lunes, 4 de febrero de 2019

El mal nos aísla para destruirnos. Pidamos a Cristo que complete su obra en nosotros, que nos libere de las tinieblas.


Hebreos 11,32-40
Hermanos: ¿Para qué seguir? No me da tiempo de referir la historia de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas; éstos, por medio de la fe, subyugaron reinos, practicaron la justicia, obtuvieron promesas, amordazaron fauces de leones, apagaron hogueras voraces, esquivaron el filo de la espada, se curaron de enfermedades, fueron valientes en la guerra, derrotaron ejércitos extranjeros; hubo mujeres que recobraron resucitados a sus difuntos.
Pero otros fueron tundidos a golpes y rehusaron el rescate, para obtener una resurrección mejor; otros pasaron por la prueba de la flagelación ignominiosa, de las cadenas y la cárcel; los apedrearon, los serraron, murieron a espada, rodaron por el mundo vestidos con pieles de oveja y de cabra, faltos de todo, oprimidos, maltratados; el mundo no era digno de ellos: vagabundos por desiertos y montañas, por grutas y cavernas de la tierra.
Y todos éstos, aun acreditados por su fe, no consiguieron lo prometido; Dios tenía preparado algo mejor para nosotros, para que no llegaran sin nosotros a la perfección.
Palabra de Dios


Hoy la primera lectura nos habla de la fe y la fe empieza en lo imposible. Es común escuchar expresiones como “  Esto es imposible que se logre, ya no hay nada que se pueda hacer, eso ya está perdido mas bien demoslo por perdido “, entre otras expresiones.

Cuando somos personas de fe, la fe nos da poder. Esto significa que al poner en movimiento la fe hace que crezca en nosotros la esperanza. Como nos dice el Apóstol Santiago “ Una fe sin obras está muerta “.

Todos los héroes de los que hemos oído hoy tuvieron gran poder pero no un poder para usar a su antojo sino un poder para recorrer el camino de la obediencia al plan de Dios. Allí donde algo se opone a la divina voluntad Dios mismo obra a través de los que tienen fe. No es entonces una fuerza que queda a disposición del hombre, sino una fuerza que lleva al hombre mismo a la altura del designio de Dios. Por eso fueron grandes. Por eso el mundo no era digno de ellos.

Hay personas que tienen muy buenas ideas pero realmente ell@s han tomado un momento para discernir y saber si esa es la voluntad de Dios o es más bien un capricho personal? No olvides que solo permanece lo que está apoyado en el poder, en el amor y en el Nombre de Jesucristo. Así como muchas obras sociales han comenzado cuántas de ellas han permanecido en el tiempo? quizás podemos contarlas en la mano.

Cada uno de nosotros estamos en este peregrinar. Dios protege sus tesoros y Él sabe en qué momento ya está listo el tesoro para ser mostrado.  Pidámosle al Señor que nos ayude a ponernos en sintonía con El desde humildad, porque en un camino de despojo hace más sincera la intención, porque limpia de idolatrías del alma. Un camino más empinado y sin buena visibilidad nos enseña a confiar sólo en quien nos va guiando, como bien lo mostró Israel por el desierto. Un camino más humilde aparta del corazón la tentación de la soberbia, que nos haría discípulos de Satanás.

Salmo 30 " Sed fuertes y valientes de corazón, los que esperáis en el Señor"

Marcos 5,1-20
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos llegaron a la orilla del lago, en la región de los gerasenos. Apenas desembarcó, le salió al encuentro, desde el cementerio, donde vivía en los sepulcros, un hombre poseído de espíritu inmundo; ni con cadenas podía ya nadie sujetarlo; muchas veces lo habían sujetado con cepos y cadenas, pero él rompía las cadenas y destrozaba los cepos, y nadie tenía fuerza para domarlo. Se pasaba el día y la noche en los sepulcros y en los montes, gritando e hiriéndose con piedras. Viendo de lejos a Jesús, echó a correr, se postró ante él y gritó a voz en cuello: "¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Por Dios te lo pido, no me atormentes." Porque Jesús le estaba diciendo: "Espíritu inmundo, sal de este hombre." Jesús le preguntó: "¿Cómo te llamas?" Él respondió: "Me llamo Legión, porque somos muchos." Y le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca.
Había cerca una gran piara de cerdos hozando en la falda del monte. Los espíritus le rogaron: "Déjanos ir y meternos en los cerdos." Él se lo permitió. Los espíritus inmundos salieron del hombre y se metieron en los cerdos; y la piara, unos dos mil, se abalanzó acantilado abajo al lago y se ahogó en el lago. Los porquerizos echaron a correr y dieron la noticia en el pueblo y en los cortijos. Y la gente fue a ver qué había pasado. Se acercaron a Jesús y vieron al endemoniado que había tenido la legión, sentado, vestido y en su juicio. Se quedaron espantados. Los que lo habían visto les contaron lo que había pasado al endemoniado y a los cerdos. Ellos le rogaban que se marchase de su país.
Mientras se embarcaba, el endemoniado le pidió que lo admitiese en su compañía. Pero no se lo permitió, sino que le dijo: "Vete a casa con los tuyos y anúnciales lo que el Señor ha hecho contigo por su misericordia." El hombre se marchó y empezó a proclamar por la Decápolis lo que Jesús había hecho con él; todos se admiraban.
Palabra de Dios


Hoy el evangelio vemos que Jesús está haciendo un exorcismo. Debemos de aclarar que el demonio ataca de diferentes maneras, una de las tantas es la posesión pero tampoco es la única. El demonio tiene una estrategia pero cual sea que utilice tiene el mismo fin, aislar y destruir.

Piensa por un momento aquellas personas que tienen alguna atadura de un vicio, ya sea el juego, la droga, la mentira, la codicia, las personas resentidas que no quieren aceptar otra voz, las personas de la mafia, ellos poco a poco se van aislando. El mal primero lo aísla y luego los destruye sin que ellos se vayan dando cuenta. En nuestro entorno podemos también ver un ejemplo en la vida animal, vemos como un animal depredador no ataca a la manada, pero si uno de la manada se aísla, queda solo, se sale del grupo es presa fácil para que el animal depredador lo ataque. Entonce no lo olvides, la estrategia del mal es aislarte primero.

Ahora entonces cómo entender la conversación entre Jesús y los demonios? Recordemos que los demonios reconocen a Cristo, claro lo reconocen pero no le obedecen. Por eso esta expresión del demonio “ ¿Qué tienes que ver conmigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo?. Cuando Jesús le dice al endemoniado “ sal de aquí espíritu inmundo “, dice la lectura que el endemoniado le rogaba con insistencia que no los expulsara de aquella comarca. No es que el demonio buscaba y quería la misericordia de Dios, el demonio es cínico, sabe que es lo que Jesús quiere escuchar y los que están junto a él. El odio de los demonios es porque ellos quieren ser Dios y no lo son. Si revisamos lo que decimos en el credo “ creemos en un solo Dios creador del cielo y de la tierra “. Dios es el dueño de todo y los demonios no tienen nada, no son dueños de nada. Por eso cuando el enemigo cae sobre el pecador él quiere sentirse dueño de algo y al tener al pecador bajo sus pies entonces el maligno cree que tiene algo pero realmente no tiene nada. Esa es la razón porque el mal quiere esclavizarte, él utiliza esa debilidad que tienes, esa pasión dominante,  el mal te señala y te acusa para que te sientas mal.

En resumen el mal tiene estrategias como es que al bueno le vaya mal y al malo le vaya bien. El mal te aísla para luego destruirte. Pero así como el mal tiene estrategias, el bien también las tiene y sus estrategias es no retroceder, hay que permanecer en Cristo aunque las cosas no vayan bien. La fe hay que ponerla en movimiento, porque fe sin obras es una fe vacía. La fe empieza en el orden de lo imposible.

Mi amado Señor, hoy me pides que sea fuerte y valiente de corazón, dame la gracia de permanecer firme contigo a pesar que desde mis fuerzas no pueda. Combatir el pecado que hay dentro de mí solo puede ser vencido si sigo tus pasos, al siempre decir “ Sí” al proyecto de Dios como Tu y la Virgen Maria lo hicieron.  Este “sí” requiere todo mi esfuerzo, pero no podríamos pronunciarlo sin la ayuda de la gracia, que Tu mismo Jesús nos dado con Tu obra redentora. Ayudame acrecentar la fe en mi, porque la fe empieza en lo imposible. Amen, Amen, Amen.

Dios te bendiga,

Alabado sea Jesucristo!!!



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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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