS,
Señor, ya que nos has dado a conocer los dones que nos trae la resurrección de tu Hijo, concédenos también que el Espíritu Santo, el Amor increado, nos haga resucitar a una nueva vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

jueves, 19 de abril de 2018


No pierdas la capacidad de asombro por los detalles simples….Es allí donde encuentras un gran tesoro que muy pocos lo alcanzan a reconocer….


Hechos 8,26-40
En aquellos días, el ángel del Señor le dijo a Felipe: "Ponte en camino hacia el Sur, por la carretera de Jerusalén a Gaza, que cruza el desierto." Se puso en camino y, de pronto, vio venir a un etíope; era un eunuco, ministro de Candaces, reina de Etiopía e intendente del tesoro, que había ido en peregrinación a Jerusalén. Iba de vuelta, sentado en su carroza, leyendo el profeta Isaías.
El Espíritu dijo a Felipe: "Acércate y pégate a la carroza." Felipe se acercó corriendo, le oyó leer el profeta Isaías, y le preguntó: "¿Entiendes lo que estás leyendo?" Contestó: "¿Y cómo voy a entenderlo, si nadie me guía?" Invitó a Felipe a subir y a sentarse con él. El pasaje de la Escritura que estaba leyendo era éste: "Como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino? Lo arrancaron de los vivos." El eunuco le preguntó a Felipe: "Por favor, ¿de quién dice esto el profeta?; ¿de él mismo o de otro?" Felipe se puso a hablarle y, tomando pie de este pasaje, le anunció el Evangelio de Jesús. En el viaje llegaron a un sitio donde había agua, y dijo el eunuco: "Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?" Mandó parar la carroza, bajaron los dos al agua, y Felipe lo bautizó. Cuando salieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe. El eunuco no volvió a verlo, y siguió su viaje lleno de alegría. Felipe fue a parar a Azoto y fue evangelizando los poblados hasta que llegó a Cesarea
Palabra de Dios


Hoy en la primera lectura nos trae una enseñanza bellísima y es como este hombre Felipe es obediente y atiende el llamado del ángel del señor y se pone en camino, camino que lo va a llevar a una misión. Dice la lectura que El Espíritu dijo a Felipe: "Acércate y pégate a la carroza de ese Eunuco." Felipe se acercó corriendo. Detengámonos aquí por un momento. El Espíritu de Dios le dijo que se acercara y que además se pegara. Estas dos palabras para algunos podrían ser las mismas, pero no lo son. Una es acercarse, que es aproximarse pero nada mas y la acción de pegarse es acoger el corazón del otro, es estar pendiente de lo que necesita el otro, es ofrecerle nuestra ayuda. Porque tiene que haber estas dos acciones? porque si Felipe se acerca solamente y no se le pega fácilmente no va escuchar lo que dice a continuación, ¿Entiendes lo que estás leyendo?" …. El Eunuco estaba leyendo el pasaje de la Escritura que decía "Como cordero llevado al matadero, como oveja ante el esquilador, enmudecía y no abría la boca. Sin defensa, sin justicia se lo llevaron, ¿quién meditó en su destino? Lo arrancaron de los vivos.". El Eunuco aunque lee esta lectura no entiende y necesita ayuda. Es por eso que el ángel de Dios envía o pone en camino a Felipe para que se encuentre con este Eunuco. Su misión es ayudar a este Eunuco.

Un Ángel de Dios y luego el Espíritu Santo van guiando al diácono Felipe. La misión de los evangelizadores, incluso cuando los vemos solos y casi abandonados nunca es una tarea en soledad. Dios que está en los cielos siempre nos acompaña y nos guía a través de su Espíritu Santo.  Recordemos que el Espíritu Santo es quien nos da o nos impulsa hacer obras de amor."Acércate y ponte junto a esa carroza". La salvación de cada hombre es así también un acto de elección, un acto de predilección y ternura con que el Espíritu de Dios mueve a los evangelizadores para que hablen y mueve a los evangelizados para que escuchen y acojan lo que se les habla.

El Etíope queda fascinado por el diácono Felipe por sus enseñanzas y miremos la última acción de este hombre   "Mira, agua. ¿Qué dificultad hay en que me bautice?"  . El bautismo del etíope sucede de manera inesperada, casi informal. Acontece como un regalo más que rompe el camino de su carroza y de su vida.

Qué podemos aprender de estos dos hombres, de Felipe y de el Etíope? Felipe atendió con prontitud el llamado del Ángel de Dios y ademas se dejo guiar por el Espíritu Santo de Dios para llevar la misión que Dios quería hacer. Eres como Felipe? Estás atento a la voz de Dios? Eres obediente a lo que Él te pide? será que sacas muchas excusas?

Del Etíope aprendemos que aceptó la ayuda de otra persona.  Eres de aquellos obstinados que te encierras en ti mismo y no te dejas sorprender por otros que te quieren enseñar? Estás dispuesto a que tus planes sean cambiados por Dios? Será que perdiste la capacidad de asombro que tiene Dios para abrir caminos que no conocemos ni podemos entender a primera vista?

Salmo 65 " Aclamad al Señor, tierra entera"

Juan 6,44-51
En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "Nadie puede venir a mí, si no lo atrae el Padre que me ha enviado. Y yo lo resucitaré el último día. Está escrito en los profetas: "Serán todos discípulos de Dios." Todo el que escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. No es que nadie haya visto al Padre, a no ser el que procede de Dios: ése ha visto al Padre. Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan de la vida. Vuestros padres comieron en el desierto el maná y murieron: éste es el pan que baja del cielo, para que el hombre coma de él y no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del mundo."
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Esta semana los evangelios enfatizan con que Jesús es el Pan de vida bajado del cielo y Su presencia está en la Eucaristía; es por eso que debemos de comer y beber su cuerpo Eucarístico.

Recordemos que ayer decíamos que el Padre nos lleva al hijo y el Hijo nos lleva hacia el Padre. En este mundo no podemos ver directamente al Padre, pero escuchando al Padre y si aprendemos vamos al Hijo, y viendo al Hijo y creyendo en Él tendremos vida en su nombre y en Él vemos al Padre. Empezamos no viendo y terminamos viendo.

Cuando decimos que no vemos al Padre es porque en este cuerpo mortal no tenemos acceso directo a la total verdad. Cada paso que demos en esta vida es ponernos en camino hacia encontrar la verdad, descubrimos las bendiciones y las obras del amor de Dios en nosotros. Pero también decimos que escuchamos al Padre, y su voz la recibimos en la voz de nuestra consciencia, en las inspiraciones de la gracia, en el buen consejo de los Santos Pastores, hay voces que vienen de Dios y que obrando dentro de nuestra consciencia o afuera de nosotros como en el testimonio de la Iglesia nos llevan hacia Cristo. Llegamos a Cristo y a Cristo si lo podemos ver en las escrituras a través de sus milagros, sus exorcismos y además en la cruz. Mayor sacrificio de amor por cada uno de nosotros y también e la cruz vemos la gravedad del pecado y como Dios extiende y ofrece su misericordia. Cada Eucaristía que es celebrada es la actualización de la muerte en cruz de Cristo. Es por eso que en la Eucaristía Cristo está presente y lo podemos ver, sentir,  tocar y oler.

Hoy Jesús nos invita a que demos un paso más  en la comprensión del misterio del Cristo vivo. Su carne es nuestro pan; su carne es nuestro alimento; su carne es nuestra resurrección.Siguiendo a Jesús, viviendo cada Eucaristía como lo fue la última cena y participar de ella, creer que Él está presente en la Eucaristía nos lleva a descubrir este misterio de amor y salvacion. Jesús quien es el Camino, la Verdad y la Vida nos pone en camino para ver un dia al Padre como lo ve el mismo Cristo.

Señor hoy que gran lección haz traido para mi vida. Ayúdame a estar atento a escuchar tu voz y ser obediente a ella, quiero darte una respuesta pronta a lo que me pides que haga por ti, porque yo soy tus brazos, tus besos, tus palabras,  el corazón que Tu necesitas para acercarte a los que sufren y que ellos sientan tu presencia. Dame la humildad de aceptar los consejos de aquellas personas que pones en mi camino porque ellos son instrumentos de tu amor, no permitas que pierda mi capacidad de asombro con los detalles simples y bonitos que traes cada dia para mi. Gracias por Tu presencia en la Eucaristía, por ser el pan bendecido, partido y compartido que mi alma necesita cada día hasta que llegue el dia de ver al padre como tu mismo lo ves, Aleluya, Aleluya, Aleluya.

Dios te bendiga,

Alabados sea Jesucristo!!!!

Tarea: Enfrenta y supera los miedos.


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa


Lectio Divina

LA EUCARISTÍA, PRENDA DE LA RESURRECCIÓN
Si no fuese verdad que nuestra carne es salvada, tampoco lo sería que el Señor nos redimió con su sangre, ni que el cáliz eucarístico es comunión de su sangre y el pan que partimos es comunión de su cuerpo. La sangre, en efecto, procede de las venas y de la carne y de todo lo demás que pertenece a la condición real del hombre, condición que el Verbo de Dios asumió en toda su realidad para redimirnos con su sangre, como afirma el Apóstol: Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados.

Y, porque somos sus miembros, nos sirven de alimento los bienes de la creación; pero él, que es quien nos da estos bienes creados, haciendo salir el sol y haciendo llover según le place, afirmó que aquel cáliz, fruto de la creación, era su sangre, con la cual da nuevo vigor a nuestra sangre, y aseveró que aquel pan, fruto también de la creación, era su cuerpo, con el cual da vigor a nuestro cuerpo.

Por tanto, si el cáliz y el pan, cuando sobre ellos se pronuncian las palabras sacramentales, se convierten en la sangre y el cuerpo eucarísticos del Señor, con los cuales nuestra parte corporal recibe un nuevo incremento y consistencia, ¿cómo podrá negarse que la carne es capaz de recibir el don de Dios, que es la vida eterna, si es alimentada con la sangre y el cuerpo de Cristo, del cual es miembro?

Cuando el Apóstol dice en su carta a los Efesios: Porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos, no se refiere a alguna clase de hombre espiritual e invisible -ya que un espíritu no tiene carne ni huesos-, sino al hombre tal cual es en su realidad concreta, que consta de carne, nervios y huesos, que es alimentado con el cáliz de la sangre de Cristo, y que recibe vigor de aquel pan que es el cuerpo de Cristo.

Y del mismo modo que la rama de la vid plantada en tierra da fruto a su tiempo, y el grano de trigo caído en tierra y disuelto sale después multiplicado por el Espíritu de Dios que todo lo abarca y lo mantiene unido, y luego el hombre, con su habilidad, los transforma para su uso, y al recibir las palabras consecratorias se convierten en el alimento eucarístico del cuerpo y sangre de Cristo; del mismo modo nuestros cuerpos, alimentados con la eucaristía, después de ser sepultados y disueltos bajo tierra, resucitarán a su tiempo, por la resurrección que les otorgará aquel que es el Verbo de Dios, para gloria de Dios Padre, que rodea de inmortalidad a este cuerpo mortal y da gratuitamente la incorrupción a este cuerpo corruptible, ya que la fuerza de Dios se muestra perfecta en la debilidad.
  
ORACIÓN.
OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, que en estos días de Pascua nos has revelado con más plenitud la grandeza de tu amor, concédenos, ya que nos has librado de las tinieblas del error, que nos adhiramos más firmemente a tus enseñanzas. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

miércoles, 18 de abril de 2018


El ser humano crece más en todas sus áreas de la vida cuando tiene se enfrenta a las dificultades con humildad y valentía porque es ahí donde tiene que sacar lo mejor si!!!


Hechos 8,1b-8
Aquel día, se desató una violenta persecución contra la Iglesia de Jerusalén; todos, menos los apóstoles, se dispersaron por Judea y Samaría. Unos hombres piadosos enterraron a Esteban e hicieron gran duelo por él. Saulo se ensañaba con la Iglesia; penetraba en las casas y arrastraba a la cárcel a hombres y mujeres.
Al ir de un lugar para otro, los prófugos iban difundiendo el Evangelio. Felipe bajó a la ciudad de Samaría y predicaba allí a Cristo. El gentío escuchaba con aprobación lo que decía Felipe, porque habían oído hablar de los signos que hacía, y los estaban viendo: de muchos poseídos salían los espíritus inmundos lanzando gritos, y muchos paralíticos y lisiados se curaban. La ciudad se llenó de alegría.
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura nos quiere enseñar que la iglesia, la iglesia que es misionera sufre persecuciones a lo largo de los siglos. Cuales son esas persecuciones que sufre la iglesia de Cristo o el que misionero de Cristo? El mundo nos quiere hundir en el océano de la desesperanza, de la desesperación, del odio, del cansancio, de la rutina y del desamor. Como dice el Pap Francisco, “ Ir en contra la corriente “.

Que vemos en estos hombres? que en vez de lamentarse por lo que estaba sucediendo, más bien lo que hicieron fue contagiar a los otros con el mensaje de Cristo.

Algunas veces vemos como algunos nos quieren contagiar de la pereza, del desánimo, de las intrigas, del chisme ya sea con sus palabras o actitudes. Si nosotros somos verdaderos discípulos de Jesús, que se nos note. Por ejemplo, si alguien viene hacia nosotros para hablar mal de otro y esas palabras son de destrucción y no para ayudar, tienes dos opciones : te quedas ahí y sigues echando leña a la conversación o mas bien te retiras o le dices que esas conversaciones no te gustan. Si vas a visitar a alguien no solo pon la mejor cara sino la mejor actitud , llevale paz, alegría y esperanza, eso es lo que el otro espera de ti, porque de lo contrario las personas no van a querer que vayas y los visites.

Como termina diciendo la lectura “ La ciudad se llenó de alegría “. Somos embajadores del mensaje de Cristo es por eso que donde vayamos tratemos de llevar la fe, la esperanza, la caridad y la paz.

También desde otro punto de vista podemos reflexionar esta lectura y es que la Iglesia de Cristo a crecido mas cuando ha tenido los vientos en contra. De la misma manera nosotros en nuestra parte personal. Cuando crecemos más en nuestra vida afectiva, espiritual, laboral y en todas las áreas? cuando hemos tenido que enfrentar dificultades, porque la dificultad no es para que nos encerremos en nosotros mismo sino mas bien para que desde lo que somos y mirando al cielo, le pidamos a Dios que nos muestre el camino que debemos tomar. El solo necesita un par de peces para producir una abundante pesca. Entonces …. desde lo que tu eres y tienes como los talentos, entregaselo, ya sea poco o mucho y Él sabe que hacer con eso mucho o poco que tienes, El te bendice para que alcances a tener una abundante pesca. El espera decisión de parte tuya y obediencia, solo eso!!!

Salmo 65 " Aclamad al Señor, tierra entera."

Juan 6,35-40

En aquel tiempo, dijo Jesús a la gente: "Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed; pero, como os he dicho, me habéis visto y no creéis. Todo lo que me da el Padre vendrá a mí, y al que venga a mí no lo echaré afuera, porque he bajado del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado. Ésta es la voluntad del que me ha enviado: que no pierda nada de lo que me dio, sino que lo resucite en el último día. Ésta es la voluntad de mi Padre: que todo el que ve al Hijo y cree en él tenga vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día."
Palabra de Dios


Hoy el evangelio nos dice que Cristo es el pan bajado del cielo, por tal motivo Cristo a sido enviado por el Padre que está en los cielos.

Recordemos que por la desobediencia de Adán y Eva, la comunicación o comunión entre Dios y los hombres de alguna manera se perdió y fue por eso que Dios envia a su hijo para rescatarnos de la desobediencia que trae el pecado. Así pues, que el encuentro con nuestra salvación es el encuentro con nuestro Salvador. Y para que se pueda dar ese puente es preciso construir desde los dos extremos. Eso es lo que hace nuestro Padre Dios: acerca Cristo a nosotros y nos acerca a él. Vestido de nuestra carne, el Hijo de Dios se ha hecho hijo del hombre; revestidos con su gracia, nosotros, los hijos de los hombres, llegamos a ser hijos de Dios.

Pero si el hijo nos lleva hacia el Padre, entonces cómo nos lleva el Padre hacia Cristo? San Juan nos lo enseña en su Evangelio: "el que ve al Hijo y cree en él, tiene la vida". Cristo es la gran "señal"; él es el "sacramento primero"; la moción interior del Padre es una especie de capacidad para leer ese signo que es Cristo; es también una gracia que nos deja enamorarnos de la gracia, del dulce encanto y excelsa hermosura del Verbo Encarnado.

Entonces cuál es la función o la misión del Espíritu Santo? El Espíritu Santo es quien hace el trabajo de adentro hacia afuera y Jesús de afuera hacia adentro. Jesús presente en la Eucaristía es una señal que está ante nuestros ojos, y el mismo Dios envía a nuestro corazón la gracia de su Espíritu, que nos permite entrever el misterio de Cristo. De este modo, las dos Divinas Personas, el Hijo y el Espíritu, nos permiten sentir el abrazo del Padre, Fuente Eterna del misterio trinitario.

Señor reconozco que soy un eterno buscador de la felicidad pero por causa de las cadenas del pecado ellas no me permiten alcanzar lo que mi alma desea. Busco la felicidad en otras cosas que me satisfacen por un rato pero despues vuelve el vacío a mi corazón. Gracias por querer saciar la sed y el hambre que tengo, gracias por querer darme la plenitud que busco. Dame la gracia de buscarte y encontrarte en la profundidad de mi corazón y la necesidad de tu amor y perdón para llenarme de ti y poder vivir y transmitir a los demás la experiencia de sentirme amada, perdonada y salvada por ti.  Que gran tesoro he encontrado, el don de amar y más aún de sentirme amada por el gran océano de amor que eres tú, Aleluya, Aleluya, Aleluya,

Dios te bendiga,

Alabados ea Jesucristo!!!

Tarea: Ayúdate que Dios te ayudará


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     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

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