viernes, 10 de febrero de 2017

El pecado trata de hacernos caer y perder lo que costo tiempo en construir, no te dejes vencer por el mal….


Génesis 3,1-8

La serpiente era el más astuto de los animales del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: "¿Cómo es que os ha dicho Dios que no comáis de ningún árbol del jardín?" La mujer respondió a la serpiente: "Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; solamente del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios: "No comáis de él ni lo toquéis, bajo pena de muerte."" La serpiente replicó a la mujer: "No moriréis. Bien sabe Dios que cuando comáis de él se os abrirán los ojos y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal."

La mujer vio que el árbol era apetitoso, atrayente y deseable, porque daba inteligencia; tomó del fruto, comió y ofreció a su marido, el cual comió. Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos; entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron. Oyeron al Señor que paseaba por el jardín a la hora de la brisa; el hombre y su mujer se escondieron de la vista del Señor Dios entre los árboles del jardín.Palabra de Dios
Palabra de Dios
Gloria a ti Senor Jesus
Dios te bendiga,
Alabado Jesucristo!!!
Tarea : Aprende a escuchar


Hoy la primera lectura nos habla del pecado original que está desde el comienzo de nuestra naturaleza humana. En la Biblia el pecado está representado en la serpiente porque este animal tiene una característica muy especial  como es la capacidad de moverse sigilosamente, con cautela y se esconde. De la misma manera actúa el mal. El mal se esconde de varias maneras entre ellas es el escondite semántico es decir a través de palabras que disimula el verdadero tamaño de la maldad, por ejemplo cuando al aborto se le llama interrupción voluntaria del embarazo. Es mejor decir eso que asesinato de una vida en gestación, cuando a la eutanasia se le llama muerte digna, suena como más bonito o es mejor decir eso que decir deshacernos de este viejito porque ya esta cansado, esta enfermito,  es mejor que descanse porque ya está muy cansoncito.

La otra manera que el mal trabaja es cuando uno no se da cuenta del mal que va hacer, osea las consecuencias que va a tener después de hacer algo. Por ejemplo las personas que beben, que se drogan fácilmente al principio posiblemente tienen una experiencia agradable, pero luego eso va pasar una factura, las consecuencias de haber bebido mucho de haberse drogado es tener ese sentimiento de culpa, el malestar en el cuerpo. El pecado sabe esconderse muy bien para hacernos caer. Por eso se compara el pecado con la serpiente. En muchos casos solo basta una mordida de la serpiente para producir el efecto de su veneno que acaba con la vida. Por eso el pecado se oculta detrás de palabras que disimulan su gravedad, sabe esconde sus consecuencias para hacernos caer y perder lo que costó tiempo construir.  Así se dañan matrimonios, así se dañan vocaciones sacerdotales, así se danan la inocencia de los niños, así se corrompe la clase política. Por eso hay conocer cómo trabaja el mal para no terminar atrapados.

Recordemos que en días pasados decíamos que el mal no está afuera de nosotros sino dentro de nosotros. Porque es desde el corazón donde decidimos. Esta en mi decisión si hago o dejo de hacer.  En otras palabras yo decido que es bueno para mi. Mi propio “Yo” es quien obra desde lo que ven unos ojos adiestrados por una serpiente.   

Cuántas veces dejamos que nuestro “ yo “ sea quien nos domina y dirija nuestra decisiones y se nos olvida averiguar con qué ojos estamos viendo el mundo....Pocas veces averiguamos quien nos enseñó a ver las cosas como las vemos.

Salmo 31 “ Dichoso el que esta absuelto de su culpa “

Marcos 7,31-37

En aquel tiempo, dejando Jesús el territorio de Tiro, pasó por Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis. Y le presentaron un sordo que, además, apenas podía hablar; y le piden que le imponga las manos. Él, apartándolo de la gente a un lado, le metió los dedos en los oídos y con la saliva le tocó la lengua. Y, mirando al cielo, suspiró y le dijo: "Effetá", esto es: "Ábrete". Y al momento se le abrieron los oídos, se le soltó la traba de la lengua y hablaba sin dificultad. Él les mandó que no lo dijeran a nadie; pero, cuanto más se lo mandaba, con más insistencia lo proclamaban ellos. Y en el colmo del asombro decían: "Todo lo ha hecho bien; hace oír a los sordos y hablar a los mudos."
Hoy vemos una vez más la actitud de Jesús cuando le presentan a un sordo para que sea sanado y le piden que le imponga las manos.  Dice la lectura que Jesús se apartó de la gente y a solas con él, le metió los dedos en los oídos y le tocó la lengua con saliva. Luego, levantando los ojos al cielo, suspiró y dijo “ Effetá” que significa ábrete.

Jesús aparta a este sordo de la gente es como si la sordera de ese hombre tuviera que ver con la sobrecarga de voces de la multitud. A veces oír a todos es oír a nadie. No te ha sucedido? cuando todos te hablan a la vez, no eres capaz de escuchar a nadie.

Porque Jesús hace este gesto de meterle los dedos en los oídos y toca la lengua del hombre con su propia saliva? recordemos que este hombre es sordo y Jesús utiliza el lenguaje propio de los sordos para hacerle entender que es lo que está sucediendo y que está haciendo.  Con sus dedos y su saliva Jesús le está hablando a él, Jesús lo trata como un ser humano y no lo rechaza por su condición, Jesús se pone al mismo nivel o posibilidades del enfermo.    

Pidámosle al buen Dios que nos cure de la sordera del egoísmo, de la vanidad, del orgullo, de no querer hacer su voluntad, de aun alimentar malas intenciones en nuestro corazón, que podamos escuchar la voz de Dios cuando nos habla, ser dóciles a su Palabra y dejar que ella nos exhorte y nos limpie de tanta maldad de nuestro corazón. Que por su gracia podamos llevar el mensaje de la buena noticia aquellos que no la han escuchado nunca o quienes la han olvidado y sepultado bajo las espinas de las preocupaciones y de los engaños del mundo. Que el buna Dios nos regale su sabiduría para reconocer como el mal actúa en nuestra vida, el pecado es muy astuto, siempre aparece estar de nuestro lado, nos engaña dando la apariencia que es bueno, pero a la vez nos ensoberbece,  el mal se presenta seductor, fascinante y nos lleva a comunicar el engaño a otras personas y cuando entra malicia en el corazón nos descubrimos necesitado de aparentar lo que no somos y preferimos escondernos de El. Por ultimo pidamosle al Señor que con su poder nos libere de todo aquello que aun me encadena y no me deja ver con sus ojos divinos, Amen, Amen, Amen.


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 Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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