NUESTRA AMISTAD CON DIOS
Nuestro Señor, aquel que es la Palabra de Dios, primero nos ganó como siervos de Dios, mas para liberarnos después, tal como dice a sus discípulos: Ya no os llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; os he llamado amigos, porque todo cuanto me ha comunicado el Padre os lo he dado a conocer. Y la amistad divina es causa de inmortalidad para todos los que entran en ella.
Así, pues, en el principio Dios plasmó a Adán, no porque tuviese necesidad del hombre, sino para tener en quien depositar sus beneficios. Pues no sólo antes de la creación de Adán, sino antes de toda creación, el que es la Palabra glorificaba a su Padre, permaneciendo en él, y él, a su vez, era glorificado por el Padre, como afirma él mismo: Glorifícame tú, Padre, con la gloria que tenía junto a ti antes que el mundo existiese.
Y si nos mandó seguirlo no es porque necesite de nuestros servicios, sino para que nosotros alcancemos así la salvación. Seguir al Salvador, en efecto, es beneficiarse de la salvación, y seguir a la Luz es recibir la luz. Pues los que están en la luz no son los que iluminan a la luz, sino que la luz los ilumina y esclarece a ellos, ya que ellos nada le añaden, sino que son ellos los que se benefician de la luz.
Del mismo modo, el servir a Dios nada le añade a Dios, ni tiene Dios necesidad alguna de nuestra sumisión; es él, por el contrario, quien da la vida, la incorrupción y la gloria eterna a los que lo siguen y sirven, beneficiándolos por el hecho de seguirlo y servirlo, sin recibir de ellos beneficio alguno, ya que es en sí mismo rico, perfecto, sin que nada le falte.
La razón, pues, por la que Dios desea que los hombres lo sirvan es su bondad y misericordia, por las que quiere beneficiar a los que perseveran en su servicio, pues, si Dios no necesita de nadie, el hombre, en cambio, necesita de la comunión con Dios.
En esto consiste la gloria del hombre, en perseverar y permanecer en el servicio de Dios. Por esto el Señor decía a sus discípulos: No me habéis elegido vosotros a mí, sino que yo os he elegido a vosotros, queriendo indicar que no eran ellos los que lo glorificaban al seguirlo, sino que, siguiendo al Hijo de Dios, él los glorificaba a ellos. Por esto añade: Quiero que ellos estén conmigo allí donde yo esté, para que contemplen mi gloria.
RESPONSORIO Dt 10, 12; Mt 22, 38
R. ¿Qué es lo que te exige el Señor, tu Dios? * Que temas al Señor, tu Dios, y lo ames, que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma.
V. Éste es el principal y el primero de los mandamientos.
R. Que temas al Señor, tu Dios, y lo ames, que sirvas al Señor, tu Dios, con todo el corazón y con toda el alma.
ORACIÓN.
OREMOS,
Dios todopoderoso y eterno, mira compasivo nuestra debilidad y extiende sobre nosotros tu mano para protegernos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
sábado, 29 de febrero de 2020
viernes, 28 de febrero de 2020
La verdadera dimensión del ayuno...
Isaías 58,1-9a
Así dice el Señor Dios: "Grita a plena voz, sin cesar, alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados. Consultan mi oráculo a diario, muestran deseo de conocer mi camino, como un pueblo que practicara la justicia y no abandonase el mandato de Dios. Me piden sentencias justas, desean tener cerca a Dios. "¿Para qué ayunar, si no haces caso?; ¿mortificarnos, si tú no te fijas?" Mirad: el día de ayuno buscáis vuestro interés y apremiáis a vuestros servidores; mirad: ayunáis entre riñas y disputas, dando puñetazos sin piedad. No ayunéis como ahora, haciendo oír en el cielo vuestras voces. ¿Es ése el ayuno que el Señor desea, para el día en que el hombre se mortifica?, mover la cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza, ¿a eso lo llamáis ayuno, día agradable al Señor?
El ayuno que yo quiero es éste: Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: "Aquí estoy.""
Palabra de Dios
Salmo 50 " Un corazón quebrantado y humillado, tú, Dios mío, no lo desprecias"
Mateo 9,14-15
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: "¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?" Jesús les dijo: "¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán."
Palabra del Señor
Hoy la primera lectura nos habla del ayuno, pero algunos se quedaron en el ayuno de no comer carne, y el Señor nos invita a profundizar más en el verdadero significado del ayuno. Porque …. para que evitas comer carne y vas a seguir alimentando con rencor tu corazón? Para que ayunas de carne y te quedas callado ante la injusticia?
En Isaías escuchamos lo que dice el señor “ El ayuno que yo quiero es éste: Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne.” . Antes que abstenerse de alimentos hay que abstenerse de pecados, sobre todo de los que lastiman a los hermanos, empezando por los más pobres. Te has dado cuenta cuantos viven en la cárcel de la adición, has visto cómo el poder politico y economico quieren acabar con la vida, con la familia y los valores cristianos y tu y yo que estamos haciendo? Si te das cuenta que un amigo tiene problemas realmente te acercas y tratas de ayudarle o más bien pasas de largo?
Es bonito abstenerse de alimentos si el motivo es no sólo purificar el propio cuerpo y la propia alma sino ante todo compartirlos con los que no los tienen! Pero también es muy hermoso cuando el ayuno tiene una dimensión de justicia social. Asi se cumplira lo que dice al final de la lectura “ Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: "Aquí estoy.""
Hoy el evangelio Jesús nos habla del ayuno pero me quiero detener exactamente lo que significa “ mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunarán.". Jesús a que se refiere con esto?
El ayuno es una práctica muy antigua y es practicada en casi todas las religiones. Jesús lo practicó durante 40 días pero Jesús no insiste con los discípulos para que hagan lo mismo. Les deja libertad. Por esto, los discípulos de Juan Bautista y de los fariseos, que eran obligados a ayunar, quieren saber por qué Jesús no insiste en el ayuno.
Las palabras de Jesús al decir” mientras el novio está con ellos “, Jesús se considera como el novio y los discípulos son amigos del novio. Durante el tiempo en que él, Jesús, está con los discípulos, hay fiesta de bodas, por consiguiente ellos no precisan ayunar. LLegará el día en que el novio no estará. En ese tiempo, si ellos quieren, podrán ayunar. En esta frase Jesús alude a su muerte. Lo que Jesús nos quiere decir es que debemos entramos a nosotros mismos y descubrir cómo nos debemos de preparar para recibir al novio en la fiesta de Pascua, en la Fiesta de Bodas. Qué cosas deben de morir en nosotros, la envidia, los celos, el egoísmo, el orgullo, la indiferencia, la agresividad, la falta de amor y de misericordia con los demás.
Recordemos las palabras de Juan Bautista “ las colinas deben de bajarse y los valles rellenarse “, eso significa emparejar. Lo primero hay que haber cambio y conversión en el corazón y posteriormente esto se refleja en lo exterior. En este mundo hay gravísimas desigualdades, los ricos están más ricos y los pobres son más numerosos y más pobres. Tu crees que Dios quiere eso? Nuestro ayuno debe tener un impacto que cambie el mundo que sea más justo, más cercano al querer de Dios. Esto es alegrarse del bien que le llega a mi hermano. Recordemos que el egoísmo parte de una sola alegría, me alegro de lo que me llega a mi.
Mi amado Jesús, El ayuno no es una práctica al vacío, hoy me enseñas que la verdadera dimensión del ayuno. El ayuno es llevar y dar vida a aquel que la necesita, es tener una dimensión de justicia social para que se pueda cumplir la promesa de Dios “ Se abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor “. El primer ayuno que debo hacer es reconocer que hay cosas en mi y que deben de morir en Tu cruz. Porque al morir contigo resucitaré contigo y podre ser extensión de tu amor, Amén.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!
--
† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
Encuentranos en : www.catolicosregina.com
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LA ORACIÓN ES LUZ DEL ALMA
Nada hay mejor que la oración y coloquio con Dios, ya que por ella nos ponemos en contacto inmediato con él; y, del mismo modo que nuestros ojos corporales son iluminados al recibir la luz, así también nuestro espíritu, al fijar su atención en Dios, es iluminado con su luz inefable. Me refiero, claro está, a aquella oración que no se hace por rutina, sino de corazón; que no queda circunscrita a unos determinados momentos, sino que se prolonga sin cesar día y noche.
Conviene, en efecto, que la atención de nuestra mente no se limite a concentrarse en Dios de modo repentino, en el momento en que nos decidimos a orar, sino que hay que procurar también que cuando está ocupada en otros menesteres, como el cuidado de los pobres o las obras útiles de beneficencia u otros cuidados cualesquiera, no prescinda del deseo y el recuerdo de Dios, de modo que nuestras obras, como condimentadas con la sal del amor de Dios, se conviertan en un manjar suavísimo para el Señor de todas las cosas. Y también nosotros podremos gozar, en todo momento de nuestra vida, de las ventajas que de ahí resultan, si dedicamos mucho tiempo al Señor.
La oración es luz del alma, verdadero conocimiento de Dios, mediadora entre Dios y los hombres. Por ella nuestro espíritu, elevado hasta el cielo, abraza a Dios con abrazos inefables, deseando la leche divina, como un niño que, llorando, llama a su madre; por ella nuestro espíritu espera el cumplimiento de sus propios anhelos y recibe unos bienes que superan todo lo natural y visible.
La oración viene a ser una venerable mensajera nuestra ante Dios, alegra nuestro espíritu, aquieta nuestro ánimo. Me refiero, en efecto, a aquella oración que no consiste en palabras, sino más bien en el deseo de Dios, en una piedad inefable, que no procede de los hombres, sino de la gracia divina, acerca de la cual dice el Apóstol: Nosotros no sabemos pedir como conviene, pero el Espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos que no pueden ser expresados en palabras.
Semejante oración, si nos la concede Dios, es de gran valor y no ha de ser despreciada; es un manjar celestial que satisface al alma; el que lo ha gustado, se inflama en el deseo eterno de Dios, como en un fuego ardentísimo que inflama su espíritu.
Para que alcance en ti su perfección, pinta tu casa interior con la moderación y la humildad, hazla resplandeciente con la luz de la justicia, adórnala con buenas obras, como con excelentes láminas de metal, y decórala con la fe y la grandeza de ánimo, a manera de paredes y mosaicos; por encima de todo coloca la oración, como el techo que corona y pone fin al edificio, para disponer así una mansión acabada para el Señor y poderlo recibir como en una casa regia y espléndida, poseyéndolo por la gracia como una imagen colocada en el templo del alma.
RESPONSORIO Lm 5, 20-21a; Mt 8, 25
R. ¿Porqué has de olvidarnos para siempre? ¿Porqué toda la vida abandonarnos? * Haz que volvamos a ti, Señor, y volveremos.
V. ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
R. Haz que volvamos a ti, Señor, y volveremos.
ORACIÓN.
OREMOS,
Te pedimos, Señor, que nos ayudes a continuar animosos estos días de penitencia que acabamos de empezar y que nuestras prácticas externas de penitencia estén siempre acompañadas por la sinceridad de un corazón que desea convertirse. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
Nada hay mejor que la oración y coloquio con Dios, ya que por ella nos ponemos en contacto inmediato con él; y, del mismo modo que nuestros ojos corporales son iluminados al recibir la luz, así también nuestro espíritu, al fijar su atención en Dios, es iluminado con su luz inefable. Me refiero, claro está, a aquella oración que no se hace por rutina, sino de corazón; que no queda circunscrita a unos determinados momentos, sino que se prolonga sin cesar día y noche.
Conviene, en efecto, que la atención de nuestra mente no se limite a concentrarse en Dios de modo repentino, en el momento en que nos decidimos a orar, sino que hay que procurar también que cuando está ocupada en otros menesteres, como el cuidado de los pobres o las obras útiles de beneficencia u otros cuidados cualesquiera, no prescinda del deseo y el recuerdo de Dios, de modo que nuestras obras, como condimentadas con la sal del amor de Dios, se conviertan en un manjar suavísimo para el Señor de todas las cosas. Y también nosotros podremos gozar, en todo momento de nuestra vida, de las ventajas que de ahí resultan, si dedicamos mucho tiempo al Señor.
La oración es luz del alma, verdadero conocimiento de Dios, mediadora entre Dios y los hombres. Por ella nuestro espíritu, elevado hasta el cielo, abraza a Dios con abrazos inefables, deseando la leche divina, como un niño que, llorando, llama a su madre; por ella nuestro espíritu espera el cumplimiento de sus propios anhelos y recibe unos bienes que superan todo lo natural y visible.
La oración viene a ser una venerable mensajera nuestra ante Dios, alegra nuestro espíritu, aquieta nuestro ánimo. Me refiero, en efecto, a aquella oración que no consiste en palabras, sino más bien en el deseo de Dios, en una piedad inefable, que no procede de los hombres, sino de la gracia divina, acerca de la cual dice el Apóstol: Nosotros no sabemos pedir como conviene, pero el Espíritu mismo aboga por nosotros con gemidos que no pueden ser expresados en palabras.
Semejante oración, si nos la concede Dios, es de gran valor y no ha de ser despreciada; es un manjar celestial que satisface al alma; el que lo ha gustado, se inflama en el deseo eterno de Dios, como en un fuego ardentísimo que inflama su espíritu.
Para que alcance en ti su perfección, pinta tu casa interior con la moderación y la humildad, hazla resplandeciente con la luz de la justicia, adórnala con buenas obras, como con excelentes láminas de metal, y decórala con la fe y la grandeza de ánimo, a manera de paredes y mosaicos; por encima de todo coloca la oración, como el techo que corona y pone fin al edificio, para disponer así una mansión acabada para el Señor y poderlo recibir como en una casa regia y espléndida, poseyéndolo por la gracia como una imagen colocada en el templo del alma.
RESPONSORIO Lm 5, 20-21a; Mt 8, 25
R. ¿Porqué has de olvidarnos para siempre? ¿Porqué toda la vida abandonarnos? * Haz que volvamos a ti, Señor, y volveremos.
V. ¡Señor, sálvanos, que perecemos!
R. Haz que volvamos a ti, Señor, y volveremos.
ORACIÓN.
OREMOS,
Te pedimos, Señor, que nos ayudes a continuar animosos estos días de penitencia que acabamos de empezar y que nuestras prácticas externas de penitencia estén siempre acompañadas por la sinceridad de un corazón que desea convertirse. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
jueves, 27 de febrero de 2020
Dios quiere que elijamos y para elegir bien es escuchar su voz y obedecerle !!!
Deuteronomio 30,15-20
Moisés habló al pueblo, diciendo: "Mira: hoy te pongo delante la vida y el bien, la muerte y el mal. Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te promulgo hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y crecerás; el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para conquistarla. Pero, si tu corazón se aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar y te prosternas dando culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que morirás sin remedio, que, después de pasar el Jordán y de entrar en la tierra para tomarla en posesión, no vivirás muchos años en ella. Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra; te pongo delante vida y muerte, bendición y maldición. Elige la vida, y viviréis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, pegándote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que había prometido dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob."
Palabra de Dios
Una de las cosas que más me da tristeza es ver cómo las personas les da miedo vivir y de cometer errores, entonces son de aquellos que tienen en un papel los sueños que quisieran lograr pero por su propio pesimismo, por dejarse influencia por otros, por hacerle caso a otros entonces aplazaron y aplazaron sus sueños esperando tener todo perfecto para hacerlo. A veces la vida nos presiona y nos da un empujón para tomar decisiones. Siempre doy este caso, mi novio que ahora es mi esposo se animó a casarse conmigo porque quede en embarazo, si no hubiera sido por eso, pienso que aun no estaríamos casados porque él esperando a tener la casa, el carro, la beca de los hijos, tener una buena solvencia económica nunca hubiera tomado la decisión de casarse. Claro está hay que debemos ser prudentes para tomar ciertos riesgos, pero no podemos llenarnos de miedo.
Una de las causas de que las personas sienten miedo en la vida es por el temor a equivocarse. Dios que es tan lleno de sabiduría nos da una solución para que sepamos tomar mejores las decisiones como es el discernimiento. Si hacemos un buen discernimiento elegiremos bien. Como se hace un buen discernimiento?
Con la oración, el ayuno y caridad. La oración me acerca a Dios si dejó a un lado mis deseos, mis gustos, mis caprichos y me pongo en disposición a escuchar lo que Dios me quiere decir. Es tener una actitud sincera consigo mismo ayudado por el Espíritu Santo, hacerse preguntas profundas como esto que me trae a mi vida, que ventajas y desventajas tengo si hago esto o no.
El ayuno es darnos cuenta las limitaciones que tenemos y una de ellas es reconocer que la mejor decisión viene de Dios.
La caridad es obedecer a Dios a pesar de que no esté de acuerdo con todo, o a pesar de que no entienda todo. Le obedezco por amor y por la convicción que todo lo que viene de Él es bueno, agradable y perfecto!!!
La mayoría de las veces no discernimos bien, entonces el problema es de Dios o de nosotros? Si discernimos cada situación a la luz de Dios tendremos la tranquilidad que todo va salir bien y si hay alguna dificultad en el camino, estamos seguros que no estamos solos. Cuando andamos cogidos de la mano con Dios experimentamos la paz, la alegría, el amor y la confianza, y nada ni nadie te arrebatará el gozo y la paz que solo te lo da el Señor.
Salmo 1" Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor. "
Lucas 9,22-25
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día." Y, dirigiéndose a todos, dijo: "El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?"
Palabra de Dios
Hoy Jesús nos habla acerca de la cruz, pero no podemos quedarnos solo la cruz del dolor, realmente hay un significado más profundo acerca de la cruz.
La cruz de Cristo es la que nos trae la salvación y nuestra propia cruz se convierte en puerta para recibir la salvación que Cristo gratuitamente nos ofrece. Ambas cruces se parecen pero mientras la cruz de Cristo vemos al hijo de Dios negándose a sí mismo, entregándose hasta perder la vida. Nuestra cruz se va asemejando a la de Cristo a medida que renunciamos a nosotros mismos, cuando doblegamos nuestro orgullo, nos sacrificamos y entregarnos algo de nosotros para el otro. La cruz de Cristo me salva porque no es por mis esfuerzos que yo me salvo, tampoco son mis sufrimientos los que me salvan. Nosotros no tenemos que comprar a Dios para que nos de la salvación, si pensamos de esta manera entonces no estamos valorando la muerte de Cristo en la cruz.
La cruz nuestra y la aceptación de la misma es reconocer que hay pecado en nosotros y que el pecado de los demás tendrá consecuencia en nosotros, entonces nosotros no podremos escapar del sufrimiento y mientras vivamos en esta tierra me va alcanzar ese sufrimiento a mi vida.
También la cruz nos quiere enseñar que en cada uno nosotros existe un EGO, entonces queremos imponer, dominar, controlar, y hacer lo que nosotros queremos. Siempre tendremos una voz que nos diga disfruta mas, gana mas, escala más, no te la dejes montar de nadie; nuestra tarea es dominar esa bestia interior porque sino lo haces nunca seremos verdaderamente cristianos. Entonces la cruz de Cristo me educa porque me enseña a que no puedo darle gusto a todos mis deseos.
Por último la cruz de Cristo cuando la acojo experimento el inmenso amor que tiene El para darme. Solo quien experimenta ese amor crucificado y redentor podrá ser un verdadero discípulo de Cristo.
Mi amado Jesús, Tu cruz es la que salva no por lo que yo haga o deje de hacer, Tu no necesitas ser comprado por mis esfuerzos o sacrificios. Que en esta cuaresma aprenda a reconocer el pecado que habita en mí y el pecado que habita en los demás, todo eso tendrá consecuencia en mi vida y no podré escapar de ello. El sufrimiento purifica y santifica ayúdame a entenderlo y a recibirlo con paz. También golpea mi orgullo porque tengo que dominar esa bestia interior que quiere crecer y salir en mi. Por último quiero abrazar tu cruz redentora, experimentar tu inmenso amor y poderlo compartir con los demás, porque yo quiero ser un verdadero discípulo tuyo, Amén.
Dios te bendiga,
Alabados ea Jesucristo por siempre sea alabado!!!
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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LA PURIFICACIÓN ESPIRITUAL POR EL AYUNO Y LA MISERICORDIA
En todo tiempo, amados hermanos, la misericordia del Señor llena la tierra, y todo fiel halla en la misma naturaleza motivo de adoración a Dios, ya que el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos nos hablan de la bondad y omnipotencia del que los ha creado, y la admirable belleza de los elementos puestos a nuestro servicio exige de la creatura racional el justo tributo de la acción de gracias.
Pero al volver de nuevo estos días, marcados de manera especial por los misterios de nuestra redención, y que preceden inmediatamente a la celebración de la Pascua, se nos intima una mayor diligencia en prepararnos con la purificación de nuestro espíritu.
En efecto, es propio de la fiesta de Pascua que toda la Iglesia se regocije por el perdón de sus pecados, y ello no sólo en los que renacerán por el sagrado bautismo, sino también en los que han sido ya anteriormente agregados a la porción de los hijos adoptivos.
Pues, si bien lo que nos hace hombres nuevos es principalmente el baño de regeneración, sin embargo, como nos es también necesaria a todos la cotidiana renovación contra la herrumbre de nuestra condición mortal, y nadie hay que no tenga el deber de afanarse continuamente por una mayor perfección, es necesario un esfuerzo por parte de todos para que el día de nuestra redención nos halle a todos renovados.
Por tanto, amados hermanos, lo que cada cristiano ha de hacer en todo tiempo ahora debemos hacerlo con más intensidad y entrega, para que así la institución apostólica de esta cuarentena de días logre su objetivo mediante nuestro ayuno, el cual ha de consistir mucho más en la privación de nuestros vicios que en la de los alimentos.
Junto al razonable y santo ayuno, nada más provechoso que la limosna, denominación que incluye una extensa gama de obras de misericordia, de modo que todos los fieles son capaces de practicarla, por diversas que sean sus posibilidades. En efecto, con relación al amor que debemos a Dios y a los hombres, siempre está en nuestras manos la buena voluntad, que ningún obstáculo puede impedir. Los ángeles dijeron: Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad; con ello nos enseñaron que todo aquel que por amor se compadece de cualquier miseria ajena se enriquece, no sólo con la virtud de su buena voluntad, sino también con el don de la paz.
Las obras de misericordia son variadísimas, y así todos los cristianos que lo son de verdad, tanto si son ricos como si son pobres, tienen ocasión de practicarlas a la medida de sus posibilidades; y aunque no todos puedan ser iguales en la cantidad de lo que dan, todos pueden serlo en su buena disposición.
RESPONSORIO Cf. 2Co 6, 4
R. El tiempo del ayuno nos ha abierto las puertas del paraíso, recibámoslo con buena voluntad y seamos constantes en la oración, * para que en el día de la resurrección nos gloriemos con el Señor.
V. Acreditémonos siempre en todo como verdaderos servidores de Dios.
R. Para que en el día de la resurrección nos gloriemos con el Señor.
ORACIÓN.
OREMOS,
Tu gracia, Señor, inspire nuestras acciones, las sostenga y acompañe, para que todo nuestro trabajo cuaresmal brote de ti, como una fuente, y a ti tienda, como a su fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
En todo tiempo, amados hermanos, la misericordia del Señor llena la tierra, y todo fiel halla en la misma naturaleza motivo de adoración a Dios, ya que el cielo y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos nos hablan de la bondad y omnipotencia del que los ha creado, y la admirable belleza de los elementos puestos a nuestro servicio exige de la creatura racional el justo tributo de la acción de gracias.
Pero al volver de nuevo estos días, marcados de manera especial por los misterios de nuestra redención, y que preceden inmediatamente a la celebración de la Pascua, se nos intima una mayor diligencia en prepararnos con la purificación de nuestro espíritu.
En efecto, es propio de la fiesta de Pascua que toda la Iglesia se regocije por el perdón de sus pecados, y ello no sólo en los que renacerán por el sagrado bautismo, sino también en los que han sido ya anteriormente agregados a la porción de los hijos adoptivos.
Pues, si bien lo que nos hace hombres nuevos es principalmente el baño de regeneración, sin embargo, como nos es también necesaria a todos la cotidiana renovación contra la herrumbre de nuestra condición mortal, y nadie hay que no tenga el deber de afanarse continuamente por una mayor perfección, es necesario un esfuerzo por parte de todos para que el día de nuestra redención nos halle a todos renovados.
Por tanto, amados hermanos, lo que cada cristiano ha de hacer en todo tiempo ahora debemos hacerlo con más intensidad y entrega, para que así la institución apostólica de esta cuarentena de días logre su objetivo mediante nuestro ayuno, el cual ha de consistir mucho más en la privación de nuestros vicios que en la de los alimentos.
Junto al razonable y santo ayuno, nada más provechoso que la limosna, denominación que incluye una extensa gama de obras de misericordia, de modo que todos los fieles son capaces de practicarla, por diversas que sean sus posibilidades. En efecto, con relación al amor que debemos a Dios y a los hombres, siempre está en nuestras manos la buena voluntad, que ningún obstáculo puede impedir. Los ángeles dijeron: Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad; con ello nos enseñaron que todo aquel que por amor se compadece de cualquier miseria ajena se enriquece, no sólo con la virtud de su buena voluntad, sino también con el don de la paz.
Las obras de misericordia son variadísimas, y así todos los cristianos que lo son de verdad, tanto si son ricos como si son pobres, tienen ocasión de practicarlas a la medida de sus posibilidades; y aunque no todos puedan ser iguales en la cantidad de lo que dan, todos pueden serlo en su buena disposición.
RESPONSORIO Cf. 2Co 6, 4
R. El tiempo del ayuno nos ha abierto las puertas del paraíso, recibámoslo con buena voluntad y seamos constantes en la oración, * para que en el día de la resurrección nos gloriemos con el Señor.
V. Acreditémonos siempre en todo como verdaderos servidores de Dios.
R. Para que en el día de la resurrección nos gloriemos con el Señor.
ORACIÓN.
OREMOS,
Tu gracia, Señor, inspire nuestras acciones, las sostenga y acompañe, para que todo nuestro trabajo cuaresmal brote de ti, como una fuente, y a ti tienda, como a su fin. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
miércoles, 26 de febrero de 2020
Miércoles de Ceniza. Tiempo para conocernos y encontrarnos a nosotros mismos ante los ojos de Dios.
Joel 2,12-18
"Ahora -oráculo del Señor- convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas." Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, vuestro Dios.
Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión. Congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos. Congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: "Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo."
Palabra de Dios
Salmo 50 " Misericordia, Señor: hemos pecado"
2 Corintios 5,20-6,2
Hermanos: Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios. Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice: "En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda"; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación.
Palabra de Dios
Mateo 6,1-6.16-18
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará.
Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará.
Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará."
Palabra del Señor
En la primera lectura comienza diciéndonos “ Rasgad los corazones y no las vestiduras “... Que significa rasgad los corazones? Rasgad los corazones es abrir nuestro corazón, es descubrir realmente quiénes somos, ser conscientes de lo que hacemos y dejamos de hacer. Abrir nuestro corazón es no ser más indiferentes de lo que pasa a nuestro alrededor, es dejar de ser espectadores, es reconocer la voz de Dios en nuestra vida y saber que es lo que Él nos pide. Abrir nuestro corazón es dejar que el mensaje de Cristo nos cuestione a tal punto que nos lleve a una verdadera conversión. Cuando cerramos nuestro corazón estamos destinados a morir porque no escuchamos al otro, porque poco a poco vamos perdiendo la capacidad de sentir. Hoy la invitación es que abras tu corazón y no tengas miedo de quedar en un estado de vulnerabilidad, todos te pueden fallar, menos Dios.
Hoy comenzamos la Cuaresma, Miércoles de Ceniza. Tiempo para conocernos y encontrarnos a nosotros mismos ante los ojos de Dios.
Escuchando la reflexión del dia de hoy del padre Fray Nelson, una de las cosas que yo no sabía es que la ceniza de este año se hace con las palmas del domingo de ramos del año pasado. Ese simbolismo nos invita a pensar en lo que pasa y en lo que queda. Si demos el caso si yo tuviera que hacer mi propia ceniza, que tendría que quemar en mi vida?
En el domingo de ramos recordemos que es un momento de aclamación, de júbilo y de gloria. Ese momento de gloria es algo muy humano, y lo humano no es eterno y lo vemos por ejemplo en el viernes santo. Unos días atrás la gente gritaba y alababa a Jesús y a los días siguientes esas mismas personas decían “ Crucifiquenlo”.
Volviendo a la pregunta … Si demos el caso si yo tuviera que hacer mi propia ceniza, que tendría que quemar en mi vida? Esta metáfora nos ayuda para que entremos a nuestro corazón y nos demos cuenta que hay cosas que debemos terminar y dejar, quizás el orgullo, el rencor, la envidia, el chisme, la mentira, ser cizañeros, la pereza, la criticadera, la quejadera. Este tiempo es favorable para todos porque es un alto en el camino que nos ayuda para que nos conozcamos a profundidad encontrándonos a nosotros mismos.
Entonces pregunte, Cuales son las bases en que yo he edificado mi vida, en donde e puesto mis seguridades, en donde he puesto mi fortaleza, porque donde yo lo he puesto allí también está mi corazón. Esas fortalezas humanas donde me apoyo quizas son mas de apariencias. En este tiempo de Cuaresma es tiempo favorable para buscar la verdadera fortaleza porque es salir de nuestros falsos sueños y entrarnos a nuestro ser ante los ojos amorosos de Dios. Este descubrirnos a nosotros mismos nos lleva a redescubrir lo valioso que somos ante los ojos de Dios y ante su inmenso amor solo nos queda en convertir nuestro corazón hacia El. Solo con el arrepentimiento podemos entrar al camino de la gracia de Dios.
San Agustín decía “ Que te conozca Señor y que yo me conozca “. Aprovechemos este tiempo para descubrir la verdad de lo que somos y la verdad de Dios. Jesús quiere una religión que parte de la verdad de lo que yo soy. Toda religión de apariencia y de hipocresía es un freno o un obstáculo que ponemos para que la luz de Cristo se haga presente en medio de nosotros y que tanto necesitamos.
Hoy comenzamos este itinerario cuaresmal y quiero que esta vez sea realmente diferente. Ayúdame Señor a alcanzar la humildad que tanto necesito para que me conozca de verdad, para que descubra en que yo he edificado mi vida, hacer cambios concretos en mi vida. Dame la gracia de tener una experiencia profunda de tu amor para reconocer lo valioso que soy ante tus ojos y así yo pueda alcanzar la conversión de mi corazón entrando al camino de la gracia. Amen.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!
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Sandra Yudy Zapata Escudero
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martes, 25 de febrero de 2020
La humildad hace retroceder al mal.
Santiago 4,1-10
Queridos hermanos: ¿De dónde proceden las guerras y las contiendas entre vosotros? ¿No es de vuestras pasiones, que luchan en vuestros miembros? Codiciáis y no tenéis; matáis, ardéis en envidia y no alcanzáis nada; os combatís y os hacéis la guerra. No tenéis, porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, para dar satisfacción a vuestras pasiones. ¡Adúlteros! ¿No sabéis que amar el mundo es odiar a Dios?
El que quiere ser amigo del mundo se hace enemigo de Dios. No en vano dice la Escritura: "El espíritu que Dios nos infundió está inclinado al mal." Pero mayor es la gracia que Dios nos da. Por eso dice la Escritura: "Dios se enfrenta con los soberbios y da su gracia a los humildes." Someteos, pues, a Dios y enfrentaos con el diablo, que huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros. Pecadores, lavaos las manos; hombres indecisos, purificaos el corazón, lamentad vuestra miseria, llorad y haced duelo; que vuestra risa se convierta en llanto y vuestra alegría en tristeza. Humillaos ante el Señor, que él os levantará.
Palabra de Dios
Hoy la primera lectura de Santiago nos invita a estar muy atentos a no caer en las inclinaciones que nos trae el mal como son los pleitos, las rencillas, la envidia, el orgullo.
Santiago nos invita al discernimiento. El discernimiento es tomar consciencia de la situación que estamos viviendo, ser observadores y descubrir o hacernos esta pregunta “ que haria Jesus en mi lugar”, este sentimiento viene de Dios o no. Dios no quiere divisiones, Dios no quiere que destruyamos al otros con nuestras palabras, Dios no quiere que tengamos corazones rencorosos. No podemos actuar como primarios, hay que actuar con más inteligencia, esto es, si esa diferencia de opinión por ejemplo me lleva al pleito, a la ofensa, y por consiguiente me va a llevar a la división entonces no le des larga, no caigas en su trampa porque eso no viene de Dios. Si la discusión me va ayudar a ser mejor persona y desarrollar otros valores como la tolerancia, la humildad, a cuestionarte tus ideas, entonces eso si viene de Dios.
Familias y amigos padecen división por la envidia, los celos, el orgullo. Una pelea se sabe cuando comienza pero no se sabe cuando y como termina. Hay amigos que por celos y envidia llevan y traen chismes desuniendo amistades. Parejas que por orgullo prefieren acabar con su relación porque no aceptan que se equivocaron o les dificulta reconocer que el otro hace mejores las cosas.
Sabes porque el diablo no quiere que uno busque el sacramento de la confesión o que no hayan reconciliación? Por eso mismo. Dios se derrite con un corazón humilde. Para uno acercarse al sacramento de la confesión hay que tener un corazón humilde. Para pedirle perdon a una persona solo se necesita un corazón humilde. En la misma lectura nos lo dice "Dios se enfrenta con los soberbios y da su gracia a los humildes." Someteos, pues, a Dios y enfrentados con el diablo, que huirá de vosotros. La mejor manera de que el diablo se aleje de ti es cuando eres humilde.
Santiago nos muestra la enfermedad y nos da el antídoto. La enfermedad es el orgullo y el antídoto es la humildad. El mismo nos lo dice al finalizar la lectura “ Acercaos a Dios, y Dios se acercará a vosotros. Pecadores, lavaos las manos; hombres indecisos, purificaos el corazón, lamentad vuestra miseria, llorad y haced duelo; que vuestra risa se convierta en llanto y vuestra alegría en tristeza. Humillaos ante el Señor, que él os levantará”.
Pidámosle al Señor que venzamos el mal resistiendo sus encantos porque si estamos firmes con el Señor, El diablo se aleja de nosotros. Que con un corazón humilde nos acerquemos al Señor, así como el Señor de los cielos se abaja en el rostro de Cristo para estar cerca de nosotros, que nosotros tengamos esa misma actitud de abajamiento ante Dios. El cristiano no es un ser acomplejado ni derrotado, sino uno que sólo se doblega ante el Rey del Universo.
Salmo 54 " Encomienda a Dios tus afanes, que él te sustentará"
Marcos 9,30-37
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: "El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará." Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaún, y, una vez en casa, les preguntó: "¿De qué discutíais por el camino?" Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: "Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos." Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: "El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí no me acoge a mí, sino al que me ha enviado."
Palabra del Señor
En el evangelio Jesús hoy nos dice "Quien quiera ser el primero, que sea el último….." . Para algunos esto puede significar que Jesús se está refiriendo a la autoestima osea que no tengas una opinión demasiado alta de ti mismo, sino que es mejor tener una opinión más bien baja de ti. Ahora bien será que esto es lo que Jesús nos quiere decir? Será que Jesús quería darnos clases de baja autoestima? Eso significa la humildad cristiana? Tener baja la autoestima es ser uno humilde?
Recordemos que los apóstoles nos dicen “ Nosotros hemos sido adquiridos por gran precio por la sangre el hijo de Dios ha sido derramado por nosotros y por nuestra salvación ”, entonces si es asi, sera que podríamos decir que no valemos?. Recordemos las palabras de Jesús cuando se refiere a sí mismo “ Yo he nacido para ser rey “, y también Jesús dice “ Aprended de mí que soy manso y humilde de corazón “ . Realmente lo que Jesús nos quiere decir es que el que se pone de último está al servicio de los demás, en cambio el que busca el primer lugar es quien quiere ser servido por los otros. Jesús también dice “ Yo no he venido para ser servido sino para servir “. Entonces volviendo con la pregunta… Será que servir a otros es tener baja autoestima?
Jesús nos enseña que aquel quien sirve a los demás no tiene baja autoestima. La persona que sirve es la persona que soporta, que sostiene, que da fuerza. El servir no es ninguna humillación. El que sirve se convierte en indispensable ya se trate de la sociedad, de la evangelización, de un gobierno o de la iglesia. Por ejemplo el tejado de una casa es más importante que los cimientos de la casa? No, son los cimientos que sostiene el tejado.
Jesús quiere que seamos la fuerza, los que sostenemos a otros, que seamos soporte, en ser ayuda eficaz para los demás. El servicio no es humillación por el contrario, Jesús es el primer servidor y es por eso que es el rey de reyes, El es grande entre los grandes. Jesús nos quiere con una autoestima alta, no para humillar o para maltratar sino para servir. Somos valiosos ante sus ojos, estamos llamados a ser reyes como Él, un rey que sirve, que ama, que acoge a los demás.
Mi amado Jesús, no permitas que crezca el orgullo en mi corazón por malos entendidos y chismes, yo quiero ser puente de fraternidad y de amor con los que pones en mi camino. Eso fue lo que tu hiciste en esta tierra, ser la fuerza, el soporte y la ayuda eficaz para otros. A través del servicio descubro lo valioso y lo útil que soy. Asi como tu eres el Rey del universo, todos nosotros somos llamados a ser reyes no para que nos sirvan sino para servir, no para humillar sino para animar a otros que están cansados, no para que me sirvan sino para servir al que me necesita, no para que me amen sino para amar sin medida, no para que me acojan sino para acoger al que se siente solo. Dame la gracia de ser como tu, Amen.
Dios te bendiga,
Alabado sea Jesucristo por siempre sea alabado!!!!
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Sandra Yudy Zapata Escudero
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OH ETERNA VERDAD, VERDADERA CARIDAD Y CARA ETERNIDAD!
Habiéndome convencido de que debía volver a mí mismo, penetré en mi interior, siendo tu mi guía, y ello me fue posible porque tú, Señor, me socorriste. Entré y ví con los ojos de mi alma, de un modo u otro, por encima de la capacidad de estos mismos ojos, por encima de mi mente, una luz inconmutable; no esta luz ordinaria y visible a cualquier hombre, por intensa y clara que fuese y que lo llenara todo con su magnitud. Se trataba de una luz completamente distinta. Ni estaba por encima de mi mente, como el aceite sobre el agua o como el cielo sobre la tierra, sino que estaba en lo más alto, ya que ella fue quien me hizo, y yo estaba en lo más bajo, porque fui hecho por ella. La conoce el que conoce la verdad. ¡Oh eterna verdad, verdadera caridad y cara eternidad! Tú eres mi Dios, por ti suspiro día y noche. Y, cuando te conocí por vez primera, fuiste tú quien me elevó hacia ti, para hacerme ver que había algo que ver y que yo no era aún capaz de verlo. Y fortaleciste la debilidad de mi mirada irradiando con fuerza sobre mí, y me estremecí de amor y de temor; y me di cuenta de la gran distancia que me separaba de ti, por la gran desemejanza que hay entre tú y yo, como si oyera tu voz que me decía desde arriba: «Soy alimento de adultos: crece, y podrás comerme. Y no me transformarás en substancia tuya, como sucede con la comida corporal, sino que tú te transformarás en mí.»
Y yo buscaba el camino para adquirir un vigor que me hiciera capaz de gozar de ti, y no lo encontraba, hasta que me abracé al mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús, hombre también él, el cual está por encima de todas las cosas, Dios bendito por los siglos, que me llamaba y me decía: Yo soy el camino de la verdad y la vida, y el que mezcla aquel alimento, que yo no podía asimilar, con la carne, ya que la Palabra se hizo carne, para que, en atención a nuestro estado de infancia, se convirtiera en leche tu sabiduría, por la que creaste todas las cosas.
¡Tarde te amé, Hermosura tan antigua y tan nueva, tarde te amé! Y tú estabas dentro de mí y yo afuera, y así por fuera te buscaba; y, deforme como era, me lanzaba sobre estas cosas hermosas que tú creaste. Tú estabas conmigo, mas yo no estaba contigo. Reteníanme lejos de ti aquellas cosas que, si no estuviesen en ti, no existirían. Me llamaste y clamaste, y quebrantaste mi sordera; brillaste y resplandeciste, y curaste mi ceguera; exhalaste tu perfume y lo aspiré, y ahora te anhelo; gusté de ti, y ahora siento hambre y sed de ti; me tocaste, y deseé con ansia la paz que procede de ti.
RESPONSORIO S. Agustín, Confesiones
R. ¡Oh verdad, luz de mi corazón! No son ya mis tinieblas las que me hablan: me había equivocado, pero me acordé de ti; * y ahora vuelvo a tu fuente, sediento y anhelante.
V. No soy yo mi propia vida; por mí mismo, sólo viví mal, mas luego en ti resucité.
R. Y ahora vuelvo a tu fuente, sediento y anhelante.
ORACIÓN.
OREMOS,
Renueva, Señor, en tu Iglesia aquel espíritu que, con tanta abundancia, otorgaste al obispo san Agustín, para que también nosotros tengamos sed de ti, única fuente de la verdadera sabiduría, y en ti, único manantial del verdadero amor, encuentre descanso nuestro corazón. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
lunes, 24 de febrero de 2020
La fe puede crecer o debilitarse…
Santiago 3,13-18
Queridos hermanos: ¿Hay alguno entre vosotros sabio y entendido? Que lo demuestre con una buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría. Pero, si tenéis el corazón amargado por la envidia y las rivalidades, no andéis gloriándoos, porque sería pura falsedad. Esa sabiduría no viene del cielo, sino que es terrena, animal, diabólica. Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.
Palabra de Dios
Como hemos mal entendido lo que significa ser sabio, lo que significa tener sabiduría. Para este mundo supuestamente el sabio, es quien tiene mucho conocimiento, o tiene muchos diplomas. Para el apóstol Santiago la sabiduría es aquel quien tiene un conocimiento experiencial profundo del amor de Dios y lo lleva a acoger al otro practicando la misericordia y a crear comunidad.
En la vida me he encontrado con personas con mucho conocimiento teórico y esto los ha llevado a compartirlo generosamente con otros. El conocimiento no ha hinchado su orgullo, todo lo contrario emplean ese conocimiento recibido para hacer buenas obras. Pero también con tristeza vemos como personas con mucho conocimiento teórico han dejado que sea alimentado el orgullo, caen en la envidia y en rivalidades. La sabiduría del mundo hace que me sienta más grande que los demás y me hace humillar a los otros.
Pidámosle al Señor que nos ayude a no caer en la sabiduría del mundo que nos llena de orgullo, en envidia y en rivalidades, que más bien nos llene de Su sabiduría a través de esa experiencia personal de su amor que nos trae paz y nos capacita para abrir el corazón para acoger al hermano desde la misericordia, a crear y buscar la unidad en la comunidad; que esa clase de conocimiento que Cristo trajo al mundo nos ayude testificar con nuestras vidas. Amén.
Salmo 18 " Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón"
Marcos 9,14-29
En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó: "¿De qué discutís?" Uno le contestó: "Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces."
Él les contestó: "¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo." Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?" Contestó él: "Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos." Jesús replicó: "¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe." Entonces el padre del muchacho gritó: "Tengo fe, pero dudo; ayúdame." Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: "Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él." Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: "¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?" Él les respondió: "Esta especie sólo puede salir con oración."
Palabra del Señor
Una de las tantas cosas que personalmente le doy gracias a Dios es la Fe que me ha regalado. Pero como la Fe se obtiene? Primero es un regalo de Dios y hay que pedirla. Además Dios nos da la inteligencia y la memoria, la inteligencia para descubrir su presencia en nuestra vida, y la memoria para que no nos olvidemos de donde nos ha sacado Dios. La fe hay que ponerla en movimiento a través de la inteligencia y la memoria.
Recuerdo hace 15 años atras o mas, como eran mis peticiones a Dios, una y otra vez le insistí en lo mismo. Siempre hay que tener una actitud de perseverancia, hay que persistir, insistir y nunca desistir a pesar de que no veas los resultados de inmediato. Muchas cosas que quería me toco esperar mas de 15 años para que se dieran. No es fácil, para nada, porque cuando la dificultad, el dolor, el sufrimiento son por periodos largos tu fe tiende a debilitarse. Es de ahí que hay que permanecer fieles a Dios porque cuando tu desfalleces fácilmente ya ibas a llegar a la meta.
Esto le sucedió a este hombre, recordemos lo que él le dice a Jesús "Tengo fe, pero dudo; ayúdame." . Todos hemos pasado por eso, la duda. Sera que si, sera que no, será que Dios si me escucha, sera que las cosas se me van a dar?. Porque este hombre dijo esto, fácilmente porque este hombre sufrió por largo tiempo el dolor al ver a su hijo en esas condiciones. Pero este hombre reconoció su necesidad y la poca fe que tenía y al pedirle ayuda a Jesús se hizo el milagro.
Jesús hoy quiere que seamos conscientes de una realidad, la fe crece y también la fe se debilita. La fe crece cuando traemos a la memoria las veces donde Dios nos ha sacado, cuando hemos vivido cosas muy fuertes y vemos que la mano de Dios estaba allí sosteniendonos, cuidándonos y sacandonos al otro lado a salvo. La fe se debilita cuando rezamos por ejemplo por una misma intención y no vemos soluciones rápidas, cuando vivimos por largos periodos de tiempo un sufrimiento, entonces esto aporrea nuestra fe y nos la debilita. En esos momentos debemos de acordarnos cuantas veces Dios nos a sacado de las dificultades. Tengamos la confianza y la convicción de que Dios siempre está con nosotros y mucho más en las dificultades, El siempre responde con un Sí, un No o un espera!. Siempre tendremos de parte de Él una respuesta.
Mi amado Jesus, llename de tu sabiduría a través de una experiencia personal de Tu amor que trae paz y me capacita para abrir el corazón para acoger al hermano desde la misericordia. La verdadera sabiduría: es pacífica, tolerante, conciliadora, compasiva, fecunda, imparcial y sincera que nos lleva a la vida, la paz y la salvación. Ayudame a crecer más en la Fe que me has dado, descubriendo tu presencia en mi vida, las veces en que tú mismo me has dado la mano para seguir en este peregrinar. No permitas que en los tiempos largos de dificultad se debilite mi fe, que yo haga memoria de tu amor y que sea tan humilde de reconocer “ Tengo fe, pero dudo; ayúdame.", Amen.
Dios te bendiga,
Alabados ea Jesucristo por siempre sea alabado!!!
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Sandra Yudy Zapata Escudero
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CONFLICTOS POR FUERA, TEMORES POR DENTRO
Los santos varones, al hallarse involucrados en el combate de las tribulaciones, teniendo que soportar al mismo tiempo a los que atacan y a los que intentan seducirlos, se defienden de los primeros con el escudo de su paciencia, atacan a los segundos arrojándoles los dardos de su doctrina, y se ejercitan en una y otra clase de lucha con admirable fortaleza de espíritu, en cuanto que por dentro oponen una sabia enseñanza a las doctrinas desviadas, y por fuera desdeñan sin temor las cosas adversas; a unos corrigen con su doctrina, a otros superan con su paciencia. Padeciendo, superan a los enemigos que se alzan contra ellos; compadeciendo, retornan al camino de la salvación a los débiles; a aquéllos les oponen resistencia, para que no arrastren a los demás; a éstos les ofrecen su solicitud, para que no pierdan del todo el camino de la rectitud.
Veamos cómo lucha contra unos y otros el soldado de la milicia de Dios. Dice san Pablo: Conflictos por fuera, temores por dentro. Y enumera estas dificultades exteriores diciendo: Con peligros en los ríos, peligros de bandidos, peligros de parte de los de mi raza, peligros de parte de los paganos, peligros en las ciudades, peligros en el desierto, peligros en el mar, peligros de parte de falsos hermanos. Y añade cuáles son los dardos que asesta contra el adversario, en semejante batalla: Con trabajos y fatigas, con muchas noches sin dormir, con hambre y con sed, con ayunos frecuentes, con frío y sin ropa.
Pero, en medio de tan fuertes batallas, nos dice también cuánta es la vigilancia con que protege el campamento, ya que añade a continuación: Y, además de muchas otras cosas, la responsabilidad que pesa sobre mí diariamente, mi preocupación por todas las Iglesias. Además de la fuerte batalla que él ha de sostener, se dedica compasivamente a la defensa del prójimo. Después de explicarnos los males que ha de sufrir, añade los bienes que comunica a los otros.
Pensemos lo gravoso que ha de ser tolerar las adversidades, por fuera, y proteger a los débiles, por dentro, todo ello al mismo tiempo. Por fuera sufre ataques, porque es azotado, atado con cadenas; por dentro sufre por el temor de que sus padecimientos sean un obstáculo no para él, sino para sus discípulos. Por esto les escribe también: Nadie vacile a causa de estas tribulaciones. Ya sabéis que éste es nuestro destino. Él temía que sus propios padecimientos fueran ocasión de caída para los demás, que los discípulos, sabiendo que él había sido azotado por causa de la fe, se hicieran atrás en la profesión de su fe. ¡Oh inmenso y entrañable amor! Desdeñando lo que él padece, se preocupa de que los discípulos no padezcan en su interior desviación alguna. Menospreciando las heridas de su cuerpo, cura las heridas internas de los demás. Es éste un distintivo del hombre justo, que, aun en medio de sus dolores y tribulaciones, no deja de preocuparse por los demás; sufre con paciencia sus propias aflicciones, sin abandonar por ello la instrucción que prevé necesaria para los demás, obrando así como el médico magnánimo cuando está él mismo enfermo. Mientras sufre las desgarraduras de su propia herida, no deja de proveer a los otros el remedio saludable.
RESPONSORIO Cf. Jb 13, 20. 21; cf. Jr 10, 24
R. Señor, no te escondas de mi presencia, * aparta de mí tu mano y no me espantes con tu terror.
V. Corrígeme, Señor, con misericordia, no con ira, no sea que me aniquiles.
R. Aparta de mí tu mano y no me espantes con tu terror.
ORACIÓN.
OREMOS,
Concédenos, Dios todopoderoso, que la constante meditación de tu doctrina nos impulse a hablar y a actuar siempre según tu voluntad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén
sábado, 22 de febrero de 2020
LA IGLESIA DE CRISTO SE APOYA EN LA FIRMEZA DE LA FE DE PEDRO
De entre todo el mundo, sólo Pedro es elegido para ser puesto al frente de la multitud de los llamados, de todos los apóstoles, de todos los Padres de la Iglesia; pues, aunque en el pueblo de Dios son muchos los sacerdotes, muchos los pastores, a todos los rige Pedro, bajo el Supremo gobierno de Cristo. Dios, amadísimos hermanos, se dignó conceder a este hombre una grande y admirable participación en su poder; y todo aquello que quiso que los demás jefes del pueblo tuvieran en común con él se lo otorgó a través de él.
El Señor pregunta a los apóstoles qué piensa la gente acerca de él, y su respuesta concuerda en cuanto que expresa la desorientación de la ignorancia de los hombres.
Pero tan pronto como interroga a sus discípulos sobre la convicción que ellos tienen, el primero entre ellos en dignidad es el primero también en confesar al Señor. Cuando Pedro hubo dicho a Jesús: Tú eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo, Jesús le respondió: Bienaventurado eres tú, Simón, hijo de Jonás, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Es decir: «Bienaventurado eres, porque mi Padre te ha instruido; no has sido engañado por las opiniones terrenas, sino que te ha iluminado la inspiración celestial; ni la carne ni la sangre te han proporcionado el conocimiento de mi persona, sino aquel de quien soy el Hijo único.»
Y yo -añade- te digo; esto es: «Así como mi Padre te ha revelado mi divinidad, así quiero yo a mi vez darte a conocer tu propia dignidad: Tú eres Pedro», esto es: Yo soy la piedra inquebrantable, yo soy la piedra angular que hago de los dos pueblos una sola cosa, yo soy el fundamento fuera del cual nadie puede edificar; pero también tú eres piedra, porque por mi virtud has adquirido tal firmeza, que tendrás juntamente conmigo, por participación, los poderes que yo tengo en propiedad.»
Y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y los poderes del infierno no la derrotarán. «Sobre esta piedra firme -quiere decir- edificaré un templo eterno, y la alta mole de mi Iglesia, llamada a penetrar en el cielo, se apoyará en la firmeza de esta fe.»
Los poderes del infierno no podrán impedir esta profesión de fe, los vínculos de la muerte no la sujetarán, porque estas palabras son palabras de vida. Ellas introducen en el cielo a los que las aceptan, hunden en el infierno a los que las niegan.
Por esto dice Jesús al bienaventurado Pedro: Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y todo lo que atares sobre la tierra será atado en el cielo, y todo lo que desatares sobre la tierra será desatado en el cielo.
Verdad es que este poder fue comunicado también a los demás apóstoles y que este decreto constitutivo concierne igualmente a todos los que rigen la Iglesia; pero, al confiar semejante prerrogativa, no sin razón se dirige el Señor a uno solo, aunque hable para todos, la autoridad queda confiada de un modo singular a Pedro porque él es constituido cabeza de todos los pastores de la Iglesia.
RESPONSORIO
R. Simón Pedro, antes que te llamara de tu nave, yo te conocía, y te constituí como príncipe de mi pueblo; * yo te he entregado las llaves del reino de los cielos.
V. Todo lo que atares sobre la tierra será atado en el cielo, y todo lo que desatares sobre la tierra será desatado en el cielo.
R. Yo te he entregado las llaves del reino de los cielos.
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