lunes, 24 de febrero de 2020

La fe puede crecer o debilitarse…


Santiago 3,13-18
Queridos hermanos: ¿Hay alguno entre vosotros sabio y entendido? Que lo demuestre con una buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría. Pero, si tenéis el corazón amargado por la envidia y las rivalidades, no andéis gloriándoos, porque sería pura falsedad. Esa sabiduría no viene del cielo, sino que es terrena, animal, diabólica. Donde hay envidias y rivalidades, hay desorden y toda clase de males. La sabiduría que viene de arriba ante todo es pura y, además, es amante de la paz, comprensiva, dócil, llena de misericordia y buenas obras, constante, sincera. Los que procuran la paz están sembrando la paz, y su fruto es la justicia.
Palabra de Dios


Como hemos mal entendido lo que significa ser sabio, lo que significa tener sabiduría. Para este mundo supuestamente el sabio, es quien tiene mucho conocimiento, o tiene muchos diplomas. Para el apóstol Santiago la sabiduría es aquel quien tiene un conocimiento experiencial profundo del amor de Dios y lo lleva a acoger al otro practicando la misericordia y a crear comunidad.  

En la vida me he encontrado con personas con mucho conocimiento teórico y esto los ha llevado a compartirlo generosamente con otros. El conocimiento no ha hinchado su orgullo, todo lo contrario emplean ese conocimiento recibido para hacer buenas obras.  Pero también con tristeza vemos como personas con mucho conocimiento teórico han dejado que sea alimentado el orgullo, caen en la envidia y en rivalidades.  La sabiduría del mundo hace que me sienta más grande que los demás  y me hace humillar a los otros.

Pidámosle al Señor que nos ayude a no caer en la sabiduría del mundo que nos llena de orgullo, en envidia y en rivalidades, que más bien nos llene de Su sabiduría a través de esa experiencia personal de su amor que nos trae paz y nos capacita para abrir el corazón para acoger al hermano desde la misericordia, a crear y buscar la unidad en la comunidad; que esa clase de conocimiento que Cristo trajo al mundo nos ayude testificar con nuestras vidas.  Amén.

Salmo 18 " Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón"

Marcos 9,14-29
En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó: "¿De qué discutís?" Uno le contestó: "Maestro, te he traído a mi hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces."

Él les contestó: "¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo." Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: "¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto?" Contestó él: "Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos." Jesús replicó: "¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe." Entonces el padre del muchacho gritó: "Tengo fe, pero dudo; ayúdame." Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: "Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él." Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie.
Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: "¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?" Él les respondió: "Esta especie sólo puede salir con oración."
Palabra del Señor


Una de las tantas cosas que personalmente le doy gracias a Dios es la Fe que me ha regalado. Pero como la Fe se obtiene? Primero es un regalo de Dios y hay que pedirla. Además Dios nos da la inteligencia y la memoria, la inteligencia para descubrir su presencia en nuestra vida, y la memoria para que no nos olvidemos de donde nos ha sacado Dios. La fe hay que ponerla en movimiento a través de la inteligencia y la memoria.  

Recuerdo hace 15 años atras o mas, como eran mis peticiones a Dios, una y otra vez le insistí en lo mismo. Siempre hay que tener una actitud de perseverancia, hay que persistir, insistir y nunca desistir a pesar de que no veas los resultados de inmediato. Muchas cosas que quería me toco esperar mas de 15 años para que se dieran. No es fácil, para nada, porque cuando la dificultad, el dolor, el sufrimiento son por periodos largos tu fe tiende a debilitarse. Es de ahí que hay que permanecer fieles a Dios porque cuando tu desfalleces fácilmente ya ibas a llegar a la meta.

Esto le sucedió a este hombre, recordemos lo que él le dice  a Jesús   "Tengo fe, pero dudo; ayúdame." . Todos hemos pasado por eso, la duda. Sera que si, sera que no, será que Dios si me escucha, sera que las cosas se me van a dar?. Porque este hombre dijo esto, fácilmente porque este hombre sufrió por largo tiempo el dolor al ver a su hijo en esas condiciones. Pero este hombre reconoció su necesidad y la poca fe que tenía y al pedirle ayuda a Jesús se hizo el milagro.

Jesús hoy quiere que seamos conscientes de una realidad, la fe crece y también la fe se debilita.  La fe crece cuando traemos a la memoria las veces donde Dios nos ha sacado, cuando hemos vivido cosas muy fuertes y vemos que la mano de Dios estaba allí sosteniendonos, cuidándonos y sacandonos al otro lado a salvo. La fe se debilita cuando rezamos por ejemplo por una misma intención y no vemos soluciones rápidas, cuando vivimos por largos periodos de tiempo un sufrimiento, entonces esto aporrea nuestra fe y nos la debilita. En esos momentos debemos de acordarnos cuantas veces Dios nos a sacado de las dificultades. Tengamos la confianza y la convicción de que Dios siempre está con nosotros y mucho más en las dificultades, El siempre responde con un Sí, un No o un espera!. Siempre tendremos de parte de Él una respuesta.  

Mi amado Jesus, llename de tu sabiduría a través de una experiencia personal de Tu amor que trae paz y me capacita para abrir el corazón para acoger al hermano desde la misericordia. La verdadera sabiduría: es pacífica, tolerante, conciliadora, compasiva, fecunda, imparcial y sincera que nos lleva a la vida, la paz y la salvación. Ayudame a crecer más en la Fe que me has dado, descubriendo tu presencia en mi vida,  las veces en que tú mismo me has dado la mano para seguir en este peregrinar. No permitas que en los tiempos largos de dificultad se debilite mi fe, que yo haga memoria de tu amor y que sea tan humilde de reconocer “ Tengo fe, pero dudo; ayúdame.", Amen.

Dios te bendiga,

Alabados ea Jesucristo por siempre sea alabado!!!

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Que la paz y el Amor del Señor permanezca en tu corazón como en el mio...
     Sandra Yudy Zapata Escudero

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