jueves, 28 de febrero de 2019

Cuales son tus excusas para no volver al Señor?




Eclesiástico 5,1-10
No confíes en tus riquezas ni digas: "Soy poderoso"; no confíes en tus fuerzas para seguir tus caprichos; no sigas tus antojos y codicias ni camines según tus pasiones. No digas: "¿Quién me podrá?", porque el Señor te exigirá cuentas; no digas: "He pecado, y nada malo me ha sucedido", porque él es un Dios paciente; no digas: "El Señor es compasivo y borrará todas mis culpas." No te fíes de su perdón para añadir culpas a culpas, pensando: "Es grande su compasión, y perdonará mis muchas culpas"; porque tiene compasión y cólera, y su ira recae sobre los malvados. No tardes en volverte a él ni des largas de un día para otro; porque su furor brota de repente, y el día de la venganza perecerás. No confíes en riquezas injustas, que no te servirán el día de la ira.
Palabra de Dios


Salmo 1 " Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor."

Marcos 9,41-50
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El que os dé a beber un vaso de agua, porque seguís al Mesías, os aseguro que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te hace caer, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos al infierno, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace caer, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies al infierno. Y, si tu ojo te hace caer, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga.
Todos serán salados a fuego. Buena es la sal; pero si la sal se vuelve sosa, ¿con qué la sazonaréis? Que no falte entre vosotros la sal, y vivid en paz unos con otros."
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Hoy la primera lectura nos trae tres perlas para alcanzar la sabiduría y es por eso que os advierte de tres actitudes como es la arrogancia, el cinismo y la negligencia.

Que es la arrogancia, es cuando decimos “ Yo a nadie me someto “ . Es darse gusto así mismo y creerse absoluto. Esta actitud insensata normalmente va asociada a la abundancia de riquezas : “ Con ellas todo lo tengo “.  Los arrogantes solo le dan gusto a sus instintos y pasiones, a sus antojos y caprichos. Ellos no se someten a la ley de Dios porque piensan que la ley de Dios esclaviza, pero ellos viven esclavizados de sus propias pasiones.

Que es el cinismo, "he pecado y nada me ha sucedido". Lo más trágico del cínico es que hace una muralla de ceguera con sus propias palabras y así termina por convertir en desgracia suya lo que era ternura y paciencia de su Dios. Algunos siendo conscientes del mal que están haciendo persisten y prometen que esta es la última vez que hacen esa vuelta, piensan que todo lo tienen controlado, piensan que son muy astutos e inteligentes y se les olvida que puede aparecer alguien mucho más astuto e inteligente que ellos y los saca del camino. Algunos de ellos los podemos ver postrados en una cama, otros solos, otros sin nada, en una cárcel o hasta muertos.

La negligencia es "amontonar pecado tras pecado, diciendo: su misericordia es grande y él perdonará todas mis culpas" . He aquí otra ironía cruel: utilizar a Dios contra Dios, arguyendo su propia paciencia para arrojar en su rostro nuevas y peores faltas, pretendiendo que somos dueños de nuestro tiempo y que podremos siempre decidir nuestra suerte. No seamos tan tercos, no tardemos en volver al Señor que no sea que sea demasiado tarde.

Hoy el evangelio nos invita a tener una actitud radical, esta es expresada con estas palabras de Jesús "Si tu mano te es ocasión de pecado, córtatela" (Mc 9,43). Si hemos visto, en efecto, que la arrogancia, el cinismo y la negligencia aplaza la conversión y posterga una y otra vez las decisiones que habría que tomar, la solución no puede ser otra que aquello que nos dice Jesucristo: actúa ya.

El Señor nos habla en todo momento, y su Palabra nosotros la debemos escuchar, meditar y obedecer. Porque estas tres acciones, pues bien hay que escucharla porque la Palabra de Dios nos desnuda el alma, toca las fibras más ocultas de nuestro ser. Escuchar la Palabra de Dios no es solo escuchar con los oídos, sino es estar frente al amado y dejar que él nos hable al corazón, que nos muestre en qué debemos mejorar, en qué estamos fallando, para eso necesitamos un corazón humilde.

La Palabra de Dios debe ser meditada, ella me confronta porque es poner nuestra vida ante los ojos de Dios, que es lo que me pide el Señor y que estoy haciendo, me pide coherencia e integridad. Para eso necesitamos tener un corazón honesto. Si bien tenemos un Dios que es misericordioso entonces no podemos tomar la conversión como una oportunidad para seguir viviendo el pecado sino una oportunidad que Dios nos da para nuestra salvación. No podemos acoger el amor de Dios como una obligación que Él tiene con nosotros. No podemos ser tan cínicos de decir y exigir porque Dios es misericordioso y amoroso entonces me tiene que perdonar. Se nos olvida de la obligación de nosotros para responder a su amor. 

La Palabra de Dios debe ser obedecida, lo que significa reconocer la generosidad y la misericordia divina. Para esto necesitamos ser agradecidos. Dios no es alcahueta,  claro está que él entiende nuestra fragilidad pero no podemos sacar disculpas y excusas para seguir revolcandonos en el pecado. Es por eso que la misericordia de Dios no puede ser mal entendida. Otro error que algunos cometen para no obedecer la Palabra de Dios es que al reconocer la conversión como un proceso entonces se esconden en esa palabra “ proceso “, entonces terminamos diciendo “ necesito tiempo para cambiar, tenganme paciencia “.  Sacamos una y otra vez disculpas para nuestra conversión. Cuando aplazas tu conversión estás aplazando la obra de Dios en ti, lo que Él ha soñado en ti.  y posiblemente con consecuencias trágicas para nosotros mismos.

Señor Jesús hoy me haces tres advertencias la arrogancia, el cinismo y la negligencia. Ellas nos impiden volver hacia ti.  Dame la gracia de que me guste las cosas de Dios, que por más afanes que tengo en el dia siempre tome tiempo para hablarle al amor de mis amores. Permite tener un corazón humilde para escuchar tu Palabra y dejarme desnudar el alma con ella, que me esfuerce en meditarla y descubrir lo que me dices a través de ella y que sea honesto contigo y conmigo. Ayudame a tener la voluntad para actuar ya y no posponer el encuentro contigo y regalame un corazón agradecido que reconoce Tu generosidad y Tu misericordia conmigo oportunidad que me das para mi salvación, Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!!

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Lectio Divina

LA INSONDABLE PROFUNDIDAD DE DIOS
Dios está en todas partes, es inmenso y está cerca de todos, según atestigua de sí mismo: Yo soy -dice- un Dios cercano, no lejano. El Dios que buscamos no está lejos de nosotros, ya que está dentro de nosotros, si somos dignos de esta presencia. Habita en nosotros como el alma en el cuerpo, a condición de que seamos miembros sanos de él, de que estemos muertos al pecado. Entonces habita verdaderamente en nosotros aquel que ha dicho: Habitaré en medio de ellos y andaré entre ellos. Si somos dignos de que él esté en nosotros, entonces somos realmente vivificados por él, como miembros vivos suyos: Pues en él -como dice el Apóstol- vivimos, nos movemos y existimos.

¿Quién, me pregunto, será capaz de penetrar en el conocimiento del Altísimo, si tenemos en cuenta lo inefable e incomprensible de su ser? ¿Quién podrá investigar las profundidades de Dios? ¿Quién podrá gloriarse de conocer al Dios infinito que todo lo llena y todo lo rodea, que todo lo penetra y todo lo supera, que todo lo abarca y todo lo trasciende? A Dios ningún hombre vio ni puede ver. Nadie, pues, tenga la presunción de preguntarse sobre lo indescifrable de Dios, qué fue, cómo fue, quién fue. Éstas son cosas inefables, inescrutables, impenetrables; limítate a creer con sencillez, pero con firmeza, que Dios es y será tal cual fue, porque es inmutable.

¿Quién es, por tanto, Dios? El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son un solo Dios. No indagues más acerca de Dios; porque los que quieren saber las profundidades insondables deben antes considerar las cosas de la naturaleza. En efecto, el conocimiento de la Trinidad divina se compara con razón a la profundidad del mar, según aquella expresión del Eclesiastés: Profundo quedó lo que estaba profundo: ¿quién lo alcanzará? Porque, del mismo modo que la profundidad del mar es impenetrable a nuestros ojos, así también la divinidad de la Trinidad escapa a nuestra comprensión. Y por esto, insisto, si alguno se empeña en saber lo que debe creer, no piense que lo entenderá mejor disertando que creyendo; al contrario, al ser buscado, el conocimiento de la divinidad se alejará más aún que antes de aquel que pretenda conseguirlo.

Busca, pues, el conocimiento supremo, no con disquisiciones verbales, sino con la perfección de una buena conducta; no con palabras, sino con la fe que procede de un corazón sencillo y que no es fruto de una argumentación basada en una sabiduría irreverente. Por tanto, si buscas mediante el discurso racional al que es inefable, estará lejos de ti, más de lo que estaba; pero, si lo buscas mediante la fe, la sabiduría estará a la puerta, que es donde tiene su morada, y allí será contemplada, en parte por lo menos. Y también podemos realmente alcanzarla un poco cuando creemos en aquel que es invisible, sin comprenderlo; porque Dios ha de ser creído tal cual es, invisible, aunque el corazón puro pueda, en parte, contemplarlo.
RESPONSORIO    Sal 35, 6-7; Rm 11, 33
R. Señor, tu misericordia llega al cielo, tu fidelidad hasta las nubes; * tu justicia es como las altas cordilleras, tus sentencias como el océano inmenso.
V. ¡Qué abismo de riqueza es la sabiduría y ciencia de Dios! ¡Qué insondables son sus juicios!
R. Tu justicia es como las altas cordilleras, tus sentencias como el océano inmenso.

ORACIÓN.
OREMOS,
Concédenos, Dios todopoderoso, que la constante meditación de tu doctrina nos impulse a hablar y a actuar siempre según tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

miércoles, 27 de febrero de 2019


Un corazón que pide Luz, siempre encontrara sabiduría.


 
Eclesiástico 4,12-22
La sabiduría instruye a sus hijos, estimula a los que la comprenden. Los que la aman aman la vida, los que la buscan alcanzan el favor del Señor; los que la retienen consiguen gloria del Señor, el Señor bendecirá su morada; los que la sirven sirven al Santo, Dios ama a los que la aman. Quien me escucha juzgará rectamente, quien me hace caso habitará en mis atrios; disimulada caminaré con él, comenzaré probándolo con tentaciones; cuando su corazón se entregue a mí, volveré a él para guiarlo y revelarle mis secretos; pero, si se desvía, lo rechazaré y lo encerraré en la prisión; si se aparte de mí, lo arrojaré y lo entregaré a la ruina.
Palabra de Dios


Salmo 118 " Mucha paz tienen los que aman tus leyes, Señor."

Marcos 9,38-40
En aquel tiempo, dijo Juan a Jesús: "Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros." Jesús respondió: "No se lo impidáis, porque uno que hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro."
Palabra de Dios


La primera lectura es una gran bendición para nuestra vida porque nos habla acerca de la sabiduría divina, lo importante y lo provechoso que nos trae para nuestra vida. Ayer decíamos que la sabiduría no es el acumulo de conocimientos como algunos creen. La sabiduría es el saber vivir con y para Dios.

A qué me refiero al decir La sabiduría es el saber vivir con y para o en cara a Dios ?
Pues bien, vivir con Dios es tenerlo a Él como centro de nuestra vida. Si mi corazón tiene en su centro a Cristo y si me esfuerzo desde lo humano y por la gracia de Dios vivo como Cristo entonces alcanzare la plenitud y la paz que tanto deseo y necesito. Cuando decimos que la sabiduría es vivir para o en cara a Dios, significa dejarlo brillar en cada una de nuestras acciones.  Es poner en cada cosa que haga las gotas de amor de Dios.

Algunos se preguntarán cómo es posible lograr todo esto lo que acabe de decir. Pues bien, desde mi experiencia personal puedo decir y afirmar que la Palabra de Dios me ha dado la serenidad que tanto necesitaba, como también a despertado en mí la alegría y las ganas de ser una persona de oración. Además,  la Palabra de Dios ha traído luz para mi vida.

La Biblia está para que la leamos, para que la saboreemos y aprendamos, fue por eso que el Espíritu santo de Dios quiso que quedaran estos textos. Intenta, haz la prueba!. No trates de leer la Biblia como un libro más de la biblioteca. La Biblia trae mucha riqueza y ayuda espiritual para nuestra vida. Déjate corregir con ella, déjate consolar con ella, déjate deleitar con ella. Si puedes haz parte de un grupo de oración de la iglesia, escucha predicas de laicos católicos, de sacerdotes y veras como tu vida empieza a cambiar. Un corazón sereno, un corazón orante, un corazón que pide luz, encontrará sabiduría.

No es fácil uno poder conectar la vida con la fe. Algunos piensan que van por separado. Para nada. Dios está presente en cada minuto de nuestra existencia, nuestro reto es encontrarlo en lugares insospechados. Encontrar su sabiduría en el curso de nuestros días, allí donde ella nos aguarda; encontrar también la presencia, el Nombre y el poder de Jesús más allá de las fronteras que a veces creemos definitivas.

En el evangelio vemos cómo Jesús invita a sus discípulos a buscar aliados. Ciertamente en nuestras comunidades podemos vemos como hay ese malestar, ese tipo de intolerancia, de creernos elite, de creernos que tenemos agarrada la sabiduría de Dios hasta llegar al punto de estar convencidos que somos los únicos que sabemos la verdad. No es extraño escuchar en algunos esta afirmación “ nosotros somos los únicos que se van a salvar “.

Recordemos lo que dice Jesús “ El que echa demonios en mi nombre no se lo impidáis, ellos no puede hablar en contra mía “. La presencia, el nombre y el poder del Señor siempre rebasa las fronteras que nosotros nos imaginamos y que a veces inconscientemente nosotros somos quienes ponemos los límites. Nuestro Dios es un Dios que está lleno de sorpresas, el tiene mucho más que decirnos y enseñarnos. Buen ejemplo nos a enseñado el Papa Francisco, entonces tratemos de imitarlo así como lo hizo Cristo. Así pues, hoy es un buen día para abrir nuestra mente para buscar la sabiduría de Dios y para buscar los lugares insospechados donde también Cristo se está glorificando.

Señor cada día me sorprendes mas, cada dia me quieres decir y enseñar más acerca de ti.  Gracias por dejarme Tu Palabra que da vida a mis huesos secos. Hoy quiero renovar mi relación contigo porque quiero vivir mi vida con y para ti, eso es la verdadera sabiduría. Tu quieres hacer cosas extraordinarias conmigo y a través de mi. Por eso me pongo a tu disposición porque un corazón sereno, un corazón orante, un corazón que pide luz, encontrará sabiduría. Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!


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     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Lectio Divina

De los Sermones de san Agustín, obispo
(Sermón Caillau-Saint-Yves 2, 92: PLS 2, 441-552)

EL QUE PERMANEZCA FIRME HASTA EL FIN SE SALVARA
Las aflicciones y tribulaciones que a veces sufrimos nos sirven de advertencia y corrección. La sagrada Escritura, en efecto, no nos promete paz, seguridad y tranquilidad, sino que el Evangelio nos anuncia aflicciones, tribulaciones y pruebas; pero el que permanezca firme hasta el fin se salvará. ¿Qué ha tenido nunca de bueno esta vida, ya desde el primer hombre, desde que éste se hizo merecedor de la muerte, desde que recibió la maldición, maldición de la que nos ha liberado Cristo el Señor?

No hay que murmurar, pues, hermanos como murmuraron algunos -son palabras del Apóstol- y perecieron mordidos por las serpientes. Los mismos sufrimientos que soportamos nosotros tuvieron que soportarlos también nuestros padres; en esto no hay diferencia. Y, con todo, la gente murmura de su tiempo, como si hubieran sido mejores los tiempos de nuestros padres. Y si pudieran retornar al tiempo de sus padres, murmurarían igualmente. El tiempo pasado lo juzgamos mejor, sencillamente porque no es el nuestro.

Si ya has sido liberado de la maldición, si ya has creído en el Hijo de Dios, si ya has sido instruido en las sagradas Escrituras, me sorprende que tengas por bueno el tiempo en que vivió Adán. Y tus padres cargaron también con el castigo merecido por Adán. Sabemos que a Adán se le dijo: Con sudor de tu frente comerás el pan y trabajarás la tierra de la que fuiste sacado; brotará para ti cardos y espinas. Esto es lo que mereció, esto recibió, esto consiguió por el justo juicio de Dios. ¿Por qué piensas, pues, que los tiempos pasados fueron mejores que los tuyos? Desde el primer Adán hasta el de hoy, fatiga y sudor, cardos y espinas. ¿Acaso ha caído sobre nosotros el diluvio? ¿O aquellos tiempos difíciles de hambre y de guerras, de los cuales se escribió precisamente para que no murmuremos del tiempo presente contra Dios?

¡Cuáles fueron aquellos tiempos! ¿No es verdad que todos, al leer sobre ellos, nos horrorizamos? Por esto, más que murmurar de nuestro tiempo, lo que debemos hacer es congratularnos de él.
RESPONSORIO    Sal 76, 6-7. 3. cf. 11. cf. 10
R. Repaso los días antiguos, recuerdo los años remotos; de noche medito en mi interior. * Y exclamo: «Dios mío, ten misericordia de mí.»
V. En mi angustia te busco, Señor; de noche extiendo hacia ti mis manos sin descanso.
R. Y exclamo: «Dios mío, ten misericordia de mí.»

ORACIÓN.
OREMOS,
Concédenos, Dios todopoderoso, que la constante meditación de tu doctrina nos impulse a hablar y a actuar siempre según tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

martes, 26 de febrero de 2019


Sirve de algo las pruebas que uno tiene que pasar?


Eclesiástico 2,1-13
Hijo mío, cuando te acerques al temor de Dios, prepárate para las pruebas; mantén el corazón firme, sé valiente, no te asustes en el momento de la prueba; pégate a él, no lo abandones, y al final serás enaltecido. Acepta cuanto te suceda, aguanta enfermedad y pobreza, porque el oro se acrisola en el fuego, y el hombre que Dios ama, en el horno de la pobreza. Confía en Dios, que él te ayudará; espera en él, y te allanará el camino. Los que teméis al Señor, esperad en su misericordia, y no os apartéis, para no caer; los que teméis al Señor, confiad en él, que no retendrá vuestro salario hasta mañana; los que teméis al Señor, esperad bienes, gozo perpetuo y salvación; los que teméis al Señor, amadlo, y él iluminará vuestros corazones. Fijaos en las generaciones pretéritas: ¿quién confió en el Señor y quedó defraudado?; ¿quién esperó en él y quedó abandonado?; ¿quién gritó a él y no fue escuchado? Porque el Señor es clemente y misericordioso, perdona el pecado y salva del peligro.
Palabra de Dios


Salmo 36 " Encomienda tu camino al Señor, y él actuará"

Marcos 9,30-37
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará." Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: "¿De qué discutíais por el camino?" Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: "Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos." Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: "El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado."
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Hoy la primera lectura comienza diciéndonos “ Hijo mío, cuando te acerques al temor de Dios, prepárate para las pruebas “. Osea los que aceptamos ese llamado por parte de Dios debemos estar listos y preparados para la prueba. Cómo nos debemos preparar? La misma lectura nos dice : no te asustes, no decaigas, no te rindas.

Hay una gran diferencia entre resistencia desde la parte humana y perseverancia humana, esta ultima esta acompañada desde la naturaleza divina, como la vida de los santos. Nuestra fortaleza cristiana esta en esta frase: "pégate al Señor". La clave no es: "juega a ser un superhombre"; ni tampoco: "haz de cuenta que nada sucede"; ni menos: "anestésiate; aprende a huir". La gran clave es: "pégate al Señor".

Cuando leemos por ejemplo el antiguo testamento vemos como los patriarcas y el pueblo elegido por Dios fueron capaces de sobrepasar todas sus dificultades cuando se aferraron a Dios sabiendo que era un pueblo que no era cien por ciento fiel a Dios, ellos así como nosotros somos frágiles, codiciosos, ingratos y hasta orgullosos. Nuestra confianza debe ser absoluta solo en Dios, porque Él si es fiel y Él nunca nos va a tratar conforme a nuestros pecados. 

Pero realmente sirve de algo las pruebas que uno tiene que pasar? Claro que sí, aquí tenemos 5 razones.

El que pasa por una prueba descubre la bendición de la humildad. Por ejemplo cuando somos tan autosuficientes, independientes y controladores y nos llega la prueba de un revés económico nos damos cuenta que necesitamos ayuda. Dios desde su misericordia nos envía rostros concretos para que no nos sintamos solos. Claro que es difícil aceptar la ayuda de alguien, cuesta extender la mano y aceptar esa ayuda más cuando se es orgulloso.

La segunda bendición de la prueba es la reflexión. Una prueba es como un alto en el camino donde nos hace reflexionar que estamos haciendo. Si no hubiera esos altos en el camino solo nos preocupariamos por acelerar mas nuestro camino. La reflexión nos permite mirar nuestra vida y acciones en cara a Dios, en cara al evangelio. La reflexión nos confronta y nos ayuda a reconocer en que fallamos.

La tercera bendición de la prueba es la gratitud. Cuando perdemos por ejemplo la salud, luego la valoramos más, cuando se está en dificultades con la pareja y a punto de perderla, se cuida, se valora y se ama más.  Cuando se vive la soledad, se valora más la compañía.

La cuarta bendición es la misericordia. Cuando reconoces lo frágil, lo débil, lo militado que eres entonces es más fácil aceptar al otro como es, no juzgamos con tanta severidad al otro, se aprende a mirar al otro desde la misericordia esto es comprender su situación, sus emociones. Una esposa que tiene un esposo alcohólico sabe la situación por la que está pasando alguien en su misma situación. Una madre que tiene un hijo drogadicto siempre comprenderá a otra madre que está viviendo ese dolor y esa angustia con su hijo. Ella va tener siempre palabras de sabiduría ante esa situación. 

La quita bendición es mirar la prueba desde la fe, la esperanza y con amor. Solo el oro se acrisola en el fuego, y el hombre que Dios ama, en el horno de la pobreza. Confía en Dios, que él te ayudará; espera en él, y te allanará el camino. Mira la prueba desde la fe, Dios no dejó a su Hijo Jesucristo clavado en la cruz, Él mismo lo resucitó al tercer dia. Desde la fe tengamos la confianza que si Dios permitió esa prueba es porque hay algo bueno que debo aprender de ella. Mirar la prueba con esperanza es confiar que Dios no nos va dejar allí en la cruz siempre, El nos va resucitar cuando estemos listos. Y abrazar con amor el amor a Cristo en la cruz. Jesús quiere que nos instruyamos en la ciencia de la cruz. Jesús mismo lo hizo, la cruz es la prueba suprema de la misión y del ser mismo de Cristo.

Porque Jesús acerca a un niño y lo pone en medio de todos. ¡Un niño! ¡Cuántas cosas dice esa imagen de este niño abrazado por Jesús! Ese es el abrazo con que Dios mismo abriga, anima y fortalece el nuevo comienzo que sólo podía venir por el sacrificio de la Pascua. Ese es el abrazo que envuelve toda la confianza, toda la ternura, toda la cercanía del Señor para quien quiera ser verdadero discípulo y no prematuro maestro.

Jesús hoy me haces una advertencia que cuando me acerque al temor de Dios, me debo preparar para las pruebas; me pides que mantenga el corazón firme y que sea valiente, que no debo asustarme en el momento de la prueba. Ayúdame a no soltarme de ti, a no separarme de ti. Tengo la confianza  que nunca me vas abandonar porque a los que tu amas deben pasar por el crisol para ser purificados por tu amor. Dame la gracia de reconocer la prueba como una bendición para alcanzar la humildad, despertar en mí la reflexión, ser agradecido, ofrecer la misericordia a los demás y abrazar con amor el amor a Cristo en la cruz. Quiero ser como un niño que saben descansar en tus abrazos y escuchar en Tu corazón palpitante la canción de Dios. Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,
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SAnta MIsa de hoy


Lectio Divina

Del Comentario de santo Tomás de Aquino, presbítero, sobre el evangelio de san Juan
(Cap. 14, lect. 2)

EL CAMINO PARA LLEGAR A LA VIDA VERDADERA
Cristo en persona es el camino, por esto dice: Yo soy el camino. Lo cual tiene una explicación muy verdadera, ya que por medio de él tenemos acceso al Padre.

Mas, como este camino no dista de su término, sino que está unido a él, añade: La verdad y la vida; y, así, él mismo es a la vez el camino y su término. Es el camino según su humanidad, el término según su divinidad. En este sentido, en cuanto hombre, dice: Yo soy el camino; en cuanto Dios, añade: La verdad y la vida, dos expresiones que indican adecuadamente el término de este camino.

Efectivamente, el término de este camino es la satisfacción del deseo humano, y el hombre desea principalmente dos cosas: en primer lugar el conocimiento de la verdad, lo cual es algo específico suyo; en segundo lugar la prolongación de su existencia, lo cual le es común con los demás seres. Ahora bien, Cristo es el camino para llegar al conocimiento de la verdad, con todo y que él mismo en persona es la verdad: Enséñame, Señor, tu camino, para que siga tu verdad. Cristo es asimismo el camino para llegar a la vida, con todo y que él mismo en persona es la vida: Me enseñarás el sendero de la vida.

Por esto el evangelista identifica el término de este camino con las nociones de verdad y vida, que ya antes ha aplicado a Cristo. En primer lugar, afirma que él es la vida, al decir que él era la fuente de la vida; en segundo lugar, afirma que es la verdad, cuando dice que era la luz para los hombres, ya que luz y verdad significan lo mismo.

Si buscas, pues, por donde has de ir, acoge en ti a Cristo, porque él es el camino: Éste es el camino, caminad por él. Y san Agustín dice: «Camina a través del hombre y llegarás a Dios.» Es mejor andar por el camino, aunque sea cojeando, que caminar rápidamente fuera de camino. Porque el que va cojeando por el camino, aunque adelante poco, se va acercando al término; pero el que anda fuera del camino, cuanto más corre, tanto más se va alejando del término.

Si buscas a dónde has de ir, adhiérete a Cristo, porque él es la verdad a la que deseamos llegar: Mi paladar repasa la verdad. Si buscas dónde has de quedarte, adhiérete a Cristo, porque él es la vida: Quien me alcanza encuentra la vida y obtiene el favor del Señor.
Adhiérete, pues, a Cristo, si quieres vivir seguro; es imposible que te desvíes, porque él es el camino. Por esto, los que a él se adhieren no van descaminados, sino que van por el camino recto. Tampoco pueden verse engañados, ya que él es la verdad y enseña la verdad completa, pues dice: Yo para esto nací y para esto vine al mundo: para declarar, como testigo, en favor de la verdad. Tampoco pueden verse decepcionados, ya que él es la vida y dador de vida, tal como dice: Yo he venido para que tengan vida, y que la tengan en abundancia.
RESPONSORIO    Jb 42, 10. 11. 12; 1Co 10, 13
R. El Señor cambió la suerte de Job y duplicó todas sus posesiones; y vinieron a visitarlo sus hermanos. * El Señor bendijo la nueva situación de Job, más aún que la anterior.
V. Fiel es Dios para no permitir que seáis tentados más allá de lo que podéis. Por el contrario, él dispondrá con la misma tentación el buen resultado de poder resistirla.
R. El Señor bendijo la nueva situación de Job, más aún que la anterior.

ORACIÓN.
OREMOS,
Concédenos, Dios todopoderoso, que la constante meditación de tu doctrina nos impulse a hablar y a actuar siempre según tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

lunes, 25 de febrero de 2019

Nuestra fortaleza y poder está en Dios y en su Amor.


Los esfuerzos humanos siempre serán cortos y equívocos. Se necesita una accion conjunta del trabajo interior del ser humano ayudado por la gracia.



Eclesiástico 1,1-10
Toda sabiduría viene del Señor y está con él eternamente. La arena de las playas, las gotas de la lluvia, los días de los siglos, ¿quién los contará? La altura del cielo, la anchura de la tierra, la hondura del abismo, ¿quién los rastreará? Antes que todo fue creada la sabiduría; la inteligencia y la prudencia, antes de los siglos. La raíz de la sabiduría, ¿a quién se reveló?; la destreza de sus obras, ¿quién la conoció? Uno solo es sabio, temible en extremo; está sentado en su trono. El Señor en persona la creó, la conoció y la midió, la derramó sobre todas sus obras; la repartió entre los vivientes, según su generosidad se la regaló a los que lo temen.
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura nos habla acerca de la sabiduría. Algunos creen que la sabiduría es cuando alcanzas muchos estudios, diplomas, seminarios. Eso no es sabiduría, eso es adquirir conocimiento. Una vez escuche un padre que decía “ Si todo lo que aprendes te ayuda a ser mejor persona, mejor cristiano, mejor discípulo de Cristo, adelante de lo contrario estás alimentando tu ego. Hay personas que son tan pobres y tan ignorantes que solo tiene títulos, porque como personas dejan mucho que decir.

En los pasados días hemos hecho un recorrido por las páginas iniciales de la Biblia. Profundas reflexiones sobre la naturaleza humana, el poder del mal y la grandeza de la misericordia divina nos han acompañado en esta ruta. El panorama cambia discretamente ahora cuando nos acercamos a uno de los más extensos libros de la Sagrada Escritura, el libro de la Sabiduría o también llamado el Eclesiástico.

Recordemos cómo empieza esta lectura “ Toda sabiduría viene del Señor y está con él eternamente “. Recordemos que en otra parte de la Biblia nos dice "En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios" (Jn 1,1). En conclusión nos habla de la grandeza del "único" Sabio, el Señor. Él quien derrama esa sabiduría divina en todas sus obras creadas, su sabiduría es inalcanzable y a la vez cercana, incomprensible pero a la vez accesible,deslumbrante y esclarecedor.

Ayer decíamos que todos tenemos una naturaleza humana y divina. La Naturaleza Divina nos la trajo la persona de Cristo y es Él el único que nos puede ayudar a vivir conforme al Espíritu Santo dejando que el hombre viejo, el hombre carnal vaya muriendo poco a poco. Es el Espíritu de Dios el que informa y da forma a nuestro espíritu  para que vivamos activamente conforme a la voluntad de Dios.  Nuestros esfuerzos humanos siempre serán cortos y equívocos. Solo la gracia de Dios está siempre a la mano para ayudarnos a vivir relaciones más humanas, más amorosas, más evolucionadas.

Salmo 92 " El Señor reina, vestido de majestad"

Marcos 9,14-29
En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó: "¿De qué discutís?" Uno le contestó: "Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces."
Él les contestó: "¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo." Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?" Contestó él: "Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos." Jesús replicó: "¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe." Entonces el padre del muchacho gritó: "Tengo fe, pero dudo; ayúdame." Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: "Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él." Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: "¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?" Él les respondió: "Esta especie sólo puede salir con oración."
Palabra de Dios
Te alabamos Señor


Hoy el evangelio nos muestra una vez más como la presencia de Cristo y su evangelio tiene el poder de expulsar el mal, porque se irradia el bien.

Dice la lectura que llevan había una pequeña discusión entre los escribas y los discípulos de Jesús, el motivo era porque le habían llevado a los discípulos un niño para que ellos lo sanaran. Debido a que el niño aún seguía con el espíritu y no recobraba su salud estaban molestos.

Fácilmente este niño por los signos que presentaba tenía ataques de epilepsia. Algunos leen esta lectura y no quieren reconocer que posiblemente este muchacho tenía malestar físico y además estaba acompañado de una acción opresora del enemigo.

A veces me cuestiono cuando las personas por ejemplo que tienen problemas de depresión, y por más tratamientos que tengan y ellos pongan de su parte, no hay mejoras. Hay casos que hasta los médicos dicen “ desde la ciencia no hay nada que hacer, ya hicimos todo lo que estaba en nuestro alcance “.  Con esto quiero decir que debemos reconocer el misterio de Jesús como exorcista, El es medico que quiere y desea sanar nuestras enfermedades no solo físicas sino las del alma, las que están guardadas muy dentro de nosotros, y hasta quizás imperceptibles ante los ojos.

También nos asombra las palabras de Jesús  "¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo." . El niño ante esa situación no puede decir nada, pero hay otros que lo llevan donde aquel quien puede sanarlo. Pero porque aun no puede quedar sano el niño sabiendo que Jesús les dice a sus discípulos que van en Su Nombre y van a tener el poder de sanar, liberar y expulsar los demonios? Porque no vemos la sanación de este niño a través de los discípulos ? 

Jesús mismo les dice “ Gente sin Fe “. Cuál es la mayor fuerza de los débiles? Dar el paso de la fe. ¿Cuál es la mayor debilidad de los fuertes? Cerrar las puertas a la fe.

Estamos acostumbrados a medir la fuerza y la debilidad de las personas según parámetros del mundo. Medimos el dinero, la belleza, las energías físicas, las influencias, los conocimientos para juzgar si una persona es fuerte, sabia, exitosa, si triunfa en la vida. Se nos olvida que todo eso es pasajero. Quizás brillan durante días, meses o años. Luego, en un momento, o poco a poco, dejan de valer.

Lo que importa, lo realmente grande, lo que da fuerzas a cualquier ser humano, es la fe. Saber que Dios nos ama, que nuestra vida vale mucho para Él, que sueña con perdonarnos los pecados, que anhela darnos la plenitud y la paz que tanto necesitamos.

El secreto para encontrar la felicidad y la paz es estar confiado o fiarse de Dios. Descubrirlo en las mil sorpresas de la vida. Verlo presente en el amor de unos padres buenos, en unos educadores que nos dan el testimonio de su fe sincera, en un sacerdote que nos enseña a orar y a confiar en el Padre de los cielos, en ese amigo o amiga que cada vez te ayuda a ser cada vez mejor ser humano.

Nuestra fortaleza y poder está en Dios y en su Amor. Aunque lluevan críticas al Papa, a los obispos, a la Iglesia. Aunque nos señalen con el dedo y nos excluyan de la vida pública. Aunque perdamos un puesto de trabajo por dar nuestro “sí” a Cristo y nuestro “no” a la falsedad, al robo, a la envidia, al miedo. Así como hay errores y pecado en la Iglesia de Cristo, también hay Santos y Santas, perdón y gracia. Como dice el Papa Francisco “ El Señor nos invita a asumir una actitud de escucha humilde y de espera dócil, porque la gracia de Dios a menudo se nos presenta de maneras sorprendentes, que no se corresponden con nuestras expectativas. Pensemos juntos en la Madre Teresa di Calcuta, por ejemplo. Una hermana pequeña —nadie daba diez liras por ella— que iba por las calles recogiendo moribundos para que tuvieran una muerte digna. Esta pequeña hermana, con la oración y con su obra hizo maravillas. La pequeñez de una mujer revolucionó la obra de la caridad en la Iglesia. Es un ejemplo de nuestros días. Dios no se ajusta a los prejuicios. Debemos esforzarnos en abrir el corazón y la mente, para acoger la realidad divina que viene a nuestro encuentro. Se trata de tener fe: la falta de fe es un obstáculo para la gracia de Dios.

Señor ayúdame a descubrir en el silencio de mi corazón Tu voz y la docilidad de mi voluntad para hacer lo que tu esperas que haga. Desde mi realidad reconozco que tengo dos naturalezas, la humana y la divina. Dame la gracia de que sea la naturaleza Divina la que viva en mí a través de Tu Espíritu Santo. Tu Espíritu es el que informa y da forma a nuestro espíritu  para que viva activamente conforme a tu voluntad. Mis esfuerzos humanos siempre serán cortos y equívocos. Solo es Tu gracia la que está siempre a la mano para ayudarme a ser mejor persona, a querer ayudar a que otros se acerquen a ti y así también alcancen la sanación. Ayúdame a permanecer en ti siempre porque mi fortaleza viene solo de ti. Dame la gracia de la humildad para reconocer que cuando me sienta débil en medio de las dificultades buscar la fuerza dando un paso de fe hacia ti, Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!!



--

Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa de hoy


Lectio Divina

CONFLICTOS POR FUERA, TEMORES POR DENTRO
Los santos varones, al hallarse involucrados en el combate de las tribulaciones, teniendo que soportar al mismo tiempo a los que atacan y a los que intentan seducirlos, se defienden de los primeros con el escudo de su paciencia, atacan a los segundos arrojándoles los dardos de su doctrina, y se ejercitan en una y otra clase de lucha con admirable fortaleza de espíritu, en cuanto que por dentro oponen una sabia enseñanza a las doctrinas desviadas, y por fuera desdeñan sin temor las cosas adversas; a unos corrigen con su doctrina, a otros superan con su paciencia. Padeciendo, superan a los enemigos que se alzan contra ellos; compadeciendo, retornan al camino de la salvación a los débiles; a aquéllos les oponen resistencia, para que no arrastren a los demás; a éstos les ofrecen su solicitud, para que no pierdan del todo el camino de la rectitud.

Veamos cómo lucha contra unos y otros el soldado de la milicia de Dios. Dice san Pablo: Conflictos por fuera, temores por dentro. Y enumera estas dificultades exteriores diciendo: Con peligros en los ríos, peligros de bandidos, peligros de parte de los de mi raza, peligros de parte de los paganos, peligros en las ciudades, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros de parte de falsos hermanos. Y añade cuáles son los dardos que asesta contra el adversario, en semejante batalla: Con trabajos y fatigas, con muchas noches sin dormir, con hambre y con sed, con ayunos frecuentes, con frío y sin ropa.

Pero, en medio de tan fuertes batallas, nos dice también cuánta es la vigilancia con que protege el campamento, ya que añade a continuación: Y, además de muchas otras cosas, la responsabilidad que pesa sobre mí diariamente, mi preocupación por todas las Iglesias. Además de la fuerte batalla que él ha de sostener, se dedica compasivamente a la defensa del prójimo. Después de explicarnos los males que ha de sufrir, añade los bienes que comunica a los otros.

Pensemos lo gravoso que ha de ser tolerar las adversidades, por fuera, y proteger a los débiles, por dentro, todo ello al mismo tiempo. Por fuera sufre ataques, porque es azotado, atado con cadenas; por dentro sufre por el temor de que sus padecimientos sean un obstáculo no para él, sino para sus discípulos. Por esto les escribe también: Nadie vacile a causa de estas tribulaciones. Ya sabéis que éste es nuestro destino. Él temía que sus propios padecimientos fueran ocasión de caída para los demás, que los discípulos, sabiendo que él había sido azotado por causa de la fe, se hicieran atrás en la profesión de su fe. ¡Oh inmenso y entrañable amor! Desdeñando lo que él padece, se preocupa de que los discípulos no padezcan en su interior desviación alguna. Menospreciando las heridas de su cuerpo, cura las heridas internas de los demás. Es éste un distintivo del hombre justo, que, aun en medio de sus dolores y tribulaciones, no deja de preocuparse por los demás; sufre con paciencia sus propias aflicciones, sin abandonar por ello la instrucción que prevé necesaria para los demás, obrando así como el médico magnánimo cuando está él mismo enfermo. Mientras sufre las desgarraduras de su propia herida, no deja de proveer a los otros el remedio saludable.
RESPONSORIO    Cf. Jb 13, 20. 21; cf. Jr 10, 24
R. Señor, no te escondas de mi presencia, * aparta de mí tu mano y no me espantes con tu terror.
V. Corrígeme, Señor, con misericordia, no con ira, no sea que me aniquiles.
R. Aparta de mí tu mano y no me espantes con tu terror.

ORACIÓN.
OREMOS,
Concédenos, Dios todopoderoso, que la constante meditación de tu doctrina nos impulse a hablar y a actuar siempre según tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

domingo, 24 de febrero de 2019

Santa Misa de hiy


Lectio Divina

SIN LA CARIDAD, TODO ES VANIDAD DE VANIDADES
La caridad es aquella buena disposición del ánimo que nada antepone al conocimiento
de Dios. Nadie que esté subyugado por las cosas terrenas podrá nunca alcanzar esta
virtud del amor a Dios.
El que ama a Dios antepone su conocimiento a todas las cosas por él creadas, y todo su
deseo y amor tienden continuamente hacia él.
Como sea que todo lo que existe ha sido creado por Dios y para Dios, y Dios es
inmensamente superior a sus criaturas, el que dejando de lado a Dios, incomparablemente
mejor, se adhiere a las cosas inferiores demuestra con ello que tiene en menos a Dios que
a las cosas por él creadas.
El que me ama —dice el Señor— guardará mis mandamientos. Éste es mi
mandamiento: que os améis unos a otros. Por tanto, el que no ama al prójimo no guarda
su mandamiento. Y el que no guarda su mandamiento no puede amar a Dios.
Dichoso el hombre que es capaz de amar a todos los hombres por igual.
El que ama a Dios ama también inevitablemente al prójimo; y el que tiene este amor
verdadero no puede guardar para sí su dinero, sino que lo reparte según Dios a todos los
necesitados.
El que da limosna no hace, a imitación de Dios, discriminación alguna, en lo que atañe
a las necesidades corporales, entre buenos y malos, justos e injustos, sino que reparte a
todos por igual, a proporción de las necesidades de cada uno, aunque su buena voluntad
le inclina a preferir a los que se esfuerzan en practicar la virtud, más bien que a los malos.
La caridad no se demuestra solamente con la limosna, sino, sobre todo, con el hecho de
comunicar a los demás las enseñanzas divinas y prodigarles cuidados corporales.
El que, renunciando sinceramente y de corazón a las cosas de este mundo, se entrega
sin fingimiento a la práctica de la caridad con el prójimo pronto se ve liberado de toda
pasión y vicio, y se hace partícipe del amor y del conocimiento divinos.

El que ha llegado a alcanzar en sí la caridad divina no se cansa ni decae en el
seguimiento del Señor, su Dios, según dice el profeta Jeremías, sino que soporta con
fortaleza de ánimo todas las fatigas, oprobios e injusticias, sin desear mal a nadie.
No digáis —advierte el profeta Jeremías—: "Somos templo del Señor." Tú no digas
tampoco: "La sola y escueta fe en nuestro Señor Jesucristo puede darme la salvación."
Ello no es posible si no te esfuerzas en adquirir también la caridad para con Cristo, por
medio de tus obras. Por lo que respecta a la fe sola, dice la Escritura: También los
demonios creen y tiemblan.
El fruto de la caridad consiste en la beneficencia sincera y de corazón para con el
prójimo, en la liberalidad y la paciencia; y también en el recto uso de las cosas.

Oremos:
Dios todopoderoso y eterno, concede a tu pueblo que la meditación asidua de tu doctrina
le enseñe a cumplir, de palabra y de obra, lo que a ti te complace. Por nuestro Señor Jesucristo
, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.

sábado, 23 de febrero de 2019

Santa Misa


Lectio Divina

LA ESPOSA ES EL SOL DE LA FAMILIA
La esposa viene a ser como el sol que ilumina a la familia. Oíd lo que de ella dice la
sagrada Escritura: Mujer hermosa deleita al marido, mujer modesta duplica su encanto. El
sol brilla en el cielo del Señor, la mujer bella, en su casa bien arreglada.
Sí, la esposa y la madre es el sol de la familia: Es el sol con su generosidad y
abnegación, con su constante prontitud, con su delicadeza vigilante y previsora en todo
cuanto puede alegrar la vida a su marido y a sus hijos. Ella difunde en torno a sí luz y
calor; y, si suele decirse de un matrimonio que es feliz cuando cada uno de los cónyuges,
al contraerlo, se consagra a hacer feliz, no a sí mismo, sino al otro, este noble sentimiento
e intención, aunque les obligue a ambos, es sin embargo virtud principal de la mujer, que
le nace con las palpitaciones de madre y con la madurez del corazón; madurez que, si
recibe amarguras, no quiere dar sino alegrías; si recibe humillaciones, no quiere devolver
sino dignidad y respeto, semejante al sol que, con sus albores, alegra la nebulosa mañana
y dora las nubes con los rayos de su ocaso.
La esposa es el sol de la familia con la claridad de su mirada y con el fuego de su
palabra; mirada y palabra que penetran dulcemente en el alma, la vencen y enternecen y
alzan fuera del tumulto de las pasiones, arrastrando al hombre a la alegría del bien y de la
convivencia familiar, después de una larga jornada de continuado y muchas veces fatigoso
trabajo en la oficina o en el campo o en las exigentes actividades del comercio y de la
industria.
La esposa es el sol de la familia con su ingenua naturaleza, con su digna sencillez y con
su majestad cristiana y honesta, así en el recogimiento y en la rectitud del espíritu como
en la sutil armonía de su porte y de su vestir, de su adorno y de su continente, reservado
y a la par afectuoso. Sentimientos delicados, graciosos gestos del rostro, ingenuos
silencios y sonrisas, una condescendiente señal de cabeza, le dan la gracia de una flor
selecta y sin embargo sencilla que abre su corola para recibir y reflejar los colores del sol.

¡Oh, si supieseis cuán profundos sentimientos de amor y de gratitud suscita e imprime
en el corazón del padre de familia y de los hijos semejante imagen de esposa y de madre!

Responsorio Sir 26, 16. 21

R. Mujer hermosa deleita al marido. * Mujer modesta duplica su encanto.
V. El sol brilla en el cielo del Señor, la mujer bella en su casa bien arreglada.
R. Mujer modesta duplica su encanto.

Oración

Oremos:
Señor, tú que te complaces en habitar en los rectos y sinceros de corazón, concédenos
vivir por tu gracia de tal manera que merezcamos tenerte siempre con nosotros. Por
Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

viernes, 22 de febrero de 2019

Santa Misa


Lectio Divina

EL DESEO DEL CORAZÓN TIENDE HACIA DIOS

¿Qué es lo que se nos ha prometido? Seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es. La lengua ha expresado lo que ha podido; lo restante ha de ser meditado en el
corazón. En comparación de aquel que es, ¿qué pudo decir el mismo Juan? ¿Y qué podremos decir nosotros, que tan lejos estamos de igualar sus méritos?

Volvamos, pues, a aquella unción de Cristo, a aquella unción que nos enseña desde dentro lo que nosotros no podemos expresar, y, ya que por ahora os es imposible la visión,
sea vuestra tarea el deseo.
Toda la vida del buen cristiano es un santo deseo. Lo que deseas no lo ves todavía, mas por tu deseo te haces capaz de ser saciado cuando llegue el momento de la visión.
Supón que quieres llenar una bolsa, y que conoces la abundancia de lo que van a darte; entonces tenderás la bolsa, el saco, el odre o lo que sea; sabes cuán grande es lo que has de meter dentro y ves que la bolsa es estrecha, y por esto ensanchas la boca de la bolsa para aumentar su capacidad. Así Dios, difiriendo su promesa, ensancha el deseo;
con el deseo, ensancha el alma y, ensanchándola, la hace capaz de sus dones.
Deseemos, pues, hermanos; ya que hemos de ser colmados. Ved de qué manera Pablo ensancha su deseo, para hacerse capaz de recibir lo que ha de venir: Dice, en efecto: No es que ya haya conseguido el premio, o que ya esté en la meta; hermanos, yo no pienso haber conseguido el premio.
¿Qué haces, pues, en esta vida, si aún no has conseguido el premio? Sólo busco una cosa: olvidándome de lo que queda atrás y lanzándome hacia lo que está por delante corro hacia la meta para ganar el premio, al que Dios desde arriba me llama. Afirma de sí
mismo que está lanzado hacia lo que está por delante y que va corriendo hacia la meta final. Es porque se sentía demasiado pequeño para captar aquello que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni el hombre puede pensar.
Tal es nuestra vida: ejercitarnos en el deseo. Ahora bien, este santo deseo está en proporción directa de nuestro desasimiento de los deseos que suscita el amor del mundo.
Ya hemos dicho, en otra parte, que un recipiente, para ser llenado, tiene que estar vacío.
Derrama, pues, de ti el mal, ya que has de ser llenado del bien.
Imagínate que Dios quiere llenarte de miel; si estás lleno de vinagre, ¿dónde pondrás la miel? Hay que vaciar primero el recipiente, hay que limpiarlo y lavarlo, aunque cueste fatiga, aunque haya que frotarlo, para que sea capaz de recibir algo.
Y, así como decimos miel, podríamos decir oro o vino lo que pretendemos es significar algo inefable: Dios. Y, cuando decimos "Dios", ¿qué es lo que decimos? Esta sola sílaba es todo lo que esperamos. Todo lo que podamos decir está, por tanto, muy por debajo de esa realidad; ensanchemos, pues, nuestro corazón, para que, cuando venga, nos llene, ya que seremos semejantes a él, porque lo veremos tal cual es.

Responsorio Sal 36, 4-5

R. Sea el Señor tu delicia, * y él te dará lo que pide tu corazón.
V. Encomienda tu camino al Señor y confía en él.
R. Y él te dará lo que pide tu corazón.

Oración

Oremos:

Señor, tú que te complaces en habitar en los rectos y sinceros de corazón, concédenos vivir por tu gracia de tal manera que merezcamos tenerte siempre con nosotros. Por Jesucristo nuestro Señor.

Amén.

jueves, 21 de febrero de 2019

Santa Misa


Lectio Divina

ABRE TU BOCA A LA PALABRA DE DIOS
En todo momento, tu corazón y tu boca deben meditar la sabiduría, y tu lengua
proclamar la justicia, siempre debes llevar en el corazón la ley de tu Dios. Por esto, te dice
la Escritura: Hablarás de ellas estando en casa y yendo de camino, acostado y levantado.
Hablemos, pues, del Señor Jesús, porque él es la sabiduría, él es la palabra, y Palabra de
Dios.
Porque también está escrito: Abre tu boca a la palabra de Dios. Por él anhela quien
repite sus palabras y las medita en su interior. Hablemos siempre de él. Si hablamos de
sabiduría, él es la sabiduría; si de virtud, él es la virtud; si de justicia, él es la justicia; si de
paz, él es la paz; si de la verdad, de la vida, de la redención, él es todo esto.
Está escrito: Abre tu boca a la palabra de Dios. Tú ábrela, que él habla. En este sentido
dijo el salmista: Voy a escuchar lo que dice el Señor, y el mismo Hijo de Dios dice: Abre tu
boca que te la llene. Pero no todos pueden percibir la sabiduría en toda su perfección,
como Salomón o Daniel; a todos, sin embargo, se les infunde, según su capacidad, el
espíritu de sabiduría, con tal de que tengan fe. Si crees, posees el espíritu de sabiduría.
Por esto, medita y habla siempre las cosas de Dios, estando en casa. Por la palabra
casa podemos entender la iglesia o, también, nuestro interior, de modo que hablemos en
nuestro interior con nosotros mismos. Habla con prudencia, para evitar el pecado, no sea
que caigas por tu mucho hablar. Habla en tu interior contigo mismo como quien juzga.
Habla cuando vayas de camino, para que nunca dejes de hacerlo. Hablas por el camino si
hablas en Cristo, porque Cristo es el camino. Por el camino, háblate a ti mismo, habla a
Cristo. Atiende cómo tienes que hablarle: Quiero -dice-que los hombres recen en
cualquier lugar alzando las manos limpias de iras y divisiones. Habla, oh hombre, cuando
te acuestes, no sea que te sorprenda el sueño de la muerte. Atiende cómo debes hablar al
acostarte: No daré sueño a mis ojos, ni reposo a mis párpados, hasta que encuentre un
lugar para el Señor, una morada para el Fuerte de Jacob.
Cuando te levantes, habla también de él, y cumplirás así lo que se te manda. Fíjate
cómo te despierta Cristo. Tu alma dice: Oigo a mi amado que llama, y Cristo responde:

Ábreme, amada mía. Ahora ve cómo despiertas tú a Cristo. El alma dice: ¡Muchachas de
Jerusalén, os conjuro que no vayáis a molestar, que no despertéis al amor! El amor es
Cristo.

Responsorio 1 Co 1, 30-31; Jn 1, 16

R. Cristo Jesús ha sido hecho por Dios para nosotros sabiduría, justicia, santificación y
redención; * y así -como dice la Escritura-«el que se gloría, que se gloríe en el Señor».
V. De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia.
R. Y así -como dice la Escritura-«el que se gloria, que se gloríe en el Señor».

Oración

Oremos:
Señor, tú que te complaces en habitar en los rectos y sinceros de corazón, concédenos
vivir por tu gracia de tal manera que merezcamos tenerte siempre con nosotros. Por
Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

miércoles, 20 de febrero de 2019

Eres paloma o cuervo?



Génesis 8,6-13.20-22
Pasados cuarenta días, Noé abrió el tragaluz que había hecho en el arca y soltó el cuervo, que voló de un lado para otro, hasta que se secó el agua en la tierra. Después soltó la paloma, para ver si el agua sobre la superficie estaba ya somera. La paloma, no encontrando donde posarse, volvió al arca con Noé, porque todavía había agua sobre la superficie. Noé alargó el brazo, la agarró y la metió consigo en el arca. Esperó otros siete días y de nuevo soltó la paloma desde el arca; ella volvió al atardecer con una hoja de olivo arrancada en el pico. Noé comprendió que el agua sobre la tierra estaba somera; esperó otros siete días, y soltó la paloma, que ya no volvió. El año seiscientos uno, el día primero del mes primero, se secó el agua en la tierra. Noé abrió el tragaluz del arca, miró y vio que la superficie estaba seca.
Noé construyó un altar al Señor, tomó animales y aves de toda especie pura y los ofreció en holocausto sobre el altar. El Señor olió el aroma que aplaca y se dijo: "No volveré a maldecir la tierra a causa del hombre, porque el corazón humano piensa mal desde la juventud. No volveré a matar a los vivientes, como acabo de hacerlo. Mientras dure la tierra, no han de faltar siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche."
Palabra de Dios


Continuamos con la lectura de Génesis donde vemos como Noé no sabia que tan grave era la situación afuera después de la terrible catástrofe del diluvio. Es por eso que él utiliza dos mensajeros, el cuervo y la paloma. Ahora bien, por qué Noé escoge estos dos animales? cual es su significado? que nos quiere enseñar a través de ambos?
Tanto el cuervo como la paloma están en las mismas condiciones, ambos tenían el mismo problema, no sabían donde posarse. El cuervo obró solo, se las arregló a su modo y así fue inútil para los demás. La paloma encontró el problema y con su retorno proporcionó preciosa información a Noé y en realidad a todos los demás que iban en el arca.

Esta es la primera enseñanza que debemos aprender, el cuervo es en este caso la imagen de aquellos que velan sólo por sí mismos: voló de un lado a otro hasta encontrar dónde resolver su problema y dónde empezar nueva vida. La paloma es aquí la imagen de aquellos que cuidan por sí mismos tanto como por los demás.

Pregúntate… Eres paloma o cuervo?
En realidad todos tenemos de ambos. Hay momentos en que queremos arreglárnoslas de cualquier modo nosotros solos y no nos damos cuenta de que al obrar así estamos privando a los demás de las riquezas de nuestra propia experiencia, que en un momento dado puede salvarles incluso la vida. Pero también hay en nosotros algo de paloma. Nuestra pequeña rama de olivo parecerá insignificante, pero a veces es aquella pieza de información que permite a otros decidir del mejor modo y encontrar la tierra firme que anhelaban.

Pidámosle al Señor que nos ayude siempre a obrar como palomas, quien no solo encuentran la raíz del problema sino que además buscan la solución y están dispuestos en  ayudar a otros proporcionándoles palabras de sabiduría, mostrandoles y llevándolos al encuentro con Cristo para que de esta manera ellos encuentren la tierra firme que tanto anhelaban, la tierra firme en Cristo.

Salmo 115 " Te ofreceré, Señor! un sacrificio de alabanza. "

Marcos 8,22-26
En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida. Le trajeron un ciego, pidiéndole que lo tocase. Él lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en los ojos, le impuso las manos y le preguntó: "¿Ves algo?" Empezó a distinguir y dijo: "Veo hombres; me parecen árboles, pero andan." Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado y veía con toda claridad. Jesús lo mandó a casa, diciéndole: "No entres siquiera en la aldea."
Palabra de Dios
Te alabamos Señor.


Hoy en el evangelio nos trae una sanación. Esta sanación tiene algo en particular. Siempre hemos escuchado que sus sanaciones se realizan instantáneamente. Sus palabras tienen el poder de parar a un paralítico, en resucitar hasta muertos, pero aquí vemos que esta sanación tiene dos etapas. Esto lo podemos afirmar con las palabras del ciego después de que Jesús le impone sus manos,  “  "Veo hombres; me parecen árboles, pero andan.". El ciego distingue algo pero ve borroso. Cuando Jesús le pone las manos por segunda vez  es allí donde el ciego alcanza la plena salud.

Toda sanación y toda conversión es un proceso.  Dios no hace las cosas como arte de magia. Su gracia no es como una cosa mágica que simplemente nos resuelve problemas o nos quita dolores. Cuando eres consciente que la sanación es un proceso, aprendemos a abandonarnos en sus manos. Dios sabe por qué nos lleva a la velocidad que nos lleva y por qué ciertas cosas que a nosotros nos parecen necesarias y obvias no se dan.

Hay un detalle en este pasaje y es que el ciego cuando empieza a recuperar la vista describe lo que ve con estas palabras: "Veo hombres y me parecen árboles que caminan". Sabía lo que veía y sabía que no lo veía bien. Ello implica que conocía cómo debía ver y que en otro tiempo había podido ver bien. Este era un ciego que había tenido vista y la había perdido y por ello podía comparar su experiencia con lo que antes había conocido.

También otro mensaje que nos trae la lectura es que el primer milagro se dio a petición de otros. Recordemos lo que dice la lectura “  Le trajeron un ciego, pidiéndole que lo tocase “. Somos de aquellos que oramos por las necesidades de nuestro hermano? estamos haciendo oracion de intercesion? somos de aquellas personas que contagian con su fe a los demás?

El Señor espera que nosotros no seamos tan egoistas en nuestra oración, porque Él puede hacer el milagro en tu hermano si se lo pedimos con fe. Además la fe se vive y se siente en comunidad, no podemos ser como los cuervos que viven sólo para sí mismos sin importar la persona que está a tu lado.

La segunda curación sucede ya no ante otros sino en la intimidad del diálogo y el encuentro con Jesús solo. La primera vez el ciego se deja llevar por la fe de los otros y es pasivo ante lo que se le quiera hacer; la segunda vez se apropia de su proceso, admite su realidad y se a sincera con Jesucristo, de modo que la fe que entonces obra es suya, intensamente suya. Esa es la fe que permite ver las cosas con claridad.

Señor, hoy me enseñas que el diluvio no es la solución para acabar con el mal, es por eso que Tú mismo quieres sanarme porque esa es la victoria más perfecta sobre el mal. Soy consciente que la sanación es un proceso y solo depende de la apertura de mi corazón hacia ti. Hoy quiero dar gracias por todas aquellas personas que han intercedido en sus oraciones por mi, bendicelas Señor porque gracias a su fe me llevaron hacia ti. Ahora te pido que ayudes a tantos quienes confían en nuestra oración para que los sanes, para que ellos alcancen la verdadera sanación, reconociendo su realidad y que se encuentren sinceramente contigo. Acrecientales su fe, obra en sus pensamientos y recuerdos, permiteles Oh Buen Dios a ver las cosas con claridad, con esa claridad que sólo da Tu Espíritu Santo, Amén, Amén, Amén.

Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo!!!  

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa de hoy


Lectio Divina

Del antiguo opúsculo denominado Doctrina de los doce Apóstoles
(Cap. 9, 1--10, 6; 14, 1-3: Funk 2, 19-22. 26)

ACERCA DE LA EUCARISTÍA
Respecto a la acción de gracias, lo haréis de esta manera: Primeramente sobre el cáliz:
«Te damos gracias, Padre nuestro, por la santa viña de David, tu siervo, la que nos diste a conocer por medio de tu siervo Jesús. A ti sea la gloria por los siglos.»

Luego sobre el fragmento de pan:

«Te damos gracias, Padre nuestro, por la vida y el conocimiento que nos manifestaste por medio de tu siervo Jesús. A ti sea la gloria por los siglos. Como este fragmento estaba disperso por los montes y después, al ser reunido, se hizo uno, así sea reunida tu Iglesia de los confines de la tierra en tu reino. Porque tuya es la gloria y el poder por Jesucristo eternamente.»

Pero que de vuestra acción de gracias coman y beban sólo los bautizados en el nombre del Señor, pues acerca de ello dijo el Señor: No deis lo santo a los perros.

Después de saciaros, daréis gracias de esta manera:

«Te damos gracias, Padre santo, por tu santo nombre que hiciste morar en nuestros corazones, y por el conocimiento y la fe y la inmortalidad que nos diste a conocer por medio de Jesús, tu siervo. A ti sea la gloria por los siglos. Tú, Señor omnipotente, creaste todas las cosas por causa de tu nombre y diste a los hombres comida y bebida para que disfrutaran de ellas. Pero, además, nos has proporcionado una comida y bebida espiritual y una vida eterna por medio de tu Siervo. Ante todo, te damos gracias porque eres poderoso. A ti sea la gloria por los siglos.

Acuérdate, Señor, de tu Iglesia, para librarla de todo mal y hacerla perfecta en tu amor, y congrégala de los cuatro vientos, ya santificada, en el reino que has preparado para ella. Porque tuyo es el poder y la gloria por siempre.

Que venga tu gracia y que pase este mundo. ¡Hosanna al Dios de David! El que sea santo, que se acerque. El que no lo sea, que se arrepienta. Marana tha. Amén.»

Reunidos cada domingo, partid el pan y dad gracias, después de haber confesado vuestros pecados, a fin de que vuestro sacrificio sea puro.

Pero todo aquel que tenga alguna contienda con su compañero, no se reúna con vosotros, sin antes haber hecho la reconciliación, a fin de que no se profane vuestro sacrificio. Porque éste es el sacrificio del que dijo el Señor: En todo lugar y en todo tiempo se me ofrece un sacrificio puro, porque yo soy rey grande, dice el Señor, y mi nombre es admirable entre las naciones.
RESPONSORIO    1Co 10, 16-17
R. El cáliz bendito que consagramos es la comunión de la sangre de Cristo; * y el pan que partimos es la comunión del cuerpo del Señor.
V. Puesto que es un solo pan, somos todos un solo cuerpo; ya que todos participamos de ese único pan.
R. Y el pan que partimos es la comunión del cuerpo del Señor.

ORACIÓN.
OREMOS,
Oh Dios, has prometido permanecer con los rectos y sinceros de corazón; concédenos vivir de tal manera que merezcamos tenerte siempre con nosotros. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

martes, 19 de febrero de 2019

Dios sabe rescatar de la tentación a los piadosos….




Génesis 6,5-8;7,1-5.10
Al ver el Señor que la maldad del hombre crecía sobre la tierra, y que todo su modo de pensar era siempre perverso, se arrepintió de haber creado al hombre en la tierra, y le pesó de corazón. Y dijo: "Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado; al hombre con los cuadrúpedos, reptiles y aves, pues me pesa de haberlos hecho."
Pero Noé alcanzó el favor del Señor. El Señor dijo a Noé: "Entra en el arca con toda tu familia, pues tú eres el único justo que he encontrado en tu generación. De cada animal puro toma siete parejas, macho y hembra; de los no puros, una pareja, macho y hembra; y lo mismo de los pájaros, siete parejas, macho y hembra, para que conserven la especie en la tierra. Dentro de siete días haré llover sobre la tierra cuarenta días con sus noches, y borraré de la superficie de la tierra a todos los vivientes que he creado." Noé hizo todo lo que le mandó el Señor. Pasados siete días vino el diluvio a la tierra.
Palabra de Dios

Salmo 28 " El Señor bendice a su pueblo con la paz"

Marcos 8,14-21
En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían más que un pan en la barca. Jesús les recomendó: "Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes." Ellos comentaban: "Lo dice porque no tenemos pan." Dándose cuenta, les dijo Jesús: "¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?" Ellos contestaron: "Doce." "¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?" Le respondieron: "Siete." Él les dijo: "¿Y no acabáis de entender?"
Palabra de Dios


Hoy en la primera lectura vemos cómo Dios toma sobre sí esos sentimientos de disgusto infinito que uno puede sentir, por ejemplo ante la crueldad con los inocentes, enuncia su propósito: "borraré de la superficie de la tierra a los hombres que he creado". Este relato toma este aspecto tan claramente "humano". He aquí a un Dios que piensa y "siente" como nosotros. La idea entonces no es que Dios se entristeció una mañana, no supo qué hacer a mediodía y por la tarde se le ocurrió inundarlo todo con el diluvio. Dios lo que más bien hace es volver a re- crear, buscar que hay algo bueno y encuentra a Noe.
A pesar de que el diluvio de la maldad pareciera reinar en todo y en todos,  Noé es una señal del freno que Dios pone a la presunción del mal, incluso cuando pareciera que nadie puede controlar la furia de la naturaleza. Pero Dios cuida y protege al que es justo. En este caso el único justo es Noe.

Pero cuál es el significado de las palabras del Dios a Noé al decirle “ tú eres el único justo “ .
El único justo es también el obediente por excelencia, ya que "antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que entró Noé en el arca, y no comprendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos" (Mt 24,38-39). Recordemos que muchos se burlaron  de Noé cuando estaba construyendo la barca, Él a pesar de todo confió y obedeció al Señor. Entrar al arca y obedecer a Dios significa ir en contravía de los hombres, es dejar seguridades, apegos, frenar caprichos y gustos. Por la Fe de Noé, Noe dio un paso de obediencia y siendo advertido por Dios acerca de cosas que aún no se veían, con temor preparó un arca para la salvación de su casa, por la cual condenó al mundo, y llegó a ser heredero de la justicia que es según la fe" (Heb 11,7).

Así concluye la Escritura: "Si Dios no perdonó a los ángeles cuando pecaron, sino que los arrojó al infierno y los entregó a fosos de tinieblas, reservados para juicio; si no perdonó al mundo antiguo, sino que guardó a Noé, un predicador de justicia, con otros siete, cuando trajo el diluvio sobre el mundo de los impíos; si condenó a la destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, reduciéndolas a cenizas, poniéndolas de ejemplo para los que habrían de vivir impíamente después; si rescató al justo Lot, abrumado por la conducta sensual de hombres libertinos (porque ese justo, por lo que veía y oía mientras vivía entre ellos, diariamente sentía su alma justa atormentada por sus hechos inicuos), el Señor, entonces, sabe rescatar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos bajo castigo para el día del juicio" (2Pe 2,4-9)

En el evangelio Jesús nos invita a no preocuparnos de lo que nos hace falta, porque Él siempre nos proveerá, El nunca descuida de nuestras necesidades materiales y espirituales. De la misma manera que pedimos por nuestras necesidades materiales hay que pedir por las necesidades espirituales, porque nuestra necesidad no solo es de cuerpo sino también del alma. Necesidad de cuidado, de curación, tener necesidad de amor. Aquí se ven dos actitudes. La de Dios es siempre gratuita: para salvar Dios no pide pagar nada, es gratuito. Buenos y malos: todos, todos, porque la gratuidad de Dios no tiene límites: todos, Él recibe a todos. En cambio, aquellos que tienen sus propios intereses no entienden la gratuidad. Eso es lo que le pasa a los fariseos, que al creerse “ tan buenos “ rechazan la gracia del perdón que ofrece Dios.

Jesús también nos pide que nos cuidemos de la levadura, aquellas cosas que van creciendo en nuestro corazón como es la rabia, el enojo, los celos, la soberbia, la envidia, la mentira, la codicia. Hay que estar atentos a todos esos signos que nos alejan de Dios y de nuestros hermanos, esas levaduras van creciendo en nosotros silenciosamente y hacen un daño enorme en nosotros.   Pidámosle al buen Dios que nos de la humildad en reconocer que estamos necesitados tanto del cuerpo como el alma  de Él, porque nada somos sin Él, sin su amor, sin su presencia. Él es el único capaz de saciar el vacío de nuestro corazón llenándolo de su amor que es inagotable.

Señor Jesús, gracias por bendecirnos cada día, porque cada dia al bendecirnos estás deseando lo mejor para mi y además estás actuando en favor mío. Esto no significa que todo lo que quiero y sueño me los vas a conceder, sino que desde tu sabiduría me darás lo que es bueno para mi. Gracias por darme tantas bendiciones materiales y espirituales sabiendo que no las merezco.  Asi como tu me bendices, hoy también quiero ser bendición para otros. Quiero vivir cada dia de mi vida en tu presencia, amandote y obedeciendote para gozar de Tu bendición divina siempre, Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,

Alabados sea Jesucristo!!!!


--
Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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Santa Misa


Lectio Divina

EL CONOCIMIENTO DEL PADRE POR MEDIO DE LA SABIDURÍA CREADORA Y HECHA
CARNE
La Sabiduría unigénita y personal de Dios es creadora y hacedora de todas las cosas.
Todo -dice, en efecto, el salmo-lo hiciste con sabiduría, y también: La tierra está llena de
tus criaturas. Pues, para que las cosas creadas no sólo existieran, sino que también
existieran debidamente, quiso Dios acomodarse a ellas por su Sabiduría; imprimiendo en
todas ellas en conjunto y en cada una en particular cierta similitud e imagen de sí mismo,
con lo cual se hiciese patente que las cosas creadas están embellecidas con la Sabiduría y
que las obras de Dios son dignas de él.
Porque, del mismo modo que nuestra palabra es imagen de la Palabra, que es el Hijo
de Dios, así también la sabiduría creada es también imagen de esta misma Palabra, que se

identifica con la Sabiduría; y así, por nuestra facultad de saber y entender, nos hacemos
idóneos para recibir la Sabiduría creadora y, mediante ella, podemos conocer a su Padre.
Pues, quien posee al Hijo -dice la Escritura-posee también al Padre, y también: El que me
recibe, recibe al que me ha enviado. Por tanto, ya que existe en nosotros y en todos una
participación creada de esta Sabiduría, con toda razón la verdadera y creadora Sabiduría
se atribuye las propiedades de los seres, que tienen en sí una participación de la misma,
cuando dice: El Señor me creó al comienzo de sus obras.
Más, como, en la sabiduría de Dios, según antes hemos explicado, el mundo no lo
conoció por el camino de la sabiduría, quiso Dios valerse de la necedad de la predicación,
para salvar a los creyentes. Porque Dios no quiso ya ser conocido, como en tiempos
anteriores, a través de la imagen y sombra de la sabiduría existente en las cosas creadas,
sino que quiso que la auténtica Sabiduría tomara carne, se hiciera hombre y padeciese la
muerte de cruz; para que, en adelante, todos los creyentes pudieran salvarse por la fe en
ella.
Se trata, en efecto, de la misma Sabiduría de Dios, que antes, por su imagen impresa
en las cosas creadas (razón por la cual se dice de ella que es creada), se daba a conocer a
sí misma y, por medio de ella, daba a conocer a su Padre. Pero, después esta misma
Sabiduría, que es también la Palabra, se hizo carne, como dice san Juan, y, habiendo
destruido la muerte y liberado nuestra raza, se reveló con más claridad a sí misma y, a
través de sí misma, reveló al Padre; de ahí aquellas palabras suyas: Haz que te conozcan a
ti, único Dios verdadero, y a tu enviado, Jesucristo.
De este modo, toda la tierra está llena de su conocimiento. En efecto, uno solo es el
conocimiento del Padre a través del Hijo, y del Hijo por el Padre; uno solo es el gozo del
Padre y el deleite del Hijo en el Padre, según aquellas palabras: Yo era su encanto
cotidiano, todo el tiempo jugaba en su presencia.

Responsorio Col 2, 6. 9; Mt 23, 10

R. Vivid según Cristo Jesús, el Señor, tal como os lo enseñaron. * Porque en él, en su
cuerpo glorificado, habita toda la plenitud de la divinidad.
V. Uno solo es vuestro maestro: Cristo.
R. Porque en él, en su cuerpo glorificado, habita toda la plenitud de la divinidad.

Oración

Oremos:
Señor, tú que te complaces en habitar en los rectos y sinceros de corazón, concédenos
vivir por tu gracia de tal manera que merezcamos tenerte siempre con nosotros. Por
Jesucristo nuestro Señor.
Amén.

Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios.

  Déjate iluminar para que puedas iluminar a otros con la Luz de Dios. Primera lectura Comienzo de la segunda carta del apóstol san Pablo a ...