La mirada de Jesús
Lectura de la carta del apóstol San Pablo a los Efesios 4, 1-7. 11-13
" Hombre perfecto es cuando alcancemos la medida de Cristo en plenitud "
El Señor desde su misericordia sigue trabajando en nosotros para que alcancemos la medida de Cristo en su plenitud, la razón es para que seamos verdaderamente felices.
Sal 18, 2-3. 4-5 R/. A toda la tierra alcanza su pregón
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 9-13
En aquel tiempo, al pasar vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme». Él se levantó y lo siguió. Y estando en la casa, sentado en la mesa, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaban con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?». Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "Misericordia quiero y no sacrificio": que no he venido a llamar a justos, sino a los pecadores».
Palabra del Señor
Hoy te pido Señor que trabajes en mi voluntad porque al tu trabajar sobre mis debilidades voy alcanzar el hombre perfecto para el que fui creado. La plenitud no está en las cosas terrenas, tu me las das para que las disfrute pero no para que ellas me dominen. Tú Señor al verme no me pierdes de vista, tu mirada me sigue hacia donde voy, porque mis faltas y fallas de amor con el prójimo no te escandalizan. Cuando permito que tu mirada y la mía se crucen siento el gran amor que me tienes porque tu mirar va más allá de lo que simplemente ves, tu miras lo que hay en el corazón. Cuando tu me invitas a seguirte, es porque me ofreces un futuro lleno de posibilidades, un horizonte que habla de plenitud, de paz y balance.
Mi referente en esta vida debe y tiene que ser tú mi Señor, Tú eres el modelo a seguir esto es, amar como Tu amas, perdonar como Tú perdonas, servir como Tú sirves, tener misericordia como Tu eres misericordioso, trabajar por la justicia, la verdad y la equidad, en otras palabras vivir Cristificadamente. Este proceso toma tiempo y lo determina la voluntad que yo tenga para abrir mi corazón hacia ti. Quiero cada día dar pasos para vivir Cristificadamente, desgastar mis días para que mi ser tome la forma de Cristo, llevar una vida en coherencia y fidelidad a mi fe. Ser testigo y dar testimonio de amor se construye por la gracia de Dios, edificado mi vida y mi historia en la roca que es Cristo, y Tu nos da la gracia o el regalo para que podamos acoger, perdonar, abrazar a todos aquellos que como yo tienen heridas. Así como tú dejas huellas de amor en esta vida, que yo también pueda dejar huellas del amor de Cristo en los corazones que se acercan a mi, Amen.
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†
Que la
paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en
el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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