viernes, 3 de febrero de 2017

Cuando nos dejamos orientar por las opiniones humanas pronto traicionamos nuestras íntimas convicciones y acabamos de decapitar nuestras mejores esperanzas….

Hebreos 13,1-8

Hermanos: Conservad el amor fraterno y no olvidéis la hospitalidad; por ella algunos recibieron sin saberlo la visita de unos ángeles. Acordaos de los que están presos, como si estuvierais presos con ellos; de los que son maltratados, como si estuvierais en su carne. Que todos respeten el matrimonio, el lecho nupcial que nadie lo mancille, porque a los libertinos y adúlteros Dios los juzgará. Vivid sin ansia de dinero, contentándoos con lo que tengáis, pues él mismo dijo: "Nunca te dejaré ni te abandonaré"; así tendremos valor para decir: "El Señor es mi auxilio: nada temo; ¿qué podrá hacerme el hombre?" Acordaos de vuestros dirigentes, que os anunciaron la palabra de Dios; fijaos en el desenlace de su vida e imitad su fe. Jesucristo es el mismo ayer y hoy y siempre.
Palabra de Dios



Hoy la primera lectura nos invita que debemos de valorar cuando nos congregamos en familia porque la fe se vive y crece en comunidad. Cada uno de sus miembros es el cuerpo vivo de cristo y debemos de cuidar por su salud. Como nos dice la lectura “ conserven el amor fraterno, ser hospitalarios, visitar a los presos, ser misericordiosos con los que sufren, los que están casados respetar el matrimonio, no ser codiciosos por el dinero, la fama y el poder.  A renglón seguido nos dice el Señor  "Nunca te dejaré ni te abandonaré". Esta exhortación no sólo es para aquellos dirigentes, cabezas visibles de la iglesia de Cristo sino todos los que decimos creer y seguir a Cristo.

Pero para que entendamos un poco más acerca de la lectura debemos comprender el contexto de esta carta. Parece que fue escrita a una comunidad que habían perdido todo por causa de su conversión al cristianismo. A pesar de esas dificultades por la que ellos estaban sufriendo el Señor los anima a seguir unidos como comunidad y les aconseja específicamente en dos cosas, conservarse en cuerpos vivos y velando por su salud.  

Pero cómo podemos conservarnos como cuerpos vivos y velando por su salud?

Dios nos ha dado una herramientas muy poderosas como son la oración y la predicación. La oración debe permanecer viva lo que significa que nazca desde la sinceridad del corazón, con perseverancia y sobre todo tomando momentos para el discernimiento y así poder escuchar el mensaje del buen Dios.  La otra herramienta que nos da el Señor es la predicación, que no es más que el testimonio de vida porque al ser integro estas confirmando el poder que tiene Dios sobre tus debilidades.  Yo desde mi experiencia espiritual afirmó que muchas veces cuando hago la reflexiones soy la primera exhortada, la primera corregida, y la mayor parte de las veces siento un dolor en el alma al saber todo lo que me falta por alcanzar la estatura de Cristo. La Palabra de Dios permanecer firme y debemos de cuidarla para que no sea distorsionada. La palabra de Dios ilumina, tiene el poder de descubrir las verdaderas intenciones del corazón.

Pero qué significa velando por la salud?   

Todos somos miembros vivos de Cristo y nos debemos de llevar mutuamente, cuidando la salud de cada uno de los miembros que hacen parte de ella, esto significa que no podemos vivir para nosotros mismos sino que debemos de cuidar nuestras relaciones con los demás, no fuimos creados para vivir solos. Mi hermano es también hijo de Dios y por más fallas y errores que tenga el reto es encontrar aquello que lo hace único y ser maravilloso. Es como cuando entras a un pantano y te revuelcas en el. No es fácil reconocerte pero cada vez que vas removiendo el pantano de tu cuerpo con el agua se va viendo tus facciones físicas. Así de la misma manera sucede con los seres humanos. Muchos pueden tener muchas máscaras y esconden en lo más profundo de su ser una preciosa joya que es tu esencia, que te hace único e irrepetible.     

El Señor nos hizo para vivir en comunidad y no vivir aislados. El motivo muy sencillo, para amar y para servir al otro. Cuando se tiene una comunidad, ejemplo la pequeña comunidad que todos tenemos es la familia debemos de preocuparnos que todos los miembros de ella se sientan bien, osea amados, aceptados, valorados. Otra comunidad que Dios nos da son los compañeros de trabajo, del estudio, los que tienen los mismos gustos e intereses y los hermanos de la fe. A ellos también hay que tratar de conservar el amor fraterno y practicar la hospitalidad,  incluir aquellos que se sienten aislados, encarcelados en su propio mundo por causa del egoísmo, otros encarcelados por las adicciones, otros que piensan que viven libres pero están encerrados en su mundo de mentiras. Hay que ir a buscar aquellos que han perdido la esperanza de vivir y luchar porque ven cómo la vida les pago con ingratitud el amor y la confianza que depositaron en alguien. La comunidad es la mejor oportunidad para practicar el amor que dices de tener por Cristo y que se vea reflejado en tu hermano y a la vez donde la Fe crece porque es el mismo Cristo impulsandonos hacer el bien.  

En resumen esta carta nos invita a que conozcamos cuales son las comunidades que Dios nos ha dado y que conservemos el amor fraterno, orando uno por otros y que sea la Palabra de Dios iluminando nuestras vidas.

Salmo 26 “ El Señor es mi luz y mi salvación “

Marcos 6,14-29

En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes oyó hablar de él. Unos decían: "Juan Bautista ha resucitado, y por eso los poderes actúan en él." Otros decían: "Es Elías." Otros: "Es un profeta como los antiguos." Herodes, al oírlo, decía: "Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado." Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado. El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener la mujer de su hermano.

Herodías aborrecía a Juan y quería quitarlo de en medio; no acababa de conseguirlo, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre honrado y santo, y lo defendía. Cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y lo escuchaba con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea. La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: "Pídeme lo que quieras, que te lo doy." Y le juró: "Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino." Ella salió a preguntarle a su madre: "¿Qué le pido?" La madre le contestó: "La cabeza de Juan, el Bautista." Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: "Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan, el Bautista." El rey se puso muy triste; pero, por el juramento y los convidados, no quiso desairarla. En seguida le mandó a un verdugo que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo enterraron.

Palabra de Dios

Te alabamos Señor

Hoy el evangelio nos habla acerca de Herodes quien por ser una persona que vivía en mentiras y por temor a ser descubierto hace lo que sea necesario para que nadie sepa la verdad.

Porque Herodes quien respetaba a Juan al reconocer que era un hombre honrado, santo, y lo defendía, como también cuando lo escuchaba, quedaba desconcertado, y disfrutaba de su compañía, es de extrañar porque a pesar de todo esto acaba terminado con su vida?

Hasta dónde puede llegar un hombre por tratar de complacer a otros y de cuidar su imagen? llegan hasta sobornar y acabar con la vida de otro.  

Juan era sólido, su solidez era en el querer de Dios. Juan no quería agradar a los hombres sino a Dios. Juan era sólido a sus principios y por no tener temor de decir la verdad aceptó ser encarcelado. Juan por ser una persona íntegra. honrada, y santo como lo describe Herodes tenía muchos enemigos, porque cuando se dice la verdad incómoda algunos. Herodes por su parte llevaba una vida de mentiras y cuando se vive de esa manera se cae en supersticiones, en el cinismo. Por eso no es de asombrarnos que aquellos que viven en la mentira hasta pueden llegar a practicar las artes oscuras de la brujería para mantenerse en el poder, lograr éxito  y vivir en la farsa.

Por otra parte que queria ensenar Juan al denunciar el adulterio de Herodes, el hubiera podido quedarse callado y nada hubiera pasado. Sencillamente porque se está con Dios o no se está. El ser humano no puede tener el corazón dividido. Como decía Fray Luis de Granada, “las opiniones humanas son un monstruo de mil cabezas, y quien pretende orientarse por ese monstruo pronto traicionará sus más íntimas convicciones y hará decapitar sus mejores esperanzas.”....

Por último quiero compartir una pequeña reflexión del Papa Francisco que dice asi “ Es el desconcierto que, frente a la novedad que revoluciona la historia, se encierra en sí mismo, en sus logros, en sus saberes, en sus éxitos. El desconcierto de quien está sentado sobre la riqueza sin lograr ver más allá. Un desconcierto que brota del corazón de quién quiere controlar todo y a todos. Es el desconcierto del que está inmerso en la cultura del ganar cueste lo que cueste; en esa cultura que sólo tiene espacio para los “vencedores” y al precio que sea. Un desconcierto que nace del miedo y del temor ante lo que nos cuestiona y pone en riesgo nuestras seguridades y verdades, nuestras formas de aferrarnos al mundo y a la vida. Y Herodes tuvo miedo, y ese miedo lo condujo a buscar seguridad en el crimen.”

Señor hoy vengo a ti y te pido que me llenes de tu luz porque no quiero callar mi conciencia para agradar a los hombres. Dame la valentía de ser como Juan el bautista quien no tuvo temor de denunciar lo que es mentira. Ayúdame a defender la vida y los valores morales de Cristo. Quiero ser un discípulo tuyo íntegro, un instrumento útil en tus manos para que puedas tocar a otros a través de mi. Se que hay algunos que están cerca de mi y sienten en su interior ese llamado que tu le haces para acogerte desde tu misericordia. Dales a ellos la claridad con tu luz para que rompas esos muros de sus corazones y así ellos puedan aceptarte y encontrar la paz y la felicidad que tanto deseas darles. Pero quizás tu silencio, Señor, quizás ver tu silencio sería su salvación. Pero también en el silencio tu les hablas, Pero, cuánto puedo escucharte en ellos… yo opto por escucharte. Amen, Amen, Amen

Dios lo bendiga,


Alabado sea Jesucristo!!!

Tarea: No ser caprichoso

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 Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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