Deuteronomio 30,15-20
Moisés habló al pueblo, diciendo: "Mira: hoy te pongo delante la vida y el bien, la muerte y el mal. Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te promulgo hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y crecerás; el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para conquistarla. Pero, si tu corazón se aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar y te prosternas dando culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que morirás sin remedio, que, después de pasar el Jordán y de entrar en la tierra para tomarla en posesión, no vivirás muchos años en ella. Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra; te pongo delante vida y muerte, bendición y maldición. Elige la vida, y viviréis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, pegándote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que había prometido dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob."
Palabra de Dios
Una de las cosas que más me da tristeza es ver cómo las personas les da miedo vivir y de cometer errores, entonces son de aquellos que tienen en un papel los sueños que quisieran lograr pero por su propio pesimismo, por dejarse influencia por otros, por hacerle caso a otros entonces aplazaron y aplazaron sus sueños esperando tener todo perfecto para hacerlo. A veces la vida nos presiona y nos da un empujón para tomar decisiones. Siempre doy este caso, mi novio que ahora es mi esposo se animó a casarse conmigo porque quede en embarazo, si no hubiera sido por eso, pienso que aun no estaríamos casados porque él esperando a tener la casa, el carro, la beca de los hijos, tener una buena solvencia económica nunca hubiera tomado la decisión de casarse. Claro está hay que debemos ser prudentes para tomar ciertos riesgos, pero no podemos llenarnos de miedo.
Una de las causas de que las personas sienten miedo en la vida es por el temor a equivocarse. Dios que es tan lleno de sabiduría nos da una solución para que sepamos tomar mejores las decisiones como es el discernimiento. Si hacemos un buen discernimiento elegiremos bien. Como se hace un buen discernimiento?
Con la oración, el ayuno y caridad. La oración me acerca a Dios si dejó a un lado mis deseos, mis gustos, mis caprichos y me pongo en disposición a escuchar lo que Dios me quiere decir. Es tener una actitud sincera consigo mismo ayudado por el Espíritu Santo, hacerse preguntas profundas como esto que me trae a mi vida, que ventajas y desventajas tengo si hago esto o no.
El ayuno es darnos cuenta las limitaciones que tenemos y una de ellas es reconocer que la mejor decisión viene de Dios.
La caridad es obedecer a Dios a pesar de que no esté de acuerdo con todo, o a pesar de que no entienda todo. Le obedezco por amor y por la convicción que todo lo que viene de Él es bueno, agradable y perfecto!!!
La mayoría de las veces no discernimos bien, entonces el problema es de Dios o de nosotros? Si discernimos cada situación a la luz de Dios tendremos la tranquilidad que todo va salir bien y si hay alguna dificultad en el camino, estamos seguros que no estamos solos. Cuando andamos cogidos de la mano con Dios experimentamos la paz, la alegría, el amor y la confianza, y nada ni nadie te arrebatará el gozo y la paz que solo te lo da el Señor.
Salmo 1" Dichoso el hombre que ha puesto su confianza en el Señor. "
Lucas 9,22-25
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: "El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día." Y, dirigiéndose a todos, dijo: "El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?"
Palabra de Dios
Hoy Jesús nos habla acerca de la cruz, pero no podemos quedarnos solo la cruz del dolor, realmente hay un significado más profundo acerca de la cruz.
La cruz de Cristo es la que nos trae la salvación y nuestra propia cruz se convierte en puerta para recibir la salvación que Cristo gratuitamente nos ofrece. Ambas cruces se parecen pero mientras la cruz de Cristo vemos al hijo de Dios negándose a sí mismo, entregándose hasta perder la vida. Nuestra cruz se va asemejando a la de Cristo a medida que renunciamos a nosotros mismos, cuando doblegamos nuestro orgullo, nos sacrificamos y entregarnos algo de nosotros para el otro. La cruz de Cristo me salva porque no es por mis esfuerzos que yo me salvo, tampoco son mis sufrimientos los que me salvan. Nosotros no tenemos que comprar a Dios para que nos de la salvación, si pensamos de esta manera entonces no estamos valorando la muerte de Cristo en la cruz.
La cruz nuestra y la aceptación de la misma es reconocer que hay pecado en nosotros y que el pecado de los demás tendrá consecuencia en nosotros, entonces nosotros no podremos escapar del sufrimiento y mientras vivamos en esta tierra me va alcanzar ese sufrimiento a mi vida.
También la cruz nos quiere enseñar que en cada uno nosotros existe un EGO, entonces queremos imponer, dominar, controlar, y hacer lo que nosotros queremos. Siempre tendremos una voz que nos diga disfruta mas, gana mas, escala más, no te la dejes montar de nadie; nuestra tarea es dominar esa bestia interior porque sino lo haces nunca seremos verdaderamente cristianos. Entonces la cruz de Cristo me educa porque me enseña a que no puedo darle gusto a todos mis deseos.
Por último la cruz de Cristo cuando la acojo experimento el inmenso amor que tiene El para darme. Solo quien experimenta ese amor crucificado y redentor podrá ser un verdadero discípulo de Cristo.
Mi amado Jesús, Tu cruz es la que salva no por lo que yo haga o deje de hacer, Tu no necesitas ser comprado por mis esfuerzos o sacrificios. Que en esta cuaresma aprenda a reconocer el pecado que habita en mí y el pecado que habita en los demás, todo eso tendrá consecuencia en mi vida y no podré escapar de ello. El sufrimiento purifica y santifica ayúdame a entenderlo y a recibirlo con paz. También golpea mi orgullo porque tengo que dominar esa bestia interior que quiere crecer y salir en mi. Por último quiero abrazar tu cruz redentora, experimentar tu inmenso amor y poderlo compartir con los demás, porque yo quiero ser un verdadero discípulo tuyo, Amén.
Dios te bendiga,
Alabados ea Jesucristo por siempre sea alabado!!!
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† Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
Sandra Yudy Zapata Escudero
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