jueves, 28 de octubre de 2021

Ante una toma de decisión, ora para que tengas más claridad cuál es la voluntad de Dios.

                                             

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 2, 19-22

Hermanos:
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.
Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular. Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor. Por él también vosotros entráis con ellos en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.
Palabra de Dios


Una de las cosas que me llama la atención es cómo el ser humano mucho o poco nos gusta ser reconocidos, ser tenidos en cuenta, algunos hasta hacen lo que sea para ser aceptados y amados, es por eso que hay mucho que van por esta tierra mendigando amor olvidándonos que somos ciudadanos del pueblo de Dios y miembros de la familia de Dios. ¿Sabes qué significa eso?

Dios nos da nuestra dignidad como hijos e hijas muy amad@s por Él. No es cualquiera que nos ama, es el mismo Dios, quien es el dueño de todo lo que vemos y no vemos. Sentados en una montaña del amor de Dios y somos incapaces de reconocerlo. La raíz del problema es que al no tener a Dios en nuestro corazón y no ser Él, el número uno de nuestra vida, nuestros criterios humanos son dirigidos por el mundo. Todo se pone en orden siempre cuando Él sea el amo y Señor de nuestra vida.  Dios es nuestro Padre y Jesús nuestro hermano mayor.

Esta nuestra familia forma un edificio cuya piedra angular, la piedra donde se sostiene todo el edificio, es Cristo Jesús, el Hijo de Dios. No habrá fuerza humana, ni terremoto ambiental que lo destruya. Tenemos un estupendo fundamento. Los apóstoles, entre ellos san Simón y san Judas, extendieron y cimentaron después de Jesús, este edificio que es la iglesia. Nosotros queremos también colaborar a su propagación sabiendo que nos da fuerza para ello el mismo Dios, que habita en nuestros corazones. Somos “moradas de Dios por el Espíritu”.

Salmo 18, 2-3. 4-5 R/. A toda la tierra alcanza su pregón

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 6, 12-19
En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor.
Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón. Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.
Palabra del Señor


Hoy el evangelio nos trae dos acontecimientos, Jesús sube a la montaña a orar y después de esa oración elige a los doce apóstoles de entre sus discípulos (elige) y los envía para un trabajo misionero (misión).

La oración nos aclara las ideas, nos pone en sintonía con Dios. Si te sientes que estás llamado a servir a los demás, entonces tienes que tienes que ser una persona de oración. Jesús era el hombre-para-los-demás y el hombre-para-Dios. Antes de sus acciones más importantes se retiraba a orar largamente. Es una buena costumbre, recomendada por muchos santos y cultivada por muchos cristianos, la de rezar antes de comenzar un trabajo, aunque sea con una breve jaculatoria o con una señal de la cruz. Con ello, se expresa la confianza en la protección de Dios al iniciar una obra. En efecto, Él bendice y sostiene toda buena obra humana... Pero, ¿cómo saber con seguridad si una obra es realmente buena o no? Es buena si concuerda con su plan de salvación. A veces hay que hacer muy buen discernimiento y pedirle al Espíritu Santo que nos confirme si todo está en dirección a la voluntad de Dios. Por eso los santos, al orar largamente antes de iniciar algo importante, buscaban ser iluminados en su decisión.

La elección de los apóstoles es uno de los momentos centrales de la historia. Casi nadie se enteró, pero aquel puñado de hombres normales fue la chispa que más tarde se convirtió en fuego que hizo arder al mundo. Su misión desde entonces hasta ahora sigue porque Jesus es el centro de la evangelización, Jesus es la Palabra, la Eucaristía, la comunidad, los Pobres, sin Él no hay misión que valga.  

Jesús tú eres el maestro de la oración y nos enseñas con tu ejemplo la importancia de la oración en el ser humano. Ayúdame a ser consciente de esta sana práctica porque es la manera donde me encuentro con el ser amado y creador. Cuando te doy el primer lugar en mi vida, tú le pones orden a las finanzas, a los amigos, al trabajo, a la familia, a los hobbys, al amor, a los deseos, a mis planes y sueños, en otras palabras le pones orden a todo mi ser dejando que mis criterios no sean guiados por los del mundo. Que por intercesión de San Simón y San Judas, yo desde lo que soy también pueda colaborar a la propagación del evangelio que es vida, un evangelio de servicio, de amor, de perdón, de unidad, de fraternidad, sabiendo que Tu nos das la fuerza para ello, porque habitas en nuestros corazones al ser moradas de Dios por el Espíritu, Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

--

 Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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martes, 26 de octubre de 2021

El Reino de Dios es una realidad que crece y transforma desde adentro.

 


El Reino de Dios es una realidad que crece y transforma desde adentro.


Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8, 18-25
Hermanos:
Considero que los sufrimientos de ahora no se pueden comparar con la gloria que un día se nos manifestará. Porque la creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios; en efecto, la creación fue sometida a la frustración, no por su voluntad, sino por aquel que la sometió, con la esperanza de que la creación misma sería liberada de la esclavitud de la corrupción, para entrar en la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
Porque sabemos que hasta hoy toda la creación está gimiendo y sufre dolores de parto.
Y no solo eso, sino que también nosotros, que poseemos las primicias del Espíritu, gemimos en nuestro interior, aguardando la adopción filial, la redención de nuestro cuerpo.
Pues hemos sido salvados en esperanza. Y una esperanza que se ve, no es esperanza; efectivamente, ¿cómo va a esperar uno algo que ve? Pero si esperamos lo que no vemos, aguardamos con perseverancia.
Palabra de Dios


Es muy complicado esto de la fe. Pero durante este tiempo de caminar con Cristo solo una cosa puedo decir, Dios se manifiesta en lo pequeño, en lo cotidiano, en nuestro diario vivir. Voy a dar un ejemplo muy sencillo. Es fácil ver cómo las flores abiertas nos hacen esperar los frutos que madurarán. Tenemos esperanza, por lo que aún no está, pero que sí sabemos que vendrá. Cuando ya tenemos el fruto en nuestras manos, nada queda que esperar porque se nos dio lo que estábamos esperando.

Todos tenemos sueños, planes y proyectos, eso nos motiva cada día para seguir luchando y darle un verdadero significado a nuestra vida. Dios quiere potencializar todo eso que tenemos pero no a nuestra manera sino conforme a sus planes divinos. El problema es que pensamos que somos más inteligentes que Dios y lo vamos dejando a un lado, no tomamos en cuenta sus consejos haciendo un mal discernimiento y por consiguiente fracasamos.  

¿Por qué la esperanza ha sido afectada en el ser humano? fácilmente porque nos volvimos facilistas y también porque queremos ser felices pero no sabemos cómo lograrlo. Algunos piensan que la felicidad es ser aceptado y seguido por muchos, otros piensan que la felicidad es tener poder, fama, riquezas. Hay de los que piensan que la felicidad es que Dios deje de existir porque Él pone muchas cargas pesadas como son los mandamientos, también algunos piensan que la vida sería maravillosa si Dios nos concede todo nuestros deseos, pero como no es así, entonces nuestra esperanza queda frustrada.

Nuestra verdadera esperanza es creer y confiar solo en Cristo. El siempre nos llevará a un puerto seguro siempre y cuando aguardamos con perseverancia.

Sal 125,1-2ab.2cd-3.4-5.6 R/. El Señor ha estado grande con nosotros

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 13, 18-21
En aquel tiempo, decía Jesús:
«A qué es semejante el reino de Dios o a qué lo compararé?
Es semejante a un grano de mostaza que un hombre toma y siembra en su huerto; creció, se hizo un árbol y los pájaros del cielo anidaron en sus ramas».
Y dijo de nuevo:
«¿A qué compararé el reino de Dios?
Es semejante a la levadura que una mujer tomó y metió en tres medidas de harina, hasta que todo fermentó».
Palabra del Señor


El evangelio nos trae dos parábolas que a pesar de ser cortas son muy provechosas.

El reino de Dios es una realidad que crece. El Reino de los cielos, aun cuando aparezca con aspecto insignificante por ser la más pequeña de las semillas, e incluso despreciable, por dentro contiene una arrolladora vitalidad. Para desplegarla, tiene sin embargo que caer en tierra y allí sufrir un proceso de putrefacción y muerte. Sólo genera vida si muere. Lo que hoy es un minúsculo grano llegará a ser un día un árbol frondoso. Este árbol no es fuerte porque muchas aves anidan en sus ramas. Es fuerte si tiene raíces profundas y un tronco robusto capaz de canalizar el flujo de vida que le llega y, a la vez, resistir las circunstancias adversas.

El reino de Dios transforma desde dentro. Esta otra imagen de la levadura utilizada por Jesús no es menos sugerente. La levadura, a semejanza de la semilla, es un elemento vivo que se activa cuando se mezcla con la masa. La levadura es la fuerza interior capaz de transformar el mundo y de invertir sus valores. Contemplamos la misteriosa virtualidad que posee la levadura. Su fuerza oculta y silenciosa es, a la vez, activa y contagiosa. Aunque no todo el pan se convierta en levadura, todo él tomará el sabor del fermento.

Ambas parábolas a que nos invitan, cual es su mensaje podríamos preguntarnos.  Nos invitan a dejarnos impulsar por un doble dinamismo: Uno interior, crecer desde la entrega (no desde la vanidad de la apariencia). El otro es un impulso exterior y dirigido hacia fuera: transformar el ambiente (irradiar e influir). 
Deben ser simultáneas y responden a dos urgencias de hoy: la formación (no entendida sólo como capacitación sino como crecimiento) y la misión (que no se reduce a una transmisión de ideas, sino al contagio de vida).  Recordar estas cosas nos hace bien, porque “repetir es persuadir con más detalle”.

Como necesitamos que Tu Reino de amor, de justicia y de paz crezca en este mundo Señor. En este mes de las misiones levanto una oración por aquellos hombres y mujeres que han dedicado su vida por causa del evangelio llevándolos a los más marginados y apartados. Pero también nosotros estamos llamados a ser misioneros de paz, de amor, de fraternidad, de justicia. Danos la gracia de dejarnos tocar por ti para que tú puedas tocar a otros. Por eso tengo que morir a mi mismo para que Tu puedas hacer la obra en mí y a través de mi. Que la fuerza de tu Santo Espíritu inunde mi ser para que con mis acciones pueda transformar el mundo como era todo al comienzo de la creación. Tu fuerza Señor es oculta y silenciosa y esta fuerza está en mi, que mi voluntad permita que mi vida sea activa y contagiosa y así hacer crecer el Reino de los cielos en esta tierra, Amen.    

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa


 

lunes, 25 de octubre de 2021

Santa Misa


 

Una presencia, una mirada, compasión y ternura, y una palabra liberadora.

 


Una presencia, una mirada, compasión y ternura, y una palabra liberadora.


Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 8,12-17
Hermanos, estamos en deuda, pero no con la carne para vivir carnalmente. Pues si vivís según la carne, vais a la muerte; pero si con el Espíritu dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis.
Los que se dejan llevar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios.
Habéis recibido, no un espíritu de esclavitud, para recaer en el temor, sino un espíritu de hijos adoptivos, que nos hace gritar: «¡Abba!» (Padre).
Ese Espíritu y nuestro espíritu dan un testimonio concorde: que somos hijos de Dios; y, si somos hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, ya que sufrimos con él para ser también con él glorificados.
Palabra de Dios


La semana pasada decía que el ser humano es cuerpo y alma y no debemos satanizar nuestro cuerpo, Dios nos creó e hizo al hombre que tuviera las dos. La carne nos recuerda que somos débiles porque nos da hambre, sentimos cansancio, pereza, tristeza, ira. Cuando el ser humano está cerca de Dios, también podemos sentir esto pero el alma es animada por Dios, lo que significa que podemos sentir cansancio o pereza y Dios nos levanta, sentimos tristeza y Dios nos consuela, ira y Dios nos calma y nos hace ver mejor las cosas. Si nos alejamos de Dios lo que nos sucede es que nos quedaremos en esos sentimientos de rabia, rencor, pereza, desánimo, angustia.

Pablo nos advierte de estas dos fuerzas existentes en el ser humano, y nos anima a los cristianos y a su comunidad a dejarse conducir por Dios.” que Dios habite por la fe en vuestros corazones “(Ef 3,17), a dejarnos guiar por Él. Quieres saber si una persona realmente está dejando que Dios actúe en ella, revisa sus comportamientos quizás de hace algunos meses o años atrás, ha mejorado, ha empeorado o sigue igual?

Que esa realidad espiritual que hay en nosotros vaya conformando nuestra vida. Sintámonos verdaderos hijos e hijas amadas por Dios, herederos de todo lo que vemos y no vemos, sintámonos habitados por el Espíritu de Dios quien nos impulsará a exclamar ¡Abba, Padre! Es una maravillosa experiencia, un gran regalo de nuestro Padre Dios.

Salmo  67,2.4.6-7ab.20-21 R/. Nuestro Dios es un Dios que salva.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 13,10-17
Un sábado, enseñaba Jesús en una sinagoga.
Había una mujer que desde hacía dieciocho años estaba enferma por causa de un espíritu, y estaba encorvada, sin poderse enderezar de ningún modo.
Al verla, Jesús la llamó y le dijo:
«Mujer, quedas libre de tu enfermedad».
Le impuso las manos, y enseguida se puso derecha. Y glorificaba a Dios.
Pero el jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en sábado, se puso a decir a la gente:
«Hay seis días para trabajar; venid, pues, a que os curen en esos días y no en sábado».
Pero el Señor le respondió y dijo:
«Hipócritas: cualquiera de vosotros, ¿no desata en sábado su buey o su burro del pesebre, y los lleva a abrevar?
Y a esta, que es hija de Abrahán, y que Satanás ha tenido atada dieciocho años, ¿no era necesario soltarla de tal ligadura en día de sábado?».
Al decir estas palabras, sus enemigos quedaron abochornados, y toda la gente se alegraba por todas las maravillas que hacía.
Palabra del Senor


Una presencia, una mirada, compasión y ternura, y una palabra liberadora.

Esta mujer está presente, no pide nada, quizá no se atreva a pedir nada posiblemente porque siente que no es digna de pedirle algo al hijo de Dios. Jesus la vio, la llamó, se acercó, la tocó y se levantó. Describamos y meditamos despacio estos cuatro momentos.

Jesús la vio. Es la mirada contemplativa que ve con el corazón y se hace cargo de la vida del otro, de su sufrimiento. Cuántas veces nos sucede a nosotros que miramos para juzgar, criticar, señalar y hasta decimos “probrecit@”, pero no nos hacemos cargo del sufrimiento del otro, no queremos comprometernos,  no queremos que nuestra vida se complique, nos negamos a ser instrumentos en las manos de Dios para que El a través tuyo y mío toque corazones.

Jesus la llamó “mujer” dice algún autor que se aproxima a nuestro vocablo “señora” con el que dignifica a quien va dirigido. Jesus se dirige a nosotros para que lo miremos, y lo escuchemos porque quiere darnos lo que realmente necesitamos.  

Jesus se acerca, le impuso las manos ¡a una mujer! Y de su corazón surgió una palabra liberadora. Quedas libre de tu enfermedad. La mujer se puso derecha y supo agradecer a Dios el milagro obrado en su vida.

El milagro se dio porque esta mujer se dejó mirar por Jesús y además cuando la llamó ella hizo caso. Puede ser que algunos no han alcanzado la completa sanación porque cuando Jesús los busca con su mirada nos escondemos o cuando Él nos llama nos hacemos los sordos.  

Agradecemos a Dios una vez más su Palabra que llega hasta nosotros hoy, dejamos que resuene en nuestro corazón. Le pedimos que nos haga conscientes de nuestras “jorobas” las mire, ponga su mano sobre nosotros y sintamos la fuerza y El impuso para caminar erguidos, dispuestos a mirar, acompañar con ternura y compasión las dolencias que encontremos en el camino de la vida.

Padre celestial, por tu sabiduría divina nos hiciste cuerpo y alma,  la carne nos recuerda lo débiles que somos y cuál es nuestra naturaleza terrena, el alma nos lleva a alcanzar la plenitud, a elevar nuestro ser a la divinidad. Ambas fuerzas nos impulsan a buscarte porque Tu eres el único que me puede ayudar a alcanzar la plenitud a la que fui creado. Gracias Señor por quererme liberar de las esclavitudes que me hacen doblegar y aplastar mi vida. Ayúdame a ser consciente de mis propias jorobas para que cuando tú me llames levante la mirada y será una señal de que te acepto para ser sanad@. Como necesito saltar de la esclavitud a la alabanza!. Gracias Jesús por enfrentar el mal que vive en mí y por tomar la iniciativa para curarme y salvarme, Amén.

Dios te bendiga,

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viernes, 22 de octubre de 2021

El Señor hasta hace embellecer nuestras imperfecciones por la gracia.

 


El Señor hasta hace embellecer nuestras imperfecciones por la gracia.


Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 7, 18-24
Hermanos:
Sé que lo bueno no habita en mí, es decir, en mi carne; en efecto, querer está a mi alcance, pero hacer lo bueno, no. Pues no hago lo bueno que deseo, sino que obro lo malo que no deseo. Y si lo que no deseo es precisamente lo que hago, no soy yo el que lo realiza, sino el pecado que habita en mí.
Así, pues, descubro la siguiente ley: yo quiero hacer lo bueno, pero lo que está a mi alcance es hacer el mal. En efecto, según el hombre interior, me complazco en la ley de Dios; pero percibo en mis miembros otra ley que lucha contra la ley de mi razón, y me hace prisionero de la ley del pecado que está en mis miembros.¡Desgraciado de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
¡Gracias a Dios, por Jesucristo nuestro Señor!
Palabra de Dios


Salmo 118,66.68.76.77.93.94 R/. Instrúyeme, Señor, en tus decretos


Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 12,54-59
En aquel tiempo, decía Jesús a la gente:
«Cuando veis subir una nube por el poniente, decís enseguida: “Va a caer un aguacero”, y así sucede. Cuando sopla el sur decís: “Va a hacer bochorno”, y sucede.
Hipócritas: sabéis interpretar el aspecto de la tierra y del cielo, pues ¿cómo no sabéis interpretar el tiempo presente? ¿Cómo no sabéis juzgar vosotros mismos lo que es justo?
Por ello, mientras vas con tu adversario al magistrado, haz lo posible en el camino por llegar a un acuerdo con él, no sea que te lleve a la fuerza ante el juez y el juez te entregue al guardia y el guardia te meta en la cárcel. Te digo que no saldrás de allí hasta que no pagues la última monedilla».
Palabra del Señor


Pablo es honesto consigo mismo y su transparencia ante la comunidad lo hace un ser creíble.  Pablo es muy dado a hablar en 1ª persona, no por querer ser el centro o el modelo, sino para mostrar cuál es nuestra condición. Una parte de nosotros anhela hacer el bien, por otra, la “carne” le lleva a rebajar las expectativas de vida espiritual y tira de él hacia abajo, propio de la debilidad humana.

El ser humano es alma y cuerpo, se pensaría que una en la oposición de la otra lo cual no es verdad, una ayuda a la otra. Asociamos el cuerpo como debilidad y fragilidad física y moral que lleva al hombre al pecado. Cuando hablamos del alma es santidad, divinidad, pureza. El alma y el cuerpo están directamente relacionadas porque cuando el alma es alimentada por el ser divino que es Dios, nuestro cuerpo es guiado por El mismo y será morada o habitada por el Espíritu Santo

Esa tensión es propia del ser humano, de cada uno, y esa es nuestra pequeña lucha diaria. Una lucha que no debe llevarnos a la angustia y a la desesperanza al no conseguir vivir en un estado de perfección como buenos discípulos de Jesús. Aceptarla es parte del vivir cristiano. Ser conscientes de que no todo en nosotros es anhelo espiritual, sino que también hay actitudes negativas que nos hacen pisar con los pies en la tierra, conscientes del barro del que estamos hecho.

Un barro que se dignifica dejándose trabajar interiormente por la Palabra, por los compromisos, por el servicio, por la utilidad de la vasija que somos. A veces la vasija se resquebraja y hay que rellenar esas ranuras con la gracia de Dios para poder seguir siendo útiles. La sabiduría japonesa llama “kintsugi” (carpintería dorada) a la técnica de rellenar con oro las ranuras o roturas que en una vasija de madera se producen. Es una forma de embellecer y conservar el utensilio y seguir utilizándolo, es, dentro de la filosofía japonesa, embellecer las imperfecciones.
Lo mismo hacemos los cristianos: reparamos las fisuras de nuestro interior con el oro de la gracia para seguir sirviendo, amando, siendo útiles para ser utilizados en favor del bien de los demás. Cada uno con su profesión, con su vocación de persona y de cristianos. Nada es desechable por Dios en nosotros. Él lo transforma, embellece y le da luminosidad y utilidad hasta que llegue nuestro tiempo de entrega total.

Tanto el salmo como el evangelio nos habla de la importancia que tiene que Dios nos instruya en sus decretos. Si Él nos instruye y nosotros humildemente lo aceptamos entonces seremos capaces de descubrir sus signos, tendremos buen juicio, conocimiento y tomaremos decisiones conforme a su voluntad . Los preceptos de Dios nunca nos van a limitar, a esclavizar y volver seres infelices. Sus sabios consejos nos dan vida. Cuidado en caer como necios y creer que todo la sabemos y que no tenemos nada que aprender.

Yo no se porque algunos creemos que si el otro tiene mejores ideas es mi enemigo, o en el caso si hay una diferencia en pensamientos y tomas de decisión el otro se convierte en enemigo.  Cómo a veces caemos en encerrarnos en nuestras ideas.A veces tenemos razón pero otras veces es el otro quien tiene mejor idea, pero nuestro orgullo no nos deja aceptar que el otro sea mejor que yo. Las ideas hay que exponerlas con sabiduría paciente, puede llevar a buen término. Ello no significa sumisión o cesión de todo para que el otro quede por encima. No. Es enriquecimiento mutuo y sabiduría temporal.

Jesús nos invita a llegar a un acuerdo con el enemigo mientras se va de camino antes de llegar al juez; cultivar el diálogo donde ambas partes llegan a acordar siempre con el corazón y con la mente no airada, sino lúcida, esa es la mejor manera de solucionar los conflictos.

Mi amado Jesus, tu amor es tan inmenso que no importa cual sea mis imperfecciones tu aprovechas esas debilidades para transformarlas y ser un signo del poder de Dios, es por eso  que mis ranuras de esta vasija de barro que es mi vida Tu no la desechas sino que la embelleces con tu amor. Restaurame y saname Señor de las fisuras interiores de mi alma porque de lo contrario esas heridas seguirán lastimando a los que están cerca de mi. Dame la gracia de que yo permita que me instruyas para tener buen juicio, conocimiento y poder tomar decisiones según la voluntad de Dios. Gracias Señor por tanto amor, por tu paciencia, por no desecharme a pesar de mis incoherencias, por transformar mi vida, por embellecerla y darle luminosidad y utilidad hasta que llegue el tiempo de entrega total. Amen.

Dios te bendiga,

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jueves, 21 de octubre de 2021

Acercarse a Jesús es acercarse a una fuerza abrasadora que tiene la fuerza de contagiar a los demás.

 


Acercarse a Jesús es acercarse a una fuerza abrasadora que tiene la fuerza de contagiar a los demás.


Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 6, 19-23
Hermanos:
Hablo al modo humano, adaptándome a vuestra debilidad natural: lo mismo que antes ofrecisteis vuestros miembros a la impureza y a la maldad, como esclavos suyos, para que obrasen la maldad, ofreced ahora vuestros miembros a la justicia, como esclavos suyos, para vuestra santificación.
Pues cuando erais esclavos del pecado, erais libres en lo que toca a la justicia. ¿Y qué fruto teníais entonces? Cosas de las que ahora os avergonzáis, porque conducen a la muerte.
Ahora, en cambio, liberados del pecado y hechos esclavos de Dios, dais frutos para la santidad que conducen a la vida eterna.
Porque la paga del pecado es la muerte, mientras que el don de Dios es la vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Palabra de Dios


Pablo nuevamente nos exhorta al hablarnos que es el pecado y que nos trae el pecado a nuestra vida. Él quiere que entendamos de una vez por todas que el  pecado siempre conduce a la muerte, ya en esta vida terrenal. El pecado se camufla, su apariencia engaña y si el pecado tuviera etiqueta, osea nos dejará ver hacia dónde nos lleva, si pudiéramos ver el panorama por completo ni siquiera nos acercaremos y por ende no cometeríamos tanto pecado.

Si una persona deshonesta por ejemplo utiliza los recursos de la nación para su propio beneficio quitándole la posibilidad de salud, de estudio, de subsidio para los menos favorecidos. O aquellos que promueven la muerte “ digna ”, el aborto, y otras propuestas que son antivavoles porque van en contra de la ley de Dios supieran el mal que hacen a los demas y las cosnecuencias de sus actos a donde los van a llevar. El terrorista, el narcotraficante, el vendedor de droga, la infidelidad, el tramposo, el abusador, las mentiras, las calumnias, las faltas de perdón, el desamor, cuando creas división, por el momento no ves el efecto que eso causa, pero todo lo que hagamos o dejemos de hacer hay un efecto positivo o negativo. Por eso es tan importante el discernimiento y hacer el examen de conciencia todos los días para descubrir qué obras de amor dejamos de hacer cada día.

El pecado es muy astuto porque a simple vista no se ven sus consecuencias. De la misma manera Jesús nos dijo “ El pecado paga con la muerte “. Aunque el mal tiene poder, Cristo venció al mal y solo si estamos cerca de Él y aceptamos su invitación, Él destruye la fuerza que tiene el mal sobre nosotros. Por eso antes de pecar deberíamos preguntarnos qué consecuencias me trae a mi y a los que están cerca de mi.

 No solo es importante estar cerca del Señor, hay que aprender a escucharlo y obedecerlo, porque de esta manera El reinará en nosotros y al hacernos esclavos de su amor, nuestras obras estarán en la línea de Dios, en la línea de las obras de Cristo Jesús, el Hijo de Dios, quien está vivo en medio de nosotros y es quien nos da el verdadero sentido a la existencia, la alegría, la felicidad limitada de esta vida terrena y a la plenitud de la vida después de nuestra muerte y resurrección.

Salmo 1,1-2.3.4.6 R/. Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 49-53
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo! Con un bautismo tengo que ser bautizado, ¡y qué angustia sufro hasta que se cumpla!
¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división.
Desde ahora estarán divididos cinco en una casa: tres contra dos y dos contra tres; estarán divididos el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra su nuera y la nuera contra la suegra».
Palabra del Señor


Que significa “ He venido a prender fuego a la tierra, ¡y cuánto deseo que ya esté ardiendo!”

Uno de los tantos signos visibles que podemos reconocer cuando alguien está inundado por el amor de Dios es porque es capaz de encender su propio corazón y el de los demás.  

Acercarse a Jesús es acercarse a una fuerza abrasadora. El evangelio apócrifo de Tomás pone en labios de Jesús una conocida frase: “Quien está cerca de mí está cerca del fuego; quien está lejos de mí está lejos del Reino”.

Acercarse a Jesús es acercarse al Reino, un Reino de amor, de fraternidad, de paz, de armonía, de unión, de humildad, de mansedumbre, y obediencia. Cuando el Espíritu Santo de Dios está en un alma, esta alma es capaz de hacer hasta cosas que son imposibles, es una  experiencia inigualable, capaz de encender el corazón humano para siempre. Vivir esta incombustible experiencia nos hace capaces de abrasar y encender otros corazones y nos convierte en misioneros evangelizadores. Así se transmite la fe y se contagia la pasión por el Reino. Hay personas que son expertos en teología, mucho conocimiento pero son incapaces de transmitir la fe porque aún no han tenido una experiencia personal con Dios.  
Cuando eres tocado por Dios, te conviertes en un apasionado por el reino de Dios, y esta pasión se traduce en pasión por los demás, por los últimos, por aquellos por los que Dios se apasiona y se compadece. No hay otro camino para la nueva evangelización. Sin Jesús y su reino no hay evangelización posible. No hay otro camino. El mundo de hoy quiere vivir nuevamente esa experiencia abrasadora capaz de encender de nuevo el corazón de la humanidad y llevarla hacia la cima más alta de justicia y equidad. Acerquémonos al fuego, sin miedo. Tomar partido por Jesús es agarrarse a la mejor bandera.

Gracias Señor porque tu gracia me ha alcanzado y ahora con más claridad puedo ver lo que el pecado trae a mi vida, la muerte, la mutilación y la infertilidad. Desde tu misericordia ayúdame a tener un buen discernimiento para que antes de actuar me pregunte, esto que consecuencias me trae y a los que están cerca de mi. Solo tu quieres que me acerque a Ti, porque Tú tienes el poder de destruir el mal, destruir la tristeza, el desamor, la pereza, la idolatría, la soberbia, el orgullo, el desamor, el temor, la envidia, los celos, la desconfianza, la falta del perdon, esto y mucho mas. Deseo que mi corazón sea inundado por tu Santo Espíritu para que esta experiencia de Dios me llene el corazón con el fuego de tu amor y sea capaz de abrasar y encender otros corazones y así poderme convertir en verdaderos misioneros del amor de Dios. Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jeucristo por siempre sea alabado!

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miércoles, 20 de octubre de 2021

La gracia y el pecado....

 


La gracia y el pecado....


Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 6,12-18
Hermanos:
Que el pecado no siga reinando en vuestro cuerpo mortal, sometiéndoos a sus deseos; no pongáis vuestros miembros al servicio del pecado, como instrumentos de injusticia; antes bien, ofreceos a Dios como quienes han vuelto a la vida desde la muerte, y poned vuestros miembros al servicio de Dios, como instrumentos de la justicia.
Porque el pecado no ejercerá su dominio sobre vosotros: pues no estáis bajo ley, sino bajo gracia.
Entonces, ¿qué? ¿Pecaremos, puesto que no estamos bajo ley, sino bajo gracia? ¡En absoluto!
¿No sabéis que, cuando os ofrecéis a alguien como esclavos para obedecerlo, os hacéis esclavos de aquel a quien obedecéis: bien del pecado, para la muerte, bien de la obediencia, para la justicia?
Pero gracias sean dadas a Dios, porque erais esclavos del pecado, mas habéis obedecido de corazón al modelo de doctrina al que fuisteis entregados; liberados del pecado, os habéis hecho esclavos de la justicia.
Palabra de Dios


En esta primera lectura Pablo habla de la justicia y la importancia de ser instrumentos de justicia; como necesitamos en este mundo de hoy luchar por la justicia, la equidad, la verdad y la igualdad. Si somos amigos de Dios entonces se nos debe notar con nuestras acciones. No podemos prender una vela a Dios y otra al mal, no pongamos nuestros talentos y bendiciones al servicio del pecado, si eres indiferente ante la injusticia y la desigualdad entonces estás haciendo parte de ella.

Pero entonces cómo ser instrumentos de justicia? Dios nos da su gracia para que podamos asumir las responsabilidades que Él mismo nos pide que hagamos. Dios quiere de nosotros que nuestra vida interior sea coherente con todo lo que somos y esto se refleja a través del servicio de la justicia.  

En días pasados por ejemplo me sombre que una persona que se dice que es catolica, apostolica y romana estaba deacuerdo con la eutanasia. Su conclusión era que si Dios nos ama tanto, El no nos quiere sufrir y por eso ella habia decidido ser la primera persona en Colombia de aceptar que le aplicaran la eutanasia. Es verdad que Dios no nos quiere ver sufrir, pero que mal discernimiento ella hizo al decir que si Dios nos ama tanto y como no nos quiere ver sufrir, entonces Dios acepta la eutanacia y además que si toda la gestión de este procedimiento fue autorizado, es porque es la voluntad de Dios. Nadie se alcanza a imaginar el daño que pueden ocasionar los medios de comunicación con una noticia de esas. De la misma manera cuantos para evitar fricciones en la política prefieren tener una actitud neutral o de conveniencia frente a temas como el aborto. La solución no está en dar más preservativos, y enseñar más acerca de la educación sexual, nuestros jóvenes nos enseñan más que los mismos adultos, lo que nos falta es que le apostemos a la raíz del problema y es a los valores cristianos.

Por eso hay que  pedirle al Señor mucho discernimiento y tener un buen director espiritual para que no vayamos a terminar siendo instrumentos de muerte y de injusticia.

Salmo 123,1-3.4-6.7-8 R/. Nuestro auxilio es el nombre del Señor

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 12,39-48
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora viene el ladrón, velaría y no le dejaría abrir un boquete en casa.
Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre».
Pedro le dijo:
«Señor, ¿dices esta parábola por nosotros o por todos?».
Y el Señor dijo:
«¿Quién es el administrador fiel y prudente a quien el señor pondrá al frente de su servidumbre para que reparta la ración de alimento a sus horas?
Bienaventurado aquel criado a quien su señor, al llegar, lo encuentre portándose así. En verdad os digo que lo pondrá al frente de todos sus bienes.
Pero si aquel criado dijere para sus adentros: “Mi señor tarda en llegar”, y empieza a pegarles a los criados y criadas, a comer y beber y emborracharse, vendrá el señor de ese criado el día que no espera y a la hora que no sabe y lo castigará con rigor, y le hará compartir la suerte de los que no son fieles.
El criado que, conociendo la voluntad de su señor, no se prepara ni obra de acuerdo con su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que, sin conocerla, ha hecho algo digno de azotes, recibirá menos.
Al que mucho se le dio, mucho se le reclamará; al que mucho se le confió, más aún se le pedirá».
Palabra del Señor


En el día de ayer el evangelio nos pide estar vigilantes desde el servicio, sin apegos a las cosas materiales y esperando con fervor la llegada del Señor. Hoy nos dice: estad en vela osea estar preparados pues el Hijo del hombre llegará como juez de nuestros actos.

El Señor no está al acecho de nuestras equivocaciones como tampoco lleva una lista de nuestros errores , sino más bien lo que Él quiere es que nosotros vivamos convencidos de que Él está constantemente presente entre nosotros y nos quiere ayudar en todo momento. Es tan distinto cuando comienzas el día entregándolo al Señor, cuando estás convencido que no estás solo, que Él es tu ayuda y consuelo.

A renglón seguido nos habla del administrador fiel y prudente, lo que significa que el administrador tiene responsabilidades en la comunidad y además tiene que ser fiel y prudente; Ser administrador es tener unas responsabilidades, sin importar cual sea o mayor sea la responsabilidad nos pide el Señor dar lo máximo. Entre más arriba, mayor responsabilidad, “Al que mucho se le dio, mucho se le exigirá; al que mucho se le confió, más se le exigirá”. El administrador debe ser fiel de servir a los demás dando lo mejor de sí mismo, sabiendo que todos los otros son sus hermanos. Debe también ser prudente lo que significa que todos estamos en un proceso de cambio, de mejora, y así como Dios nos ha tenido tanta paciencia con cada uno de nosotros, nosotros debemos ser pacientes y misericordiosos con los demás.  Te has preguntado, cuanto tiempo te demoraste para dar los frutos que ahora estás dando? 2,3,8,12,15,20 años?

Cristo nos presenta la vida como una misión: “estar al frente de la servidumbre para darle a tiempo su ración”. Venimos a la tierra para algo, y ese algo es tan importante que de él depende la felicidad eterna nuestra y de otras personas; o dicho de otro modo, la felicidad de otros será nuestra felicidad.

La característica del administrador “fiel y prudente” es que sabe que los bienes no son suyos, no es tacaño ni rígido, sabe hacer que alcance para todos la comida. Éste recibirá la “bienaventuranza” de su Señor y se le concederán funciones de mayor responsabilidad en la comunidad.

Las características del administrador “infiel”: primero se descuida en la vigilancia, se da buena vida, se aprovecha de las circunstancias; luego, ya no sabe dirigir la comunidad, se pone agresivo y se olvida de los demás. Primero se olvida de sí mismo y luego de los demás. El castigo es todavía mayor.

Gracias Señor por regalarnos tu gracia porque es un auxilio interior y exterior que me ayuda a vencer el pecado. La ley me muestra cuál es la dirección que está conforme a tus designios, pero la ley sola no me ayuda porque necesito la fuerza que viene de ti para poder vencer las ataduras del mal. Ayúdame a tener buen discernimiento en cada decisión de mi vida, a no ser instrumento del mal y de la muerte porque mis acciones afectan las decisiones de los demás. Hoy una vez más me dices al corazón que necesitamos luchar por la justicia, la equidad, la verdad y la igualdad y para eso tengo que tener mucha claridad en mi vida para cumplir la misión que tu me encargas como es llevar a otros hacia ti y que el reino de Dios crezca en este mundo. Que mi vida interior que digo tener sea coherente con todo lo que soy y que se vea reflejado a través del servicio de la justicia.  Me invitas a ser un administrador fiel y prudente, fiel al no traicionar la Palabra de Dios ni a nosotros mismos. Gracias Señor por confiar en mí para llevar tu plan a cabo y porque a pesar de mis errores, aun sigues confiando en mí, Amén.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!


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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa


 

martes, 19 de octubre de 2021

Santa MIsa


 

Vigilancia desde el servicio, vivir sin apegos y ser capaces de vivir desde el amor fraternal y comprometido con el otro.

 


Vigilancia desde el servicio, vivir sin apegos y ser capaces de vivir desde el amor fraternal y comprometido con el otro.


Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5,12.15b.17-19.20b-21
Hermanos:
Lo mismo que por un hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron...
Si por el delito de uno solo murieron todos, con mayor razón la gracia de Dios y el don otorgado en virtud de un hombre, Jesucristo, se han desbordado sobre todos.
Si por el delito de uno solo la muerte inauguró su reinado a través de uno solo, con cuánta más razón los que reciben a raudales el don gratuito de la justificación reinarán en la vida gracias a uno solo, Jesucristo.
En resumen, lo mismo que por un solo delito resultó condena para todos, así también por un acto de justicia resultó justificación y vida para todos. Pues, así como por la desobediencia de un solo hombre, todos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de uno solo, todos serán constituidos justos.
Donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia, para que, lo mismo que reinó el pecado a través de la muerte, así también reinará la gracia por la justicia para la vida eterna, por Jesucristo, nuestro Señor.
Palabra de Dios


La primera lectura Pablo nos recuerda que así como entró el pecado por Adan, también llegó la gracia por Jesucristo.

Todos nosotros hemos sido creados para ser libres de las ataduras de la tentación y del pecado. Dios no quiere vernos sufriendo, con caras tristes, cansados, agobiados, y desanimados. Cuando el ser humano se aleja de Dios va perdiendo su paz, la alegría, el gozo, el gusto por la vida. Dios desde el comienzo creó al hombre justo e inocente pero al ver como el pecado se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron, entonces Dios decidió desde su misericordia a rescatar la humanidad y por eso envió a su único Hijo, en quien resplandece la benevolencia, la gracia y el don de Dios. Y si por el pecado de uno comenzó el reino de la muerte, por Jesucristo nuestro Señor, reinará la gracia, que es la salvación y la vida.

San Pablo está llamando a la comunidad de Roma y a cada uno de nosotros a abandonar el pecado, a vivir conforme al ejemplo de Jesús. Jesus es el camino que nos lleva a la verdadera felicidad y prosperidad, Él es nuestro hermano mayor.  Jesus nos muestra un nuevo sentido, otra dimensión para nuestras vidas. Como hijos e hijas amados por Dios estamos invitados  a una nueva humanidad. Con Cristo estamos llamados al reino de la gracia, de la salvación y la vida eterna. Esta fe en Jesús nos fortalece para superar la tentación, para no recaer en el pecado. Y así cobra sentido nuestra oración continua, “no nos dejes caer en tentación y líbranos del mal”. Esta comunión con la gracia divina nos hará crecer en la fe y fortalecerá nuestra esperanza en el amor de Dios.

Salmo 39,7-8a.8b-9.10.17 R/. Aquí estoy, Señor, para hacer tú voluntad

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 12, 35-38
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«Tened ceñida vuestra cintura y encendidas las lámparas. Vosotros estad como los hombres que aguardan,a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame. Bienaventurados aquellos criados a quienes el señor, al llegar, los encuentre en vela; en verdad os digo que se ceñirá, los hará sentar a la mesa y, acercándose, les irá sirviendo.
Y, si llega a la segunda vigilia o a la tercera y los encuentra así, bienaventurados ellos».
Palabra del Señor


El evangelio nos invita a ejercitar la virtud de la vigilancia, pero Jesus nos dice como debe ser esa vigilancia, una vigilancia activa desde el servicio, sin apegos a las cosas terrenales y esperando con fervor la llegada del Señor.

El amo valora tanto la vigilancia de sus criados que “se ceñirá las ropas de servicio, los hará sentar a la mesa y se pondrá a servirles”, reconociendo así que no sólo son dignos de confianza sino que se han convertido en su familia por su fidelidad. El servicio hacia los demás nos lleva a acercarnos al otro, a escuchar y poder conocer un poco más acerca de su vida, a caminar juntos y hacer juntos un camino. También a través del otro Dios nos habla, el otro empieza a ser parte de mi historia, posiblemente hay cosas en las que seremos afines y otras no,  pero en esas dificultades es donde el mismo Dios nos quiere enseñar cuales son las virtudes en que debo crecer. Por eso es tan importante el servicio, estar en contacto con los demás y vivir la fe con la comunidad.

La segunda clave es vivir sin apegos, tenemos que aprender a depositar nuestra confianza solo en Dios.  Dios está a nuestro favor y El nunca falla, Él sabe que darnos y que nos debe quitar, que nos hace bien y que nos empobrece. Estamos llamados a ser felices, pero no de forma individual y solitaria. Nuestra felicidad consiste en encontrar nuestra plenitud como personas, como hijos de Dios, el otro me tiene que importar. Por eso, el dolor, el sufrimiento o la desgracia ajena no puede dejarnos indiferentes.

La tercera clave es esperar con fervor la llegada del Señor, el fervor no es solo la comunión de manera vertical, Dios conmigo y yo con El, nuestro fervor es ser capaces de vivir desde el amor fraternal y comprometido con el otro. No podemos seguir practicando tantas religiosidades exteriores, y nuestro corazón lejos del Señor. El dolor del mundo es nuestro dolor, del que Jesús vino a liberarnos. El mal del mundo es un problema a combatir, a desterrar, una lucha en que tenemos que implicarnos, porque Dios nos ha liberado para superar esa vieja humanidad.

Mi amado Jesús, qué importancia es estar vigilantes en mi vida de fe porque es la manera como voy a crecer en mi vida espiritual. Tu haces camino conmigo para que yo aprenda como es de diferente una vida junto a ti. Tu le das el verdadero significado a mi existir, le das otra dimensión a mi ser en dirección a crecer el Reino de Dios en esta tierra. Gracias Señor por las personas que pones en mi camino porque ellas hacen parte de mi historia, gracias por su compañía porque en los momentos que me siento sin fuerzas ellas son las que me levantan y  también a través de los conflictos es donde necesito crecer en virtudes.Me hiciste libre por eso no permitas que los apegos me limiten avanzar hacia ti. Dame la gracia Divina que me haga crecer en la fe y fortalecer mi esperanza en el amor de Dios a través de mis hermanos en el servicio, Amén.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea Alabado!

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lunes, 18 de octubre de 2021

Hoy Jesús nos da dos mensajes muy importantes en la evangelización, la importancia de la misericordia y ponernos en camino.

 


Hoy Jesús nos da dos mensajes muy importantes en la evangelización,  la importancia de la misericordia y ponernos en camino.


Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4, 10-17b
Querido hermano:
Dimas me ha abandonado, enamorado de este mundo presente, y se marchó a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia; Lucas es el único que está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, pues me es útil para el ministerio. A Tíquico lo envié a Efeso.
El manto que dejé en Tróade, en casa de Carpo, tráelo cuando vengas, y también los libros, sobre todo los pergaminos.
Alejandro, el herrero, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le dará el pago conforme a sus obras. Guárdate de él también tú, porque se opuso vehementemente a nuestras palabras.
En mi primera defensa, nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron. ¡No les sea tenido en cuenta!
Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones.
Palabra de Dios


Salmo  144,10-11.12-13ab.17-18 R/. Tus santos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10,1-9
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía:
«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.
Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: “El reino de Dios ha llegado a vosotros”».
Palabra del Señor


Hoy, la liturgia de la Palabra nos presenta tanto en la primera lectura como en el evangelio cuales son los desafíos que encontramos cuando asumimos la Misión recibida por el Señor.

Pablo le escribe una carta a Timoteo, y la carta tiene un tono de confidencialidad. Recordemos que Timoteo fue un gran amigo y colaborador de Pablo. Esta carta comienza diciendo, “ Dimas me ha abandonado, enamorado de este mundo presente, y se marchó a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia; Lucas es el único que está conmigo”. Así es. Algunos comienzan con mucho entusiasmo con nosotros en este peregrinar pero en el camino se van cansando y quedando no solo atrás sino que nos abandonan, y en realidad no nos están abandonando a nosotros sino al mismo Cristo. Así como algunos reciben el mensaje de Cristo y le obedecen, otros solo lo escuchan, y hay otros que ni siquiera les interesa. Para estos dos últimos casos Pablo nos invita a que no les tengamos en cuenta eso, es decir que no nos llenemos de rencor ni de enojo.  

Pablo continúa diciendo “ Pero el Señor me ayudó y me dio salud para anunciar íntegro el mensaje “. Esta parte del mensaje es bien importante, porque Pablo afirma que el único en quien puede confiar con total certeza es el Señor, pues es Él quien le ayuda y da salud. El motivo por el cual toda su vida y los sufrimientos enfrentados valen la pena con tal de anunciar de forma íntegra el Evangelio a los gentiles.

En el evangelio nos dice que Jesús envía de dos en dos, nosotros vamos adelante y el viene detrás. Jesus nos envía también a nosotros, a los lugares a donde Él debe ir. Y nos envía con los mismos consejos y advertencias. Los pequeños detalles del saber llegar y saber salir de un lugar, de aceptar la acogida que se nos ofrece, de cómo debemos comportarnos… Pero también alertando que nos envía en medio de situaciones donde está la presencia del mal, nos advierte que no siempre seremos acogidos, ni nosotros ni el mensaje que llevamos con la vida y la palabra. Que no nos preocupemos… la paz reposará sobre aquellos que son gente de paz.

Hay dos mensajes centrales de la primera lectura y el evangelio, la importancia de la misericordia y ponernos en camino. Para aquellos que rechazan el mensaje de salvación que trae Cristo, oremos por ellos y llenándonos del amor de Dios nuestro corazón será como el de El misericordioso, ese es el mejor signo de que somos de Cristo.  Por más rechazos y burlas que suframos por causa del evangelio que esa situación no nos robe la paz, que no guardemos rencor ni tampoco enojo.

Ponernos en camino es obedecer y aceptar la misión que el Señor nos quiere dar y recordar que esa Misión no es solo nuestra sino que es el mismo Dios que va con nosotros, nuestra fuerza está en El. Que gran bendición ser llamados para participar en la misión de Dios porque de esta manera alcanzamos la santidad a la que estamos llamados a ser.  

Jesus, hoy me llamas a ser un buen testigo de la fe como es evangelizar no solo desde mi propia vida sino con Tu Palabra, yo soy la voz y tu eres la Palabra. Reconozco mis propios limites, soy consciente de esto y me alegra que donde mis fuerzas y capacidades no llegan, estas Tu para ayudarme. Lo más importante de esta misión es tener un corazón misericordioso para poder entender que no todos aceptaran tu mensaje, pero por esa dificultad no debo de perder la paz porque Tu sabes cual es el momento indicado para cada uno. Me pongo en Tu camino para que pueda llevar a todos quienes me encuentre en este peregrinar a tus pies, que cada día de pasos hacia ti y ayude a otros a seguir tus huellas para que ellos también encuentren la salvación, Amén.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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viernes, 15 de octubre de 2021

¿Por qué es tan importante la gracia de Dios?

 


¿Por qué es tan importante la gracia de Dios?


Primera lectura
Romanos 4,1-8
Hermanos: Veamos el caso de Abrahán, nuestro progenitor según la carne. ¿Quedó Abrahán justificado por sus obras? Si es así, tiene de qué estar orgulloso; pero, de hecho, delante de Dios no tiene de qué. A ver, ¿qué dice la Escritura?: "Abrahán creyó a Dios, y esto le valió la justificación." Pues bien, a uno que hace un trabajo el jornal no se le cuenta como un favor, sino como algo debido; en cambio, a éste que no hace ningún trabajo, pero tiene fe en que Dios hace justo al impío, esa fe se le cuenta en su haber. También David llama dichoso al hombre a quien Dios otorga la justificación, prescindiendo de sus obras: "Dichoso el hombre que está absuelto de su culpa, a quien le han sepultado su pecado; dichoso el hombre a quien el Señor no le cuenta el pecado."
Palabra de Dios

Salmo 31 “ Tu eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación”.

Evangelio del día
Lucas 12,1-7
En aquel tiempo, miles y miles de personas se agolpaban hasta pisarse unos a otros. Jesús empezó a hablar, dirigiéndose primero a sus discípulos: "Cuidado con la levadura de los fariseos, o sea, con su hipocresía. Nada hay cubierto que no llegue a descubrirse, nada hay escondido que no llegue a saberse. Por eso, lo que digáis de noche se repetirá a pleno día, y lo que digáis al oído en el sótano se pregonará desde la azotea.
A vosotros os digo, amigos míos: no tengáis miedo a los que matan el cuerpo, pero no pueden hacer más. Os voy a decir a quién tenéis que temer: temed al que tiene poder para matar y después echar al infierno. A éste tenéis que temer, os lo digo yo. ¿No se venden cinco gorriones por dos cuartos? Pues ni de uno solo se olvida Dios. Hasta los pelos de vuestra cabeza están contados. Por lo tanto, no tengáis miedo: no hay comparación entre vosotros y los gorriones."
Palabra del Señor


La primera lectura de estos días nos invita a considerar el misterio maravilloso de la gracia. La gracia es el regalo que Dios nos da a cada uno para que nos sintamos verdaderos hijos e hijas amadas por Él y a la vez herederos del cielo. La gracia santificante es una cualidad que hace subir de categoría al hombre dándole como una segunda naturaleza superior. Es como una semilla de Dios. La comparación es de San Juan.

La gracia de Dios cuando se desarrolla en el alma produce una vida en cierto modo divina, como si nos pusieran en las venas una inyección de sangre divina. La gracia santificante es la vida sobrenatural del alma. Se llama también gracia de Dios. La gracia santificante nos transforma de modo parecido al hierro candente que sin dejar de ser hierro tiene las características del fuego.

La gracia de Dios es lo que más vale en este mundo. Nos hace participantes de la naturaleza divina. Esto es una maravilla incomprensible, pero verdadera. Es como un diamante oculto por el barro que lo cubre. La gracia es un diamante que no se ve a simple vista.

La gracia nos hace participantes de la naturaleza divina, pero no nos hace hombres-dioses como Cristo que era Dios, porque su naturaleza humana participaba de la personalidad divina, lo cual no ocurre en nosotros. Dios al hacernos hijos suyos y participantes de su divinidad nos pone por encima de todas las demás criaturas que también son obra de Dios, pero no participan de su divinidad.

Cuando vivimos en gracia santificante somos templos vivos del Espíritu Santo. La gracia santificante es absolutamente necesaria a todos los hombres para conseguir la vida eterna. La gracia se pierde por el pecado grave. En pecado mortal no se puede merecer. Es como una losa caída en el campo. Debajo de ella no crece la hierba. Para que crezca, primero hay que retirar la losa. Estando en pecado mortal no se puede merecer nada.

Quien ha perdido la gracia santificante no puede vivir tranquilo, pues está en un peligro inminente de condenarse. La gracia santificante se recobra con la confesión bien hecha, o con un acto de contrición perfecta, con propósito de confesarse. El perder la gracia santificante es la mayor de las desgracias, aunque no se vea a simple vista. Sin la gracia de Dios toda nuestra vida es inútil para el cielo. Por fuera sigue igual, pero por dentro no funciona: como una bombilla sin corriente eléctrica. Dice San Agustín que como el ojo no puede ver sin el auxilio de la luz, el hombre no puede obrar sobrenaturalmente sin el auxilio de la gracia divina.

En el orden sobrenatural hay esencialmente más diferencia entre un hombre en pecado mortal y un hombre en gracia de Dios, que entre éste y uno que está en el cielo. La única diferencia en el cielo está en que la vida de la gracia -allí en toda su plenitud- produce una felicidad sobrehumana que en esta vida no podemos alcanzar. Esta vida es el camino para la eternidad. Y la eternidad, para nosotros, será el cielo o el infierno. Sigue el camino del cielo el que vive en gracia de Dios. Sigue el camino del infierno el que vive en pecado mortal.

Si queremos ir al cielo, debemos seguir el camino del cielo. Querer ir al cielo y seguir el camino del infierno, es una necedad. Sin embargo, en esta necedad incurren, desgraciadamente, muchas personas. Algún día caerán en la cuenta de su necedad, pero quizá sea ya demasiado tarde.

Esta reflexión es del P. Jorge Loring, SJ, aunque hemos adaptado la numeración. Este texto se encuentra en el capítulo 42 de su maravillosa obra "Para Salvarte", que puede comprarse en diversas librerías católicas y también leerse en Internet. El enlace es: http://www.multimedios.org/docs/d000735/index.html

Gracias mi Señor porque en esta semana me haz enseñado cada dia 5 cosas:
1 día. La importancia de la Fe y que esta debe llegar a todas las naciones
2 día. Un mundo sin Dios es un caos.
3 dia. La sabiduría Divina trae grandes lecciones para nuestra vida personal y de fe. No solo es importante conocer la voluntad de Dios sino que también hay que obrar según su voluntad.
4 dia. Dios es misericordioso y justo es por eso que nos envía a su Hijo para mostrarnos el camino; pero si seguimos a espaldas a Él y a sus mandatos, Él mismo nos pedirá cuentas.
5 dia. El regalo de la gracia de Dios, eso es la fe.
Gracias Señor porque me dejaste tu Santo Espíritu y es Él obrando en mí a través de sus dones que puedo yo tener una vida en gracia que nos hace participantes de la naturaleza divina. Detrás de todo este barro que tengo por causa del pecado Tu gracia hace posible que brille ese diamante oculto que tú has puesto en mi. Quiero ser un templo vivo del Espíritu Santo para poder alcanzar la vida eterna que tú me has prometido. Ayúdame Señor para que en este peregrinar pueda ser Tu luz iluminando el camino de los demás porque yo no solo quiero llegar al cielo, sino que todos necesitamos llegar al cielo. Como decía el padre Pío de Pietrelcina “ No dejes que yo entre al cielo hasta que todos mis hij@es espirituales entre allí”. Amen.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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jueves, 14 de octubre de 2021

Dios es misericordioso y es justo, por eso Él mismo nos pedirá cuentas.

 


Dios es misericordioso y es justo, por eso Él mismo nos pedirá cuentas.


Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (3,21-30a)
Hermanos:
Ahora, sin la ley se ha manifestado la justicia de Dios, atestiguada por la Ley y los Profetas; justicia de Dios por la fe en Jesucristo para todos los que creen. Pues no hay distinción, ya que todos pecaron y están privados de la gloria de Dios, y son justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención realizada en Cristo Jesús.
Dios lo constituyó medio de propiciación mediante la fe en su sangre, para mostrar su justicia pasando por alto los pecados del pasado en el tiempo de la paciencia de Dios; actuó así para mostrar su justicia en este tiempo, a fin de manifestar que era justo y que justifica al que tiene fe en Jesús.
Y ahora, ¿dónde está la gloria? Queda eliminada. ¿En virtud de qué ley? ¿De la ley de las obras? No, sino en virtud de la ley de la fe.
Pues sostenemos que el hombre es justificado por la fe, sin obras de la Ley.
¿Acaso Dios lo es solo de los judíos? ¿No lo es también de los gentiles? También lo es de los gentiles, si es verdad que no hay más que un Dios.
Palabra de Dios

Salmo  129,1-2.3-4.5 R/. Del Señor viene la misericordia, la redención copiosa

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas (11,47-54)
En aquel tiempo, dijo el Señor:
«¡Ay de vosotros, que edificáis mausoleos a los profetas, a quienes mataron vuestros padres!
Así sois testigos de lo que hicieron vuestros padres, y lo aprobáis; porque ellos los mataron y vosotros les edificáis mausoleos.
Por eso dijo la Sabiduría de Dios: “Les enviaré profetas y apóstoles: a algunos de ellos los matarán y perseguirán”; y así a esta generación se le pedirá cuenta de la sangre de todos los profetas derramada desde la creación del mundo; desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario.
Sí, os digo: se le pedirá cuenta a esta generación.
¡Ay de vosotros, maestros de la ley, que os habéis apoderado de la llave de la ciencia: vosotros no habéis entrado y a los que intentaban entrar se lo habéis impedido! ».
Al salir de allí, los escribas y fariseos empezaron a acosarlo implacablemente y a tirarle de la lengua con muchas preguntas capciosas, tendiéndole trampas para cazarlo con alguna palabra de su boca.
Palabra del Señor


En la primera lectura Pablo nos recuerda que somos salvados por Cristo y no por la ley Judía, ya que la ley judía se resume en cumplir los preceptos, mucho hacia fuera, prácticas  de religiosidades vacías, vivir en apariencia de ser “ buenos” pero no había un cambio o una transformación desde dentro.

Casi todos podemos decir que hemos sido cistianos desde siempre y más en este lado del continente porque desde el nacimiento y bautismo ya pertenecemos a Cristo y ese encuentro inicial lo hicieron nuestros padres por nosotros. De alguna manera u otra fuimos encaminados hacia una fe cristiana.
Vamos creciendo y nuestra responsabilidad es ir creciendo en la fe y en esa amistad con Cristo. Cada vez que vamos conociendo a Cristo, nuestra amistad se va fortaleciendo porque lo vamos conociendo más, como habla, como actúa, como piensa...Al conocerlo a profundidad, entonces nos abrimos a la experiencia de dejarnos corregir, enseñar y El nos va guiando como debemos de vivir y cuál debe ser nuestra actitud ante Dios y los demás. De esta manera poco a poco aprendemos a poner nuestra confianza en Él. Esto es un proceso maravilloso porque nos ayuda a vivir la vida como Dios quiere que la vivamos en felicidad, en prosperidad y en paz.  

Pidámosle al Señor que nos ayude a dejar que Cristo sea el dueño y señor de nuestro corazón y él nos empujará a caminar por su mismo camino, a realizar las mismas obras que él realizó, que aceptemos con agradecimiento y amor la amistad que él nos brinda y a vivir consecuentemente con esa amistad en nuestro obrar y vivir para darle Honor y Gloria al Padre que está en los cielos. Amen.

El evangelio continúa con las lamentaciones de Jesus, los Hay!. Dos “ayes” les dedica hoy Jesús: “¡Ay de vosotros!, que aprobáis lo que hicieron vuestros padres que mataron a los profetas”, “¡Ay de vosotros!, que os habéis quedado con la llave del saber”.

En nuestro tiempo seguimos matando a los profetas que viene en el Nombre de Dios cuando somos indiferentes al mensaje que nos traen, cuando las Iglesias están abiertas para que en comunidad celebremos la Fe y ahora están vacías porque son muy pocos quienes se acercan a participar en el banquete del Señor. Cuántos rechazan de una manera u otra las Palabras de Dios sabiendo que ella nos trae sabiduría a nuestra vida porque nos habla sobre cómo vivir nuestra vida humana, y alcanzar la salvación.

También se lamenta Jesús, en un nuevo “ay”, de que los juristas no quieran trasmitir la verdad, encerrándola, quedándose con la llave del saber, sin dejar que llegue a sus destinatarios. Una advertencia para todos los cristianos, para todos los predicadores cristianos que hemos de transmitir el evangelio de Jesús tal como él nos lo predicó, su verdad, la verdad que salva, libera y da sentido a nuestra vida.

Muchos cristianos son perseguidos y rechazados, igual que Jesús y los profetas. La vida y la palabra de los profetas y apóstoles, con frecuencia, chocan con los egoísmos mundanos. Entonces, hemos de reflexionar: “Lo mismo hicieron con Jesús”. Y sus seguidores sacamos las consecuencias; necesitamos fe, fortaleza, audacia, perdón y testimonio. Si así lo hacemos, estaremos dispuestos ante  lo que hoy se repite en el evangelio: el Señor nos pedirá cuentas.

Mi amado Jesús, es maravilloso tener esta experiencia de amistad contigo porque tú le pones orden a toda mi vida, los amores, las prioridades, los deseos, los sueños, mis pensamientos, potencializas los dones que me has dado para el servicio de los demás, entre otras cosas. Gracias por traer sabiduría a mi vida para que pueda vivir esta vida terrenal como si estuviera en la vida eterna desde la paz y el gozo. Ha sido una bendición que tú me hayas alcanzado porque le has dado el verdadero sentido a mi vida desde lo que soy. No es fácil vivir en el mundo porque tu palabra choca con los antivalores de este mundo. Por eso ayúdame a crecer más en la fe, fortalece mi esperanza, regalame la audacia para reconocer las cosas que no vienen de ti, regalame el regalo de perdón y que mi vida sea un verdadero testimonio que soy una hij@ de Dios. Amen.


Dios te bendiga,


¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!--

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa


 

miércoles, 13 de octubre de 2021

La sabiduría Divina trae grandes lecciones para nuestra vida personal y de fe.



 La sabiduría Divina trae grandes lecciones para nuestra vida personal y de fe.


Primera lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 2,1-11
Tú, que te eriges en juez, sea quien seas, no tienes excusa, pues, al juzgar a otro, a ti mismo te condenas, porque haces las mismas cosas, tú que juzgas.
Sabemos que el juicio de Dios contra los que hacen estas cosas es según verdad.
¿Piensas acaso, tú que juzgas a los que hacen estas cosas pero actúas del mismo modo, que vas a escapar del juicio divino? ¿O es que desprecias el tesoro de su bondad, tolerancia y paciencia, al no reconocer que la bondad de Dios te lleva a la conversión? Con tu corazón duro e impenitente te estás acumulando cólera para el día de la ira, en que se revelará el justo juicio de Dios, el cual pagará a cada uno según sus obras: vida eterna a quienes, perseverando en el bien, buscan gloria, honor e incorrupción; ira y cólera a los porfiados que se rebelan contra la verdad y se rinden a la injusticia.
Tribulación y angustia sobre todo ser humano que haga el mal, primero sobre el judío, pero también sobre el griego; gloria, honor y paz para todo el que haga el bien, primero para el judío, pero también para el griego; porque en Dios no hay acepción de personas.
Palabra de Dios

Cuando Pablo escribe a los de Roma, les advierte de una fea costumbre que todos caemos: constituirse en juez, ese mismo mensaje de exhortación nos lo da a nosotros. Todos hemos caído en el error de creernos “biblias”, mentores, expertos cuando sabemos hacer algo muy bien, y ponemos nuestra opinión por encima de una nueva idea o manera de hacer mejor las cosas. En el fondo es orgullo, porque pensamos que somos mejores que los demás. Así pasa en lo laboral, en el conocimiento, en lo técnico, en el arte, en la música, en la religión.

Hoy Pablo nos recuerda que el mismo Señor nos enseña: no juzguéis y no seréis juzgados. Una tentación muy frecuente para nosotros en cuanto a los comportamientos humanos. Emitir juicios está mal y mucho más cuando no somos conocedores de por qué las personas obran de ésta o aquélla manera. Cuando condenamos a alguien, lo señalamos, y los criticamos no le estamos ayudando para que salga del error. Desde la psicología nos enseña que hay que tratar de conocer y entender la vida del otro, cuales son las motivaciones que lo impulsan hacer esto o aquello, ayudarlo y apoyarlo en ese proceso de corrección. Es importante tener conocimiento de cómo fue su infancia, mirar al otro con ojos de misericordia y ayudarlo a que encuentre la luz para que no se hunda en el error. No condenéis y no seréis condenados, insiste Jesús. La razón: él no ha venido al mundo para condenar sino para que todos se salven por él. Los discípulos de Jesús no estamos llamados a condenar a nadie, aunque sea muy común levantar el dedo para señalar, enjuiciar y condenar.

Un verdadero hij@ de Cristo debe estar lleno de bondad, tolerancia y paciencia. Así se muestra Dios con todos los hombres. Y como tenemos que ser imitadores de Dios, como hij@s querid@s, se nos está pidiendo ser bondadosos, tolerantes y pacientes. Se consigue más con la paciencia que con el enfado. Se alcanza más cuando colaboramos desde la bondad con la esperanza de que se puede cambiar, renovar y construir juntos, pero para ello se necesita que haya muy buena disposición para hacerlo.

Salmo 61,2-3.6-7.9 R/. El Señor paga a cada uno según sus obras

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 11,42-46
En aquel tiempo, aquel tiempo, dijo el Señor:
«Ay de vosotros, fariseos, que pagáis el diezmo de la hierbabuena, de la ruda y de toda clase de hortalizas, mientras pasáis por alto el derecho y el amor de Dios! Esto es lo que había que practicar, sin descuidar aquello. ¡Ay de vosotros, fariseos, que os encantan los asientos de honor en las sinagogas y los saludos en las plazas! ¡Ay de vosotros, que sois como tumbas no señaladas, que la gente pisa sin saberlo!».
Le replicó un maestro de la ley:
«Maestro, diciendo eso nos ofendes también a nosotros».
Y él dijo:
«¡Ay de vosotros también, maestros de la ley, que cargáis a los hombres cargas insoportables, mientras vosotros no tocáis las cargas ni con uno de vuestros dedos!».
Palabra del Señor


En el evangelio tenemos los ¡Ay de vosotros...!

Estas exclamaciones de Jesús surgen ante la hipocresía de los grupos de perfectos, que se presentan como la medida y esquema válido al que todos se tienen que ajustar. Cumplen la letra de la ley, pero dejan de lado el sentir de la misma ley. Pasan por alto, dice Jesús: “el derecho y el amor de Dios”. ¿De qué les sirve esa puntualidad legal si está hueca? No sirve de nada. Por eso el ¡Ay! Ya no significan nada. Tumbas sin señal pisoteadas por todos.

En días pasados escuché dos reflexiones de dos Padres que decían que la bendita pandemia nos había dejado muchas enseñanzas y entre esas como esta realmente la relación con Dios, conmigo mismo y con los demás. Algunos por ejemplo ya no se volvieron a congregar en la Iglesia y prefieren ver la misa por televisión, ya no hay multitudes en la Misa pero a la vez esta purificación nos ayuda a descubrir quienes realmente están y quienes no, quienes se quedaron con la catequesis de la primera comunión y aún no han crecido, quienes tienen a Dios como un accesorio adicional en su vida y otros quienes lo tienen en el centro de sus vidas, quienes siguen en la religiosidad y quienes son verdaderamente seres espirituales. Es por eso que decimos que la sabiduría de Dios nos trae grandes lecciones en la vida personal y de fe.

¿Cómo es la relación con los demás? Cuidado de convertirnos en cargas pesadas para los demás, cuidado con escandalizar a nuestros hermanos porque nuestras actitudes no dejan ver el rostro amoroso y bondadoso de Cristo sino nuestra falta de coherencia, de paciencia e intolerancia. Se sabe que no es fácil comprender al otro y dejar que nos lapiden, nos lastimen, no es ser uno masoquista a imbécil, pero la sabiduría Divina trae grandes lecciones para nuestra vida personal y de fe, por eso hay que llenarse de Dios, que sea Él quien habite en nosotros.  
Nuestras debilidades, benditas debilidades!, Jesús las destapa porque detrás de ellas allí se esconde esa intolerancia e intransigencia: dejando de lado el derecho y el amor de Dios. Y si esto se desconoce, la ley ya no da vida, sino que genera muerte.

Mi amado Jesús, hoy me recuerdas que nuestras obras son hijas de las actitudes que tenemos en la vida. No puedo pretender un cambio en las actuaciones si antes no ha procedido y precedido una renovación en el modo de pensar y en las actitudes personales. No puedo aparentar ser algo que no soy. No se puede pretender cambiar las obras sin que se modifiquen las actitudes, por eso ayúdame a que en mi haya una transformación desde adentro para ser íntegro y coherente. Nada exterior se renueva si antes no ha habido una renovación interior. Gracias Jesús por estar conmigo en este proceso porque no solo me abres el entendimiento para conocer el querer de Dios sino además me sostienes en el proceso de renovación interior. Que por la experiencia de la gracia de tu amor pueda haber una sincera transformación en mí y un verdadero encuentro con el Señor, Amén.

Dios te bendiga,

¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!

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     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

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