martes, 4 de noviembre de 2014

El hombre que no le gusta estar comprometido siempre saca excusas, eres uno de ellos?

Filipenses 2,5-11 " Tengan entre ustedes los sentimientos propios de Cristo Jesús "
Detengamonos y reflexionemos cuales son los sentimientos que caracterizaron a Cristo, el servicio frente a los demas sin esperar nada a cambio, busco hacer el bien en todo momento, amor y obediencia al Padre ya  los demas hasta llegar a morir, actitudes de misericordia, de perdon. Él, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios, muchos suenan con ser poderosos, alcanzar el poder por medio de la fama, el dinero o al ocupar una posicion importante dentro de una sociedad, otros quieren ser dioses haciendo cosas extraordinarias, se nos engrandece en ego por cualquier diploma o estudio que tengamos, o por ocupar algun puesto importante, o por tener algun dinero en el banco. Jesus renuncia a toda presuncion, a toda petulancia, a creerse el mas sobrado, el mas inteligente, el mas listo. Jesus actuo como un hombre cualquiera, habla de ser un reflejo del Padre: tierno, misericordioso, creativo, valiente, libre, con esperanza, fiel. Dios que es justo por eso lo levanto, lo exalto y le dio el nombre sobre todo nombre JESUS,  de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre. 

Salmo 21 " El Señor es mi alabanza en la gran asamblea "

Lucas 14,15-24 " Vengan, que ya está preparado "

Evangelio
En aquel tiempo, uno de los comensales dijo a Jesús: «¡Dichoso el que coma en el banquete del reino de Dios!» Jesús le contestó: «Un hombre daba un gran banquete y convidó a mucha gente; a la hora del banquete mandó un criado a avisar a los convidados: “Vengan, que ya está preparado.” Pero ellos se excusaron uno tras otro. El primero le dijo: “He comprado un campo y tengo que ir a verlo. Dispénsame, por favor.” Otro dijo: “He comprado cinco yuntas de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por favor.” Otro dijo: “Me acabo de casar y, naturalmente, no puedo ir.” El criado volvió a contárselo al amo. Entonces el dueño de casa, indignado, le dijo al criado: “Sal corriendo a las plazas y calles de la ciudad y tráete a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos.” El criado dijo: “Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía queda sitio.” Entonces el amo le dijo: “Sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa.” Y les digo que ninguno de aquellos convidados probará mi banquete.» 
Palabra del Señor
Gloria a ti Señor Jesus


En múltiples ocasiones Jesús utiliza la imagen del banquete para hablarnos de la Patria celestial. Nuestro Padre no se cansa de invitarnos a su casa. No le basta con invitarnos una vez, cuando todo está ya listo, vuelve a enviar a un criado para recordárnoslo. Impresionan estas palabras, "sal por los caminos y senderos e insísteles hasta que entren y se me llene la casa", se nota el auténtico interés de Dios que nos busca desesperadamente. Pero nosotros que hacemos? sacamos excusas para no ir a la fiesta. Estas son las palabras del Papa Francisco " Como dicen por ahi, muchos se conforman solo con estar en la lista de los invitados, lo cual eso no es suficiente, porque si no entra en la fiesta no se es cristiano. Entrar en la Iglesia es una gracia; entrar en la Iglesia es una invitación. Y este derecho, no se puede comprar. Entrar en la Iglesia es hacer comunidad, comunidad de la Iglesia; entrar en la Iglesia es participar de todo aquello que tenemos, de las virtudes, de las cualidades que el Señor nos ha dado, en el servicio del uno para el otro. Además entrar en la Iglesia significa estar disponible para aquello que el Señor Jesús nos pide. En definitiva entrar en la Iglesia es entrar en este Pueblo de Dios, que camina hacia la eternidad. Ninguno es protagonista en la Iglesia: pero tenemos Uno que ha hecho todo. ¡Dios es el protagonista! Todos nosotros vamos detrás de Él y quien no va detrás de Él, es uno que se excusa y no va a la fiesta".
Pero lo mismo que sucedio en la epoca de Jesus hoy vuelve a pasar, todos son llamados rechazan la invitacion del banquete del Señor,  incredulidad para muchos, y para otros de indiferencia y, por qué no, hasta rechazo ante las cosas de Dios. Los que seguimos a Jesús, los que nos llamamos cristianos, por nuestro compromiso bautismal nos convertimos en ese "siervo" que fue mandado por aquel hombre que daba ese gran banquete a avisar a los convidados. Por la unción del Santo Crisma y la triple condición adquirida de "sacerdote, profeta y rey" nos convertimos en los apóstoles del Señor de este siglo 21. Como tales, estamos llamados a tener participación activa en la extensión del Reino de Dios y convertirnos en mensajeros de la Buena Nueva predicando su amor con nuestro testimonio, la palabra y las buenas obras. Así estamos llamados a atraer a otros al banquete que Dios tiene preparado para nosotros.
Es cierto que las posesiones materiales y el apego a ellas, la ambición de tener más y ser autosuficientes, y la comodidad y el placer, se han de convertir en las excusas que hoy muchos presentan para no acercarse a Dios y escuchar su palabra, para no ir a la Iglesia y vivir de acuerdo a su plan de amor. Sencillamente no van porque no tienen interés. No tienen las ganas de ir.
El Señor nos insiste en que sigamos buscando a aquellos que están fuera de su redil, con quienes quiere seguir llenando su casa, para que disfruten también del banquete. Es fácil invitar a los que estamos dentro de la Iglesia. Sin embargo, estamos llamados a trascender y lanzarnos en busca de los que están fuera de ella. A nosotros nos toca invitar porque esa es la misión que el Señor nos ha encomendado. Los que rechacen esta invitación sencillamente no probarán del gran banquete que Él nos tiene.Sintámonos dichosos porque Nuestro Señor también nos invita a nosotros a su banquete cada día. Él se nos ofrece diariamente en la Eucaristía.

Señor, ¿quién soy yo para que Tú, Dios omnipotente y dueño del universo, me busque y me invite a participar en la oración, en la Eucaristía? Señor tu que me respetas mi libertad cuando me hago el sordo e indiferente, Señor perdoname porque muchas veces solo te he buscado cuando necesito un favor tuyo, te he utilizado tantas veces.... Las veces que estoy alegre y feliz se me olvida que existes, solo te busco cuando estoy en momentos de soledad y tristeza, pero tu siempre estas ahi esperandome, tu me acoges con tu amor y ternura. Que ingrato soy Señor contigo..... Tu que siempre me seduces y no te cansas de buscarme, ayudame a volver al primer amor, Dame las ganas, la valentia y el suficiente amor para seguirte y amarte. Gracias, Señor, por tanto amor y por estar siempre a mi lado, te doy todo lo que tengo y lo unico que tengo son mis miserias. Contigo lo tengo todo y por Ti quiero darlo todo. Amen. 

Tarea : Despegate de lo que te aparta de Dios

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