Hoy Jesús nos da dos mensajes muy importantes en la evangelización, la importancia de la misericordia y ponernos en camino.
Primera lectura
Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a Timoteo 4, 10-17b
Querido hermano:
Dimas me ha abandonado, enamorado de este mundo presente, y se marchó a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia; Lucas es el único que está conmigo. Toma a Marcos y tráelo contigo, pues me es útil para el ministerio. A Tíquico lo envié a Efeso.
El manto que dejé en Tróade, en casa de Carpo, tráelo cuando vengas, y también los libros, sobre todo los pergaminos.
Alejandro, el herrero, se ha portado muy mal conmigo; el Señor le dará el pago conforme a sus obras. Guárdate de él también tú, porque se opuso vehementemente a nuestras palabras.
En mi primera defensa, nadie estuvo a mi lado, sino que todos me abandonaron. ¡No les sea tenido en cuenta!
Mas el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas para que, a través de mí, se proclamara plenamente el mensaje y lo oyeran todas las naciones.
Palabra de Dios
Salmo 144,10-11.12-13ab.17-18 R/. Tus santos, Señor, proclaman la gloria de tu reinado
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Lucas 10,1-9
En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, y los mandó delante de él, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él.
Y les decía:
«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que envíe obreros a su mies.
¡Poneos en camino! Mirad que os envío como corderos en medio de lobos. No llevéis bolsa, ni alforja, ni sandalias; y no saludéis a nadie por el camino.
Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros.
Quedaos en la misma casa, comiendo y bebiendo de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa.
Si entráis en una ciudad y os reciben, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya en ella, y decidles: “El reino de Dios ha llegado a vosotros”».
Palabra del Señor
Hoy, la liturgia de la Palabra nos presenta tanto en la primera lectura como en el evangelio cuales son los desafíos que encontramos cuando asumimos la Misión recibida por el Señor.
Pablo le escribe una carta a Timoteo, y la carta tiene un tono de confidencialidad. Recordemos que Timoteo fue un gran amigo y colaborador de Pablo. Esta carta comienza diciendo, “ Dimas me ha abandonado, enamorado de este mundo presente, y se marchó a Tesalónica; Crescente, a Galacia; Tito, a Dalmacia; Lucas es el único que está conmigo”. Así es. Algunos comienzan con mucho entusiasmo con nosotros en este peregrinar pero en el camino se van cansando y quedando no solo atrás sino que nos abandonan, y en realidad no nos están abandonando a nosotros sino al mismo Cristo. Así como algunos reciben el mensaje de Cristo y le obedecen, otros solo lo escuchan, y hay otros que ni siquiera les interesa. Para estos dos últimos casos Pablo nos invita a que no les tengamos en cuenta eso, es decir que no nos llenemos de rencor ni de enojo.
Pablo continúa diciendo “ Pero el Señor me ayudó y me dio salud para anunciar íntegro el mensaje “. Esta parte del mensaje es bien importante, porque Pablo afirma que el único en quien puede confiar con total certeza es el Señor, pues es Él quien le ayuda y da salud. El motivo por el cual toda su vida y los sufrimientos enfrentados valen la pena con tal de anunciar de forma íntegra el Evangelio a los gentiles.
En el evangelio nos dice que Jesús envía de dos en dos, nosotros vamos adelante y el viene detrás. Jesus nos envía también a nosotros, a los lugares a donde Él debe ir. Y nos envía con los mismos consejos y advertencias. Los pequeños detalles del saber llegar y saber salir de un lugar, de aceptar la acogida que se nos ofrece, de cómo debemos comportarnos… Pero también alertando que nos envía en medio de situaciones donde está la presencia del mal, nos advierte que no siempre seremos acogidos, ni nosotros ni el mensaje que llevamos con la vida y la palabra. Que no nos preocupemos… la paz reposará sobre aquellos que son gente de paz.
Hay dos mensajes centrales de la primera lectura y el evangelio, la importancia de la misericordia y ponernos en camino. Para aquellos que rechazan el mensaje de salvación que trae Cristo, oremos por ellos y llenándonos del amor de Dios nuestro corazón será como el de El misericordioso, ese es el mejor signo de que somos de Cristo. Por más rechazos y burlas que suframos por causa del evangelio que esa situación no nos robe la paz, que no guardemos rencor ni tampoco enojo.
Ponernos en camino es obedecer y aceptar la misión que el Señor nos quiere dar y recordar que esa Misión no es solo nuestra sino que es el mismo Dios que va con nosotros, nuestra fuerza está en El. Que gran bendición ser llamados para participar en la misión de Dios porque de esta manera alcanzamos la santidad a la que estamos llamados a ser.
Jesus, hoy me llamas a ser un buen testigo de la fe como es evangelizar no solo desde mi propia vida sino con Tu Palabra, yo soy la voz y tu eres la Palabra. Reconozco mis propios limites, soy consciente de esto y me alegra que donde mis fuerzas y capacidades no llegan, estas Tu para ayudarme. Lo más importante de esta misión es tener un corazón misericordioso para poder entender que no todos aceptaran tu mensaje, pero por esa dificultad no debo de perder la paz porque Tu sabes cual es el momento indicado para cada uno. Me pongo en Tu camino para que pueda llevar a todos quienes me encuentre en este peregrinar a tus pies, que cada día de pasos hacia ti y ayude a otros a seguir tus huellas para que ellos también encuentren la salvación, Amén.
Dios te bendiga,
¡Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!
--
†
Que la
paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en
el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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